jueves, 29 de diciembre de 2016

Animal-Héroes. Miniserial Avengers & X-Men. PARTE 4, FINAL.



El alba asomó por la ventana dándole los buenos días a la pareja bajo las revueltas mantas. Las ropas desperdigadas por toda la habitación junto a calzado y algunos condones, encuadraban a la perfección la apasionada noche que han tenido. Banner fue el primero en despertar, mirando al aún dormido McCoy felizmente acurrucado a su lado.

— Ah, he dejado un montón de marcas… — Susurró para sí, sonriendo con un dejo de nerviosismo las marcas rojizas que estaban regadas por la piel del genio “Bestia”.

Además, en el aire quedaba el olor a sexo y había semen “seco” manchando sus cuerpos. Sabe también que algo de aquello hay en las sábanas. Lo han hecho como auténticas bestias toda la noche, o casi toda. Había visto el reloj marcar las 4:15 la última vez que intentó controlarse a sí mismo, pero todavía lo han hecho otra vez después de eso.

— Ng, entonces he dormido nada. Pero, saldré silenciosamente de aquí. Será mejor dejar que Hank descanse un poco más.

Banner dejó la habitación con sigilo, satisfecho porque McCoy no había despertado. Bajó a la estancia, sin sorprenderse de que solo Visión estuviera allí. Era así todas las mañanas después de todo. No solo porque el androide básicamente no necesitaba de tales funciones como el sueño, sino porque, inevitablemente, siempre terminaba encerrado en la cocina preparando el desayuno. A veces Rogers lo acompañaba (cuando conseguía escapar del lujurioso Stark), y cuando sus amigos estaban en la mansión como ahora, Xavier también solía incluirse temprano.

— Hoy estás solo, Visión.

— Al parecer los Sres. Xavier y Lehnsherr estuvieron entrenando hasta la madrugada, Pietro les acompañaba, por lo que deben estar dormidos todavía. El Sr. Rogers vino hace un momento, pero fue a ducharse. El Sr. Stark está en su laboratorio, creo que está construyendo algo. El joven Peter está dormido, y la señorita Wanda, también.

Oh, hubo una pausa con Wanda. Noto algo raro en Visión desde hace un par de días. ¿Estaré viendo cosas donde no las hay?

— Natasha y Clint dijeron que saldrían, al parecer quieren experimentar otras formas para embarazarse. Y bueno, usted sabe muy bien lo que el joven McCoy está haciendo.

— Sí, sí. Mh, Visión, ¿está bien para ti todo lo que está pasando? Me refiero a…

— ¿Las hormonas alocadas de todos? — Sugirió el androide, sonriendo con aire afable… — No me sorprende de forma particular, al parecer esta mutación vino con el celo, por lo que encuentro normal que todos se sientan atraídos sexualmente a sus parejas. Aunque no estaba seguro de que usted y el joven McCoy lo fueran. Felicidades, Dr. Banner.

— Ah, gracias… — No muy seguro del por qué era felicitado, Banner prefirió no indaga ni darle cuerda al androide.

Al poco llegó Rogers, y no mucho después Xavier. La mañana inició con la ausencia de T-Challa pero un animado Pietro que charlaba felizmente con su hermana y Peter. El día anterior todos habían acordado mantener sus formas caninas y felinas al menos una semana más. Porque simplemente era divertido –mentira, en el caso de Stark y Lehnsherr, que en realidad han puesto por encima el instinto sexual– y no tenían razón alguna para renunciar a tales características de momento. Eran como unas vacaciones necesarias para relajar la mente, y el cuerpo (si es que entendemos el énfasis al respecto).

Una semana de sexo, sexo y más sexo. Honestamente, para Stark, Lehnsherr y Barton no había otra prioridad con sus respectivas parejas. Peter y Pietro apenas podían mantener el calor hormonal en sus cuerpos sin buscar el alivio en los hombres que, repentinamente, parecen haberse convertido en su todo. Wanda es la más “tranquila”, sin embargo es así porque sus avances e intentos de seducción con Visión eran mucho más sutiles, como finos hilos que poco a poco han ido atrapando la atención del androide. Una atención que, después de tantos esfuerzos, ha dado frutos.

¿Por qué le ha besado? Visión no lo sabe, su cuerpo se ha movido casi por sí mismo. Y Wanda, la melliza se siente frágil y hermosa en sus brazos.

Al separarse, Visión no encuentra palabras para justificar su atrevimiento. Wanda, ella sonríe entre asombrada y anonadada. Un beso. El hombre que ama, le ha besado.

— Wanda, yo…

— Por favor, Visión, si has de disculparte por lo que has hecho, prefiero que guardes silencio, de lo contrario, vas a herir mis sentimientos.

El androide selló los labios. Pero sabiendo que tal silencio podría ser interpretado de aquella manera, se esforzó por encontrar las palabras adecuadas y expresar sus verdaderas, emociones.

— Aunque soy un androide, pienso que algo, diferente dentro de mí movió mi cuerpo y por eso, te besé Wanda. Pero, incluso si no estoy arrepentido en absoluto, encuentro necesario disculparme ya que ha sido una acción que no puedo entender.

— “V”, para nosotros las emociones no siempre pueden explicarse, tampoco los sentimientos. Esto que hiciste al besarme, es algo como eso.

— Wanda, soy un and…

— No me importa lo que seas… — La melliza dijo de pronto. Visiblemente molesta, tal, que sus dones mutantes se mostraron con esa aura escarlata que desprendía de las puntas de sus dedos y se reflejaba incluso en sus pupilas… — No me importa lo que otros piensen, si yo te gusto entonces para mí está bien.

— Wanda, ¿sabes lo que dices? ¿Comprendes todo lo que significaría estar con alguien como yo?

— Sí, sé que significaría ser feliz, “V”.

— ¿Wanda?

— Papá Charles.

— ¿Vienes, hija?

— Yo, papá Charles.

— Sr. Xavier.

— Quisiera hablar con mi hija a solas, Visión. Después, si necesitas decirme algo, te escucharé.

— Como usted desee, Sr. Xavier.

— Wanda. — La melliza miró de hito en hito a Visión y a su padre. Se pregunta si es que les habrá visto y le entra una sensación de temor. Teme, no ser comprendida… — Wanda, vamos. — Charles vuelve a llamarle.

Y ella entonces siente que no tiene más remedio que seguirle.

Tengo que manejar esta situación lo más sutil posible. Si Erik se entera ahora, seguro pierde los estribos. Lo ha hecho bien con T-Challa, pero considerando que estos días no estará cerca, creo que ha ayudado a su humor. Sin embargo, Visión es otro tema.

Pensando, el telépata siguió el camino hasta una terraza que había en la parte lateral de la mansión Stark. Por supuesto, piensa que sería mejor tratar estos delicados temas en su propia casa, pero ya que extrañamente han decidido quedarse, no tiene demasiadas alternativas. La melliza ha seguido a su padre en silencio, inútilmente trató de leer al menos un poco la mente de su progenitor cuando la barrera que normalmente protege la poderosa mente del telépata le impidió siquiera una “mirada”.

— Wanda, ¿estás enamorada de Visión?

— Sí. Y no pienso retractarme en absoluto, papá Charles.

— No espero que lo hagas, Wanda. Es difícil entender que te hayas enamorado de él, solamente eso.

— ¿Por qué es tan difícil? ¿Porque es un androide a ojos de todos?

— Sí, no puedo negarlo, Wanda. Pero, de la misma manera en que respeté los sentimientos de tu hermano, respetaré los tuyos. Si Visión te gusta, yo voy a apoyarte, pero quiero que estés consciente de que es una relación que puede o no funcionar, de muchas maneras, hija.

— Lo sé, papá.

— ¿Es la primera vez que se besan?

— Sí. — Respondió. Y de pronto sus mejillas volvieron a calentarse de vergüenza. Además, orejas y cola de la lince rojo se agitaron con obvia emoción y nerviosismo.

Charles sonrió. Era su hija después de todo, y éste, su primer amor. Y de alguna forma se sentía diferente, quizá porque es chica y las mujeres siempre mueven más el instinto materno que los hombres. Quizá sí, quizá no. Lo que fuera, le daba ternura y preocupación el primer amor de Wanda. Pero, tal como ha prometido, le apoyaría.

— Bueno, supongo que ahora debo tener una charla seria con Visión.

— No vayas a espantarlo, papá Charles.

— Si Visión se asustara de una simple conversación, no sería en definitiva, digno de ti, mi preciosa hija.


En tanto, el primogénito Stark-Rogers se pregunta qué está pasando con él que, incluso si solo piensa en Wilson, su cuerpo reacciona calentándose. ¿Podía algo así siquiera ser considerado amor?

— ¡Por qué estoy preocupado por pensar en amor con Wade! — Gimoteó sorprendido de sí mismo, dejándose caer en su cama.

Enfurruñado porque quiere salir pero al mismo tiempo prefiere no hacerlo. ¿Razón? Bueno, considerando el hecho de que siempre que sale se topa con el mercenario, el castaño se ha encontrado a sí mismo preocupado por dichos encuentros. Y lo que viene con ellos. La última vez solo han sido besos –ok, y algunas caricias insinuantes y muchas miradas lascivas de parte del mercenario–, pero han ido tan lejos como tocarse hasta el orgasmo, así que no se siente tranquilo en absoluto.

— De todas formas mejor me quedo en casa, si salgo seguro me lo encuentro.

— ¿Estás preocupado por mi culpa, arañita-neko~?

— ¿Qué demonios? ¡Wade, cómo rayos haces siempre para colarte en mi casa!

— Oh, secretos de oficio… — El mercenario se dejó caer en la cama del adolescente sin apuro alguno. Hoy no llevaba su traje rojo, y de alguna manera verlo sin él resultaba extraño.

Era porque, pese a su apariencia mutante, era atractivo, despedía un aura sexy y varonil. Y, resumiendo, le ponía mal. Peter quiso ocultar su rostro cubriéndolo con sus manos, pero aunque lo intentara, era tarde. Ni siquiera pensaba en sacar realmente al Pool de allí.

— ¿Arañita-neko? ¿Ya no vas a gritar? ¿No me vas a patear e intentar sacarme de tu habitación?

— Como si tuviera algún caso. No eres más fuerte que yo, pero no he podido ganarte. Me siento raro cuando estoy contigo, meow~.

Wilson sonrió pícaro. Peter estaba acostado, con el rostro todavía cubierto por sus manos. Sabe que está avergonzado y enfurruñado por su culpa, lo delata su actitud, pero también sus orejas ligeramente agachadas y la cola rígida, pero el vello crispado.

— Peter, te gusto, ¿cierto?

— Ng-meow~.

— Oh, ese lindo ronroneo es un “sí”, lo sé.

— Deja de molestarme. Llamaré a mis padres, meow~.

— Sería una batalla dificilísima para mí. Papi-suegro y capi-suegris me matarían sin titubear.

— Deja de llamarlos así.

— No te enojes. Mejor, asoma el rostro arañita-neko~ así podré besarte.

— ¡No quiero, meow!

— Sé que quieres~ te gusta cuando chupo tu lengua y pego mi entrepierna a tu pelvis. Además cuando ¡Mfgh!

El castaño le ha tapado la boca con sus manos, lo que ha significado abandonar su infantil escondite. Su rostro colorado no es broma, y los latidos de su corazón tampoco. Lo detesta, pero no puede resistirse. Y encima, el Pool no ha dicho ni una sola mentira. Sus besos son, terriblemente excitantes.

— Cállate, o en verdad llamaré a mis papás.

Wade sonreía, y al lamer las palmas de las manos de Peter, el estremecimiento del adolescente le hizo sonreír todavía más mientras se acomodaba sobre el cuerpo del menor, mirándole fijamente con lujuria.

— Idiota, por qué estás tan duro ya.

— Estaba así desde que entré, arañita-neko~.

— ¡Pervertido, meow!

— Sí, sí. Ahora, déjame desnudarte.


— No te parece que hemos visto poco a Peter últimamente, Tony.

— Ahora que lo mencionas, sí. Ha estado saliendo por las noches con su traje, pero no te preocupes, no ha habido contrincantes peligrosos para él.

Rogers sabe eso, pero él tenía la impresión de que pasaba mucho tiempo en su habitación. Hablaba menos con ellos, estaba más sensible a los comentarios y, lo más importante, estaba usando camisetas de manga larga aunque era verano todavía.

— ¿Qué? ¿En qué estás pensando, Steve?

— ¿Eh?

— Ven aquí… — El multimillonario le jaló, empujándole contra la mesa de trabajo en su laboratorio.

— Tony, no te pongas coqueto aquí~.

— Demasiado tarde, ya me dieron ganas, Steve.

— ¡Tú siempre tienes ganas~ nyaw~!

— Es porque los canes siempre estamos en celo… — Murmuró con voz ronca, con esa mirada lujuriosa a la que el capitán ya estaba acostumbrada, pero que todavía le ponía algo nervioso o avergonzado… — Y, como dije, quiero que tengamos otro bebé, Steve.

— ¿Lo decías en serio? ¿A mi edad?

— Estamos súper jóvenes todavía.

— ¿Y los años de congelación no cuentan?

— ¡Para nada!, están fuera de consideración. Vamos, ¿no te gustaría que tuviéramos otro hijo? Un hermanito para Peter.

— ¿Y si es una hermanita?

— Bueno, tendría que doblegar la seguridad.

— Tony, por qué siempre me desnudas primero~ nyaw~ ¡también quítate la ropa!


Esa noche, Erik se ha dispuesto a dormir después de un solo round con Charles, lo que no precisamente ha dejado satisfecho al telépata. Sus orejas y cola seguían agitándose de un lado a otro, y él todavía se sentía caliente.

— Erik~ no te duermas aún.

— Estoy cansado, entrené todo el día con Pietro. Nuestro muchacho ha mejorado bastante, Charles.

— Pero yo todavía estoy caliente~.

— ¿En serio? — El amo del magnetismo levantó las sábanas. El falo de su amante estaba erguido, con la punta rojiza y húmeda… — Vale, me encargaré por ti.

— ¡Ngh~! — El telépata arqueó la espalda. Lehnsherr ha tragado su hombría.

Xavier jadeaba sin atisbo de vergüenza, sintiéndose honestamente más caliente que lo usual. Adjudicó entonces tal nivel de excitación a su momentánea condición “animal”. Los colmillos de su amante rozaban con cada succión la piel de su pene y la sensación le resultaba increíblemente excitante, casi como el vértigo de una caída en picada sin paracaídas de aterrizaje. O algo parecido, venga, no tiene tiempo para pensar, solo para sentir. Además, la lengua del polaco resultaba también más áspera, y habilidosa, si se permite la comparación con un “antes” y un “ahora” en relación a sus características caninas. El wolfdog se estaba volviendo un experto sobre cómo curvar la lengua a lo largo del miembro de su amante cuando le tenía completamente dentro de su boca, estimulando la base mientras la punta era encerrada en el fondo de la garganta, provocándole algunas arcadas que Lehnsherr bien soportaba antes de retroceder, salivar mucho más y atacar con nuevos lametones el henchido falo.

— ¡Ahh~ nyaow~! ¡Erik~ va a salir~! ¡Nyaow~!

El polaco acercó su lengua extendida sobre la punta fálica, capturando en ella algunas gotas del disparo de semen que dio su amante, saboreando el agridulce residuo desde la lengua hasta la garganta.

— Vaya, parece que todavía no es suficiente, Charles… — Dijo, pinchando con aire divertido la erección de su amante… — Te acabas de correr pero todavía estás duro. Estás muy pervertido hoy, eh.

— No es mi culpa~ es que estoy en celo, Erik~ — Con el rostro ruborizado y la respiración aun agitada, el telépata echó el cuerpo al frente, arrodillándose delante de su amante… — Y parece que no soy el único, tú también estás duro como piedra, nyaow~.

Sonriendo por la excitación erguida de su amante, el lince ibérico sujetó la base con la siniestra, mientras la diestra presionaba el tronco y le masturbaba bombeando de arriba abajo lentamente.

El amo del magnetismo, quien también estaba arrodillado, descansó el peso de su cuerpo sobre sus propios tobillos. El ángulo de la apertura de sus rodillas y la postura en sí, facilitó que el lince ibérico se inclinase sobre su pelvis y le devolviera la atención recibida. La boca de Charles lamió y chupó golosamente el pene de Erik durante minutos, saboreando su exudación agridulce con cada succión o lamida. En tanto, el polaco llevó una de sus largas extremidades por encima de la espalda del telépata, acariciando sinuosamente la columna vertebral e incluso las costillas que alcanzaban a marcarse por debajo de la piel, tomando la cola del lince con la mano, acariciándola a lo largo, llevándola hacia sí y mordiendo la borla negra, notando cómo el telépata se crispaba e incluso mostraba unas uñas largas y filosas que se le enterraron en los muslos mientras su hombría se perdía en la garganta del telépata.

— Nyaow~ — Maulló Xavier, inconforme con el trato hacia su cola, pero todavía lo suficientemente excitado como para no detenerse.

Lehnsherr liberó un momento la cola de su amante, siguiendo el camino con la siniestra hacia el trasero del lince ibérico, tanteando con sus dedos el orificio entre las nalgas, algunas manchas como las de sus flancos y cuello comenzaron a tomar forma y color en ellas, naciendo desde la base de la cola felina.

— Gírate, Charles.

Ordenó. Y su voz ronca enardecida de deseo fue suficiente mandato para que el telépata obedeciera, dejando entonces en alza su trasero frente al rostro del amo del magnetismo, en tanto él continuaba con su labor, bombeando el falo caliente y duro de su amante, llenándolo de saliva porque, lo sabe, quiere saborearlo dentro de su cuerpo.

— Nyaow~.

Maulló, de nuevo, sus orejas se irguieron y su cola se levantó en respuesta al par de dedos que se introdujeron de una en su interior, arqueando la espalda y agitando su cadera, buscando más contacto con aquellos intrusos que jugueteaban en sus anillos rugosos.

— Que cuerpo tan lascivo tienes ahora, Charles.

— Deja de hablar, y mueve tus dedos, nyaow~.

— Pero quiero mover más que mis dedos. Acomoda ese trasero tuyo, Charles.

Los movimientos felinos del telépata encendieron otro poco al amo del magnetismo, en poco estaba ya perfilando la hombría del polaco en su entrada, algo caliente, mojada y punzante. Deseoso del placer que le prometía el falo de su amante.

— ¡Mgh~ nyaow~~! — Su maullido/gemido sonó en la habitación con fuerza… — ¿Por qué estás más grande que antes, Erik~?

— Qué se yo, debe ser porque me pones así de caliente, Charles. Vamos, muévete, ¿o necesitas ayuda?

El telépata frunció el ceño casi ofendido, luego comenzó a dirigir las estocadas que recibía. El falo del amo del magnetismo le llenaba por completo cada que entraba profundamente en él.

— ¿Estás así porque eres un wolfdog?

— Tal vez. Y, quizá sea difícil salir cuando te llene de mí, Charles.

— ¡Nyaow~! — El telépata incluso lloraría de placer.


Una semana, o dos, realmente se iban volando. Y muchas cosas cambiaban. Las características felinas y caninas finalmente se han “ido”. La “vacuna” echa por los genios ha sido aplicada un par de días atrás.

T-Challa no ha vuelto de Wakanda –Pietro y McCoy han debido viajar para administrarle la vacuna. Bien, Pietro se ha pegado por cuenta propia porque, ¿cómo iba a permitir que otro hombre tocara a su novio? Sí, era celoso el adolescente–. Sus deberes reales han demandado su atención. Pero, cuando Pietro estuvo por allí, terminó quedándose un par de noches (no volvió porque quisiera, sino porque ¡debía ser un poco más maduro!), obviamente fue imposible que tuviesen su primer encuentro sexual durante ese tiempo.

Hank y Bruce lo llevan bien. Aunque todavía hay momentos en los que su relación parece más lujuria que sentimientos. El sexo es diario, y las charlas suelen ser relacionadas a sus respectivos proyectos científicos. Pero irse a dormir teniendo sexo, y despertarse haciendo lo mismo, honestamente era lo suficientemente placentero como para poner en tela de duda.

Wanda con Visión no ha tenido grandes avances. Pero ¡son novios! Charles lo ha aprobado, después de la peculiar charla con el androide. Obviamente, de momento, Erik no lo sabe, así que están en una especie de relación clandestina que, de todas formas, no tardará demasiado en salir a la luz.

Peter con Wade. Bueno, sexo, sexo, y más sexo. ¿Hace falta decir algo más? Sí, la virginidad del adolescente finalmente ha sido “tomada”.

Steve y Tony, felices como perdices todos los días. Experimentando –según el multimillonario– diversas posturas para favorecer el embarazo del capitán. Particularmente porque le apetecía tener gemelos.

Finalmente, Natasha y Barton, más que felices. Ambos tienen la sensación de que sí, en cualquiera de esos días podrían saber que la pelirroja está embarazada.

Cada familia ha vuelto a sus vidas con normalidad. Lo que ha significado cierto “problema” para McCoy y Banner, cuya relación a distancia no lo llevaría muy bien cuando estaban acostumbrados a la intimidad todos los días.

— ¿Por qué no vienes? Puedes trabajar conmigo en los laboratorios, Hank.

— Tengo mis propios proyectos aquí, Bruce. En tal caso puedes venir tú a trabajar conmigo.

El suspiro fue mutuo. La charla vía telefónica no iba a llevarlos particularmente a un acuerdo en el que estuvieran conformes ambos.

— Vamos a tomarlo con calma, ¿bien? podemos comenzar con visitarnos cada fin de semana. Puedo ir primero yo, y después vienes tú. Y de esa manera seguir viéndonos, Hank.

— Está bien, Bruce.

— No te escuchas muy animado.

— Es porque solo podríamos vernos realmente un día. Es tan poco tiempo.

— Ya pensaré en algo mejor, ¿sí? Pero, por ahora, necesitamos comenzar por no dejar de vernos.

— Bruce, ¿realmente vas a extrañarme?

— Por supuesto que sí. De hecho, ya te extraño. Todo y que apenas te fuiste esta mañana, Hank.

El “Bestia” se acomodó los anteojos mientras se levantaba de su sitio, permanecer sentado no le ayudaba a calmarse. Y le daba vergüenza recordar que esa mañana se habían despedido haciendo el amor, y que el semen del hulk ha permanecido en su interior hasta que volvió a la Mansión Xavier, que ha tomado la ducha y se ha masturbado recordando lo que hicieron esa mañana.

— ¿Hank?

— Estoy inquieto, Bruce.

— ¿Caliente?

— No lo digas, ng.


Un mes, ese tiempo ha transcurrido desde que dejaron de ser “animales”. Las consecuencias, aparecieron. Los síntomas de Natasha son obvios, la fuente de éstos, también. El examen de sangre es casi un trámite nada más. Está embarazada. Y es sumamente feliz, Barton igual.

— Tiraremos la casa por la ventana para celebrarlo, Nat.

— ¿En serio? — Dijo ella juguetona. Con esa personalidad coqueta que le transpiraba por los poros.

— Sí. Debemos hacer un montón de planes. Una casa de verdad, con un amplio jardín, tener mascota. Empleos “normales”, al menos como cubierta, realmente dudo que podamos dejar de ser Vengadores.

— Eso me gusta, Clint. Un gato y un perro como mascotas. He visto unas casas bonitas en los suburbios, pero también podemos mirar en el centro de la ciudad.

— Mientras no esperes que seamos vecinos de Tony.

Ella se rio de buena gana. Mientras Barton le cargaba en vilo y la sentaba en la mesa del comedor comenzando a besarle.


Las felicitaciones de parte de sus amigos –familia “postiza”– no tardaron en llegar. Stark incluso ha ofrecido regalarles la casa que quieran donde quieran. La feliz pareja no se haría de rogar, buscarían una que les llenase el gusto y aceptarían el presente del multimillonario.

— Steve, ¿tú no tienes síntomas?

— No me he sentido diferente, Tony.

El desanimo del Ironman fue evidente. Pero el capitán estaba mintiendo, solo un poquito. Síntomas sí que ha tenido.

Y habían comenzado apenas unos cuantos días atrás. Sin embargo, dada su condición de “súper soldado”, era difícil que los síntomas de embarazo se presentaran evidentes en él, o incluso siquiera que alteraran significativamente su ritmo de vida. Antes, cuando estuvo embarazado de Peter, si no le decía a Tony que lo estaba, el multimillonario ni se hubiera enterado. Salvo cuando el vientre ya le abultara, obviamente. Ahora, parecía que sería lo mismo. No, no se ha hecho la prueba de sangre para asegurarse de estarlo, pero Steve lo siente, como “madre” con experiencia, está seguro de ello. Naturalmente, acudirá de cualquier forma con su amigo Bruce, para que le diga al menos cuánto tiempo tiene.

La cosa no termina allí, con Natasha y Steve esperando “la cigüeña”. Xavier también ha comenzado con los síntomas. Y siendo quien es, dados sus poderes mutantes, está consciente de la otra vida gestándose en su interior. Así como lo estuvo en el pasado por sus gemelos. Hoy, sin embargo, no parecía que vinieran en paquete doble. Un bebé Lehnsherr-Xavier estaba en camino.

Cuando hablaron por teléfono, Steve y Xavier supieron de inmediato el estado del otro solo con ver la mirada del otro en la pantalla.

— ¿Tony lo sabe, Steve?

No se lo he dicho aún. Mañana Bruce me hará la prueba de sangre. Y entonces en la cena se lo diré en cuanto vuelva del trabajo. Estoy nervioso a pesar de que es algo que Tony está esperando con ansias. Y no sé cómo Peter vaya a tomárselo~. Es un adolescente, pero de pronto tendrá un hermanito.

— Seguro que será feliz, Steve. No deberías ponerte tan nervioso. Peter es un gran chico, se pondrá contento cuando sepa que tendrá un hermanito para proteger.

¿Qué hay de ti, Charles? ¿Tu familia lo sabe ya?

— La verdad es que no. Supongo que estoy haciéndola de emoción. — Dijo, riéndose incluso un poco… — Pero creo que mi Wanda lo sabe. Tal vez, igual que yo, ella puede presentir la nueva vida creciendo en mi vientre. Quiero decírselos el fin de semana, cuando Erik vuelva.

Oh, es cierto, dijiste que estaba en un viaje junto a Hank. ¿Es bueno que sea Erik quien atiende ese tipo de encuentros con políticos internacionales?

— Sé que su personalidad no es fácil. Pero confío en Erik, él ha cambiado bastante. Adora a su familia, por lo que no hará nada que ponga en riesgo su felicidad. Además, por eso Hank lo acompaña. Si algo no va bien, él me avisará. O yo lo sentiré, lo que suceda primero.

¿Mantienes el lazo psíquico con Erik?

— Lo hago, pero si él llegara a ponerse su casco, entonces yo lo perdería.

Hace tiempo que rara vez lo usa, incluso en batalla, ¿verdad?

— Porque Erik sabe que me preocupo.

Ustedes realmente se complementan muy bien.

— Lo dices como si Tony y tú no lo fueran.

Oh no, no quise decirlo de esa manera. Tony y yo también nos complementamos, a pesar de que realmente somos tan diferentes. Pero, él me ama, y me lo demuestra todos los días. Al principio fue difícil, siempre que Tony no estaba o salía a alguna fiesta, me preguntaba en qué momento me dejaría por cualquier mujer. Pero, lentamente, empujando cada día sus sentimientos en mí, finalmente me di cuenta de que era sincero cuando decía que me amaba, y que haría su vida conmigo.

— Es asombroso lo que el amor puede conseguir incluso en hombres como Tony, o como Erik, ¿cierto?

No parece que con Erik hayas tenido particularmente problemas, Charles.

— ¡Pero los tuve~! Dado su carácter, Erik y yo peleábamos a menudo. Y nos reconciliábamos en la cama.

Charles dijo. Pero fueron las mejillas de Steve las que se tiñeron de rubor. Honestamente, el telépata no solía tener pelos en la lengua cuando hablaba con él de lo que fuera. En cambio el capitán, siempre se sentía abrumado por ciertos temas. Quizá porque, inevitablemente, su sistema de creencias fue construido décadas atrás, y aún tras su descongelamiento e integración al mundo actual, mucho de aquello permanecía intacto en su mente.

— Dije algo incómodo para ti, ¿verdad?

No, bueno. Sí, un poco.

— ¿Cómo hablas del sexo con Peter, Steve?

¿¡Eh!?

— Lo haces, ¿no?

Eso. Nh, bueno. No exactamente.

— Oh. Deberías, Steve. Ya sabes, es un chico adolescente, sumamente guapo. Con cierto Wade Wilson detrás de él.

El capitán se cubrió el rostro con las manos. Entiende lo que su amigo Charles dice. E incluso él se ha dado cuenta de que “algo” ha surgido entre su hijo y el mercenario. Pero tanto como, ¿sexo?

Tengo que cortar, Charles.

— Está bien~. Saludos a la familia, Steve.

Tras dar por terminada la videollamada con el capitán, el telépata se sintió un poco, solo un poquito culpable por tocar fibras “sensibles” en el ojiazul. Mencionar lo de Peter y Wade ha sido intencional.

— Eso ha sido un poco malvado, papá Charles.

— Oh, Wanda. No es malvado si el fin último es noble.

— Sabes que a tío Steve y a tío Tony les desagrada por completo Wade. Detonará una bomba en su casa. Probablemente de una forma bastante literal. Peter realmente está saliendo con ese pervertido DeadPool.

— De la misma forma en que Pietro sale con T-Challa y tú con Visión, Wanda. Son sus decisiones, sus sentimientos; e incluso si nosotros, sus padres, no podemos entenderlo o estamos totalmente de acuerdo en sus elecciones, todavía es nuestro deber respaldarlos. Y asegurarnos de que sean felices.

La muchacha admitió mentalmente que las palabras de su padre eran convincentes. Llevó una paleta a su boca y suspiró.

Pero es tan difícil. Quiero vivir más cerca de Visión. De esta manera solo podemos reunirnos los fines de semana. Y siempre que no tenga demasiadas tareas de la escuela. ¡Es tan difícil ser adolescente todavía~!

— Wanda, ¿dónde está Pietro?

— Eh, probablemente en Wakanda. Ya sabes, aprovecha su habilidad para desplazarse a toda velocidad, por lo que, si quiere ver a su novio.

— Ese chico, incluso si sabe que T-Challa está ocupado.

— Pero, se conforma con mirarle unos minutos, luego vuelve a casa, papá Charles.

— Lo sé. Pero, no creo que T-Challa piense igual que Pietro.


El rey se ha dado cuenta de la presencia de su joven amante desde que entró, a hurtadillas, en el amplio salón donde estaba revisando algunos proyectos relacionados con la economía de su país. Los guardias apostados afuera de su “oficina” seguramente ni se han enterado del muchacho, mientras que él más que haberlo “visto” entrar, ha percibido su aroma. Una capacidad que, al parecer, le ha quedado después de haber sido una pantera negra durante varios días antes.

— Está bien, Pietro, no necesitas esconderte allí. Ven.

El mellizo chasqueó la lengua. Hacía días que, por más sigiloso y rápido que intentaba ser, sencillamente no podía ocultarse de su novio.

— Hoy estás leyendo, ayer tenías una reunión con un grupo de personas importantes de Europa. Realmente eres un hombre ocupado, T-Challa.

— Es porque soy un rey.

— Como el Presidente de mi país, ¿cierto?

— Sí.

— Me iré, no te interrumpiré más.

— Espera, Pietro. Voy a tomar un descanso para ducharme, ¿quieres venir?

— ¿Eh? A, a ducharme, ¿contigo?

— Sí. ¿No quieres?

— ¡Sí, voy!

T-Challa sonrió, francamente divertido con las reacciones tan puras e inocentes de su joven amante. A pesar de que ellos han tenido ya su “primera vez” –venga, que lo que el rey quiere decir es que él ha tomado la virginidad de Pietro, porque, obviamente, él había estado con mujeres antes–, el mellizo todavía se emocionaba cada vez que su maduro amante le hacía invitaciones sinuosas como aquella. Le gusta el sexo que el rey le ofrece, pero todavía siente como que “todo lo hace el rey”.

— ¿Estás preocupado, Pietro?

— No, para nada. Por qué debería.

El rey sonrió, lascivo a decir verdad. El mellizo era adorable cuando negaba lo que saltaba a la vista. Si sus sonrojos no se expandieran hasta sus orejas, o no temblara de emoción, él tal vez le creería.

Caminar por los largos pasillos de su “casa” solo conseguía aumentar la ansiedad de Pietro. Generalmente se encontraban a un montón de guardias, empleados de confianza y otros “sirvientes”, y él conseguía sentirse un poquito más avergonzado porque, ¡no hay manera de que no sepan lo que hacen cuando se encierran en su habitación!

Además, suelo salir vestido con otra ropa. O con la ropa arrugada, y oliendo al jabón de su baño. ¡Agh, tan vergonzoso~! ¿Por qué tengo que ser el de abajo? Probablemente sería diferente si yo lo tomara a él.

— Todavía te falta crecer mucho más para conseguir domarme a mí, Pietro.

— ¡Cómo supiste lo que estaba pensando, T-Challa! — Sorprendido por lo acertado de las palabras de su amante, el mellizo se sonrojó todavía más.

— Te sonrojas adorablemente. Y has estado mirándome el trasero tan ardientemente.

El mellizo atinó a cubrirse el rostro con las manos, y desear darse de topes contra el muro, o algo como que la tierra se abriera y le tragase. El rey se rio de buena gana, y cuando el mellizo se enfurruñó acusándole de ser un tirano, el de tez negra le jaló acelerando el paso hasta sus aposentos, empujándole dentro y besándole apasionadamente apenas cerró los amplias puertas de entrada. Pietro jadeó, sintiéndose débil a esos labios gruesos que calentaban al primer beso todo su cuerpo.

— Hoy te irás con ropa mía, Pietro.

— ¿Eh?

T-Challa comenzó a arrancarle las ropas a Pietro, literalmente.

— ¿Cuándo te pusiste tu guante, ngh~?

— Eres veloz, Pietro, pero una vez que atrapo tu mirada con mis ojos, eres incapaz de ver más nada.

— Ngh~ eres tan, tirano.

— Sí, sí. Un rey tirano que solo quiere esclavizarte, Pietro.

— ¡Angh~ T-Challa~ ngh no, tan pronto~!

Obviamente, no sería escuchado. Y T-Challa siendo el monarca que es, no obedecía los mandatos de nadie. Así que su mano continuó “torturando” su miembro, masturbándole majestuosamente; al mismo tiempo en que sus dedos trabajaban dentro de él, preparándole. Al menos se había quitado el guante y no le estaba tocando dentro con sus “uñas”, aunque igual había sido una sensación placentera.


Una noche después, Tony gritó de emoción cuando Steve le mostró los resultados de la prueba de sangre, dando positivo para el embarazo.

— ¡Sí, sí, sí! ¡Estoy tan feliz, Steve! ¡Vamos a celebrarlo en grande! ¡Hagamos una fiesta con todos!

El capitán asintió, sonriendo dulcemente mientras Tony parloteaba y parloteaba sobre lo que haría. Tiraría la casa por la ventana.

Peter estaba feliz también, tener un hermanito le venía bien. Ahora, lo que realmente le preocupaba era cómo decirle a sus padres, que estaba oficialmente saliendo con Wade.

Ah, no puedo decirlo ahora, están tan felices. Ng, estoy en un pequeño problema~.

En medio de la euforia por la noticia del embarazo de Steve, Peter de pronto se supo en medio de un abrazo honestamente asfixiante, y no era precisamente por la fuerza de su papá Steve, sino por la emoción de su papá Tony que estaba completamente desbordada.

— Un momento, papá Steve, ¿papá Tony se puso así de contento cuando me esperabas a mí? No es que esté celoso ni nada, solo, me parece raro.

— ¿Qué si me puse contento? Peter, eras nuestro primer hijo, ¡por supuesto que lo estuve!

— Tu padre estuvo tan feliz, que no pude despegármelo durante los siguientes ocho meses hasta que naciste, incluso si lo intenté de muchas formas, él parecía una extensión de mí. Todo el tiempo con una sonrisa de oreja a oreja, nos mimó bastante, Peter. Aunque fue un poquito molesto tenerle 24/7 junto a mí~.

— Eres raro, papá Tony.

— ¡Qué! ¿Por qué es raro que me emocione tanto? ¡Vamos a ser papás! ¡Y tú tendrás un hermanito, o hermanita!

— Sigue siendo raro que seas tan entusiasta. No pega con tu imagen de multimillonario playboy, papá.

El morocho carraspeó, tomó a su hijo por los hombros y solemnemente dijo.

— Que mi propio hijo piense que tengo imagen de playboy, me hiere. ¿Cuántas novias has tenido hasta ahora, Peter?

— Ninguna.

— Entonces, solo heredaste el intelecto de mí, eh. Steve, que nuestro segundo bebé se parezca más a mí, ¿sí?

Rogers revoleó los ojos. Y honestamente le ignoró. Mientras que Peter comenzaba a reclamar si es que no le consideraba buen hijo, entre un largo etcétera y cómico dimes y diretes que se lanzaron padre e hijo mientras el ojiazul comía calmadamente, y Visión se preguntaba el significado de una familia así de feliz.

Me pregunto cómo podría yo hacer feliz a Wanda si no puedo “ayudarle” a tener hijos. Aunque podamos intimar, mi cuerpo no produce esperma.

Las preocupaciones del androide de cualquier manera no iban a terminar allí. Realmente piensa que debe pensar en algo para el futuro, para el momento en que Wanda, quizá, quiera tener hijos propios. Y cómo él probablemente tendría que salir de su vida. Ahora la melliza es adolescente, y según todo lo que ha conocido acerca de los humanos en dicha etapa, son algo inmaduros, volubles y se ilusionan con facilidad. Aunque también ha llegado a pensar que tal no es precisamente el caso de Wanda, porque ella como su hermano o el jovencito Peter, no son unos adolescentes “comunes y corrientes”, poseen una singularidad específica, debido a la familia de donde provienen y la crianza que han recibido.

Aún así. ¿Qué haré dentro de algunos años, cuando Wanda sea todo una mujer?


Stark cumplió con lo dicho. Y celebró a lo grande la noticia del embarazo de su amante. Erik hizo lo propio cuando supo que Charles también estaba en la dulce espera. Así, junto a Natasha, la travesía durante los siguientes meses fue digna de película al Oscar, o algo. Porque realmente hubo aventuras por doquier. Tony había vuelto a tener ese comportamiento empalagoso que desquició en más de alguna ocasión a Steve.

— También tuvimos mucho sexo. Mucho, del bueno, sexy, sensual y caliente sexo.

— ¿Es todo en lo que piensas, Stark?

— ¿Qué? ¿No es eso lo que un hombre sano, capaz de satisfacer a su pareja, piensa, Lehnsherr?

El amo del magnetismo carraspeó. Incapaz de contradecirlo.

— Apuesto a que con Charles también estuvieron haciéndolo mucho.

— No te incumbe, Stark.

— Pero lo hicieron, eh… — El multimillonario sonrió divertido… — A Charles se le notaba en la cara.

— Y cómo dices que satisfacías a Steve si nunca le noté nada en la cara. Es más, a veces parecía que quería mandarte lejos de una patada… — El polaco dijo con sorna.

Stark frunció el ceño. Su orgullo estaba siendo criticado. ¡Injustamente!

— Steve estuvo más que satisfecho. Se ponía de mal humor solo porque no lo dejaba ni a sol ni a sombra.

— Así que eres de los esposos empalagosos.

— Solo me aseguraba de cuidar apropiadamente a mi esposo.

— Sí, claro. Pobre Steve.

— Yo compadezco a Charles, en serio tienes un humor de perros, Lehnsherr.

— Jódete.

— Tú primero.

Más allá, esperando su hora para entrar a quirófano y traer a sus bebés al mundo, Rogers y Xavier suspiraban con aire fastidiado. Era mala idea que sus embarazos se hubiesen sincronizado a tal punto, porque sus respectivas parejas simplemente entraban en conflicto siempre que se encontraban.

— Así que, parece que estamos destinados a tener una buena relación de por vida, ¿verdad, Steve?

— Tal parece, Charles. De cualquier forma, ¿crees que sea destino que nuestros hijos vayan a ser otra vez de la misma edad?

— Supongo que puede ser. Lo que más me intriga ahora es…

— Si llegaremos a emparentar… — Dijeron al unísono. Sonriendo divertidos por la idea. Mientras que Stark y Lehnsherr, habiéndoles escuchado, discrepaban definitivamente de tal “locura.

— ¿Por qué nuestros padres son tan difíciles? — Peter dijo, esperando junto a los mellizos afuera, pero enterándose de todo.

— Porque actúan como niños… — Wanda respondió.

Peter y Pietro asintieron, de acuerdo con la melliza.

Más tarde los jóvenes de ya 17 años, conocieron a sus hermanitos. La familia Stark-Rogers se incrementó por cuenta doble, niña y niño. Mientras que los Lehnsherr recibieron a un varón. Unas semanas atrás, Natasha había dado a luz a gemelos también, varones para ser exactos.

Lo más significativo, de momento, de los bebés era la peculiaridad de su apariencia. Orejas y colas felinas y caninas juguetearon entre ellos. McCoy y Banner sugirieron que tal “mutación” pudo deberse al momento en que los bebés fueron concebidos, y no estaban seguros de que dichas características fueran a desaparecer con el tiempo, tampoco era recomendable aplicarles vacuna alguna de momento, hasta que pudieran saber más sobre sus estructuras genéticas. De cualquier forma, para sus padres y hermanos, aquello no era importante, les amaban enteramente igual.

— Son tan monos~.

— Vamos, Peter…— Rogers le sonrió a su primogénito, dándole ánimos para que se animase en cargar a su hermanita.

— Anda, Pet, estará bien. — Stark también animó, asegurándole que estaría bien. Incluso le mostró cómo cargar a la bebé, haciéndolo con su otro pequeño.

— ¡Wow! Esto es increíble~. Hey, hola nena, soy tu hermano Peter. Voy a cuidarte a ti y al galán por allá, muy bien, mh. ¡Oh, mira papá, está sujetando mi dedo!

— Por supuesto, es porque le gusta su hermano mayor.

Al igual que Peter, Pietro cargaba a su hermanito, mientras Wanda se deshacía de amor entre los gemelos de Natasha y Clint. La familia sí que había crecido.


Casi un año más tarde. En el departamento de cierto mercenario.

— ¡Wade idiota, te corriste dentro!

Cierto héroe arácnido de 18 de edad, salía de la ducha con cara malhumorada –obviaremos de momento la desnudez–, rojo hasta las orejas y escurriendo agua. Así, con esa vivaz energía, se le fue encima a su amante, golpeando a diestra y siniestra a DeadPool, que si bien se defendía, no lo intentaba con la suficiente fuerza. ¿Por qué? Bueno, él no perdía oportunidad de disfrutar el contacto físico de su joven novio. Particularmente si iba desnudo –igual que él– y lo tenía sentado en su pelvis.

— Wade, ¡por qué carajo estás metiendo tu pene en mí otra vez~! ¡Ngh~!

— Ups, lo siento arañita~. Es que estabas aquí, y accidentalmente mi pene se perdió entre tus nalgas. No es mi culpa que tu culo esté todavía blando, mojado y caliente como para entrar fácilmente. — Dijo, descarado como solo él puede ser. Empujado la cadera de su novio contra su pelvis, entrando profundamente en él.

— ¡Mgh~ estúpido Wade~!

— Te quejas y me maltratas, pero tu cuerpo no me engaña. Mira nada más quién se ha puesto duro de nuevo también, arañita~.

El castaño maldijo entre dientes, temblando y apretando su interior cuando el Pool tocó su próstata. Sus manos fueron a dar al musculoso torso del mercenario, apoyándose allí mientras, involuntariamente –sí, cómo no– su trasero botaba de arriba abajo, extasiándose de placer.

El mercenario se relamió lascivamente los labios. Por supuesto, se correría de nuevo en su interior. ¿Era su culpa que tuviese curiosidad por disfrutar del contacto carne a carne cuando lo penetraba salvajemente? No, ¿cierto? Es completamente normal, después de que llevaban dos años saliendo ¡y siempre usando condón!

— ¡Ngh~ Wade, qué, qué hacen tus dedos dentro~! Mgh~.

— Eres tan goloso, Peter.

— ¿Qué? ¡Ngh~ no muerdas Wade~!

Naturalmente, Peter terminó lleno de marcas. Algunas de ellas visibles en el cuello. Imposible de ocultar para sus padres. La bomba finalmente iba a explotar, aunque está seguro de que, particularmente su padre Steve, sospecha de su relación amorosa-sexual con Wade. Pero, milagrosamente –o tal vez simple autocontrol, y el capitán vaya que podía presumir de ello–, hasta el momento, después de dos años, había permanecido clandestinamente.

— Peter.

— ¡Oh por dios! Que susto, papá Steve.

— De dónde vienes tan de madrugada. O mañana debería decir.

— Esto. Estuve, ya sabes, ayudando en la ciudad.

— Ni siquiera tienes puesto tu traje. Y por qué hueles a jabón. ¿Cuello de tortuga en pleno verano?

El menor tragó hondo. Ha llegado a su propio límite. Tendrá que confesarlo.

— Papá Steve, la verdad es que yo…

— Está bien, lo sé. Pero cuando Tony se entere, no se lo tomará con tanta calma como yo, así que, ¿podrían al menos ser más discretos?

— Yo lo intento, papá. Es el idiota de Wade el que nunca me escucha… — Dijo, y vio la ira centellar en los ojos azules de su padre. Sus puños tensos y la venita en la sien palpitando, o los músculos de sus brazos endureciéndose… — Eh, papá Steve, respira profundo y…

— Peter.

— ¡Sí, señor!

— Toque de queda para ti a partir de hoy.

— ¿Eh?

— Diez de la noche, asegúrate de cumplir.

— Pero…

— Sube y duerme un poco al menos.

El castaño suspiró, mejor no decir nada o sería peor la cosa.


Un mes después, los días se pusieron turbulentos cuando, por esas cosas de la vida que suceden cuando se tiene sexo sin protección, Peter y Pietro comenzaron a tener síntomas de embarazo. Contarlo a sus padres fue inevitable. Que dos hombres tuviesen que correr por sus vidas –literalmente– solo era el curso natural. Ya saben, causa-consecuencia, acción-reacción. O algo de todo eso.

— ¡Wade, prepárate a morir, imbécil!

— T-Challa, mejor que tengas dónde esconderte de mí.

Tony y Erik tendrían una agitada tarde ese día. Steve y Charles tendrían una charla muy interesante con Peter y Pietro. Y sus hermanitos, que ya andaban por ahí con sus juguetonas piernitas, aprenderían con el pasar de los años que ser parte de estas familias no era sencillo. No señoras y señores, no lo es.


Si tuviesen que ofrecer alguna especie de epílogo ese sería sencillo, y rápido. Los gemelos Stark-Rogers no perdieron sus características animales con el pasar de los años, y por el contrario desarrollaron otras habilidades especiales –mutantes, en palabras de McCoy y Xavier–. ¿Fuego, invisibilidad? Tal vez, cosas por el estilo. De la misma manera, el hijo de Natasha y Clint, quien además mostró habilidades atléticas sorprendentes. Mientras que el hijo de Charles y Erik, bueno, al parecer dominaba una fuerza muy superior, o algo.

La guinda del pastel no vino propiamente de los hijos que concibieron Peter y Pietro, pequeños que serían los mejores amigos y que, desde el vientre de sus “madres” ya mostraron ser diferentes en muchos sentidos. Como se decía, la guinda del pastel vino cuando, alrededor de los diez años de los gemelos Stark-Rogers y el menor Lehnsherr-Xavier, McCoy también se embarazó, dando a luz a un pequeño genio que superó el intelecto de sus progenitores y que, como era de esperar, desarrolló habilidades –o poderes mutantes– que no tenían precedente.

Sin embargo, como suele pasar, esas eran páginas de historias que no se relatarán aquí.


FIN

2 comentarios:

  1. Creí que te había perdido T-T , ¿por que dejaste AY ? , No hay problema ahora te voy a seguir aca :D ,¿vas a reunir tus otras historias ?

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola ñ.ñ
      Dejé A-Y porque cuando fue jaqueado, adiós cuenta ;D
      Que bien~ acá seguimos leyéndonos y ojalá que te gusten los fics~

      Recuérdame qué otras historias ;D debo reconocer que entre lo que subía en mi fb personal y lo que llegué a publicar tengo lagunas mentales, así que si te interesa alguna historia en particular, no dudes en hacérmelo saber~ sea aquí o inbox en la pag de fb~

      Borrar

Disculpen las molestias, pero se eliminaran los comentarios con contenido de otras parajes fuera de las que se abordan en este blog, esperamos su comprensión