Título: MATCH POINT
Autora: Felina
Parejas: KageHina, TsukiYama,
DaiSuga, AsaNoya, UTake, IwaOi, TanaShita, KuroKen, LevYaku, KamasakixMoniwa,
AonexFutakuchi, TakinouexShimada, FujimixIkejiri,
MatsukawaxHanamaki
Anime: Haikyuu!
Género: Romance, Comedia
Advertencia: Lemon,
Mpreg
~~*~~*~~
Prólogo
Tras
la noticia del embarazo simultáneo de Hinata y Yamaguchi, Kageyama y Tsukishima
se preocupaban –y renegaban– por una sola cosa. Emparentar. Y eso porque sus
respectivos novios ahora más amistados –quizá justamente por el embarazo, ya
que hasta antes no habían sido lo que pudiera denominarse grandes amigos– se
reunían a menudo a conversar y divagaban con un montón de cosas. Todo y que
apenas tenían dos meses y días de embarazo, se preocupaban bastante por su
salud, y también pedían consejo de sus senpais que ya han atravesado por la
hermosa experiencia. Particularmente con Sugawara y Takeda sensei, ya que
aunque querían tener más reuniones con Nishinoya o Ennoshita, se sentían más en
confianza con los primeros dos.
De
cualquier manera, a Kageyama y Tsukishima no les hacía particularmente gracia
que comenzaran a hablar de cosas como “imagínate que nuestros hijos se enamoran
entre sí cuando crezcan”. La sola idea les irritaba el estómago. Es que
simplemente el pelinegro y el rubio eran agua y aceite y no se mezclaban.
—
Tobio, por qué estás frunciendo otra vez el ceño. No hay nada de malo en que
piense que estaría bien si a nuestro hijo o hija le gusta el hijo o hija de
Yamaguchi y Tsukishima… — Repitió el pelinaranja con hastío, era así cada vez
que volvía de una charla con el pecoso, y de eso hacía un par de semanas ya.
—
No sé de dónde narices sacan que puede pasar algo así… — Refutaba el pelinegro
con cara de pocos amigos.
Bien,
no es que su personalidad haya cambiado en los últimos años desde que estuvo en
Karasuno. Y vaya que eran tiempos que a veces echaba en falta. Ser adolescente
y ser un adulto capaz son dos
responsabilidades abismalmente diferentes.
—
¿Tanto detestas a Tsukishima?
—
Sí.
—
Al menos finge un poco.
—
No se me da fingir, ya lo sabes.
El
pelinaranja asintió, claro que lo sabe. Si todavía tiene días en que Kageyama
es un dolor en el trasero con su carácter tan difícil. Y no es que él sea más
dócil que antes, todavía le refuta las palabras o le reta cuando uno dice blanco y el otro negro. Ellos también tienen de vez en cuando sus discusiones
absurdas (aunque no a diario como antes), y terminan reconciliándose con
sesiones de sexo. Sí, ahora que son todos unos adultos y que la universidad
también ha quedado culminada, se sienten más en libertad de ser más lascivos ni
bien tienen tiempo. Venga, que también lo habían estado intentando al buscar el
embarazo.
—
Pero estás contento, ¿verdad Tobio?
—
¿Eh?
—
Porque seremos papás, de una hermosa niñita o un guapo niñito.
—
Claro que sí, Shoyo. ¿Qué mierda tiene que ver una cosa con la otra? No me
agrada Tsukishima, pero estoy contento de que tendremos un bebé. Incluso si la
pasas reuniéndote con Yamaguchi y planean cosas extrañas a mis espaldas.
Entonces
Hinata rompió en risas. La expresión de Kageyama haciendo berrinche por sus planes con Yamaguchi no tenía precio. Y era como
una de esas cosas que le hacen el día a cualquiera y se graban en la memoria
para la posteridad, para aquellos momentos de bajo ánimo y unas ganas enormes
de contar con un recuerdo que le arranque una sonrisa.
Kageyama
le mira ceñudo, no le entra en gracia que se ría a costa suya. Finge
indignación y le manda callar mostrándole la guía de programación en su sistema
de tv. En nada comenzará el torneo de verano y será televisado. Karasuno ahora
tiene un buen equipo (casi tan bueno como cuando ellos estaban en la escuela) y
están dando pelea por un lugar entre los principales. Los cuervos han permanecido en alto sobrevolando los cielos de la
ciudad desde hace años. Hay grandes expectativas puestas en ellos, el
entrenador Ukai sigue dirigiendo los entrenamientos, tienen todo para ganar.
—
Takeda sensei dijo que ahora incluso hay una barra más grande que años
anteriores, el club de voleibol ha despuntado su popularidad según parece.
—
Es bueno para la escuela también, ahora otros miran a Karasuno con el respeto
que se le había perdido.
—
Extraño aquellos años.
—
No te pongas sentimental, Shoyo.
—
Lo sé, eres torpe para consolar Tobio-chan~
El
aura del pelinegro despertó cuando el “chan” brotó de labios del pelinaranja
con tono bromista. Por supuesto, no iba a gritonearle ni mucho menos a patearle
el trasero. Oh no, ahora era el momento en que lo acorralaba contra el sofá y
le hacía el amor.
Así
es como Hinata y Kageyama eran ahora, como adultos, como futuros padres
primerizos. ¿Qué ha sido de la vida de los demás? Para eso, hay que permanecer
y averiguarlo.
Continuará……
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Disculpen las molestias, pero se eliminaran los comentarios con contenido de otras parajes fuera de las que se abordan en este blog, esperamos su comprensión