MY BOYFRIEND IS A CAT
Bonus
~*~
Apenas
cuatro meses, pero al castaño ya se le notaba la tripa. Eso debido a que está
gestando dos hermosos bebés. Nenitas, para ser exactos. Lo han sabido en la
primera ecografía y todo porque Park no quiso esperar más para saber.
―
Así sabemos cómo decorar la habitación y qué comprar. ― Había sido la excusa.
Excusa
que no le ha servido de mucho cuando la expresión rebosante de felicidad lo
delataba. Esa cara de idiota enamorado y dichoso padre primerizo podría
competir con la claridad del sol en cualquier día de verano. Simplemente
radiante. A Kim aquello no le incomodaba en absoluto, le hacía sumamente feliz
ver a su novio tan entusiasmado con la paternidad. Tan felices los dos, que a
Kim ni siquiera le importaba no estar casado y sí próximo a la maternidad.
―
¿Es tan buen tipo?
―
Hyung, no hables así de mi novio. Mi Chunnie es el mejor novio del mundo, y
también va a ser un gran papá. Por qué siempre buscas razones para pelear con
él, ¿eh? A mí no me importa que solo vivamos juntos, no necesito casarme con él
para saber que me ama~.
Su
hermano JunHo chasqueó la lengua, decidiendo no responder la pregunta de su
hermano menor (aunque por minutos solamente, ya que son gemelos) puesto que era
incluso más vergonzoso admitir que estaba celoso. Habían sido solo ellos dos
hasta que (en parte por su culpa) Park apareció en sus vidas y se robó el
corazón de su hermano.
―
Solo preguntaba, ya que siempre parece que flotan corazones arriba de tu
cabeza, estás tan enamorado de él que a lo mejor eres ciego.
―
Hyung~ deja de molestar~. ¡Respeta a tu hermano que está embarazado!
Su
gemelo chasqueó la lengua una vez más.
Esa
es otra razón por la que Park simplemente no cae en su total agrado. Por su culpa será tío demasiado joven. El
castaño de pronto escuchó la alarma de su móvil.
―
¡Pero que tarde se me ha hecho! Debo darme prisa, hyung~.
―
¿Por qué? ¿Tienes cita con el médico o algo?
―
No, voy de compras con Yoochun~.
Cuando
el mayor de los gemelos abrió la boca, su hermano la selló rápidamente con uno
de sus dedos, le sonrió lindamente y tras darle un beso la mejilla se despidió
alegremente saliendo de ahí con prisas.
Atrás
dejó a su gemelo con expresión de molestia. Molestia que fue suplantada por un
suspiro de resignación. Aunque le costaba, sabe que no tiene más remedio que
aceptar el noviazgo de su hermano, sobre todo su maternidad, y lo feliz que le ve saliendo con Park.
―
Y pensar que mi lindo hermanito sería tomado por un completo extraño. ― El
gemelo resopló, pero finalmente soltó una sonrisa cuando vio la foto en su
escritorio.
Es
una donde está junto a su gemelo y el novio de éste. El recuerda bien esa
ocasión, una invitación a comer que había servido para que Park se presentase
ante él (con absoluta formalidad) como el novio de su hermano. Incluso se
sintió como si él fuese el padre entregando a la novia, aunque luego también
estuvo presente en la cena con sus papás, donde Park fue todavía más formal y dedicado
a expresarse apropiadamente.
―
Supongo que el matrimonio en verdad no es tan importante para ellos.
…
Salir
de compras para ver muebles, ropa, elegir pañales, talcos, leche y muchas cosas
más se convirtió en el hobby de Park durante al menos un mes. Salían desde
temprano pero no invertían más de algunas horas mirando en las tiendas, el
azabache estaba actuando cuidadoso con el embarazo de su novio. No quería que
se agotara, y de todas formas en cuanto volvían a casa lo consentía.
A
veces demasiado para gusto de Kim.
―
No necesito un masaje, Chunnie~.
―
Pero tus pies se hinchan, baby.
―
Estoy bien, hoy apenas caminamos unos minutos, me hacías sentarme en las
tiendas. ― Dijo con una sonrisita, Park le mira con un poco de culpa.
―
¿Te hago sentir incómodo?
―
No realmente, pero tanto mimo es malo para mí.
―
¿Por qué?
―
Porque cuando nuestras hijas nazcan, vas a enfocarte más en ellas que en mí y
me voy a sentir solo~. ― Admitió, ocultando el rostro y sintiéndose avergonzado
de sus propios pensamientos y absurdas preocupaciones.
―
Junsu baby… ― El azabache sujetó sus manos para poder ver su rostro. ― Voy a
cuidar de ellas y de ti tanto como necesiten. Aunque nuestras niñas estarán
pequeñitas y van a necesitar más de nuestros cuidados, yo voy a seguir siendo
buen novio para ti, tengo mucha resistencia, ¿sabes? Todavía soy un gato,
meow~.
Entonces
las orejas y cola del azabache se manifestaron, igual que los finos colmillos y
los irises dorados. La cola juguetona fue y serpenteó por las piernas del
castaño, acariciándole el vientre después, pero perdiéndose hasta su pecho para
frotar los pezones. A Park le gusta que Kim use esos blusones de maternidad que tan holgados le permiten
llegar más fácil a cualquier parte de la anatomía de su novio. Ya que los
pantalones también son flojos y amplios de las piernas, con resortes que los
vuelven fáciles de deslizar. Las puntiagudas orejas negras se agitaban
ligeramente, captando quizá esos exquisitos sonidos de vergüenza y excitación
que escapan de los rosados labios.
―
¿Por qué te estás poniendo repentinamente pervertido~?
―
Porque tú me provocas con tu ternura, Junsu baby.
―
¿Va-vamos a hacerlo? ― Cuestionó con una voz demasiado linda y dulce. El
instinto de su novio aumentó en libido.
―
¿No quieres? ― Preguntó con alevosía, besándole un poquito, rozando los labios
y deslizando su lengua por el mentón. ― Tú sabes, baby. Nunca te hago nada que
no quieras.
―
Pero si me tratas así, me prendo~.
―
Oh, ¿sí? no tenía idea.
―
¡Mentiroso~!
―
Entonces, ¿me detengo? ― Dijo, reculando con la intención de alejarse.
―
¡No, no~! ― Los brazos del castaño se aferraron a su espalda mientras le miraba
con ojos lacrimosos. ― Mi pene ya está durito y caliente~ y me palpita el culo~. ¡Hazte responsable, gato malo~!
―
Sí, sí. Me haré responsable para ser un gatito muy bueno. ― Dijo, mirándole con
ojos lujuriosos e inclinándose otra vez por sus labios, sacándole en un dos por
tres los flojos pantalones y cargándole en vilo para llevarle directo a la
habitación, que el sofá no es cómodo para hacerle el amor.
Cuando
le dejó en la cama, Kim todavía se negaba a aflojar el agarre de sus manos,
aferrado a su espalda. Park no se molestó, le dejó estar a su gusto, así que se
sentó en la cama, con su novio en el regazo, de esa manera usó la cola para
subirle el blusón y que sus manos tuvieran acceso al pecho y espalda. Siendo
muy cariñoso cuando le acariciaba la tripa.
―
Vamos Junsu baby, quiero quitarte la ropa. ― Dijo.
Y
fue el mismo castaño quien se sacó el blusón, quien levantó la cadera y le
ayudó a sacarle la ropa interior por cada pierna. Desnudo era todavía más bello
a ojos del azabache. Con su piel clara, su linda tripa y su hermosa expresión
sonrojada.
―
¿Ya, Chun? ¿Vas a meterlo ya? ― Que le hiciera esa clase de preguntas tan
lascivas con ese rostro eróticamente tierno era perjudicial para la entrepierna
de Park.
―
Estoy intentando controlarme, y tú me hablas así baby. Todavía no te preparo,
sé paciente.
―
Es que las hormonas me hacen más caliente~ yo no soy así~.
Park
estuvo tentado de decirle que mentía, que sí que es lascivo, que siempre le
provoca de mala manera, que es un coqueto muy inocente pero malditamente sexy y
sensual. Pero se guardó los comentarios, presiente que en medio de la calentura
y la revolución hormonal, este recuerdo luego le haría morir de vergüenza.
―
Está bien, tú solo relájate. Tu novio se hará cargo de todo tu calor, ¿bien?
El
castaño asintió, luego tembló cuando sintió los fríos dedos de su novio
frotando su intimidad. El lubricante poco a poco fue calentándose, y los
dígitos a ganar espacio en su ya palpitante interior. El sexo durante el
embarazo era de lo mejor, porque él era mucho más sensible por todas partes, y
su neko amante lascivo pero cariñoso.
Esa
noche solo hubo una diferencia, en medio del apasionado encuentro, Kim de
pronto le pidió parar, mirándole con ojos abiertos de par en par y una extraña
expresión que Park no consiguió descifrar hasta que le escuchó.
―
Yoochun ah, ¡se han movido! ¡Mira, mira, siente tú mismo! ― Tomarle las manos y
colocarlas sobre su desnudo y sudado vientre. Sentir un par de movimientos, un
poquito de incomodidad y un montón de felicidad. ― Nuestras nenas han saludado.
―
¡Oh, es verdad! ¡Increíble! Oh, ¿te duele? ― Park preguntó de inmediato, su
rostro cambió rápidamente del placer a la dicha y a la preocupación. Sin contar
que todavía está conectado a su novio.
―
No, es un poquito incómodo, pero no duele. Y me siento feliz, es hermoso
sentirlas moverse. ― Dijo con sinceridad, sonriendo. Un poco más enamorado
cuando las manos de su novio se movieron por todo su vientre, siguiendo los
movimientos de sus hijas por algunos minutos. Luego, ellas se calmaron de
nuevo. ― ¿Crees que se hayan dormido?
―
No lo sé, pero… ― Park miró un poco al sur, hacia la unión de sus cuerpos. ―
¿Debería salir?
―
No~ ― Kim volvió a enredar sus manos, esa vez, en la espalda baja de su novio.
― Ellas están bien, incluso si duermen, solo puedes ir un poco más lento,
¿verdad? Dijiste que también serías buen novio conmigo~ y yo sigo caliente~.
―
Joder, Junsu baby, eres tan lindo cuando eres caprichoso. ― Park dijo,
retrocediendo y empujando suavemente la pelvis, arrancándole un gemido
revestido de mirada lacrimosa. ― Es bueno que nuestras nenas no vayan a
recordar nada de sus meses de gestación. ― Añadió con una sonrisa pícara.
Kim
no le escuchó demasiado, estaba disfrutando de la lentitud con que el falo de
su novio penetraba en él haciéndole sentir centímetro a centímetro la forma en
que su propia anatomía se ajustaba a su tamaño y grosor, escuchando más el
sonido húmedo de los movimientos, como un chasquido erótico que entorpecía sus
sentidos pero lo volvía extremadamente sensible al placer.
El
sexo fue así en los meses siguientes. Incluso en el noveno mes de gestación, la
vida sexual de ambos fue bastante activa,
al castaño la libido no le decreció y el azabache no tenía corazón para negarse
siempre que le entraban ganas. Él solo es un buen novio.
…
Después
de una sesión de sexo, y a unos días de la fecha programada para el nacimiento
de sus gemelas, Kim de pronto tuvo una inquietud. Casi parecía que durante todo
el embarazo había pasado por alto aquel importante detalle.
―
¡Yoochunnie! ― Gritó con un tono que podía parecer acongojado.
―
¿Qué sucede, baby? ¿Son contracciones? ¿Enciendo el auto y te llevo a la
clínica? ― Park preguntó de corrido, habiendo salido como bólido del baño en la
habitación, preparaba la tina para darle un baño a su novio.
―
¿Qué? No~. No están naciendo todavía~. Ven, siéntate junto a mí. ― Kim dijo con
aire solemne. Contrariado, Park obedeció. ― Quiero preguntarte.
―
Sí.
―
¿Nuestras nenas serán gatitas? Quiero decir, ¿heredarán tu condición
sobrenatural?
Park
soltó el aire contenido.
―
Es muy probable, pero no una regla. Ya que en las ecografías no aparecieron
rasgos como cola u orejitas, tal vez no nazcan con mi condición. ¿Te preocupa
que sean como yo?
―
Bueno, un poquito. ― Kim admitió con un ligero aire de melancolía.
―
¿Por qué, Junsu ah? ― Park le sujetó el mentón, buscando sus ojos. ― Puedes
decirme.
―
Yoochun ah, tú me dijiste una vez que has vivido durante muchos, muchos años.
Estoy feliz de saber que esta es tu última vida, que envejeceremos juntos. Ya
que si no fuera así, no sé si podría decirle con absoluta honestidad que te
enamores de alguien más cuando no esté aquí.
―
Incluso si lo hubieras dicho, eso no iba a pasar. Soy un gato que solo ama una
vez en sus vidas. Estábamos destinados a conocernos, lo sé.
―
Es muy romántico que digas eso, Yoochun ah. ― Kim aceptó con una sonrisa.
―
Porque es verdad. Pero, si te estoy entendiendo, ¿te preocupa que sean como yo
porque entonces vivirán mucho más que nosotros?
Kim
asintió, luego se acurrucó un poco en el abrazo de su novio.
―
Adoro quien eres, Yoochun ah. Adoro que seas mi novio neko, pero da un poquito
de miedo pensar en cómo estuviste tan solo durante tanto tiempo. Llegué a
pensar que el destino había sido cruel contigo, tendría que haberme hecho nacer
antes. ― Añadió con un tierno puchero que el azabache no dudó en besar
dulcemente.
―
Junsu ah. A diferencia mía, nuestras hijas nos tendrán a nosotros, incluso si
son como yo y sobreviven a nosotros durante varias vidas más. Ellas habrán
recibido lo más importante en esta vida, nuestro amor, les enseñaremos un
montón de cosas y vivirán bien. Además, también te lo dije, una vez que
conozcan el amor verdadero, sus vidas cesarán y solo tendrán esa para pasarla
junto a su ser especial, tanto si es un humano u otro neko. Ellas no estarán
solas tampoco, los hijos de nuestros amigos, sus nietos, y quién sabe cuántas
generaciones más, seguramente estarán con ellas. No tengas miedo de que sean
como yo, Junsu baby.
Kim
observó detenidamente a su novio, sintiéndose luego un poquito culpable. Porque
lo ha entendido, temer la naturaleza felina de sus hijas es como rechazar una
parte de su novio, del padre. Del ser al que ama. Una lágrima resbaló por su
mejilla, luego murmuró disculpas y se aferró al cuerpo del azabache.
―
Te amo, Yoochun ah. No tendré más miedo de nada, solo voy a atesorar todo lo
que venga de ti, y a nuestras hijas. Y los hijos que todavía espero tener
contigo.
―
¿Eh?
―
No creerás que un par de nenas es suficiente ¿o sí?
¡Meow!
Park
infló pecho con orgullo y felicidad.
―
Verás como me encargo de hacerte más bebés en cuanto las nenas estén un poco
creciditas.
―
Ng~ ¡quiero una prueba justo ahora~!
A
veces, Kim actuaba como minino en celo. Y eso parecía encender algún
interruptor en el cuerpo de Park porque se volvía completamente sexual.
…
El
día de la cesárea, Park había acompañado la cirugía, grabado el momento y
llorado de emoción cuando, una a una, sus gemelas salieron del cálido y seguro
vientre de mamá. Después estuvo
impaciente, junto a Kim, esperando el momento en que las llevaran a su lado.
Las preciosas nenitas fueron llevadas a la sala donde estaban un poco después,
completamente limpias y cambiadas, envueltas en mantas cálidas de color blanco,
con los ojos todavía cerrados y la piel arrugadita.
―
¡Oh por todos los cielos! Están hermosas, Junsu baby. ― Dijo todo entusiasmado,
cargando con mucho cuidado a una de sus bebés. ― Y tan pequeñitas también.
Siento que están hechas de cristal. ― Añadió, todo embobado con las gemelitas.
―
Descuida, son frágiles ahora pero no son de cristal, Chunnie~. Y no siempre van
a ser pequeñitas, así que aprovecha. ― Kim sonreía, un poquito cansado y
adolorido por la cirugía, otro tanto enamorado del papá bobo que destilaba amor
a su lado.
―
Ya lo sé, crecerán e incluso partirán algún día, formarán sus propias familias
y harán vida lejos de mí. Pero faltan muchos años para eso.
Kim
continuó sonriendo, incluso mientras las alimentaban con biberón (no ha
producido leche en su cuerpo) Park era el más embobado, las acariciaba con suma
gentileza y sus ojos negros destilaban amor paterno por las gemelitas.
Park
Yon y Park Suni son los nombres que se leen en los brazaletes de seguridad que
portan las pequeñitas. Así han sido nombradas por sus padres, bendecidas de
amor y buenos deseos.
Familia
y amigos pasaron a felicitarlos y a conocer a las pequeñas. Entre ellos el más
sensible fue Jaejoong, quizá porque también estaba en la dulce espera. Por otro
lado, ChangMin le recordó a Hayami comprar condones, no le apetece pasar por
tal travesía todavía, su instinto materno estaba muy dormido aún.
…
Cuando
Yon y Suni cumplieron los tres, sus papás estaban listos para embarazarse de
nuevo. Y más que dispuestos a intentarlo hasta que resultara.
―
¡Ngh~! Más, Chun~ más fuerte. ¡Ngh~!
Sí,
intentarlo mucho.
―
Joder, no aprietes mi cola, harás que me corra pronto Junsu. ¡Mg!
Kim
soltó una risita, su rostro tanto más hermoso a ojos de Park. Le palmeó el
trasero y amenazó con sus ojos
felinos a su novio. El castaño sin embargo no aflojó la cola gatuna, por el
contrario, la acercó a su boca, besándola y acariciándola mientras le miraba
lascivamente. Cuando Park embistió golpeando acertadamente su próstata, Kim
tembló y se distrajo, aflojando lo suficiente como para que la cola felina
escapara. Justo hacia el sur, apretando la base, impidiendo que pudiera
correrse.
―
Chun~.
―
Quién ha sido el chico malo, eh.
―
Ng~.
Meow.
El
instinto de Park estaba satisfecho.
Aunque
esta fuese la única vida que pudiera vivir a lado de Kim. Le era más que
suficiente.
Y
aunque sus hijas hubieran desarrollado orejas y cola en el primer año de vida,
no estaban asustados. Después de todo, se iban a asegurar de que no estuvieran
solas. Tres o cuatro hermanos más harían una familia de nekos suficiente para vivir las vidas que tuviesen por delante.
―
¡Yoochun~!
―
¡Junsu!
Gemir
juntos mientras el orgasmo los abraza. Besarse y temblar en medio de tal
placer. Recordar que se tienen el uno al otro. Que en la habitación al final
del pasillo duermen sus hijas, que en el vientre del castaño comience a gestarse
otro bebé, todo eso, los hace sumamente felices.
―
Junsu ah.
―
¿Mh?
―
¿Estás durmiendo?
―
Nh.
Park
sonrió. Obviamente su novio está más dormido que despierto.
―
¿Quieres casarte?
―
Eso no me quita el sueño, Chun. ― Kim dijo con voz áspera, todavía somnoliento.
― No te hagas ideas solo porque Jaejoong y Yunho se fueron de luna de miel. Tú
mismo dijiste, es la cuarta vez que se casan.
―
Lo sé, pero… ¿realmente no has pensado en casarnos?
―
No particularmente, y sé que es algo que tampoco ocupa demasiado tu mente. En
serio Chun, casarnos o no hacerlo no quita el hecho de que me amas y te amo.
Park
abrazó a Kim, pegándolo a su cuerpo, sonriendo más que feliz cuando él se
acurrucó en su pecho.
Después
de todo, a Junsu incluso le gusta seguir diciendo que su novio es un gato. Y a
Yoochun no le importa seguir siendo el novio gato de su amante.
FIN
Aunque es un poco tarde y en mi méxico casi termina el día, del otro lado del mundo ya culminó, yo todavía quise dejar este trocito de YS para celebrar su 15 aniversario.
Sé que hace algunos años que no soy puntual para festejarles, y tbn extraño un montón verlos juntos u.u pero espero que en cuanto el delfín termine su servicio se reúna con su ratón que buena falta se hacen.
También sé que ando metida en varios fandom, que ahora mi amor es fuerte hacia otras parejas como el Victuuri, pero eso no le quita su lugar súper especial al YS en mi corazón, ellos siguen teniendo el trono, aunque ame al Victuuri tanto como a ellos.
Sé que Junsu y Yoochun han tenido momentos difíciles desde que el servicio militar los "separó", sé que se extrañan, que poco se ven y que el tiempo les parece eterno. Sé también que se aman, que han superado todos los obstáculos y fortalecido su amor. 15 años no pasan por nada, es más, en algunos aspectos son como una pareja de ancianos xD
Espero que todavía hayan YS-shippers de hueso colorado por aquí, que sigan amándolos, que los apoyen y crean en su amor.
¡¡Happy YooSu-day!!
Gracias por tan lindo regalo de aniversario. Sin tan hermosas y sentimentales tus palabras, espero que pronto este par de enamorados se reuna de nuevo. 😭😭😭😭😭💕💕💕💕💕💕
ResponderBorrarMuchas gracias por este regalo de Yoosu day, te quedó WOW!! Super amoroso y lemonoso, justo como ellos son y a nosotras nos encanta!! 🐭🐬💙
ResponderBorrar