domingo, 29 de julio de 2018

Especial YS-Day. Bonus "My boyfriend is a cat"


MY BOYFRIEND IS A CAT
Bonus
~*~

Apenas cuatro meses, pero al castaño ya se le notaba la tripa. Eso debido a que está gestando dos hermosos bebés. Nenitas, para ser exactos. Lo han sabido en la primera ecografía y todo porque Park no quiso esperar más para saber.

― Así sabemos cómo decorar la habitación y qué comprar. ― Había sido la excusa.

Excusa que no le ha servido de mucho cuando la expresión rebosante de felicidad lo delataba. Esa cara de idiota enamorado y dichoso padre primerizo podría competir con la claridad del sol en cualquier día de verano. Simplemente radiante. A Kim aquello no le incomodaba en absoluto, le hacía sumamente feliz ver a su novio tan entusiasmado con la paternidad. Tan felices los dos, que a Kim ni siquiera le importaba no estar casado y sí próximo a la maternidad.


― ¿Es tan buen tipo?

― Hyung, no hables así de mi novio. Mi Chunnie es el mejor novio del mundo, y también va a ser un gran papá. Por qué siempre buscas razones para pelear con él, ¿eh? A mí no me importa que solo vivamos juntos, no necesito casarme con él para saber que me ama~.

Su hermano JunHo chasqueó la lengua, decidiendo no responder la pregunta de su hermano menor (aunque por minutos solamente, ya que son gemelos) puesto que era incluso más vergonzoso admitir que estaba celoso. Habían sido solo ellos dos hasta que (en parte por su culpa) Park apareció en sus vidas y se robó el corazón de su hermano.

― Solo preguntaba, ya que siempre parece que flotan corazones arriba de tu cabeza, estás tan enamorado de él que a lo mejor eres ciego.

― Hyung~ deja de molestar~. ¡Respeta a tu hermano que está embarazado!

Su gemelo chasqueó la lengua una vez más.
Esa es otra razón por la que Park simplemente no cae en su total agrado. Por su culpa será tío demasiado joven. El castaño de pronto escuchó la alarma de su móvil.

― ¡Pero que tarde se me ha hecho! Debo darme prisa, hyung~.

― ¿Por qué? ¿Tienes cita con el médico o algo?

― No, voy de compras con Yoochun~.

Cuando el mayor de los gemelos abrió la boca, su hermano la selló rápidamente con uno de sus dedos, le sonrió lindamente y tras darle un beso la mejilla se despidió alegremente saliendo de ahí con prisas.

Atrás dejó a su gemelo con expresión de molestia. Molestia que fue suplantada por un suspiro de resignación. Aunque le costaba, sabe que no tiene más remedio que aceptar el noviazgo de su hermano, sobre todo su maternidad, y lo feliz que le ve saliendo con Park.

― Y pensar que mi lindo hermanito sería tomado por un completo extraño. ― El gemelo resopló, pero finalmente soltó una sonrisa cuando vio la foto en su escritorio.

Es una donde está junto a su gemelo y el novio de éste. El recuerda bien esa ocasión, una invitación a comer que había servido para que Park se presentase ante él (con absoluta formalidad) como el novio de su hermano. Incluso se sintió como si él fuese el padre entregando a la novia, aunque luego también estuvo presente en la cena con sus papás, donde Park fue todavía más formal y dedicado a expresarse apropiadamente.

― Supongo que el matrimonio en verdad no es tan importante para ellos.


Salir de compras para ver muebles, ropa, elegir pañales, talcos, leche y muchas cosas más se convirtió en el hobby de Park durante al menos un mes. Salían desde temprano pero no invertían más de algunas horas mirando en las tiendas, el azabache estaba actuando cuidadoso con el embarazo de su novio. No quería que se agotara, y de todas formas en cuanto volvían a casa lo consentía.

A veces demasiado para gusto de Kim.

― No necesito un masaje, Chunnie~.

― Pero tus pies se hinchan, baby.

― Estoy bien, hoy apenas caminamos unos minutos, me hacías sentarme en las tiendas. ― Dijo con una sonrisita, Park le mira con un poco de culpa.

― ¿Te hago sentir incómodo?

― No realmente, pero tanto mimo es malo para mí.

― ¿Por qué?

― Porque cuando nuestras hijas nazcan, vas a enfocarte más en ellas que en mí y me voy a sentir solo~. ― Admitió, ocultando el rostro y sintiéndose avergonzado de sus propios pensamientos y absurdas preocupaciones.

― Junsu baby… ― El azabache sujetó sus manos para poder ver su rostro. ― Voy a cuidar de ellas y de ti tanto como necesiten. Aunque nuestras niñas estarán pequeñitas y van a necesitar más de nuestros cuidados, yo voy a seguir siendo buen novio para ti, tengo mucha resistencia, ¿sabes? Todavía soy un gato, meow~.

Entonces las orejas y cola del azabache se manifestaron, igual que los finos colmillos y los irises dorados. La cola juguetona fue y serpenteó por las piernas del castaño, acariciándole el vientre después, pero perdiéndose hasta su pecho para frotar los pezones. A Park le gusta que Kim use esos blusones de maternidad que tan holgados le permiten llegar más fácil a cualquier parte de la anatomía de su novio. Ya que los pantalones también son flojos y amplios de las piernas, con resortes que los vuelven fáciles de deslizar. Las puntiagudas orejas negras se agitaban ligeramente, captando quizá esos exquisitos sonidos de vergüenza y excitación que escapan de los rosados labios.

― ¿Por qué te estás poniendo repentinamente pervertido~?

― Porque tú me provocas con tu ternura, Junsu baby.

― ¿Va-vamos a hacerlo? ― Cuestionó con una voz demasiado linda y dulce. El instinto de su novio aumentó en libido.

― ¿No quieres? ― Preguntó con alevosía, besándole un poquito, rozando los labios y deslizando su lengua por el mentón. ― Tú sabes, baby. Nunca te hago nada que no quieras.

― Pero si me tratas así, me prendo~.

― Oh, ¿sí? no tenía idea.

― ¡Mentiroso~!

― Entonces, ¿me detengo? ― Dijo, reculando con la intención de alejarse.

― ¡No, no~! ― Los brazos del castaño se aferraron a su espalda mientras le miraba con ojos lacrimosos. ― Mi pene ya está durito y caliente~ y me palpita el culo~. ¡Hazte responsable, gato malo~!

― Sí, sí. Me haré responsable para ser un gatito muy bueno. ― Dijo, mirándole con ojos lujuriosos e inclinándose otra vez por sus labios, sacándole en un dos por tres los flojos pantalones y cargándole en vilo para llevarle directo a la habitación, que el sofá no es cómodo para hacerle el amor.

Cuando le dejó en la cama, Kim todavía se negaba a aflojar el agarre de sus manos, aferrado a su espalda. Park no se molestó, le dejó estar a su gusto, así que se sentó en la cama, con su novio en el regazo, de esa manera usó la cola para subirle el blusón y que sus manos tuvieran acceso al pecho y espalda. Siendo muy cariñoso cuando le acariciaba la tripa.

― Vamos Junsu baby, quiero quitarte la ropa. ― Dijo.

Y fue el mismo castaño quien se sacó el blusón, quien levantó la cadera y le ayudó a sacarle la ropa interior por cada pierna. Desnudo era todavía más bello a ojos del azabache. Con su piel clara, su linda tripa y su hermosa expresión sonrojada.

― ¿Ya, Chun? ¿Vas a meterlo ya? ― Que le hiciera esa clase de preguntas tan lascivas con ese rostro eróticamente tierno era perjudicial para la entrepierna de Park.

― Estoy intentando controlarme, y tú me hablas así baby. Todavía no te preparo, sé paciente.

― Es que las hormonas me hacen más caliente~ yo no soy así~.

Park estuvo tentado de decirle que mentía, que sí que es lascivo, que siempre le provoca de mala manera, que es un coqueto muy inocente pero malditamente sexy y sensual. Pero se guardó los comentarios, presiente que en medio de la calentura y la revolución hormonal, este recuerdo luego le haría morir de vergüenza.

― Está bien, tú solo relájate. Tu novio se hará cargo de todo tu calor, ¿bien?

El castaño asintió, luego tembló cuando sintió los fríos dedos de su novio frotando su intimidad. El lubricante poco a poco fue calentándose, y los dígitos a ganar espacio en su ya palpitante interior. El sexo durante el embarazo era de lo mejor, porque él era mucho más sensible por todas partes, y su neko amante lascivo pero cariñoso.

Esa noche solo hubo una diferencia, en medio del apasionado encuentro, Kim de pronto le pidió parar, mirándole con ojos abiertos de par en par y una extraña expresión que Park no consiguió descifrar hasta que le escuchó.

― Yoochun ah, ¡se han movido! ¡Mira, mira, siente tú mismo! ― Tomarle las manos y colocarlas sobre su desnudo y sudado vientre. Sentir un par de movimientos, un poquito de incomodidad y un montón de felicidad. ― Nuestras nenas han saludado.

― ¡Oh, es verdad! ¡Increíble! Oh, ¿te duele? ― Park preguntó de inmediato, su rostro cambió rápidamente del placer a la dicha y a la preocupación. Sin contar que todavía está conectado a su novio.

― No, es un poquito incómodo, pero no duele. Y me siento feliz, es hermoso sentirlas moverse. ― Dijo con sinceridad, sonriendo. Un poco más enamorado cuando las manos de su novio se movieron por todo su vientre, siguiendo los movimientos de sus hijas por algunos minutos. Luego, ellas se calmaron de nuevo. ― ¿Crees que se hayan dormido?

― No lo sé, pero… ― Park miró un poco al sur, hacia la unión de sus cuerpos. ― ¿Debería salir?

― No~ ― Kim volvió a enredar sus manos, esa vez, en la espalda baja de su novio. ― Ellas están bien, incluso si duermen, solo puedes ir un poco más lento, ¿verdad? Dijiste que también serías buen novio conmigo~ y yo sigo caliente~.

― Joder, Junsu baby, eres tan lindo cuando eres caprichoso. ― Park dijo, retrocediendo y empujando suavemente la pelvis, arrancándole un gemido revestido de mirada lacrimosa. ― Es bueno que nuestras nenas no vayan a recordar nada de sus meses de gestación. ― Añadió con una sonrisa pícara.

Kim no le escuchó demasiado, estaba disfrutando de la lentitud con que el falo de su novio penetraba en él haciéndole sentir centímetro a centímetro la forma en que su propia anatomía se ajustaba a su tamaño y grosor, escuchando más el sonido húmedo de los movimientos, como un chasquido erótico que entorpecía sus sentidos pero lo volvía extremadamente sensible al placer.

El sexo fue así en los meses siguientes. Incluso en el noveno mes de gestación, la vida sexual de ambos fue bastante activa, al castaño la libido no le decreció y el azabache no tenía corazón para negarse siempre que le entraban ganas. Él solo es un buen novio.


Después de una sesión de sexo, y a unos días de la fecha programada para el nacimiento de sus gemelas, Kim de pronto tuvo una inquietud. Casi parecía que durante todo el embarazo había pasado por alto aquel importante detalle.

― ¡Yoochunnie! ― Gritó con un tono que podía parecer acongojado.

― ¿Qué sucede, baby? ¿Son contracciones? ¿Enciendo el auto y te llevo a la clínica? ― Park preguntó de corrido, habiendo salido como bólido del baño en la habitación, preparaba la tina para darle un baño a su novio.

― ¿Qué? No~. No están naciendo todavía~. Ven, siéntate junto a mí. ― Kim dijo con aire solemne. Contrariado, Park obedeció. ― Quiero preguntarte.

― Sí.

― ¿Nuestras nenas serán gatitas? Quiero decir, ¿heredarán tu condición sobrenatural?

Park soltó el aire contenido.

― Es muy probable, pero no una regla. Ya que en las ecografías no aparecieron rasgos como cola u orejitas, tal vez no nazcan con mi condición. ¿Te preocupa que sean como yo?

― Bueno, un poquito. ― Kim admitió con un ligero aire de melancolía.

― ¿Por qué, Junsu ah? ― Park le sujetó el mentón, buscando sus ojos. ― Puedes decirme.

― Yoochun ah, tú me dijiste una vez que has vivido durante muchos, muchos años. Estoy feliz de saber que esta es tu última vida, que envejeceremos juntos. Ya que si no fuera así, no sé si podría decirle con absoluta honestidad que te enamores de alguien más cuando no esté aquí.

― Incluso si lo hubieras dicho, eso no iba a pasar. Soy un gato que solo ama una vez en sus vidas. Estábamos destinados a conocernos, lo sé.

― Es muy romántico que digas eso, Yoochun ah. ― Kim aceptó con una sonrisa.

― Porque es verdad. Pero, si te estoy entendiendo, ¿te preocupa que sean como yo porque entonces vivirán mucho más que nosotros?

Kim asintió, luego se acurrucó un poco en el abrazo de su novio.

― Adoro quien eres, Yoochun ah. Adoro que seas mi novio neko, pero da un poquito de miedo pensar en cómo estuviste tan solo durante tanto tiempo. Llegué a pensar que el destino había sido cruel contigo, tendría que haberme hecho nacer antes. ― Añadió con un tierno puchero que el azabache no dudó en besar dulcemente.

― Junsu ah. A diferencia mía, nuestras hijas nos tendrán a nosotros, incluso si son como yo y sobreviven a nosotros durante varias vidas más. Ellas habrán recibido lo más importante en esta vida, nuestro amor, les enseñaremos un montón de cosas y vivirán bien. Además, también te lo dije, una vez que conozcan el amor verdadero, sus vidas cesarán y solo tendrán esa para pasarla junto a su ser especial, tanto si es un humano u otro neko. Ellas no estarán solas tampoco, los hijos de nuestros amigos, sus nietos, y quién sabe cuántas generaciones más, seguramente estarán con ellas. No tengas miedo de que sean como yo, Junsu baby.

Kim observó detenidamente a su novio, sintiéndose luego un poquito culpable. Porque lo ha entendido, temer la naturaleza felina de sus hijas es como rechazar una parte de su novio, del padre. Del ser al que ama. Una lágrima resbaló por su mejilla, luego murmuró disculpas y se aferró al cuerpo del azabache.

― Te amo, Yoochun ah. No tendré más miedo de nada, solo voy a atesorar todo lo que venga de ti, y a nuestras hijas. Y los hijos que todavía espero tener contigo.

― ¿Eh?

― No creerás que un par de nenas es suficiente ¿o sí?

¡Meow!
Park infló pecho con orgullo y felicidad.

― Verás como me encargo de hacerte más bebés en cuanto las nenas estén un poco creciditas.

― Ng~ ¡quiero una prueba justo ahora~!

A veces, Kim actuaba como minino en celo. Y eso parecía encender algún interruptor en el cuerpo de Park porque se volvía completamente sexual.


El día de la cesárea, Park había acompañado la cirugía, grabado el momento y llorado de emoción cuando, una a una, sus gemelas salieron del cálido y seguro vientre de mamá. Después estuvo impaciente, junto a Kim, esperando el momento en que las llevaran a su lado. Las preciosas nenitas fueron llevadas a la sala donde estaban un poco después, completamente limpias y cambiadas, envueltas en mantas cálidas de color blanco, con los ojos todavía cerrados y la piel arrugadita.

― ¡Oh por todos los cielos! Están hermosas, Junsu baby. ― Dijo todo entusiasmado, cargando con mucho cuidado a una de sus bebés. ― Y tan pequeñitas también. Siento que están hechas de cristal. ― Añadió, todo embobado con las gemelitas.

― Descuida, son frágiles ahora pero no son de cristal, Chunnie~. Y no siempre van a ser pequeñitas, así que aprovecha. ― Kim sonreía, un poquito cansado y adolorido por la cirugía, otro tanto enamorado del papá bobo que destilaba amor a su lado.

― Ya lo sé, crecerán e incluso partirán algún día, formarán sus propias familias y harán vida lejos de mí. Pero faltan muchos años para eso.

Kim continuó sonriendo, incluso mientras las alimentaban con biberón (no ha producido leche en su cuerpo) Park era el más embobado, las acariciaba con suma gentileza y sus ojos negros destilaban amor paterno por las gemelitas.

Park Yon y Park Suni son los nombres que se leen en los brazaletes de seguridad que portan las pequeñitas. Así han sido nombradas por sus padres, bendecidas de amor y buenos deseos.

Familia y amigos pasaron a felicitarlos y a conocer a las pequeñas. Entre ellos el más sensible fue Jaejoong, quizá porque también estaba en la dulce espera. Por otro lado, ChangMin le recordó a Hayami comprar condones, no le apetece pasar por tal travesía todavía, su instinto materno estaba muy dormido aún.


Cuando Yon y Suni cumplieron los tres, sus papás estaban listos para embarazarse de nuevo. Y más que dispuestos a intentarlo hasta que resultara.

― ¡Ngh~! Más, Chun~ más fuerte. ¡Ngh~!

Sí, intentarlo mucho.

― Joder, no aprietes mi cola, harás que me corra pronto Junsu. ¡Mg!

Kim soltó una risita, su rostro tanto más hermoso a ojos de Park. Le palmeó el trasero y amenazó con sus ojos felinos a su novio. El castaño sin embargo no aflojó la cola gatuna, por el contrario, la acercó a su boca, besándola y acariciándola mientras le miraba lascivamente. Cuando Park embistió golpeando acertadamente su próstata, Kim tembló y se distrajo, aflojando lo suficiente como para que la cola felina escapara. Justo hacia el sur, apretando la base, impidiendo que pudiera correrse.

― Chun~.

― Quién ha sido el chico malo, eh.

― Ng~.

Meow.
El instinto de Park estaba satisfecho.
Aunque esta fuese la única vida que pudiera vivir a lado de Kim. Le era más que suficiente.

Y aunque sus hijas hubieran desarrollado orejas y cola en el primer año de vida, no estaban asustados. Después de todo, se iban a asegurar de que no estuvieran solas. Tres o cuatro hermanos más harían una familia de nekos suficiente para vivir las vidas que tuviesen por delante.

― ¡Yoochun~!

― ¡Junsu!

Gemir juntos mientras el orgasmo los abraza. Besarse y temblar en medio de tal placer. Recordar que se tienen el uno al otro. Que en la habitación al final del pasillo duermen sus hijas, que en el vientre del castaño comience a gestarse otro bebé, todo eso, los hace sumamente felices.

― Junsu ah.

― ¿Mh?

― ¿Estás durmiendo?

― Nh.

Park sonrió. Obviamente su novio está más dormido que despierto.

― ¿Quieres casarte?

― Eso no me quita el sueño, Chun. ― Kim dijo con voz áspera, todavía somnoliento. ― No te hagas ideas solo porque Jaejoong y Yunho se fueron de luna de miel. Tú mismo dijiste, es la cuarta vez que se casan.

― Lo sé, pero… ¿realmente no has pensado en casarnos?

― No particularmente, y sé que es algo que tampoco ocupa demasiado tu mente. En serio Chun, casarnos o no hacerlo no quita el hecho de que me amas y te amo.

Park abrazó a Kim, pegándolo a su cuerpo, sonriendo más que feliz cuando él se acurrucó en su pecho.

Después de todo, a Junsu incluso le gusta seguir diciendo que su novio es un gato. Y a Yoochun no le importa seguir siendo el novio gato de su amante.


FIN



Aunque es un poco tarde y en mi méxico casi termina el día, del otro lado del mundo ya culminó, yo todavía quise dejar este trocito de YS para celebrar su 15 aniversario. 
Sé que hace algunos años que no soy puntual para festejarles, y tbn extraño un montón verlos juntos u.u pero espero que en cuanto el delfín termine su servicio se reúna con su ratón que buena falta se hacen. 

También sé que ando metida en varios fandom, que ahora mi amor es fuerte hacia otras parejas como el Victuuri, pero eso no le quita su lugar súper especial al YS en mi corazón, ellos siguen teniendo el trono, aunque ame al Victuuri tanto como a ellos. 

Sé que Junsu y Yoochun han tenido momentos difíciles desde que el servicio militar los "separó", sé que se extrañan, que poco se ven y que el tiempo les parece eterno. Sé también que se aman, que han superado todos los obstáculos y fortalecido su amor. 15 años no pasan por nada, es más, en algunos aspectos son como una pareja de ancianos xD 

Espero que todavía hayan YS-shippers de hueso colorado por aquí, que sigan amándolos, que los apoyen y crean en su amor. 

¡¡Happy YooSu-day!! 

2 comentarios:

  1. Gracias por tan lindo regalo de aniversario. Sin tan hermosas y sentimentales tus palabras, espero que pronto este par de enamorados se reuna de nuevo. 😭😭😭😭😭💕💕💕💕💕💕

    ResponderBorrar
  2. Muchas gracias por este regalo de Yoosu day, te quedó WOW!! Super amoroso y lemonoso, justo como ellos son y a nosotras nos encanta!! 🐭🐬💙

    ResponderBorrar

Disculpen las molestias, pero se eliminaran los comentarios con contenido de otras parajes fuera de las que se abordan en este blog, esperamos su comprensión