martes, 2 de enero de 2018

Sport Lovers. Parte 14. KNB&HQ!



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Parte 14. De preguntas indiscretas, a sentimientos que florecen

Es esto probablemente uno de los momentos más locos que han compartido. Llevando la camaradería y la amistad a un nivel “superior”, compartiendo momentos personales como si ellos fuesen realmente un grupo grande de mejores amigos. Los juegos propuestos fueron más allá de las expectativas de quienes los propusieron, la “silla caliente” ha ido demasiado lejos, y las hormonas de casi todos ahí se han alterado.

Taiga no tiene ni pizca de remordimiento, no en ese momento, porque todo en lo que piensa es en la sensación de las paredes internas de Tetsuya haciéndole sentir mareado, caliente y excitado. Tampoco tienen tiempo para pensar si es que alguien más podría venir hasta aquí, y pillarles en el acto –literalmente–, porque montárselo en la parte trasera del lugar no es buena idea, pero ha sido el único espacio al que han podido llegar antes de que la sangre les explotara en las venas o el calor les consumiera las entrañas.


Tetsuya mantiene sus gemidos ahogados contra el cuello de Taiga, mientras las embestidas de su novio van una y otra vez tan profundas que siente que colapsará en cualquier momento de puro placer. El pelirrojo le sostiene en vilo, apretándole los pálidos glúteos con sus grandes manos mientras las piernas del peliazul se comprimen alrededor de su cintura, ayudando un poco a mantener la postura, agotadora, pero definitivamente placentera. La espalda del mayor Kageyama apoyada contra el tronco de un árbol ayuda un poco, pero de todas formas le traerá algunos dolores o moratones el día de mañana, esa noche, nada importa.

— ¡Ahh~ Taiga~! Yo voy a~ nghh~.

— Sopórtalo un poco más, casi llego Tetsuya… — Con voz ronca, el pelirrojo empujó más fuerte, notando cómo la advertencia no le era suficiente y las estrechas paredes de su novio le comprimían cuando iba hasta el fondo, arrastrándole también al orgasmo.

Las rodillas del mayor Kagami se sienten un poco temblorosas, el éxtasis ha sido intenso, de alguna manera lo más atrevido que han hecho. Pero soporta su peso, y el de su novio hasta que le siente relajarse en sus brazos.

— Si alguien nos pilla, Taiga.

— Diré que te obligué a hacerlo, Tetsuya.

El peliazul sonrió con la mirada, aunque apenas sus ojos azul océano se vieran con la luz de la luna, el pelirrojo pudo notarlo claramente. Una sonrisa de ternura, de confianza, de cariño.

— Eres tan tierno, Taiga.

— No soy tierno, tú lo eres, Tetsuya.

El peliazul sonríe con los labios, con la mirada, con todo lo expresivo que puede ser su rostro cuando realmente quiere mostrarlo. Topa su frente con la del pelirrojo y le besa la nariz. Tierno, definitivamente lo era. Cuando Tetsuya pisó de nuevo el piso, se preocupó de la ropa de Taiga –que se lo han montado apartando solo lo sumamente necesario para unir sus cuerpos–, su semen ha manchado por completo su playera.

— Corremos a las duchas, y vuelvo a la habitación con una toalla en la cintura, así nadie se da cuenta, Tetsuya.

— ¿Estás seguro de que lo conseguiremos?

El mayor Kagami se rio nervioso, honestamente no, pero era una opción y la única que se le ocurría. Con los pantalones y la ropa interior del mayor Kageyama en el suelo, tierra y pasto se le ha pegado un poco, así que en verdad, necesitan apresurarse a la ducha.

No han sido, sin embargo, ellos dos los únicos en haberse dejado llevar por la febril excitación de sus cuerpos. Kenma y Kuroo se habían extraviado por allí en algún lugar también, dentro de una de las cabañas, saben que es el salón que funciona como bodega para los alimentos y algunas otras cosas. Con un poco de suerte, tampoco fueron descubiertos, e incluso tuvieron oportunidad de desnudarse por completo, pero para cuando han terminado, Kenma se siente lo suficientemente agotado y perezoso como para volver a vestirse.

— Vamos, te ayudaré, levanta la cadera o no te puedo poner la ropa interior, Kenma.

— Mh~. — Gimoteó perezoso, alzando apenas un poco su cadera, sintiendo la prenda deslizarse en su cuerpo.

— No te exigí demasiado, cómo es que ya te quedaste sin energía.

— ¿Te parece poco el entrenamiento espartano de los entrenadores?

— Yo me siento renovado después de hacerlo contigo… — Kuroo dijo con picardía, acariciándole las piernas mientras le coloca los pantalones deportivos.

— Porque tú eres un pervertido, Kuroo. — Gimoteó, todavía igual de perezoso que antes, suspirando apenas cuando los largos dedos del felino treparon juguetones por su vientre… — En serio, no habrá una segunda vuelta, Kuroo~.

— Lo sé, solo estoy acariciando un poco, Kenma. Tu piel está tibia y rojiza por todas partes.

— Nh, de quién es la culpa. Apesto a sudor y a sexo también.

— Pues me gusta como hueles.

— Deja de juguetear y termina de vestirme, quiero dormir cómodamente en un futón.

— Ya voy, ya voy.


Al amanecer, la mayoría se sentían lo suficientemente repuestos como para retomar el día de entrenamiento. Algunos cuantos sentían el cuerpo un poco pesado, particularmente aquellos que desataron la lujuria la noche anterior. Y no fueron precisamente solo Tetsuya y Taiga, o Kenma y Kuroo. De alguna manera, Oikawa había conseguido lo suyo de Iwaizumi, e Himuro obtuvo también un poco de atención de parte de Murasakibara, aunque no le convenció de ir tan lejos como unir sus cuerpos, el de cabellos lilas solamente había usado sus dedos y se habían dado mutuo placer.

Pero, esto o aquello a los entrenadores no les interesaba –y no es que no sospecharan de que sus pupilos anduvieron en pasos “prohibidos” la noche anterior–, era el segundo y último día del campamento.

— Muy bien, como le dijimos ayer, hoy todo serán juegos. Kagetora-san y yo hemos decidido hacerlo en dos tiempos, por la mañana y hasta antes de la comida, ambos clubes se mezclarán, los que se queden conmigo jugarán voleibol, obviamente; quienes vayan con Kagetora-san lo harán con el basquetbol.

— ¡Qué! — Reaccionaron muchos de ellos, murmurando entre sí.

— Naturalmente unos se sentirán más cómodos jugando el deporte que les gusta, sin embargo, aquí el objetivo es cómo integrar a los compañeros que no lo dominan… — Kagetora añadió, mirando en sus pupilos el interés por el ejercicio, o cómo algunos comenzaban a comentar teorías para tal efecto… — Muy bien, hagamos esto voluntariamente, ustedes solos se dividirán, y en 10 minutos se reunirán con nosotros. Keishin-kun los llevará al campo, conmigo vendrán a la zona montañosa.

El reto resultó interesante, y por sobre todo, entretenido. El talento para cierto deporte fue evidente, aunque no lo han hecho nada mal en aquel que no es su favorito. Después de mucho sudar, aprender a comunicarse con compañeros que no son los habituales y hasta enseñar algunas formas de practicar tal o cual jugada, la hora de la comida llegó. El momento ha sido aprovechado también para depositar las preguntas en los frascos correspondientes a los diez chicos seleccionados la noche anterior.

Durante la tarde, los clubes se reintegraron para jugar donde corresponden, notando cómo, de alguna manera, la comunicación fluía mejor y estaban más conscientes los unos de los otros. Y para finalizar, como suele pasar, los entrenadores propusieron una dinámica llamada “Dodge Ball”.

— ¿Conocen el juego?

Algunos respondieron que sí, otros tenían idea, pero unos pocos no estaban seguros de qué tipo de juego era. Así que los entrenadores lo explicaron rápidamente. Cada club debía separarse en dos equipos, y cada equipo debía elegir una reina –en tal caso nombrar al rey hubiera sido lo ideal, pero los entrenadores simplemente se aprovecharon de lo original del juego para dejarlo así, y de paso ver cómo de inmediato los chicos protestaban por ser señalados como “reina” de su respectivo equipo–. Una vez cada equipo eligió a su reina, se enfrentarían en un solo momento los cuatro, defendiendo y atacando a los demás. Ubicados en un amplio terreno en el campo, los entrenadores prepararon el improvisado espacio, marcando con un círculo dividido en cuatro partes iguales, la porción de “cancha” para cada equipo. Allí, cada grupo tenía por objetivo evitar que una pelota blanda y más ligera que las que acostumbran usar en sus deportes, golpeara en cualquier parte del cuerpo a su respectiva “reina”. Si cualquier otro integrante del equipo era alcanzado por la pelota, éste debía salir y colocarse por la parte externa del círculo marcado sobre la tierra, y desde allí, cuando un compañero les pasase la pelota, o llegara a ellos por el error de algún contrario, intentar golpear a “la reina” de cualquier otro equipo. Una vez “la reina” fuera alcanzado, el equipo quedaba fuera, y ganaría quien sobreviva.

Ya que el equipo de voleibol tiene dos jugadores más que el de basquetbol, los entrenadores así como sensei, se unieron a cada uno de los dos equipos del club de baloncesto para igualar números y no dar ventajas a ninguno.

— ¡Eso es desventaja por sí mismo, Kagetora-san~! — Renegó Oikawa.

— ¿Por qué?

— Seguramente usted sabe jugar muy bien.

— Soy un anciano junto a ustedes, se supone que se imponga la energía juvenil, Oikawa.

— ¡Pero si ya nos hemos cansado en las prácticas~ sensei!

— Y los ejercicios de ayer… — Agregó alguien más.

— ¿Van a seguir quejándose? — El entrenador Kise preguntó.

Y la queja generalizada pasó a segundo plano cuando decidieron tomar su sitio en el espacio correspondiente del círculo. El balón estaba en el centro, descansando sobre una mancha de cal.

Los equipos quedaron de la siguiente manera:

1.    Tobio, Kenma, Yaku, Asahi, Daichi, Koushi (reina), Yuu, Iwaizumi y Tsukishima.
2.    Kamasaki, Shoyo, Aone, Futakuchi, Kaname (reina), Lev, Yamaguchi, Kuroo y Oikawa.
3.    Daiki, Ryo (reina), Akashi, Taiga, Teppei, Junpei, Shun, Takao y Kagetora-san.
4.    Midorima, Tatsuya, Koki, Murasakibara, Ryouta, Yukio, Tetsuya, Takeda-sensei (reina) y Kise-san.

— ¿Por qué he sido elegido para ser la reina? — Takeda sensei quiso saber, y ya que sus mejillas se sentían calientes, advierte que un sonrojo se ha expandido por todo su rostro.

— Porque le queda perfecto, sensei. Queríamos elegir a Furihata, pero Akashi nos ha mirado raro, creo que no quiere que Furihata tenga que aferrarse al cuerpo de nadie para protegerse, por lo que usted es el otro candidato ideal, ¿verdad, Kise-san?

— Ya que solo tendrás que aferrarte a mí, por supuesto que está bien. — El entrenador Kise dijo con aire gallardo, o caballeresco. Algo parecido.

En los otros equipos elegir a la reina fue cuestión de estrategia, en el equipo uno, el menor Sugawara era menudo y tenía buenos movimientos. Aunque tenían a Yaku y a Nishinoya como opciones, también pensaron que ellos por sí mismos serían lo suficientemente hábiles para evadir el balón y en tal caso, atacar. En el equipo dos Oikawa había querido ser la reina, pero todos lo negaron rotundamente, y, como el equipo uno, dejaron a Shoyo como atacante por sus buenos reflejos y velocidad. Además, como rematador, probablemente también tendría buena puntería al lanzar el balón.

— No vayas a rematar un balón que vaya hacia ti, Shoyo. — El menor Kageyama le advirtió, sabiendo de antemano que su novio seguramente intentaría cosas absurdas en el juego.

— ¿No se puede? — Preguntó inocentemente.

— Probablemente sí, pero es mejor que no lo hagas. Evita el balón si va hacia ti, y cuando lo tengas en tus manos, solo lanza lo más fuerte que puedas hacia alguien de otro equipo.

— ¿Te puedo lanzar a ti, Tobio~?

— Qué demonios, somos del mismo club, no deberías.

— Oh, pero somos oponentes ahora~.

La adolescente pareja comenzó a molestarse, como ellos bien saben hacer.
En el equipo tres la elección de su reina había sido inmediata. Y ahora todos estaban finalmente listos para jugar.

— Cuidado con los golpes bajos, chicos.

— ¡No apunten a zonas sensibles!

— ¡Cómo si pudiéramos evitarlo!

Kagetora fue quien inició el juego con un silbatazo, y entonces los más rápidos de cada equipo corrieron al centro tratando de obtener el balón. Al final lo ha ganado Shoyo, y al lanzar el balón, por apenas un poco Nishinoya ha esquivado el balón.

A partir de entonces, y por varios minutos, el balón fue y vino de un equipo a otro, eliminándose lentamente uno a uno.

— ¡Deja de ocultarte detrás de mí, Ryouta!

— Pero así siento que me proteges, Yukio-senpai~.

— ¡Pero tú no eres la reina!

Los pucheros y caprichos del menor Kise no fueron atendidos por su novio, aunque el gemelo Sawamura encontró, de alguna manera, adorable el comportamiento de su novio. Koushi se sentía seguro y cómodo detrás de Daichi, pero cuando un balón alcanzó a su novio, tuvo que dejarle ir y aferrarse entonces a las ropas de Akashi, mientras asoma el rostro por un lado para advertir si un ataque venía hacia ellos. De la misma manera, Kaname estuvo bajo el cuidado de Kamasaki, pero cuando un certero disparo del menor Kageyama lo alcanzó, Aone llegó en su lugar. Aomine no estaba dispuesto a ceder su lugar como guardia de Sakurai, por lo que se esforzó al máximo por no ser alcanzado por ningún balón, aunque su equipo fue el más atacado y pronto se quedó solo con Akashi dentro del círculo.

Takeda se sentía nervioso detrás de Keishin, y pronto el único otro adulto que se animó en atacar directamente y con fuerza al mayor Kise fue Kagetora, el balón fue ineludible, y Murasakibara tomó el lugar del entrenador. El sensei se sintió demasiado pequeño a espaldas de su estudiante, pero la defensa fue buena durante varios minutos más.

Al final, el equipo cuatro fue eliminado primero, después le siguió el dos. Y el duelo entre el uno y el tres se extendió un buen rato más, hasta que la habilidad del menor Kageyama superó la estrategia de defensa de los demás, alcanzando el tobillo de Sakurai, eliminando de esa manera a la reina.

Los  chicos, y aún los adultos, estaban cansados, pero se han divertido también. Más de alguno ha tenido una ocurrencia de risa durante el juego –como Ryouta aferrándose a Yukio aunque no fuese la reina, o el momento en que la defensa de Daichi con Koushi pareció escena de película al mero estilo “the bodyguard”, entre otros momentos cómicos–, y todos han disfrutado del compañerismo.

— Bien, hora de volver y descansar. Después de la cena tienen dos horas libres para hacer lo que quieran, después a dormir un rato porque estaremos saliendo temprano de regreso a la ciudad.

— ¡Sí, entrenador!

Naturalmente, volver significó el momento ideal para el juego que les restaba, después de haber cenado a bastedad, claramente.

Las preguntas para Kamasaki, Tatsuya, Midorima, Futakuchi, Tetsuya, Shun, Tobio, Furihata, Yamaguchi y Tsukishima estaban listas. Las que estaban dirigidas a Tatsuya, Furihata y Yamaguchi superan en número a las de los otros, lo que demuestra el interés que sus compañeros tienen por ellos.

— Como pueden ver, tenemos un cojín al centro, cada uno de los diez sorteados el día de ayer irá tomando lugar ahí. Oikawa y yo estaremos leyendo las preguntas, sacándolas delante de cada uno de la caja que le corresponde a su nombre, para que comprueben que no estamos preguntando nada que no esté en su caja, ¿ok?

La respuesta afirmativa fue general. Midorima todavía quería retirarse, y Furihata se sentía nervioso por la intensa mirada de Akashi sobre él, pero no recularía. Así que, respirando profundamente, esperó que al menos no le hicieran preguntas incómodas o difíciles de responder.

— Entonces, ¿algún voluntario para iniciar?

Tatsuya, Futakuchi y Tetsuya levantaron la mano. Obviamente eran ellos tres los más despreocupados al respecto. Pero fue el mellizo quien se sentó en la denominada silla caliente primero.

— ¿Qué pasa si hay alguna pregunta que realmente no puedo contestar?

— Habrá un castigo. Hemos preparado una serie de castigos aquí… — Oikawa mostró otra caja con algunos papeles doblados como acordeón. — Pero, si llegan a negarse a realizar el castigo, entonces responderán la pregunta. No pueden negarse a ambas cosas o elegir otro castigo, lo tomarán al azar.

Después de que los participantes aceptaran, las preguntas comenzaron a llegar.

— ¿Qué haces cuando una chica se te confiesa?

— Les digo que ya estoy saliendo con alguien, y generalmente digo directamente que se trata de Atsushi.

— ¿Has tenido sexo con Murasakibara?

— No hemos llegado al final.

— Ohh. — Farfullaron muchos.

— ¿En serio? — Oikawa y Ryouta preguntaron al unísono. Y es que, honestamente, la mayoría de los presentes juraban que ellos dos habían ido lo suficientemente lejos como para decir que han tenido sexo.

— ¿Es esa otra pregunta? — El mellizo sonrió divertido. Aunque en el fondo sentía un poco, solo un poco, de timidez.

— Ah no. La siguientes es ¿a qué edad fue tu primer orgasmo?

— 16.

— ¿Fue con tu pareja actual?

— Por supuesto.

— Espera, antes dijiste que no has tenido sexo con Murasakibara, entonces, ¿estás hablando de un orgasmo por masturbación? — Oikawa, que no solía quedarse con las dudas guardadas, soltó aquello.

— Así es. La pregunta no era por un orgasmo por penetración.

— ¡Tengan algo de consideración por algunos aquí! — Riñeron los gemelos Sawamura al mismo tiempo, refiriéndose obviamente a los chicos de primer año, que tenían los ojos abiertos de par en par y los rostros enrojecidos de vergüenza ajena.

Así que hay un montón de cosas que debo investigar todavía… — El menor Kageyama pensó, haciendo la nota mental al respecto.

— Oikawa lo preguntó, y yo no quiero un castigo, senpai.

— Fue la emoción del momento, perdón~. Seguiremos. ¿Alguna vez te sentiste atraído por las chicas, o siempre has sido gay?

— Siempre me sentí diferente. Me gustaban las chicas, sí, pero no en un sentido romántico.

— ¿Alguna vez has pensado en…? Oh, esto, vaya pregunta… ¿alguna vez has pensado en tener sexo con otro chico aunque estés saliendo con Murasakibara?

— Nunca. Amo a Atsushi, y creo que la fidelidad es importante en una relación funcional.

— ¿Te consideras femenino?

— No propiamente. Me considero lo suficientemente varonil para ser atractivo para chicas y chicos, para ser considerado hombre. Pero, sé que soy bonito, así que no sé si eso es equivalente a femenino para quien lo haya preguntado.

— Entiendo, la persona que preguntó sabrá cómo toma tu respuesta. Siguiente, ¿hay alguien en tu club que te desagrade?

— Me llevo bien con todos.

— ¿Te consideras más atractivo que tu hermano Shun?

— Tenemos una belleza diferente. Pero no, al contrario, pienso que Shun es más atractivo que yo debido a su personalidad.

Su mellizo se sonrojó ligeramente. Eso realmente no se lo había imaginado.

— Si fueras gemelo idéntico con Shun ¿cambiarías de lugar con él para hacer algo que quieras mucho pero no tengas el valor?

— Pienso que esforzándonos un poco incluso sin ser gemelos idénticos podríamos pasar el uno por el otro, pero no, nunca he tenido interés alguno por cambiar de lugar con él. Hago lo que quiero cuando quiero y con quien quiero, no suelo detenerme cuando algo me interesa.

— ¿Te consideras altanero o sobrado de confianza?

— No. Pienso que tengo la autoestima suficiente para decir y hacer lo que quiero, y no suelo meterme con nadie más, así que no entiendo por qué se me consideraría altanero o sobrado de confianza.

— ¿Sabías que hubo un rumor de que salías con Kagami el año pasado? ¡Wow! ¿En verdad? Yo no supe de éste rumor.

— Yo tampoco tenía idea. Pero, de cualquier forma, si lo hubiera sabido me habría asegurado de desmentirlo. Con Taiga, porque supongo que hablan de él y no de Shoyo, hemos tenido una buena amistad desde siempre, y además, jamás me metería con el hombre de mi primo, porque la familia es importante, y Tetsuya como Tobio son mis primos.

— Bien, esa era la última pregunta. Tetsuya, ¿quieres seguir? — El peliazul cambió lugar con el mellizo.

Por un momento el salón se había sumido en un ambiente tenso e incómodo. La última pregunta no había sido bien recibida por los oyentes, y de alguna manera habían comenzado a preguntarse quién pudo hacerla.

— Bien, la primera pregunta para Tetsuya es ¿envidias alguna habilidad de tu hermano?

— No. Por el contrario, admiro todos sus talentos.

— ¿Dónde tuviste sexo por primera vez con Taiga?

— En un hotel.

— ¿Qué opinas del juego sexual con comida?

— Para Taiga yo soy su comida favorita, así que, sumamente placentero, supongo.

— Uhhh. — La bulla se hizo presente, y algunos comentarios pícaros para el pelirrojo le llegaron directamente, particularmente de Kuroo y Takao, que no tienen pelos en la lengua para estos temas.

— ¡Les dije que no preguntaran cosas privadas!

— Siguiente, ¿qué es lo más pervertido que has hecho con Taiga? Oh, parece que la vida sexual de nuestros compañeros nos da morbo, eh.

— Hacerlo al aire libre cuando podrían descubrirnos en cualquier momento.

El pelirrojo casi se ahoga con su propia saliva. Y es que eso ha sucedido apenas la noche anterior.

— ¿Siempre eres el uke en la intimidad?

— Bueno, ya que Taiga no me deja oportunidad, pero seré seme algún día. — Tetsuya hizo el gesto de apoyo para sí mismo. Lo que en él siempre resultaba de alguna manera tierno y cómico a partes iguales.

— ¿Tobio alguna vez te ha pedido consejos para salir con Shoyo?

— Eso es algo personal de mi hermanito, así que tomaré un castigo en su lugar.

— Oh, tú sí que cuidas a tu hermano. Entonces, elige… — Ryouta le acercó la caja de los castigos. Tetsuya tomó un papel… — Léelo para todos, por favor.

— “Dale un beso a la persona que esté en tu corazón en este momento”. Oh, me gusta este castigo… — El peliazul ni siquiera titubeó, gateó hasta Kagami y le dio un beso corto en los labios, dejándole con la cara roja como su cabello, luego volvió a la silla caliente.

— La última pregunta, ¿piensas casarte con Taiga?

— Por supuesto.

¡Joder! Se ve tan lindo, quiero comérmelo a besos.

— Deja de babear, Bakagami.

— No me jodas, Ahomine.

— Entonces, Futakuchi, tu turno.

— Aquí voy~.

— ¿Sexo salvaje, o suave? En serio chicos, ¿solo preguntas sexuales?

— Cállate, Ryouta, es obvio que Oikawa y tú han dejado de esas también, los vi dejar sus preguntas en cada caja después de la comida.

— No estoy seguro de lo que quisieron decir con “sexo salvaje”, si es algo acerca de sadismo, definitivamente no, lo prefiero suave. Pero, si es como sexo apasionado, entonces, salvaje está bien también.

— ¿Eres virgen?

— Sí~.

— Oh, no tiene caso que te haga esta pregunta. Ni ésta, ni ésta otra, definitivamente esta no. Ah, al fin una, ¿te llevas bien con Nishinoya?

— Claro que sí, es mi hermano, es alguien a quien podría llamar Yuu-nii con confianza, aunque no seamos hermanos de sangre.

— Shinji, te quiero hermano~.

— Y yo a ti, Yuu-nii~. — Los hermanastros hicieron un corazón con sus manos, enviando el gesto el uno al otro con sonrisas filiales.

— Ok, eso fue todo, ¿alguien quiere continuar?

— Lo haré yo… — Yamaguchi y Furihata dijeron al mismo tiempo. Pero fue el segundo quien tomó lugar en la silla caliente a continuación. 

— ¿Soltero?

— N-no… — Respondió, titubeando apenas un poco por la vergüenza. Y porque ha sido recién la noche anterior que se ha sentido lo suficientemente seguro de la relación que tiene con Akashi como para no considerarse soltero.

— ¿Te gusta vivir en la ciudad?

— Sí, aunque todavía me estoy acostumbrando a algunas cosas.

— Eres tan mono~. — Oikawa y Ryouta se acercaron a tirar de sus mejillas. Alejándose en un santiamén cuando Akashi aclaró la garganta… — Bien, ¿has considerado usar juguetes sexuales?

— ¿Eh? — Las mejillas del muchacho de cabellos castaños se encendieron al rojo vivo… — Y-yo… mh, t-tal, vez.

La mayoría ahí abrió los ojos de par en par. Furihata quería que la tierra se abriera y lo tragase. Akashi tiene la culpa, ellos los han usado alguna vez.

Aclarándose, Ryouta sacó otro papel de la caja.

— ¿Con quién fue tu primer beso?

— Con… Akashi-san… — Murmuró, con el rostro rojo a más no poder.

— Oh, oh. ¡Oh! — Ryouta alargó los dedos por el último papelito en la caja, esperando que la pregunta fuese por la pareja del chico… — Por qué mierda me olvidé de preguntar eso~. Quiero asegurarme de que está saliendo con Akashi~. — ¿Tu pareja está actualmente en esta habitación?

— Sí… — Murmuró, escapando de la silla caliente al instante, saliendo del salón, necesitaba un poco de aire fresco. Akashi le siguió naturalmente. Y más de alguno allí tuvo la curiosidad por ir y espiar.

— Entonces, Yamaguchi, tu turno.

— Sí.

— ¿Te has enamorado?

— S-sí.

— ¿Has tenido relaciones sexuales?

— No.

— ¿Te masturbas, o cómo haces para desahogar tus deseos?

— Y-yo… esto… — Tarde el pecoso quería escapar de esto. Las preguntas eran más directas de lo que podía manejar… — To-tomaré un castigo.

— Adelante… — Mierda, quién hizo esa pregunta. ¡Lo han asustado!

El pecoso sacó un papel de la caja, leyendo, como Tetsuya, en voz alta su castigo.

— Párate frente a la persona que consideres más atractiva en la habitación. — Yamaguchi quiso esconder el sonrojo de sus mejillas y la timidez de sus pupilas con su flequillo, pero era evidente su vergüenza.

De todas formas, Yamaguchi no podía escapar del castigo, y definitivamente no quería responder la pregunta que le hicieron. Así que, tímido, buscó con la mirada al rubio. Pero la expresión de Tsukishima daba un poco de miedo, parecía enojado con él. Así que Yamaguchi perdió el valor, y en cambio fue y se paró delante de Oikawa.

— ¿Yo? — Incluso el armador se sorprendió. El pecoso asintió. — Oh, gracias, Yamaguchi~. Lo sé, soy súper atractivo.

— Soy más atractivo yo, Oikawa.

— Pero Yamaguchi me eligió a mí, Ryouta.

— En realidad, estoy parado en medio de los dos… — Murmuró el pecoso. Así de paso se ahorraba tener que explicar por qué Oikawa.

— Oh, tiene sentido~. Bueno, bueno, siguiente. ¿Te gusta dar o recibir nalgadas?

Ni bien Ryouta terminó de hacer la pregunta, la mano del pecoso ya estaba tomando otra hoja de la caja de castigos. A los primos les dio ternura la timidez del pecoso, y no se resistieron las ganas de abrazarlo y chillar emocionados por su personalidad.

— ¡Ya déjenlo en paz!

— No seas celoso, Iwa-chan~ ya sabes que te amo~. — Oikawa dijo, lanzándole un beso al rematador.

— Ignóralos, Yamaguchi, lee tu castigo.

— Dale un beso en la mejilla a la persona que te guste más en la habitación.

— Oh, eso parece estar ligado al anterior. — Alguien dijo.

— Entonces, recibiremos un beso en la mejilla de Yamaguchi~.

Oikawa y Ryouta ofrecieron su mejilla al pecoso, él sonrió, pero su mirada se perdió más atrás, justo al lugar donde estaba Tsukishima, recargado en el muro con los brazos cruzados al frente, como si estuviera desinteresado. Yamaguchi tomó una profunda respiración, y con el valor que le faltó antes, entonces avanzó, pasando de largo a Oikawa y Ryouta.



Continuará…

1 comentario:

  1. JAAAAA. ME ENCANTAS TETSUYAAAAA! Me identifico con su caso ToT
    Ya quiero ver la reacción de Murasakibara con respecto al rumor xdxd
    Chamare, Yamaguchi haciendo todo el trabajo porque Tsukishima es bien "serio", ahora lo vamos a vee

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