~*~
YooSu
neko/lobo
Ya
que el invierno se ha deslizado en la ciudad llenando aun sus huecos más
recónditos de frío y cubriendo sus calles de espesa nieve, aún ellos tenían
antojos tales como una humeante taza de café, o chocolate en el caso de Junsu.
Claro que...
-
¡Ay~, caliente~!
Junsu,
siendo un neko tenía esa "debilidad" gatuna que lo volvía sensible a
las cosas calientes.
-
Si ya lo sabes por qué no esperas a que se temple un poco, Su ah... - Riñó
Yoochun, acercándose al otro... - A ver, muéstrame tu lengua.
Junsu
obedeció, sacando su lengua. Al segundo abrió los ojos de par en par y se crispó
de pies a cabeza, orejas erguidas y cola rígida. O no tanto, de pronto parecía
"feliz". Ah sí, Yoochun le ha chupado la lengua de una forma tan...
-
Sexy~ >\\\< - Pensó el neko.
-
Listo, ya se ha curado... - Yoochun se apartó.
Con
una maliciosa mirada matutina que mantuvo en alerta al neko.
--//--
En
invierno de fuertes fríos por supuesto que todas las criaturas buscan el calor
para soportar el clima. Y Junsu no era la excepción, dormía entre almohadones y
varios cobertores porque se siente más cómodo y calientito. Por otro lado,
Yoochun, de un espíritu más indomable, se conformaba con un lecho blando y una
cobija, a voluntad podía transformarse en lobo y su pelaje era más que
cubridor. Y Junsu lo sabe, por eso, por la noche, cuando un misterioso ladrón
usurpó todos sus almohadones y cobertores dejándole sin refugio, el neko no
dudó en colarse al lecho del lobo.
-
Ng, qué demon... - El lobo despertó, todavía era un humano ya que, para su
gusto, esa noche no era tan helada... - Junsu ah, qué haces en mi cama?
-
Mgfh, frio~.
El
azabache le sintió apretarse contra su cuerpo, acurrucándose en su pecho, luego
se transformó en lobo dándole mayor calor.
Claro
que, al amanecer, había un pequeño problema entre las piernas de Yoochun
-convertido en humano otra vez- y se le enterraba a Junsu en el vientre.
-
Meow~!
Lindo,
lindo amanecer.
--//--
Después
del incidente un par de días atrás, Junsu neko había huido de Yoochun lobo
porque temía por su integridad.
Hoy,
sin embargo, ha despertado nuevamente en brazos del lobo, todo y que su
calientita cama de almohadones y cobertores estaba de vuelta.
El
lobo jadeó particularmente sorprendido -y extasiado con la vista- cuando, al
despertar, se encontró con la desnuda anatomía del neko, acurrucado en su
pecho... con su cola rosa jugueteando en torno a la ingle del lobo. Que ya que
lo medita, esa cosquilleante sensación fue la que le despertó de su profundo
sueño.
-
Huele tan apetecible... - La nariz del lobo olfateó el cabello del neko... -
Cacao, como para lamerlo.
Yoochun
lamió la línea del cuello de Junsu, que se removió inquieto entre sueños,
exhalando su aliento tibio contra la piel ajena. El lobo continuó olfateando
hasta que llegó a la entrepierna del neko. Obviamente olía a sexo. Un olor
exquisito a las "fauces y garras" del lobo.
-
¡Meow~!
Junsu
neko gimoteó extasiado cuando algo húmedo le arrancó de su profundo sueño.
Yoochun lobo no lo dejaría escapar esta vez.
--//--
Después
de que el neko rosa "sedujo" al lobo zafiro consecuencia de su estado
de celo.
Kim
Jaejoong, neko de cola y orejas de un peculiar castaño nacarado, casi dorado
bajo la luz, amigo y casi "madre" de Junsu, estaba en casa de sus
amigos de visita. Pero ya que tiene los sentidos sensibles y conoce bien a su
"hijo" ha decidido tener una charla seria con Yoochun.
-
¿Cuántas veces?
-
¿Eh?
-
¿Cuántas veces has tenido sexo con Junsu desde ayer?
-
Oh, eso... - El lobo tuvo el descaro inocente de honestamente ponerse a contar
mentalmente... - ¿Cuenta cuando no la he metido?
-
¡Meow! ¡Lobo pervertido!
El
neko castaño se crispó. Pero incluso él se quedó helado de la impresión cuando
el neko rosa apareció repentinamente, maullando cual minino exigiendo atención,
lanzándose al regazo del lobo zafiro, medio desnudo y con la cola elevada. Ambas
colas, por si las dudas.
--//--
Visto
que el neko obtiene lo que quiere, y que el lobo estaba encantado con
consentirlo, surge un pequeño problemita cuando el celo del neko termina.
-
Meow~ por qué Yoochun quiere desnudarme - Escurridizo como el minino que es,
Junsu llevaba toda la mañana huyendo de las "garras" del lobo.
-
¿Qué? Pero si eras tú el que me lo pedía a diario, Junsu. Deja de escabullirte,
maldición... - Bufó frustrado cuando se le escapó prácticamente de las manos.
-
Meow, meow~~ - Maullaba el neko, cuyas orejas de pronto se irguieron en alerta
cuando su cola fue atrapada por la mano del lobo.
-
Atrapé un lindo y sexy nekito - Sí, la mirada del lobo zafiro destellaba
lujuria. Y su cola y orejas de pronto lo hacían parecer incluso más salvaje.
-
¡Meow~! - Por supuesto, sus ropas iban desapareciendo.
--//--
Una
vez que el lobo zafiro le dejó claro al neko rosa que en cuestiones de sexo la
cosa no podía funcionar solo en época de celo, el neko tuvo que
"adaptarse" a las exigencias del peliazabache.
-
Qué sacrificado - Ironizó ChangMin, un zorro con un humor sarcástico bastante
problemático.
A
saber, ha sido arrastrado por Jaejoong porque "él también debería cuidar
más su sexualidad". Lo que sea q signifique eso.
-
ChangMin, no molestes )3(
-
Junsu ah, ¿sabes que si sigues así pronto Yoochun podría
"reclamarte"?
-
Meow~ lo sé. ¡Pero Chun lobito malo ya lo hizo! >//<
Oh
sí que lo había hecho. No solo sus dos colas y toda su linda anatomía lo sabían
por las marquitas q a diario le dejaba, particularmente en sitios visibles.
Sino porque ahora presentía que tenía el olor del lobo impregnado en cada poro
de piel.
--//--
Yoochun
rodó a un lado, y Junsu le siguió de modo que el neko quedó recostado sobre el
cuerpo sudoroso y febril del lobo, quien aunque pretendiera salir del neko tras
correrse en su interior, no podría debido a su condición.
-
Estás caliente, lobito malo~ - Ronroneó contra el mentón del azabache,
deslizándose hasta su cuello, presionando contra la prominente nuez sus
colmillos, marcando la piel pero sin llegar a rasgar.
-
Es porque sigues jugueteando conmigo, nekito travieso... - Gruñó sexy, áspero,
excitado... - Junsu, si sigues así no podré "aflojarme".
-
Meow~ - El neko maulló con una sonrisilla traviesa... - Yoochun, si yo me
preñara de ti, qué crees que tendríamos, ¿nekos o lobos?
-
Si son nekos estaré en problemas, tendré que cuidarlos más con lo lindos que
serían.
-
Pero si son lobitos seguro son coquetos como tú~ meow~.
-
¿Quién es el que la pasa seduciéndome, mh? - Gruñó cuando el trasero de Junsu
se movió sensual sobre su pelvis.
-
Quiero saber, qué tendremos Yoochun.
Y
cuando la cola del neko se enredó con la del lobo, Yoochun había caído otra
vez, Junsu seguro se preñaba.
--//--
El
lobo zafiro estaba que rebosaba de orgullo -y ego- ahora que el neko rosa
estaba con pancita crecida. Iban a tener "cachorros".
-
¿Por qué la cara larga, Yunho? - Ni bien el lobo preguntó, unas garras
poderosas quedaron a centímetros de su cuello... - Vamos, no tengamos una pelea
como perros y gatos ahora.
-
Pues eres un perro, Yoochun... - Dijo con una sonrisa sórdida el muchacho de
tez morena. También conocido como "el tigre de Jaejoong". Su amante
pues, y realmente un neko de la casta del tigre.
-
Caray, con el tono ácido tan temprano no se puede, Yunho. ¿Qué pasa? ¿No has
tenido sexo matutino con Jaejoong?
Y
entonces Yoochun sí que tuvo que esquivar el ataque de Yunho. Luego las voces
de Junsu y Jaejoong llenando la estancia, acaban de bajar de la segunda planta,
todo porque Junsu pidió consejo para un ajuste en su guardarropa.
-
Meow~ se siente frío aquí abajo... - Tiritó el neko rosa.
Jaejoong
fulminó con la mirada al lobo y al tigre. Tendría una charla con ambos más
tarde. Por ahora, preparar el desayuno, que Junsu parece que come por cuatro.
--//--
El
neko ronroneó encantado con los mimos que recibía de parte del lobo zafiro,
quien ahora cepillaba con cariño detras de las suaves orejas felinas. Han
tomado la ducha juntos, y compartido centenares de besos, caricias y susurros,
se han hecho el amor con una tranquilidad incomparable, y después de aquello,
Yoochun se ha tomado su tiempo para secar la anatomía de su amante, vestirle,
peinar su cola y mimarle la tripa de seis gloriosos meses de gestación.
-
Me siento tan relajado cuando me acaricias ahí, Yoochunnie~ creo que a nuestros
bebés les gusta, porque siempre que lo haces se quedan quietitos.
Y
es que desde hace cosa de unos días que comenzaron a moverse, no paraban y era
el neko quien gimoteaba de tanto en tanto por algún dolorcito producto de aquellos
inquietos movimientos.
-
Estoy que me muerdo las uñas de ansiedad, Junsu ah. Ya quiero que nazcan.
Porque
el lobo zafiro nunca había experimentado tal tipo de emoción y durante esos
meses, ver los cambios en Junsu y percibir la esencia sobrenatural de cada uno
de sus "cachorros" simplemente lo hacía feliz.
--//--
El
nacimiento de los "cachorros" del neko y el lobo estaba cada vez más
cerca, y ambos estaban impacientes por recibir a sus bebés, era después de todo
su primera "camada".
-
¿Es normal que tengas la tripa tan grande y redonda? Parece que en cualquier
momento vas a explotar.
-
¡Meow~!
A
saber, el comentario ácido ha sido cortesía -obviemos el sarcasmo- del zorro
ChangMin, mientras que el maullido ha sido del neko crispado, que dicho sea de
paso ha mostrado las uñas y lanzado un zarpazo que, por mero reflejo del joven
zorro, no le arañó.
-
Te he dicho que dejes en paz a Junsu, ChangMin. Tienes suerte de que Yoochun no
esté.
Jaejoong
ha dicho con tono neutro, sentado con la pierna cruzada, leyendo una revista de
moda, esperando a que el tiempo pase y su pan se horneé.
La
verdad es que está ansioso, como todos ahí, y la única razón por la que Yoochun
no está en casa, es porque Yunho le ha sacado casi a rastras directo a trabajar
-algo relacionado con la policía investigadora, que sus habilidades
sobrenaturales le resultan bastante útiles-, en fin, que el caso fue distraerlo
o se pondría a rediseñar su casa. Y han terminado pasando por el restaurante de
Hayami, zorro amante de ChangMin, aunque el juego de palabras suene por demás
"raro".
-
Jaejoong hyung, ya está.
-
Aún le faltan unos minutos, Junsu.
-
No estoy hablando del pan, ¡van a nacer!
--//--
Y
ahí estaban, felices, dichosos, absolutamente embelesados con sus
"cachorros", tres de ellos.
-
Tan hermosos y pequeñitos, siento que los voy a lastimar, Junsu ah.
-
Vamos, no les pasará nada, Yoochun, no "les" tengas miedo.
El
neko sonríe, le da ternura ver a su lobo amante actuando nervioso alrededor de
sus bebés. Le nota también algo más seguro con el lobito, mientras que el
nekito macho ronronea buscando su abrazo y la hembra -neko también- se mantiene
en el cobijo del arrullo de su madre. Los tres son "perfectos" a ojos
de sus padres. Con sus tiernas orejitas y colitas agitándose por primera vez
fuera del vientre materno, succionando gustosos la mamila que "mamá"
y papá les ofrecen.
Y
es el cuadro perfecto que Jaejoong capta en una fotografía, Junsu y Yoochun
sentados en la cama, con sus bebés en brazos, mirándoles como si se hubiesen
enamorado de ellos. Yunho, ChangMin y Hayami también observan, les dan espacio
para disfrutarse. Después, bueno, comenzará la travesía.
--//--
Obviamente
sus vidas han cambiado con la llegada de sus "cachorros", por ahora aún
son más de dormir, comer y ensuciar pañales. Y llorar, maullar/aullar para
exigir sus debidas atenciones. Tanto el neko como el lobo, un poco más
acostumbrados a satisfacer sus propias "necesidades" estaban
adaptándose a las nuevas circunstancias. Y les estaba yendo bien, en realidad.
Junsu
ya era todo un experto en cambiar pañales, Yoochun en preparar mamilas; y ambos
tenían los sentidos hipersensibles, por lo que nada se les escapaba con sus
pequeños.
-
Junsu ah, se acaban de dormir, tenemos al menos treinta minutos para nosotros.
Y
el lobo no se refería al descanso en absoluto, que ya hace casi cuatro meses
que no tiene sexo con su amante.
-
Sí, pero por qué estás desnudándote Yoochunnie~ tienes que ayudarme con la
lista del súper.
El
neko ronroneó, quizá divertido por la expresión de su amante y la pose cómica
con los bóxer a medio camino de abandonar su anatomía que, franco consigo
mismo, estaba tan exquisita que se le antojaba lamer pero, las circunstancias,
las prioridades. Ya tendrán tiempo en la noche para el sexo.
--//--
El
lobo bostezó por tercera vez en los últimos diez minutos, sus tres
"cachorros" succionaba cada uno de su mamila, recostados en la amplia
cuna no paraban de juguetear con sus colas, alargando también de tanto en tanto
de sus pequeñas orejitas, soltando algunas risitas y comportándose cual si
supieran que papá necesita descanso, en tanto "mamá" termina su
ducha.
-
Ya pronto cumplirán un año, deberíamos hacer fiesta en grande.
-
¿Pronto? Aún faltan cuatro meses, Yoochunnie~.
El
neko le dijo, secando su cabello con una toalla pequeña, sonriendo dulcemente
al verle con los ojos lacrimosos por el sueño, desde que los bebés nacieron era
Yoochun quien más se trasnochaba con ellos. Y lo amaba por eso, porque se
comportaba como todo un padre ejemplar.
-
Junsu ah, te ves guapísimo... - Comentó coqueto, recibiéndole con un abrazo
cariñoso, mimándole también las orejas, escuchándole ronronear.
-
Solo tomé la ducha y estoy en bata de baño, Chun. ¿De dónde me veo guapo?
-
Tú sencillamente eres un neko hermoso, y sexy eh.
-
No me coquetees... - Un bostezo involuntario, y los sonidos guturales de sus
bebés anunciando que han terminado sus mamilas y quieren el arrullo de sus
padres para dormir, el crepúsculo ya llegó.
Junsu
sonrió, besó la frente de su amante y luego juntos comenzaron a cantar una
canción de cuna. Unos minutos después los tres pequeñines dormían. Yoochun
cargaba en vilo a su neko y le llevaba a la habitación contigua, dejándole
entre besos sobre la cama. El neko ronroneó enterrando sus dedos en la azabache
cabellera de su lobo. Esa noche, harían el amor cual si bailasen un vals, suave
y romántico.
--//--
Con
poco más de dos años y toda la energía del mundo, los tres pequeños a veces
actuaban como auténticos perros y gatos, y sus maullidos y ladridos llenaban la
casa. En ocasiones la neko se comportaba más arisca al juego con sus hermanos,
y cuando ellos insistían en que se les uniera, la pequeña mostraba uñas y
colmillos de forma tal que eran el nekito y el lobezno los que se retiraban
agazapados y con las orejas gachas. Junsu y Yoochun les dejaban ser, no querían
frenar sus naturalezas, pero ponían límites cuando era necesario. Y lo estaban
llevando bien.
Hoy,
era día especial. Lo llamaban "día con tío JJ" aunque de hecho Yunho
también participara de los cuidados. El tigre suponía que se debía a las horas
que su neko amante permitía a los críos pasar con él ensuciando la cocina
mientras ayudan a preparar postres y otros platillos. Y no se queja en
realidad, porque le encanta cuando su casa se llena de pequeños, pues, a saber,
Jaejoong y él también tienen bebés, aunque apenas de un año y un par de meses.
En fin, que la cosa era llevarse a los pequeños de sus amigos por una simple
razón, Junsu en época de celo. La privacidad era justa.
-
Pórtense bien, no hagan travesuras ni rompan nada, ¿de acuerdo?
-
¡Sí~! - Respondían sus hijos al unísono.
-
Gracias por cuidar de ellos, chicos.
-
No hay problema, a Yunho y a mí nos encanta tenerlos en casa.
-
Y sabemos que es igual a la inversa.
Tras
despedirse, apenas escucharon el motor de la camioneta de sus amigos arrancar,
neko y lobo ya estaban devorándose los labios y tironeando de las ropas ajenas.
-
Chun, condón, ya.
-
Mierda, voy por ellos. No te muevas.
Yoochun
corrió aprisa a su habitación, rebuscando en sus escondites los preservativos,
cuando volvió a la estancia, Junsu estaba desnudo, mostrando su exquisita
S-Line, la cola elevada -ambas- mientras se lubricaba con sus dedos y
ronroneaba con placer. Yoochun sintió de inmediato el pinchazo de excitación, y
se colocó el condón acercándose a su amante.
El
neko ronroneó agitando sus orejas cuando las manos del lobo sujetaron su cadera
y el caliente falo le rozó los glúteos. Viró el rostro y con la piel sonrosada
sonrió seductor, agitó las pestañas y gimió agudo cuando un dígito del lobo
acompañó los suyos.
-
Yoochunnie, dámelo~.
-
Aún estás estrecho, Su ah.
-
Vamos, entra ya... - Insistió, siendo él mismo quien separara sus glúteos,
mostrando su rosado anillo, alzando la cola gatuna para darle más espacio.
-
¡Maldición! - El lobo perfiló su hombría, notando lo estrecho cuando apenas la
punta había empujado.
Y
en un arranque de excitación, entró del todo al tiempo que mordía una de las
orejas del neko.
-
¡Meow~! - El neko gimoteó, le temblaban las piernas de placer.
--//--
La
expresión de Yoochun lo decía todo, Yunho incluso aún percibía un olor a sexo
emanando de ambos. Están ahí para recoger a sus "cachorros", pero la
sonrisa "de oreja a oreja" del lobo confiesa todo lo que obviamente
no dirían con palabras. El tigre no se molesta más por el asunto, no desde que
Yoochun había aceptado con tanto agrado la noticia de sus bebés cuando Junsu se
embarazó años atrás. De alguna forma esa aceptación de los bebés en camino
había funcionado como el voto de amor más importante entre criaturas como
ellos. Nekos, lobos, tigres, zorros, cualquiera que sea la naturaleza de estos
"súper humanos", un vínculo sellado por algo más que celo, instinto o
lujuria, era considerado auténtico amor.
―
¿Se han portado bien?
―
Siií~ ― Afirmaron los tres "cachorros", lanzándose a brazos de sus
padres, ronroneando y maullando mimosos.
―
En cambio sus padres se portaron mal, muy mal... ― Jaejoong dijo con tono
pícaro, sabiendo de antemano que la visita de los pequeños a su casa tenía una
doble intención.
Las
mejillas del neko se tiñeron de rojo, mientras que el lobo alzaba la barbilla
con algo parecido al orgullo. Sus orejas y cola incluso lucían más vigorosas y
resplandecientes.
―
Bueno, el próximo día seremos nosotros quienes pasemos el día con estos otros
pequeñines~ ― Junsu dijo, cambiando un poco el tema, pero dejando entrever al
mismo tiempo que sus amigos hacían lo mismo cuando podían.
Los
felinos de Jaejoong y Yunho se agitaron entusiasmados, era genial pasar la
tarde con Junsu y Yoochun porque todo era jugar y ensuciarse.
―
La próxima vez, no dejes marcas tan visibles, Junsu ya desprende tu aroma, no
necesitas ser tan posesivo... ― El tigre Yunho murmuró al lobo, Yoochun sonrió
egocéntrico. Lo hacía simplemente porque le gustaba escucharle ronronear su
nombre cuando le hacía aquellas marquitas en la piel.
―
No me digas eso, en un par de días harás exactamente lo mismo con Jaejoong,
Yunho... ― El lobo dijo, sonriendo divertido porque el tigre no tendría
excusas.
Tras
despedirse y emprender el camino a casa, neko y lobo vieron a sus
"cachorros" caer rendidos apenas a unos minutos de viaje. Junsu
suspiró, quizá simplemente por adorar a su familia.
―
Junsu ah.
―
¿Sí?
―
Hueles, demasiado. ¿Estás, de nuevo? ― Omitió la palabra "excitado"
deliberadamente, porque sus hijos van en el asiento trasero, y aunque duermen,
sus sentidos siempre pueden captar más de lo que aparentan. Sin embargo, el
lobo no podía evitar sentir sus propios sentidos perturbarse por el aroma de su
neko amante.
―
Yo, nh... sí~, lo siento Yoochunnie~.
El
lobo tragó hondo, se relamió los labios y se dijo a sí mismo que en cuanto
llegaran a casa y se aseguraran de dejar a sus "cachorros" en su
habitación, él tendría que darle más amor a su amante.
―
Por lo visto, no te amé lo suficiente todo el día, eh, Su ah.
Las
mejillas del neko se encendieron al rojo vivo. Pero su silencio, otorgó la
irrefutable verdad.
--//--//--
Con
el pasar de los años, también llegan ciertas curiosidades en los
"cachorros", quienes ahora tienen casi seis años. La cuestión fue
relativamente sencilla con los "¿por qué?" que bombardearon a neko
rosa y lobo zafiro, pero cuando el lobezno lanzó ese...
-
¿Cómo se hacen los bebés, papá?
Yoochun
de inmediato pensó en una de las tantas noches de pasión que ha tenido con
Junsu, el recuerdo había sido inevitable, una especie de reacción condicionada
por sus sentimientos y la respuesta verdadera que correspondía al
cuestionamiento. El neko rosa, adivinando el pensamiento de su amante -que la
mirada vidriosa lo delata-, decidió adelantarse a sus hijos, que los nekitos
también estaban ahí, aguardando atentos la respuesta.
-
Cariño, cuando dos personas se aman, y sus cuerpos son, mh, compatibles, son
capaces de tener bebés, como papá y yo con ustedes.
-
¿Qué es compatible? - Las orejas de nekitos y lobezno se agitaron inquietas al
tiempo que ellos ladeaban sus infantiles rostros.
Junsu
suspiró, comprendiendo que se había metido al laberinto solito. Yoochun sonrió,
pero la picardía seguía pintada en su expresión, obviamente a él se le
detonaban recuerdos pervertidos.
--//--
El
lobo gimió ronco, áspero, casi como auténtica fiera salvaje en el pleno apogeo
de una batalla por territorio que ganaba con relativa facilidad. Y realmente en
cierta forma así era, pues había llegado el momento de anunciar entre los suyos
que su casta seguía siendo la misma, imponiendo también su voluntad y
"presentando", de paso, a sus críos ante la jauría.
-
Dos nekos y un solo lobezno, la sangre de tu amante se impuso, Park.
-
¿Estás criticando mi legado, Wook?
-
Para nada, Park. Aunque tus hijos son niños aún, se les nota en la mirada que
llevan tu sangre. Pero, por qué tu amante no vino.
-
No me apetece ver cómo todos babean por Junsu, ya suficiente me estoy
controlando por mis hijos. ¡Oye tú, imbécil! ¡Te quiero a diez metros de mis
hijos, particularmente de mi princesa! - Bramó, y honestamente que daba miedo
verlo furioso.
Wook
se rió de buena gana. Era "normal" que entre lobeznos se mirasen
buscando futuras "parejas", pero también era obvio que el lobo
renegara de esa manera cuando un lobezno adolescente sonreía y trataba de
acercarse a su hija de apenas seis.
-
De todas formas parecía que sus hermanos estaban listos para atacar. Buenos
colmillos, mejores garras. Es cool verlos crisparse.
-
Nos largamos ya.
-
Hombre, es una reunión anual, quédate otro rato.
-
¡Ni de coña!
Y
así, Park cumplía su absurdo ritual lobuno y marchaba de vuelta a su hogar, con
el ácido sabor de la ira atizándole el estómago. Blasfemó entre dientes
mientras conducía, apretando el volante y mirando de soslayo a sus hijos.
Honestamente, su lobezno estaba adquiriendo más de sus rasgos, e incluso el
neko poseía facciones bastante varoniles, aunque aun infantiles. Pero la neko
era una completa belleza, ¡simplemente era preciosa!
-
A Junsu se tenía que parecer, maldición... - Gruñó en pensamientos, aparcando
en la cochera de casa y viendo cómo sus hijos salían disparados al interior,
clamando a su "madre" y contándole en un santiamén los detalles de la
dichosa reunión.
-
Gritarle a un lobezno, Yoochunnie~ - Comentó con un rintintin divertido más
tarde, cuando sus hijos dormían ya.
-
Estaba intentando acercarse a Eider, y no tenía buenas intenciones. Bueno, a
futuro.
-
Estabas celoso con la perspectiva de un pretendiente para Eider~ - El neko
ronroneó la mar de divertido. Además, Yoochun celoso siempre era tan sexy, que
le disparaba la lujuria.
-
Soy un lobo territorial, qué quieres que haga, Junsu ah... - Gruñó, resoplando
ruidosamente por las fosas nasales.
El
neko por su parte se movió sigiloso, astuto, sensual. Estaba más que listo para
compensarle el autocontrol.
--//--
En
unos días sus críos estarían cumpliendo los siete, y por estos, el neko está en
celo, por lo que Yoochun, como buen amante que es, no duda en complacerle y
hacerle el amor sin tregua.
-
Ngh~ Yoochunnie~ meow~ - Junsu gemía y ronroneaba, y enterraba sus uñas en los
omóplatos del lobo cuando sentía la hombría de su amante penetrar profundo su
interior.
-
No, mgh, te contraigas, Su ah... - Gruñó al sentir que en sus últimas estocadas
bien podría correrse al sentir la presión de las paredes internas de su amante
oprimirle con cada contracción de placer.
El
neko arqueó la espalda, y su cola se apresuró instintiva entre sus cuerpos para
masturbarse, enredando el flexible musculo peludo en su erección, procurando su
propio alivio. El lobo le gruñó, un poco aturdido de placer había descuidado el
falo de su amante, pero que se complaciera solo le excitaba y molestaba a
partes iguales -él debía encargarse de cada gramo de placer que el neko
experimentara-, por lo que su cola terminó acompañando el ritmo de su igual.
Pronto
el candente vaivén de caderas se volvió tan salvaje y frenético, que la cama
rechinó sobre el piso y chocó contra el muro. Neko y lobo alcanzaron el orgasmo
unos instantes después.
-
No salgas... - Ronroneó el neko, acariciándole los brazos, enredando su cola en
uno de los muslos de su amante. Sonriendo seductor.
-
Junsu ah, tengamos bebés otra vez... - El lobo dijo, con aire intrépido y voz
áspera, sudoroso y todavía febril.
-
¿En serio, Chun?
-
En serio, siete años de diferencia es suficiente, y yo creo que una familia
numerosa va con nosotros.
El
neko sonrió radiante, le acarició los sudados mechones azabache y asintió al
tiempo que besaba su mentón y subía cariñoso por sus mejillas hasta topar con
la gruesa boca aun caliente.
-
Adiós a los condones, entonces, seguro conseguimos preñarme esta misma noche...
- Murmuró coqueto, moviéndose sigiloso bajo el cuerpo del lobo.
--//--
Cuando
Junsu le dijo a Yoochun que estaba preñado, el lobo aulló eufórico, además era
luna llena y eso exaltaba sus emociones. Por supuesto, festejaron haciendo el
amor toda la noche, aprovechando que Jaejoong y Yunho aceptaron que sus
cachorros pasaran la noche con ellos, invitados de hecho por los hijos de sus
amigos, que desde hace un tiempo estaban encantados con las pijamadas en casa,
arrastrando también a los zorritos, hijos de ChangMin y Hayami. Jaejoong y
Yunho parecían más que encantados con su casa llena de pequeños juguetones y
escandalosos, con maullidos y ronroneos, y risas divertidas que retumbaban en
la casa.
Y
no era que sus amigos no hiciesen lo mismo a la inversa, aunque honestamente
Jaejoong y Yunho eran los que corrían más a menudo con dichas reuniones.
Después
de haber experimentado un segundo orgasmo, neko y lobo permanecieron abrazados,
regalándose tiernas caricias y dulces besos, mimándose en lo que decidían ir
por la tercera vuelta, la noche aún era joven, el reloj en la mesa de noche
marcaba las dos de la madrugada; y abajo, la cocina ha quedado echa un
desastre, vino, fruta, chocolate, crema batida y otras cosas estaban fuera de
sitio, la piel de los amantes aún estaba pegajosa y dulce aquí y allá.
-
¿Seguimos con la ducha?
-
¿Me llevarás en brazos, Yoochunnie?
-
Por supuesto, Junsu ah.
El
lobo salió del lecho, cargándole en vilo le llevó hasta la ducha, entrando en
la tina donde se besaron incontables veces en lo que el agua caía
acariciándoles centímetro a centímetro la piel.
-
¿Crees que sean más de dos otra vez, Chunnie?
-
Seguramente, Su ah. Por qué, ¿no quieres más de dos?
-
Claro que sí~. Jaejoong tuvo de dos en dos, y ChangMin primero solo uno y luego
tres. Pero yo quiero que sean dos o tres otra vez.
-
Pues habrá que esperar un poco más para saber.
-
Solo un par de semanas y podré sentir la esencia mágica~.
--//--
Esa
mañana el neko despertó temprano como de costumbre, se levantó tras ronronearle
a su amante al oído y recibir un sorprendentemente apasionado beso de buenos
días -el lobo se había vuelto un experto en dejarle sin aliento aunque
estuviese más dormido que despierto y gruñera enredándose cinco minutos más en
las mantas, rezongando luego por la falta de calor de la anatomía de su
amante-. Tomaron la ducha entre besos y sonrisas cómplices y juntos prepararon
el desayuno. Yoochun era quien despertaba a sus críos siempre, mientras Junsu
terminaba de servir la mesa.
-
¡Mami~! - Los tres niños corrieron a saludar a su progenitor neko, cuya sonrisa
se dibujó amplia al recibir ese sonoro beso en las mejillas de cada uno de sus
hijos.
-
Qué tal durmieron.
-
Necesitamos independizarnos... - Solemne dijo el nekito, de nombre Elián... -
Dormir con Eider ya no es correcto, a Kilian lo puedo tolerar todavía.
-
¿Ah? - Kilian, el lobezo, cruzó los brazos y agitó la cola con aire ofendido.
Junsu
y Yoochun rieron divertidos por la actitud de sus hijos, Eider ignoró al par y
se sentó en su lugar, los otros dos pronto se enredaron en una infantil riña
que terminó con cada uno sentado a lado de ella, devorando el desayuno en
silencio. Por su parte, Junsu y Yoochun comenzaron a pensar que dar una
habitación a cada uno no está de más.
Repentinamente,
a medio desayuno los tres niños pararon y dirigieron su atención a su
"madre", Junsu sonrió.
-
¿Qué sucede?
-
Nuestros hermanitos, podemos sentirlos... - Dijo Eider.
-
Son dos, niño y niña... - Dijo Elián.
-
Yey~ dos lobeznos como yo en camino... - Agregó radiante Kilian.
Junsu
abrió los ojos de par en par, y es que justo cuando sus hijos lo dijeron, él
pudo sentirlos.
-
¿Es así, Junsu ah?
Yoochun
recibió un asentimiento de cabeza. Y luego todo fue sonrisas, besos y abrazos
de familia.
Ooohhhh lo amé!!! Yoosu!! Me encanta cuando son mitad animales!! Me los imagino y se deben de ver tan lindos con orejas y cola *O*
ResponderBorrarDefinitivamente! Tienen el aura exacta para ser adorables mitad animales~ *-*
BorrarME ENCANTO...QUE CONTENTA ESTOY ENCONTRAR TU NUEVO BLOG ES MI REGALO DE AÑO NUEVO CREÍ QUE NO ESCRIBIRÍAS MAS GRACIAS Y FELICIDADES
ResponderBorrarHi~
BorrarPues no, aquí sigo, "al pie del cañón" ;D tengo mis arranques y ando mudándome de un lado a otro más de lo que debiera. En Amor-Yaoi me sentía bien, pero bueno, pasó lo que pasó y tuve que migrar a otro blog, así que aquí andamos.
Ojalá te gusten más ficos que andarán por aquí~
waaauuu!!! me estoy cayendo de sueño pero no podía irme sin leer al menos un poco... lo ame siempre es emocionante y lindo que sean mitad animales.
ResponderBorrarHola~
BorrarAhahaha pasa a veces, que el sueño pasa a ser secundario xD conmigo siempre, aunque no precisamente por leer fics, a veces por escribir otras porque, ps, la vida xD
Sobre todo si son animales que proyecten un poco sus personalidades *-* a pesar de que los gatos realmente no me gustan, encuentro adorable imaginarme a los dioses como nekos *-* o algún otro animal xD
Hacia tiempo que no leia algo tan adorable 😍 Amo el yoosu con toda mi alma! Gracias por esto!!!
ResponderBorrarSaludos desde las Islas Canarias!!
"Se murió muerta por un ataque de dulzura"
ResponderBorrarQue super sweet fjdlfjdjfjjd
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Ay Noooo es justo!!!! Yo también me he quemado la lengua con el chocolate quiero que Chunnie me cure así(T^T) Ok yaaaa. Muero de Ternura con esos bebés. Y que decir de mi Chunnie todo de papá celos aaawww que bellos
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