jueves, 29 de diciembre de 2016

YooSu lobo-neko. Miniserial. PARTE 1.




~*~
YooSu neko/lobo
 
Ya que el invierno se ha deslizado en la ciudad llenando aun sus huecos más recónditos de frío y cubriendo sus calles de espesa nieve, aún ellos tenían antojos tales como una humeante taza de café, o chocolate en el caso de Junsu. Claro que...

- ¡Ay~, caliente~!

Junsu, siendo un neko tenía esa "debilidad" gatuna que lo volvía sensible a las cosas calientes.

- Si ya lo sabes por qué no esperas a que se temple un poco, Su ah... - Riñó Yoochun, acercándose al otro... - A ver, muéstrame tu lengua.

Junsu obedeció, sacando su lengua. Al segundo abrió los ojos de par en par y se crispó de pies a cabeza, orejas erguidas y cola rígida. O no tanto, de pronto parecía "feliz". Ah sí, Yoochun le ha chupado la lengua de una forma tan...

- Sexy~ >\\\< - Pensó el neko.

- Listo, ya se ha curado... - Yoochun se apartó.

Con una maliciosa mirada matutina que mantuvo en alerta al neko.

--//--

En invierno de fuertes fríos por supuesto que todas las criaturas buscan el calor para soportar el clima. Y Junsu no era la excepción, dormía entre almohadones y varios cobertores porque se siente más cómodo y calientito. Por otro lado, Yoochun, de un espíritu más indomable, se conformaba con un lecho blando y una cobija, a voluntad podía transformarse en lobo y su pelaje era más que cubridor. Y Junsu lo sabe, por eso, por la noche, cuando un misterioso ladrón usurpó todos sus almohadones y cobertores dejándole sin refugio, el neko no dudó en colarse al lecho del lobo.

- Ng, qué demon... - El lobo despertó, todavía era un humano ya que, para su gusto, esa noche no era tan helada... - Junsu ah, qué haces en mi cama?

- Mgfh, frio~.

El azabache le sintió apretarse contra su cuerpo, acurrucándose en su pecho, luego se transformó en lobo dándole mayor calor.

Claro que, al amanecer, había un pequeño problema entre las piernas de Yoochun -convertido en humano otra vez- y se le enterraba a Junsu en el vientre.

- Meow~!

Lindo, lindo amanecer.

--//--

Después del incidente un par de días atrás, Junsu neko había huido de Yoochun lobo porque temía por su integridad.

Hoy, sin embargo, ha despertado nuevamente en brazos del lobo, todo y que su calientita cama de almohadones y cobertores estaba de vuelta.

El lobo jadeó particularmente sorprendido -y extasiado con la vista- cuando, al despertar, se encontró con la desnuda anatomía del neko, acurrucado en su pecho... con su cola rosa jugueteando en torno a la ingle del lobo. Que ya que lo medita, esa cosquilleante sensación fue la que le despertó de su profundo sueño.

- Huele tan apetecible... - La nariz del lobo olfateó el cabello del neko... - Cacao, como para lamerlo.

Yoochun lamió la línea del cuello de Junsu, que se removió inquieto entre sueños, exhalando su aliento tibio contra la piel ajena. El lobo continuó olfateando hasta que llegó a la entrepierna del neko. Obviamente olía a sexo. Un olor exquisito a las "fauces y garras" del lobo.

- ¡Meow~!

Junsu neko gimoteó extasiado cuando algo húmedo le arrancó de su profundo sueño. Yoochun lobo no lo dejaría escapar esta vez.

--//--

Después de que el neko rosa "sedujo" al lobo zafiro consecuencia de su estado de celo.

Kim Jaejoong, neko de cola y orejas de un peculiar castaño nacarado, casi dorado bajo la luz, amigo y casi "madre" de Junsu, estaba en casa de sus amigos de visita. Pero ya que tiene los sentidos sensibles y conoce bien a su "hijo" ha decidido tener una charla seria con Yoochun.

- ¿Cuántas veces?

- ¿Eh?

- ¿Cuántas veces has tenido sexo con Junsu desde ayer?

- Oh, eso... - El lobo tuvo el descaro inocente de honestamente ponerse a contar mentalmente... - ¿Cuenta cuando no la he metido?

- ¡Meow! ¡Lobo pervertido!

El neko castaño se crispó. Pero incluso él se quedó helado de la impresión cuando el neko rosa apareció repentinamente, maullando cual minino exigiendo atención, lanzándose al regazo del lobo zafiro, medio desnudo y con la cola elevada. Ambas colas, por si las dudas.

--//--

Visto que el neko obtiene lo que quiere, y que el lobo estaba encantado con consentirlo, surge un pequeño problemita cuando el celo del neko termina.

- Meow~ por qué Yoochun quiere desnudarme - Escurridizo como el minino que es, Junsu llevaba toda la mañana huyendo de las "garras" del lobo.

- ¿Qué? Pero si eras tú el que me lo pedía a diario, Junsu. Deja de escabullirte, maldición... - Bufó frustrado cuando se le escapó prácticamente de las manos.

- Meow, meow~~ - Maullaba el neko, cuyas orejas de pronto se irguieron en alerta cuando su cola fue atrapada por la mano del lobo.

- Atrapé un lindo y sexy nekito - Sí, la mirada del lobo zafiro destellaba lujuria. Y su cola y orejas de pronto lo hacían parecer incluso más salvaje.

- ¡Meow~! - Por supuesto, sus ropas iban desapareciendo.

--//--

Una vez que el lobo zafiro le dejó claro al neko rosa que en cuestiones de sexo la cosa no podía funcionar solo en época de celo, el neko tuvo que "adaptarse" a las exigencias del peliazabache.

- Qué sacrificado - Ironizó ChangMin, un zorro con un humor sarcástico bastante problemático.

A saber, ha sido arrastrado por Jaejoong porque "él también debería cuidar más su sexualidad". Lo que sea q signifique eso.

- ChangMin, no molestes )3(

- Junsu ah, ¿sabes que si sigues así pronto Yoochun podría "reclamarte"?

- Meow~ lo sé. ¡Pero Chun lobito malo ya lo hizo! >//<

Oh sí que lo había hecho. No solo sus dos colas y toda su linda anatomía lo sabían por las marquitas q a diario le dejaba, particularmente en sitios visibles. Sino porque ahora presentía que tenía el olor del lobo impregnado en cada poro de piel.

--//--

Yoochun rodó a un lado, y Junsu le siguió de modo que el neko quedó recostado sobre el cuerpo sudoroso y febril del lobo, quien aunque pretendiera salir del neko tras correrse en su interior, no podría debido a su condición.

- Estás caliente, lobito malo~ - Ronroneó contra el mentón del azabache, deslizándose hasta su cuello, presionando contra la prominente nuez sus colmillos, marcando la piel pero sin llegar a rasgar.
- Es porque sigues jugueteando conmigo, nekito travieso... - Gruñó sexy, áspero, excitado... - Junsu, si sigues así no podré "aflojarme".

- Meow~ - El neko maulló con una sonrisilla traviesa... - Yoochun, si yo me preñara de ti, qué crees que tendríamos, ¿nekos o lobos?

- Si son nekos estaré en problemas, tendré que cuidarlos más con lo lindos que serían.

- Pero si son lobitos seguro son coquetos como tú~ meow~.

- ¿Quién es el que la pasa seduciéndome, mh? - Gruñó cuando el trasero de Junsu se movió sensual sobre su pelvis.

- Quiero saber, qué tendremos Yoochun.

Y cuando la cola del neko se enredó con la del lobo, Yoochun había caído otra vez, Junsu seguro se preñaba.

--//--

El lobo zafiro estaba que rebosaba de orgullo -y ego- ahora que el neko rosa estaba con pancita crecida. Iban a tener "cachorros".

- ¿Por qué la cara larga, Yunho? - Ni bien el lobo preguntó, unas garras poderosas quedaron a centímetros de su cuello... - Vamos, no tengamos una pelea como perros y gatos ahora.

- Pues eres un perro, Yoochun... - Dijo con una sonrisa sórdida el muchacho de tez morena. También conocido como "el tigre de Jaejoong". Su amante pues, y realmente un neko de la casta del tigre.

- Caray, con el tono ácido tan temprano no se puede, Yunho. ¿Qué pasa? ¿No has tenido sexo matutino con Jaejoong?

Y entonces Yoochun sí que tuvo que esquivar el ataque de Yunho. Luego las voces de Junsu y Jaejoong llenando la estancia, acaban de bajar de la segunda planta, todo porque Junsu pidió consejo para un ajuste en su guardarropa.

- Meow~ se siente frío aquí abajo... - Tiritó el neko rosa.

Jaejoong fulminó con la mirada al lobo y al tigre. Tendría una charla con ambos más tarde. Por ahora, preparar el desayuno, que Junsu parece que come por cuatro.

--//--

El neko ronroneó encantado con los mimos que recibía de parte del lobo zafiro, quien ahora cepillaba con cariño detras de las suaves orejas felinas. Han tomado la ducha juntos, y compartido centenares de besos, caricias y susurros, se han hecho el amor con una tranquilidad incomparable, y después de aquello, Yoochun se ha tomado su tiempo para secar la anatomía de su amante, vestirle, peinar su cola y mimarle la tripa de seis gloriosos meses de gestación.

- Me siento tan relajado cuando me acaricias ahí, Yoochunnie~ creo que a nuestros bebés les gusta, porque siempre que lo haces se quedan quietitos.

Y es que desde hace cosa de unos días que comenzaron a moverse, no paraban y era el neko quien gimoteaba de tanto en tanto por algún dolorcito producto de aquellos inquietos movimientos.

- Estoy que me muerdo las uñas de ansiedad, Junsu ah. Ya quiero que nazcan.

Porque el lobo zafiro nunca había experimentado tal tipo de emoción y durante esos meses, ver los cambios en Junsu y percibir la esencia sobrenatural de cada uno de sus "cachorros" simplemente lo hacía feliz.

--//--

El nacimiento de los "cachorros" del neko y el lobo estaba cada vez más cerca, y ambos estaban impacientes por recibir a sus bebés, era después de todo su primera "camada".

- ¿Es normal que tengas la tripa tan grande y redonda? Parece que en cualquier momento vas a explotar.

- ¡Meow~!

A saber, el comentario ácido ha sido cortesía -obviemos el sarcasmo- del zorro ChangMin, mientras que el maullido ha sido del neko crispado, que dicho sea de paso ha mostrado las uñas y lanzado un zarpazo que, por mero reflejo del joven zorro, no le arañó.

- Te he dicho que dejes en paz a Junsu, ChangMin. Tienes suerte de que Yoochun no esté.

Jaejoong ha dicho con tono neutro, sentado con la pierna cruzada, leyendo una revista de moda, esperando a que el tiempo pase y su pan se horneé.

La verdad es que está ansioso, como todos ahí, y la única razón por la que Yoochun no está en casa, es porque Yunho le ha sacado casi a rastras directo a trabajar -algo relacionado con la policía investigadora, que sus habilidades sobrenaturales le resultan bastante útiles-, en fin, que el caso fue distraerlo o se pondría a rediseñar su casa. Y han terminado pasando por el restaurante de Hayami, zorro amante de ChangMin, aunque el juego de palabras suene por demás "raro".

- Jaejoong hyung, ya está.

- Aún le faltan unos minutos, Junsu.

- No estoy hablando del pan, ¡van a nacer!

--//--

Y ahí estaban, felices, dichosos, absolutamente embelesados con sus "cachorros", tres de ellos.

- Tan hermosos y pequeñitos, siento que los voy a lastimar, Junsu ah.

- Vamos, no les pasará nada, Yoochun, no "les" tengas miedo.

El neko sonríe, le da ternura ver a su lobo amante actuando nervioso alrededor de sus bebés. Le nota también algo más seguro con el lobito, mientras que el nekito macho ronronea buscando su abrazo y la hembra -neko también- se mantiene en el cobijo del arrullo de su madre. Los tres son "perfectos" a ojos de sus padres. Con sus tiernas orejitas y colitas agitándose por primera vez fuera del vientre materno, succionando gustosos la mamila que "mamá" y papá les ofrecen.

Y es el cuadro perfecto que Jaejoong capta en una fotografía, Junsu y Yoochun sentados en la cama, con sus bebés en brazos, mirándoles como si se hubiesen enamorado de ellos. Yunho, ChangMin y Hayami también observan, les dan espacio para disfrutarse. Después, bueno, comenzará la travesía.

--//--

Obviamente sus vidas han cambiado con la llegada de sus "cachorros", por ahora aún son más de dormir, comer y ensuciar pañales. Y llorar, maullar/aullar para exigir sus debidas atenciones. Tanto el neko como el lobo, un poco más acostumbrados a satisfacer sus propias "necesidades" estaban adaptándose a las nuevas circunstancias. Y les estaba yendo bien, en realidad.

Junsu ya era todo un experto en cambiar pañales, Yoochun en preparar mamilas; y ambos tenían los sentidos hipersensibles, por lo que nada se les escapaba con sus pequeños.

- Junsu ah, se acaban de dormir, tenemos al menos treinta minutos para nosotros.

Y el lobo no se refería al descanso en absoluto, que ya hace casi cuatro meses que no tiene sexo con su amante.

- Sí, pero por qué estás desnudándote Yoochunnie~ tienes que ayudarme con la lista del súper.

El neko ronroneó, quizá divertido por la expresión de su amante y la pose cómica con los bóxer a medio camino de abandonar su anatomía que, franco consigo mismo, estaba tan exquisita que se le antojaba lamer pero, las circunstancias, las prioridades. Ya tendrán tiempo en la noche para el sexo.

--//--

El lobo bostezó por tercera vez en los últimos diez minutos, sus tres "cachorros" succionaba cada uno de su mamila, recostados en la amplia cuna no paraban de juguetear con sus colas, alargando también de tanto en tanto de sus pequeñas orejitas, soltando algunas risitas y comportándose cual si supieran que papá necesita descanso, en tanto "mamá" termina su ducha.

- Ya pronto cumplirán un año, deberíamos hacer fiesta en grande.

- ¿Pronto? Aún faltan cuatro meses, Yoochunnie~.

El neko le dijo, secando su cabello con una toalla pequeña, sonriendo dulcemente al verle con los ojos lacrimosos por el sueño, desde que los bebés nacieron era Yoochun quien más se trasnochaba con ellos. Y lo amaba por eso, porque se comportaba como todo un padre ejemplar.

- Junsu ah, te ves guapísimo... - Comentó coqueto, recibiéndole con un abrazo cariñoso, mimándole también las orejas, escuchándole ronronear.

- Solo tomé la ducha y estoy en bata de baño, Chun. ¿De dónde me veo guapo?

- Tú sencillamente eres un neko hermoso, y sexy eh.

- No me coquetees... - Un bostezo involuntario, y los sonidos guturales de sus bebés anunciando que han terminado sus mamilas y quieren el arrullo de sus padres para dormir, el crepúsculo ya llegó.

Junsu sonrió, besó la frente de su amante y luego juntos comenzaron a cantar una canción de cuna. Unos minutos después los tres pequeñines dormían. Yoochun cargaba en vilo a su neko y le llevaba a la habitación contigua, dejándole entre besos sobre la cama. El neko ronroneó enterrando sus dedos en la azabache cabellera de su lobo. Esa noche, harían el amor cual si bailasen un vals, suave y romántico.

--//--

Con poco más de dos años y toda la energía del mundo, los tres pequeños a veces actuaban como auténticos perros y gatos, y sus maullidos y ladridos llenaban la casa. En ocasiones la neko se comportaba más arisca al juego con sus hermanos, y cuando ellos insistían en que se les uniera, la pequeña mostraba uñas y colmillos de forma tal que eran el nekito y el lobezno los que se retiraban agazapados y con las orejas gachas. Junsu y Yoochun les dejaban ser, no querían frenar sus naturalezas, pero ponían límites cuando era necesario. Y lo estaban llevando bien.

Hoy, era día especial. Lo llamaban "día con tío JJ" aunque de hecho Yunho también participara de los cuidados. El tigre suponía que se debía a las horas que su neko amante permitía a los críos pasar con él ensuciando la cocina mientras ayudan a preparar postres y otros platillos. Y no se queja en realidad, porque le encanta cuando su casa se llena de pequeños, pues, a saber, Jaejoong y él también tienen bebés, aunque apenas de un año y un par de meses. En fin, que la cosa era llevarse a los pequeños de sus amigos por una simple razón, Junsu en época de celo. La privacidad era justa.

- Pórtense bien, no hagan travesuras ni rompan nada, ¿de acuerdo?

- ¡Sí~! - Respondían sus hijos al unísono.

- Gracias por cuidar de ellos, chicos.

- No hay problema, a Yunho y a mí nos encanta tenerlos en casa.

- Y sabemos que es igual a la inversa.

Tras despedirse, apenas escucharon el motor de la camioneta de sus amigos arrancar, neko y lobo ya estaban devorándose los labios y tironeando de las ropas ajenas.

- Chun, condón, ya.

- Mierda, voy por ellos. No te muevas.

Yoochun corrió aprisa a su habitación, rebuscando en sus escondites los preservativos, cuando volvió a la estancia, Junsu estaba desnudo, mostrando su exquisita S-Line, la cola elevada -ambas- mientras se lubricaba con sus dedos y ronroneaba con placer. Yoochun sintió de inmediato el pinchazo de excitación, y se colocó el condón acercándose a su amante.

El neko ronroneó agitando sus orejas cuando las manos del lobo sujetaron su cadera y el caliente falo le rozó los glúteos. Viró el rostro y con la piel sonrosada sonrió seductor, agitó las pestañas y gimió agudo cuando un dígito del lobo acompañó los suyos.

- Yoochunnie, dámelo~.

- Aún estás estrecho, Su ah.

- Vamos, entra ya... - Insistió, siendo él mismo quien separara sus glúteos, mostrando su rosado anillo, alzando la cola gatuna para darle más espacio.

- ¡Maldición! - El lobo perfiló su hombría, notando lo estrecho cuando apenas la punta había empujado.

Y en un arranque de excitación, entró del todo al tiempo que mordía una de las orejas del neko.

- ¡Meow~! - El neko gimoteó, le temblaban las piernas de placer.

--//--

La expresión de Yoochun lo decía todo, Yunho incluso aún percibía un olor a sexo emanando de ambos. Están ahí para recoger a sus "cachorros", pero la sonrisa "de oreja a oreja" del lobo confiesa todo lo que obviamente no dirían con palabras. El tigre no se molesta más por el asunto, no desde que Yoochun había aceptado con tanto agrado la noticia de sus bebés cuando Junsu se embarazó años atrás. De alguna forma esa aceptación de los bebés en camino había funcionado como el voto de amor más importante entre criaturas como ellos. Nekos, lobos, tigres, zorros, cualquiera que sea la naturaleza de estos "súper humanos", un vínculo sellado por algo más que celo, instinto o lujuria, era considerado auténtico amor.

― ¿Se han portado bien?

― Siií~ ― Afirmaron los tres "cachorros", lanzándose a brazos de sus padres, ronroneando y maullando mimosos.

― En cambio sus padres se portaron mal, muy mal... ― Jaejoong dijo con tono pícaro, sabiendo de antemano que la visita de los pequeños a su casa tenía una doble intención.

Las mejillas del neko se tiñeron de rojo, mientras que el lobo alzaba la barbilla con algo parecido al orgullo. Sus orejas y cola incluso lucían más vigorosas y resplandecientes.

― Bueno, el próximo día seremos nosotros quienes pasemos el día con estos otros pequeñines~ ― Junsu dijo, cambiando un poco el tema, pero dejando entrever al mismo tiempo que sus amigos hacían lo mismo cuando podían.

Los felinos de Jaejoong y Yunho se agitaron entusiasmados, era genial pasar la tarde con Junsu y Yoochun porque todo era jugar y ensuciarse.

― La próxima vez, no dejes marcas tan visibles, Junsu ya desprende tu aroma, no necesitas ser tan posesivo... ― El tigre Yunho murmuró al lobo, Yoochun sonrió egocéntrico. Lo hacía simplemente porque le gustaba escucharle ronronear su nombre cuando le hacía aquellas marquitas en la piel.

― No me digas eso, en un par de días harás exactamente lo mismo con Jaejoong, Yunho... ― El lobo dijo, sonriendo divertido porque el tigre no tendría excusas.

Tras despedirse y emprender el camino a casa, neko y lobo vieron a sus "cachorros" caer rendidos apenas a unos minutos de viaje. Junsu suspiró, quizá simplemente por adorar a su familia.

― Junsu ah.

― ¿Sí?

― Hueles, demasiado. ¿Estás, de nuevo? ― Omitió la palabra "excitado" deliberadamente, porque sus hijos van en el asiento trasero, y aunque duermen, sus sentidos siempre pueden captar más de lo que aparentan. Sin embargo, el lobo no podía evitar sentir sus propios sentidos perturbarse por el aroma de su neko amante.

― Yo, nh... sí~, lo siento Yoochunnie~.

El lobo tragó hondo, se relamió los labios y se dijo a sí mismo que en cuanto llegaran a casa y se aseguraran de dejar a sus "cachorros" en su habitación, él tendría que darle más amor a su amante.

― Por lo visto, no te amé lo suficiente todo el día, eh, Su ah.

Las mejillas del neko se encendieron al rojo vivo. Pero su silencio, otorgó la irrefutable verdad.

--//--//--

Con el pasar de los años, también llegan ciertas curiosidades en los "cachorros", quienes ahora tienen casi seis años. La cuestión fue relativamente sencilla con los "¿por qué?" que bombardearon a neko rosa y lobo zafiro, pero cuando el lobezno lanzó ese...

- ¿Cómo se hacen los bebés, papá?

Yoochun de inmediato pensó en una de las tantas noches de pasión que ha tenido con Junsu, el recuerdo había sido inevitable, una especie de reacción condicionada por sus sentimientos y la respuesta verdadera que correspondía al cuestionamiento. El neko rosa, adivinando el pensamiento de su amante -que la mirada vidriosa lo delata-, decidió adelantarse a sus hijos, que los nekitos también estaban ahí, aguardando atentos la respuesta.

- Cariño, cuando dos personas se aman, y sus cuerpos son, mh, compatibles, son capaces de tener bebés, como papá y yo con ustedes.

- ¿Qué es compatible? - Las orejas de nekitos y lobezno se agitaron inquietas al tiempo que ellos ladeaban sus infantiles rostros.

Junsu suspiró, comprendiendo que se había metido al laberinto solito. Yoochun sonrió, pero la picardía seguía pintada en su expresión, obviamente a él se le detonaban recuerdos pervertidos.

--//--

El lobo gimió ronco, áspero, casi como auténtica fiera salvaje en el pleno apogeo de una batalla por territorio que ganaba con relativa facilidad. Y realmente en cierta forma así era, pues había llegado el momento de anunciar entre los suyos que su casta seguía siendo la misma, imponiendo también su voluntad y "presentando", de paso, a sus críos ante la jauría.

- Dos nekos y un solo lobezno, la sangre de tu amante se impuso, Park.

- ¿Estás criticando mi legado, Wook?

- Para nada, Park. Aunque tus hijos son niños aún, se les nota en la mirada que llevan tu sangre. Pero, por qué tu amante no vino.

- No me apetece ver cómo todos babean por Junsu, ya suficiente me estoy controlando por mis hijos. ¡Oye tú, imbécil! ¡Te quiero a diez metros de mis hijos, particularmente de mi princesa! - Bramó, y honestamente que daba miedo verlo furioso.

Wook se rió de buena gana. Era "normal" que entre lobeznos se mirasen buscando futuras "parejas", pero también era obvio que el lobo renegara de esa manera cuando un lobezno adolescente sonreía y trataba de acercarse a su hija de apenas seis.

- De todas formas parecía que sus hermanos estaban listos para atacar. Buenos colmillos, mejores garras. Es cool verlos crisparse.

- Nos largamos ya.

- Hombre, es una reunión anual, quédate otro rato.

- ¡Ni de coña!

Y así, Park cumplía su absurdo ritual lobuno y marchaba de vuelta a su hogar, con el ácido sabor de la ira atizándole el estómago. Blasfemó entre dientes mientras conducía, apretando el volante y mirando de soslayo a sus hijos. Honestamente, su lobezno estaba adquiriendo más de sus rasgos, e incluso el neko poseía facciones bastante varoniles, aunque aun infantiles. Pero la neko era una completa belleza, ¡simplemente era preciosa!

- A Junsu se tenía que parecer, maldición... - Gruñó en pensamientos, aparcando en la cochera de casa y viendo cómo sus hijos salían disparados al interior, clamando a su "madre" y contándole en un santiamén los detalles de la dichosa reunión.

- Gritarle a un lobezno, Yoochunnie~ - Comentó con un rintintin divertido más tarde, cuando sus hijos dormían ya.

- Estaba intentando acercarse a Eider, y no tenía buenas intenciones. Bueno, a futuro.

- Estabas celoso con la perspectiva de un pretendiente para Eider~ - El neko ronroneó la mar de divertido. Además, Yoochun celoso siempre era tan sexy, que le disparaba la lujuria.

- Soy un lobo territorial, qué quieres que haga, Junsu ah... - Gruñó, resoplando ruidosamente por las fosas nasales.

El neko por su parte se movió sigiloso, astuto, sensual. Estaba más que listo para compensarle el autocontrol.

--//--

En unos días sus críos estarían cumpliendo los siete, y por estos, el neko está en celo, por lo que Yoochun, como buen amante que es, no duda en complacerle y hacerle el amor sin tregua.

- Ngh~ Yoochunnie~ meow~ - Junsu gemía y ronroneaba, y enterraba sus uñas en los omóplatos del lobo cuando sentía la hombría de su amante penetrar profundo su interior.

- No, mgh, te contraigas, Su ah... - Gruñó al sentir que en sus últimas estocadas bien podría correrse al sentir la presión de las paredes internas de su amante oprimirle con cada contracción de placer.

El neko arqueó la espalda, y su cola se apresuró instintiva entre sus cuerpos para masturbarse, enredando el flexible musculo peludo en su erección, procurando su propio alivio. El lobo le gruñó, un poco aturdido de placer había descuidado el falo de su amante, pero que se complaciera solo le excitaba y molestaba a partes iguales -él debía encargarse de cada gramo de placer que el neko experimentara-, por lo que su cola terminó acompañando el ritmo de su igual.

Pronto el candente vaivén de caderas se volvió tan salvaje y frenético, que la cama rechinó sobre el piso y chocó contra el muro. Neko y lobo alcanzaron el orgasmo unos instantes después.

- No salgas... - Ronroneó el neko, acariciándole los brazos, enredando su cola en uno de los muslos de su amante. Sonriendo seductor.

- Junsu ah, tengamos bebés otra vez... - El lobo dijo, con aire intrépido y voz áspera, sudoroso y todavía febril.

- ¿En serio, Chun?

- En serio, siete años de diferencia es suficiente, y yo creo que una familia numerosa va con nosotros.

El neko sonrió radiante, le acarició los sudados mechones azabache y asintió al tiempo que besaba su mentón y subía cariñoso por sus mejillas hasta topar con la gruesa boca aun caliente.

- Adiós a los condones, entonces, seguro conseguimos preñarme esta misma noche... - Murmuró coqueto, moviéndose sigiloso bajo el cuerpo del lobo.

--//--

Cuando Junsu le dijo a Yoochun que estaba preñado, el lobo aulló eufórico, además era luna llena y eso exaltaba sus emociones. Por supuesto, festejaron haciendo el amor toda la noche, aprovechando que Jaejoong y Yunho aceptaron que sus cachorros pasaran la noche con ellos, invitados de hecho por los hijos de sus amigos, que desde hace un tiempo estaban encantados con las pijamadas en casa, arrastrando también a los zorritos, hijos de ChangMin y Hayami. Jaejoong y Yunho parecían más que encantados con su casa llena de pequeños juguetones y escandalosos, con maullidos y ronroneos, y risas divertidas que retumbaban en la casa.

Y no era que sus amigos no hiciesen lo mismo a la inversa, aunque honestamente Jaejoong y Yunho eran los que corrían más a menudo con dichas reuniones.

Después de haber experimentado un segundo orgasmo, neko y lobo permanecieron abrazados, regalándose tiernas caricias y dulces besos, mimándose en lo que decidían ir por la tercera vuelta, la noche aún era joven, el reloj en la mesa de noche marcaba las dos de la madrugada; y abajo, la cocina ha quedado echa un desastre, vino, fruta, chocolate, crema batida y otras cosas estaban fuera de sitio, la piel de los amantes aún estaba pegajosa y dulce aquí y allá.

- ¿Seguimos con la ducha?

- ¿Me llevarás en brazos, Yoochunnie?

- Por supuesto, Junsu ah.

El lobo salió del lecho, cargándole en vilo le llevó hasta la ducha, entrando en la tina donde se besaron incontables veces en lo que el agua caía acariciándoles centímetro a centímetro la piel.

- ¿Crees que sean más de dos otra vez, Chunnie?

- Seguramente, Su ah. Por qué, ¿no quieres más de dos?

- Claro que sí~. Jaejoong tuvo de dos en dos, y ChangMin primero solo uno y luego tres. Pero yo quiero que sean dos o tres otra vez.

- Pues habrá que esperar un poco más para saber.

- Solo un par de semanas y podré sentir la esencia mágica~.

--//--

Esa mañana el neko despertó temprano como de costumbre, se levantó tras ronronearle a su amante al oído y recibir un sorprendentemente apasionado beso de buenos días -el lobo se había vuelto un experto en dejarle sin aliento aunque estuviese más dormido que despierto y gruñera enredándose cinco minutos más en las mantas, rezongando luego por la falta de calor de la anatomía de su amante-. Tomaron la ducha entre besos y sonrisas cómplices y juntos prepararon el desayuno. Yoochun era quien despertaba a sus críos siempre, mientras Junsu terminaba de servir la mesa.

- ¡Mami~! - Los tres niños corrieron a saludar a su progenitor neko, cuya sonrisa se dibujó amplia al recibir ese sonoro beso en las mejillas de cada uno de sus hijos.

- Qué tal durmieron.

- Necesitamos independizarnos... - Solemne dijo el nekito, de nombre Elián... - Dormir con Eider ya no es correcto, a Kilian lo puedo tolerar todavía.

- ¿Ah? - Kilian, el lobezo, cruzó los brazos y agitó la cola con aire ofendido.

Junsu y Yoochun rieron divertidos por la actitud de sus hijos, Eider ignoró al par y se sentó en su lugar, los otros dos pronto se enredaron en una infantil riña que terminó con cada uno sentado a lado de ella, devorando el desayuno en silencio. Por su parte, Junsu y Yoochun comenzaron a pensar que dar una habitación a cada uno no está de más.

Repentinamente, a medio desayuno los tres niños pararon y dirigieron su atención a su "madre", Junsu sonrió.

- ¿Qué sucede?

- Nuestros hermanitos, podemos sentirlos... - Dijo Eider.

- Son dos, niño y niña... - Dijo Elián.

- Yey~ dos lobeznos como yo en camino... - Agregó radiante Kilian.

Junsu abrió los ojos de par en par, y es que justo cuando sus hijos lo dijeron, él pudo sentirlos.

- ¿Es así, Junsu ah?

Yoochun recibió un asentimiento de cabeza. Y luego todo fue sonrisas, besos y abrazos de familia.

9 comentarios:

  1. Ooohhhh lo amé!!! Yoosu!! Me encanta cuando son mitad animales!! Me los imagino y se deben de ver tan lindos con orejas y cola *O*

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    1. Definitivamente! Tienen el aura exacta para ser adorables mitad animales~ *-*

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  2. ME ENCANTO...QUE CONTENTA ESTOY ENCONTRAR TU NUEVO BLOG ES MI REGALO DE AÑO NUEVO CREÍ QUE NO ESCRIBIRÍAS MAS GRACIAS Y FELICIDADES

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    1. Hi~
      Pues no, aquí sigo, "al pie del cañón" ;D tengo mis arranques y ando mudándome de un lado a otro más de lo que debiera. En Amor-Yaoi me sentía bien, pero bueno, pasó lo que pasó y tuve que migrar a otro blog, así que aquí andamos.
      Ojalá te gusten más ficos que andarán por aquí~

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  3. waaauuu!!! me estoy cayendo de sueño pero no podía irme sin leer al menos un poco... lo ame siempre es emocionante y lindo que sean mitad animales.

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    1. Hola~
      Ahahaha pasa a veces, que el sueño pasa a ser secundario xD conmigo siempre, aunque no precisamente por leer fics, a veces por escribir otras porque, ps, la vida xD
      Sobre todo si son animales que proyecten un poco sus personalidades *-* a pesar de que los gatos realmente no me gustan, encuentro adorable imaginarme a los dioses como nekos *-* o algún otro animal xD

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  4. Hacia tiempo que no leia algo tan adorable 😍 Amo el yoosu con toda mi alma! Gracias por esto!!!

    Saludos desde las Islas Canarias!!

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  5. "Se murió muerta por un ataque de dulzura"

    Que super sweet fjdlfjdjfjjd
    💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖

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  6. Ay Noooo es justo!!!! Yo también me he quemado la lengua con el chocolate quiero que Chunnie me cure así(T^T) Ok yaaaa. Muero de Ternura con esos bebés. Y que decir de mi Chunnie todo de papá celos aaawww que bellos

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Disculpen las molestias, pero se eliminaran los comentarios con contenido de otras parajes fuera de las que se abordan en este blog, esperamos su comprensión