El
alba asomó por la ventana dándole los buenos días a la pareja bajo las
revueltas mantas. Las ropas desperdigadas por toda la habitación junto a
calzado y algunos condones, encuadraban a la perfección la apasionada noche que
han tenido. Banner fue el primero en despertar, mirando al aún dormido McCoy
felizmente acurrucado a su lado.
—
Ah, he dejado un montón de marcas… — Susurró para sí, sonriendo con un dejo de
nerviosismo las marcas rojizas que estaban regadas por la piel del genio
“Bestia”.
Además,
en el aire quedaba el olor a sexo y había semen “seco” manchando sus cuerpos.
Sabe también que algo de aquello hay en las sábanas. Lo han hecho como
auténticas bestias toda la noche, o casi toda. Había visto el reloj marcar las
4:15 la última vez que intentó controlarse a sí mismo, pero todavía lo han
hecho otra vez después de eso.
—
Ng, entonces he dormido nada. Pero, saldré silenciosamente de aquí. Será mejor
dejar que Hank descanse un poco más.
Banner
dejó la habitación con sigilo, satisfecho porque McCoy no había despertado.
Bajó a la estancia, sin sorprenderse de que solo Visión estuviera allí. Era así
todas las mañanas después de todo. No solo porque el androide básicamente no
necesitaba de tales funciones como el sueño, sino porque, inevitablemente,
siempre terminaba encerrado en la cocina preparando el desayuno. A veces Rogers
lo acompañaba (cuando conseguía escapar del lujurioso Stark), y cuando sus
amigos estaban en la mansión como ahora, Xavier también solía incluirse
temprano.
—
Hoy estás solo, Visión.
—
Al parecer los Sres. Xavier y Lehnsherr estuvieron entrenando hasta la
madrugada, Pietro les acompañaba, por lo que deben estar dormidos todavía. El
Sr. Rogers vino hace un momento, pero fue a ducharse. El Sr. Stark está en su
laboratorio, creo que está construyendo algo. El joven Peter está dormido, y la
señorita Wanda, también.
—
Oh, hubo una pausa con Wanda. Noto algo
raro en Visión desde hace un par de días. ¿Estaré viendo cosas donde no las
hay?
—
Natasha y Clint dijeron que saldrían, al parecer quieren experimentar otras
formas para embarazarse. Y bueno, usted sabe muy bien lo que el joven McCoy
está haciendo.
—
Sí, sí. Mh, Visión, ¿está bien para ti todo lo que está pasando? Me refiero a…
—
¿Las hormonas alocadas de todos? — Sugirió el androide, sonriendo con aire
afable… — No me sorprende de forma particular, al parecer esta mutación vino
con el celo, por lo que encuentro normal que todos se sientan atraídos
sexualmente a sus parejas. Aunque no estaba seguro de que usted y el joven
McCoy lo fueran. Felicidades, Dr. Banner.
—
Ah, gracias… — No muy seguro del por qué era felicitado, Banner prefirió no
indaga ni darle cuerda al androide.
Al
poco llegó Rogers, y no mucho después Xavier. La mañana inició con la ausencia
de T-Challa pero un animado Pietro que charlaba felizmente con su hermana y
Peter. El día anterior todos habían acordado mantener sus formas caninas y
felinas al menos una semana más. Porque simplemente era divertido –mentira, en
el caso de Stark y Lehnsherr, que en realidad han puesto por encima el instinto
sexual– y no tenían razón alguna para renunciar a tales características de
momento. Eran como unas vacaciones necesarias para relajar la mente, y el
cuerpo (si es que entendemos el énfasis al respecto).
Una
semana de sexo, sexo y más sexo. Honestamente, para Stark, Lehnsherr y Barton
no había otra prioridad con sus respectivas parejas. Peter y Pietro apenas
podían mantener el calor hormonal en sus cuerpos sin buscar el alivio en los
hombres que, repentinamente, parecen haberse convertido en su todo. Wanda es la
más “tranquila”, sin embargo es así porque sus avances e intentos de seducción
con Visión eran mucho más sutiles, como finos hilos que poco a poco han ido
atrapando la atención del androide. Una atención que, después de tantos
esfuerzos, ha dado frutos.
¿Por
qué le ha besado? Visión no lo sabe, su cuerpo se ha movido casi por sí mismo.
Y Wanda, la melliza se siente frágil y hermosa en sus brazos.
Al
separarse, Visión no encuentra palabras para justificar su atrevimiento. Wanda,
ella sonríe entre asombrada y anonadada. Un beso. El hombre que ama, le ha
besado.
—
Wanda, yo…
—
Por favor, Visión, si has de disculparte por lo que has hecho, prefiero que
guardes silencio, de lo contrario, vas a herir mis sentimientos.
El
androide selló los labios. Pero sabiendo que tal silencio podría ser
interpretado de aquella manera, se esforzó por encontrar las palabras adecuadas
y expresar sus verdaderas, emociones.
—
Aunque soy un androide, pienso que algo, diferente
dentro de mí movió mi cuerpo y por eso, te besé Wanda. Pero, incluso si no
estoy arrepentido en absoluto, encuentro necesario disculparme ya que ha sido
una acción que no puedo entender.
—
“V”, para nosotros las emociones no siempre pueden explicarse, tampoco los
sentimientos. Esto que hiciste al besarme, es algo como eso.
—
Wanda, soy un and…
—
No me importa lo que seas… — La melliza dijo de pronto. Visiblemente molesta,
tal, que sus dones mutantes se mostraron con esa aura escarlata que desprendía
de las puntas de sus dedos y se reflejaba incluso en sus pupilas… — No me
importa lo que otros piensen, si yo te gusto entonces para mí está bien.
—
Wanda, ¿sabes lo que dices? ¿Comprendes todo lo que significaría estar con
alguien como yo?
—
Sí, sé que significaría ser feliz, “V”.
—
¿Wanda?
—
Papá Charles.
—
¿Vienes, hija?
—
Yo, papá Charles.
—
Sr. Xavier.
—
Quisiera hablar con mi hija a solas, Visión. Después, si necesitas decirme
algo, te escucharé.
—
Como usted desee, Sr. Xavier.
—
Wanda. — La melliza miró de hito en hito a Visión y a su padre. Se pregunta si
es que les habrá visto y le entra una sensación de temor. Teme, no ser
comprendida… — Wanda, vamos. — Charles vuelve a llamarle.
Y
ella entonces siente que no tiene más remedio que seguirle.
—
Tengo que manejar esta situación lo más
sutil posible. Si Erik se entera ahora, seguro pierde los estribos. Lo ha hecho
bien con T-Challa, pero considerando que estos días no estará cerca, creo que
ha ayudado a su humor. Sin embargo, Visión es otro tema.
Pensando,
el telépata siguió el camino hasta una terraza que había en la parte lateral de
la mansión Stark. Por supuesto, piensa que sería mejor tratar estos delicados
temas en su propia casa, pero ya que extrañamente han decidido quedarse, no
tiene demasiadas alternativas. La melliza ha seguido a su padre en silencio,
inútilmente trató de leer al menos un poco la mente de su progenitor cuando la
barrera que normalmente protege la poderosa mente del telépata le impidió
siquiera una “mirada”.
—
Wanda, ¿estás enamorada de Visión?
—
Sí. Y no pienso retractarme en absoluto, papá Charles.
—
No espero que lo hagas, Wanda. Es difícil entender que te hayas enamorado de
él, solamente eso.
—
¿Por qué es tan difícil? ¿Porque es un androide a ojos de todos?
—
Sí, no puedo negarlo, Wanda. Pero, de la misma manera en que respeté los
sentimientos de tu hermano, respetaré los tuyos. Si Visión te gusta, yo voy a
apoyarte, pero quiero que estés consciente de que es una relación que puede o
no funcionar, de muchas maneras, hija.
—
Lo sé, papá.
—
¿Es la primera vez que se besan?
—
Sí. — Respondió. Y de pronto sus mejillas volvieron a calentarse de vergüenza.
Además, orejas y cola de la lince rojo se agitaron con obvia emoción y
nerviosismo.
Charles
sonrió. Era su hija después de todo, y éste, su primer amor. Y de alguna forma
se sentía diferente, quizá porque es chica y las mujeres siempre mueven más el
instinto materno que los hombres. Quizá sí, quizá no. Lo que fuera, le daba
ternura y preocupación el primer amor de Wanda. Pero, tal como ha prometido, le
apoyaría.
—
Bueno, supongo que ahora debo tener una charla seria con Visión.
—
No vayas a espantarlo, papá Charles.
—
Si Visión se asustara de una simple conversación, no sería en definitiva, digno
de ti, mi preciosa hija.
…
En
tanto, el primogénito Stark-Rogers se pregunta qué está pasando con él que,
incluso si solo piensa en Wilson, su cuerpo reacciona calentándose. ¿Podía algo
así siquiera ser considerado amor?
—
¡Por qué estoy preocupado por pensar en amor con Wade! — Gimoteó sorprendido de
sí mismo, dejándose caer en su cama.
Enfurruñado
porque quiere salir pero al mismo tiempo prefiere no hacerlo. ¿Razón? Bueno,
considerando el hecho de que siempre que sale se topa con el mercenario, el
castaño se ha encontrado a sí mismo preocupado por dichos encuentros. Y lo que
viene con ellos. La última vez solo han sido besos –ok, y algunas caricias
insinuantes y muchas miradas lascivas de parte del mercenario–, pero han ido
tan lejos como tocarse hasta el orgasmo, así que no se siente tranquilo en
absoluto.
—
De todas formas mejor me quedo en casa, si salgo seguro me lo encuentro.
—
¿Estás preocupado por mi culpa, arañita-neko~?
—
¿Qué demonios? ¡Wade, cómo rayos haces siempre para colarte en mi casa!
—
Oh, secretos de oficio… — El mercenario se dejó caer en la cama del adolescente
sin apuro alguno. Hoy no llevaba su traje rojo, y de alguna manera verlo sin él
resultaba extraño.
Era
porque, pese a su apariencia mutante, era atractivo, despedía un aura sexy y
varonil. Y, resumiendo, le ponía mal. Peter quiso ocultar su rostro cubriéndolo
con sus manos, pero aunque lo intentara, era tarde. Ni siquiera pensaba en
sacar realmente al Pool de allí.
—
¿Arañita-neko? ¿Ya no vas a gritar? ¿No me vas a patear e intentar sacarme de
tu habitación?
—
Como si tuviera algún caso. No eres más fuerte que yo, pero no he podido
ganarte. Me siento raro cuando estoy contigo, meow~.
Wilson
sonrió pícaro. Peter estaba acostado, con el rostro todavía cubierto por sus
manos. Sabe que está avergonzado y enfurruñado por su culpa, lo delata su
actitud, pero también sus orejas ligeramente agachadas y la cola rígida, pero
el vello crispado.
—
Peter, te gusto, ¿cierto?
—
Ng-meow~.
—
Oh, ese lindo ronroneo es un “sí”, lo sé.
—
Deja de molestarme. Llamaré a mis padres, meow~.
—
Sería una batalla dificilísima para mí. Papi-suegro y capi-suegris me matarían
sin titubear.
—
Deja de llamarlos así.
—
No te enojes. Mejor, asoma el rostro arañita-neko~ así podré besarte.
—
¡No quiero, meow!
—
Sé que quieres~ te gusta cuando chupo tu lengua y pego mi entrepierna a tu
pelvis. Además cuando ¡Mfgh!
El
castaño le ha tapado la boca con sus manos, lo que ha significado abandonar su
infantil escondite. Su rostro colorado no es broma, y los latidos de su corazón
tampoco. Lo detesta, pero no puede resistirse. Y encima, el Pool no ha dicho ni
una sola mentira. Sus besos son, terriblemente excitantes.
—
Cállate, o en verdad llamaré a mis papás.
Wade
sonreía, y al lamer las palmas de las manos de Peter, el estremecimiento del
adolescente le hizo sonreír todavía más mientras se acomodaba sobre el cuerpo
del menor, mirándole fijamente con lujuria.
—
Idiota, por qué estás tan duro ya.
—
Estaba así desde que entré, arañita-neko~.
—
¡Pervertido, meow!
—
Sí, sí. Ahora, déjame desnudarte.
…
—
No te parece que hemos visto poco a Peter últimamente, Tony.
—
Ahora que lo mencionas, sí. Ha estado saliendo por las noches con su traje,
pero no te preocupes, no ha habido contrincantes peligrosos para él.
Rogers
sabe eso, pero él tenía la impresión de que pasaba mucho tiempo en su
habitación. Hablaba menos con ellos, estaba más sensible a los comentarios y,
lo más importante, estaba usando camisetas de manga larga aunque era verano
todavía.
—
¿Qué? ¿En qué estás pensando, Steve?
—
¿Eh?
—
Ven aquí… — El multimillonario le jaló, empujándole contra la mesa de trabajo
en su laboratorio.
—
Tony, no te pongas coqueto aquí~.
—
Demasiado tarde, ya me dieron ganas, Steve.
—
¡Tú siempre tienes ganas~ nyaw~!
—
Es porque los canes siempre estamos en celo… — Murmuró con voz ronca, con esa
mirada lujuriosa a la que el capitán ya estaba acostumbrada, pero que todavía
le ponía algo nervioso o avergonzado… — Y, como dije, quiero que tengamos otro
bebé, Steve.
—
¿Lo decías en serio? ¿A mi edad?
—
Estamos súper jóvenes todavía.
—
¿Y los años de congelación no cuentan?
—
¡Para nada!, están fuera de consideración. Vamos, ¿no te gustaría que
tuviéramos otro hijo? Un hermanito para Peter.
—
¿Y si es una hermanita?
—
Bueno, tendría que doblegar la seguridad.
—
Tony, por qué siempre me desnudas primero~ nyaw~ ¡también quítate la ropa!
…
Esa
noche, Erik se ha dispuesto a dormir después de un solo round con Charles, lo
que no precisamente ha dejado satisfecho al telépata. Sus orejas y cola seguían
agitándose de un lado a otro, y él todavía se sentía caliente.
—
Erik~ no te duermas aún.
—
Estoy cansado, entrené todo el día con Pietro. Nuestro muchacho ha mejorado
bastante, Charles.
—
Pero yo todavía estoy caliente~.
—
¿En serio? — El amo del magnetismo levantó las sábanas. El falo de su amante
estaba erguido, con la punta rojiza y húmeda… — Vale, me encargaré por ti.
—
¡Ngh~! — El telépata arqueó la espalda. Lehnsherr ha tragado su hombría.
Xavier
jadeaba sin atisbo de vergüenza, sintiéndose honestamente más caliente que lo
usual. Adjudicó entonces tal nivel de excitación a su momentánea condición
“animal”. Los colmillos de su amante rozaban con cada succión la piel de su
pene y la sensación le resultaba increíblemente excitante, casi como el vértigo
de una caída en picada sin paracaídas de aterrizaje. O algo parecido, venga, no
tiene tiempo para pensar, solo para sentir. Además, la lengua del polaco
resultaba también más áspera, y habilidosa, si se permite la comparación con un
“antes” y un “ahora” en relación a sus características caninas. El wolfdog se
estaba volviendo un experto sobre cómo curvar la lengua a lo largo del miembro
de su amante cuando le tenía completamente dentro de su boca, estimulando la
base mientras la punta era encerrada en el fondo de la garganta, provocándole
algunas arcadas que Lehnsherr bien soportaba antes de retroceder, salivar mucho
más y atacar con nuevos lametones el henchido falo.
—
¡Ahh~ nyaow~! ¡Erik~ va a salir~! ¡Nyaow~!
El
polaco acercó su lengua extendida sobre la punta fálica, capturando en ella
algunas gotas del disparo de semen que dio su amante, saboreando el agridulce
residuo desde la lengua hasta la garganta.
—
Vaya, parece que todavía no es suficiente, Charles… — Dijo, pinchando con aire
divertido la erección de su amante… — Te acabas de correr pero todavía estás
duro. Estás muy pervertido hoy, eh.
—
No es mi culpa~ es que estoy en celo, Erik~ — Con el rostro ruborizado y la
respiración aun agitada, el telépata echó el cuerpo al frente, arrodillándose
delante de su amante… — Y parece que no soy el único, tú también estás duro
como piedra, nyaow~.
Sonriendo
por la excitación erguida de su amante, el lince ibérico sujetó la base con la
siniestra, mientras la diestra presionaba el tronco y le masturbaba bombeando
de arriba abajo lentamente.
El
amo del magnetismo, quien también estaba arrodillado, descansó el peso de su
cuerpo sobre sus propios tobillos. El ángulo de la apertura de sus rodillas y
la postura en sí, facilitó que el lince ibérico se inclinase sobre su pelvis y
le devolviera la atención recibida. La boca de Charles lamió y chupó
golosamente el pene de Erik durante minutos, saboreando su exudación agridulce
con cada succión o lamida. En tanto, el polaco llevó una de sus largas
extremidades por encima de la espalda del telépata, acariciando sinuosamente la
columna vertebral e incluso las costillas que alcanzaban a marcarse por debajo
de la piel, tomando la cola del lince con la mano, acariciándola a lo largo,
llevándola hacia sí y mordiendo la borla negra, notando cómo el telépata se
crispaba e incluso mostraba unas uñas largas y filosas que se le enterraron en
los muslos mientras su hombría se perdía en la garganta del telépata.
—
Nyaow~ — Maulló Xavier, inconforme con el trato hacia su cola, pero todavía lo
suficientemente excitado como para no detenerse.
Lehnsherr
liberó un momento la cola de su amante, siguiendo el camino con la siniestra
hacia el trasero del lince ibérico, tanteando con sus dedos el orificio entre
las nalgas, algunas manchas como las de sus flancos y cuello comenzaron a tomar
forma y color en ellas, naciendo desde la base de la cola felina.
—
Gírate, Charles.
Ordenó.
Y su voz ronca enardecida de deseo fue suficiente mandato para que el telépata
obedeciera, dejando entonces en alza su trasero frente al rostro del amo del
magnetismo, en tanto él continuaba con su labor, bombeando el falo caliente y
duro de su amante, llenándolo de saliva porque, lo sabe, quiere saborearlo
dentro de su cuerpo.
—
Nyaow~.
Maulló,
de nuevo, sus orejas se irguieron y su cola se levantó en respuesta al par de
dedos que se introdujeron de una en su interior, arqueando la espalda y
agitando su cadera, buscando más contacto con aquellos intrusos que jugueteaban
en sus anillos rugosos.
—
Que cuerpo tan lascivo tienes ahora, Charles.
—
Deja de hablar, y mueve tus dedos, nyaow~.
—
Pero quiero mover más que mis dedos. Acomoda ese trasero tuyo, Charles.
Los
movimientos felinos del telépata encendieron otro poco al amo del magnetismo,
en poco estaba ya perfilando la hombría del polaco en su entrada, algo
caliente, mojada y punzante. Deseoso del placer que le prometía el falo de su
amante.
—
¡Mgh~ nyaow~~! — Su maullido/gemido sonó en la habitación con fuerza… — ¿Por
qué estás más grande que antes, Erik~?
—
Qué se yo, debe ser porque me pones así de caliente, Charles. Vamos, muévete,
¿o necesitas ayuda?
El
telépata frunció el ceño casi ofendido, luego comenzó a dirigir las estocadas
que recibía. El falo del amo del magnetismo le llenaba por completo cada que
entraba profundamente en él.
—
¿Estás así porque eres un wolfdog?
—
Tal vez. Y, quizá sea difícil salir cuando te llene de mí, Charles.
—
¡Nyaow~! — El telépata incluso lloraría de placer.
…
Una
semana, o dos, realmente se iban volando. Y muchas cosas cambiaban. Las
características felinas y caninas finalmente se han “ido”. La “vacuna” echa por
los genios ha sido aplicada un par de días atrás.
T-Challa
no ha vuelto de Wakanda –Pietro y McCoy han debido viajar para administrarle la
vacuna. Bien, Pietro se ha pegado por cuenta propia porque, ¿cómo iba a
permitir que otro hombre tocara a su novio? Sí, era celoso el adolescente–. Sus
deberes reales han demandado su atención. Pero, cuando Pietro estuvo por allí,
terminó quedándose un par de noches (no volvió porque quisiera, sino porque
¡debía ser un poco más maduro!), obviamente fue imposible que tuviesen su
primer encuentro sexual durante ese tiempo.
Hank
y Bruce lo llevan bien. Aunque todavía hay momentos en los que su relación
parece más lujuria que sentimientos. El sexo es diario, y las charlas suelen
ser relacionadas a sus respectivos proyectos científicos. Pero irse a dormir
teniendo sexo, y despertarse haciendo lo mismo, honestamente era lo
suficientemente placentero como para poner en tela de duda.
Wanda
con Visión no ha tenido grandes avances. Pero ¡son novios! Charles lo ha
aprobado, después de la peculiar charla con el androide. Obviamente, de
momento, Erik no lo sabe, así que están en una especie de relación clandestina
que, de todas formas, no tardará demasiado en salir a la luz.
Peter
con Wade. Bueno, sexo, sexo, y más sexo. ¿Hace falta decir algo más? Sí, la
virginidad del adolescente finalmente ha sido “tomada”.
Steve
y Tony, felices como perdices todos los días. Experimentando –según el
multimillonario– diversas posturas para favorecer el embarazo del capitán.
Particularmente porque le apetecía tener gemelos.
Finalmente,
Natasha y Barton, más que felices. Ambos tienen la sensación de que sí, en
cualquiera de esos días podrían saber que la pelirroja está embarazada.
Cada
familia ha vuelto a sus vidas con normalidad. Lo que ha significado cierto
“problema” para McCoy y Banner, cuya relación a distancia no lo llevaría muy
bien cuando estaban acostumbrados a la intimidad todos los días.
— ¿Por qué no vienes? Puedes trabajar
conmigo en los laboratorios, Hank.
— Tengo mis propios proyectos aquí,
Bruce. En tal caso puedes venir tú a trabajar conmigo.
El
suspiro fue mutuo. La charla vía telefónica no iba a llevarlos particularmente
a un acuerdo en el que estuvieran conformes ambos.
— Vamos a tomarlo con calma, ¿bien?
podemos comenzar con visitarnos cada fin de semana. Puedo ir primero yo, y
después vienes tú. Y de esa manera seguir viéndonos, Hank.
— Está bien, Bruce.
— No te escuchas muy animado.
— Es porque solo podríamos vernos
realmente un día. Es tan poco tiempo.
— Ya pensaré en algo mejor, ¿sí? Pero,
por ahora, necesitamos comenzar por no dejar de vernos.
— Bruce, ¿realmente vas a extrañarme?
— Por supuesto que sí. De hecho, ya te
extraño. Todo y que apenas te fuiste esta mañana, Hank.
El
“Bestia” se acomodó los anteojos mientras se levantaba de su sitio, permanecer
sentado no le ayudaba a calmarse. Y le daba vergüenza recordar que esa mañana
se habían despedido haciendo el amor, y que el semen del hulk ha permanecido en
su interior hasta que volvió a la Mansión Xavier, que ha tomado la ducha y se
ha masturbado recordando lo que hicieron esa mañana.
— ¿Hank?
— Estoy inquieto, Bruce.
— ¿Caliente?
— No lo digas, ng.
…
Un
mes, ese tiempo ha transcurrido desde que dejaron de ser “animales”. Las
consecuencias, aparecieron. Los síntomas de Natasha son obvios, la fuente de
éstos, también. El examen de sangre es casi un trámite nada más. Está
embarazada. Y es sumamente feliz, Barton igual.
—
Tiraremos la casa por la ventana para celebrarlo, Nat.
—
¿En serio? — Dijo ella juguetona. Con esa personalidad coqueta que le
transpiraba por los poros.
—
Sí. Debemos hacer un montón de planes. Una casa de verdad, con un amplio jardín,
tener mascota. Empleos “normales”, al menos como cubierta, realmente dudo que
podamos dejar de ser Vengadores.
—
Eso me gusta, Clint. Un gato y un perro como mascotas. He visto unas casas
bonitas en los suburbios, pero también podemos mirar en el centro de la ciudad.
—
Mientras no esperes que seamos vecinos de Tony.
Ella
se rio de buena gana. Mientras Barton le cargaba en vilo y la sentaba en la
mesa del comedor comenzando a besarle.
…
Las
felicitaciones de parte de sus amigos –familia “postiza”– no tardaron en
llegar. Stark incluso ha ofrecido regalarles la casa que quieran donde quieran.
La feliz pareja no se haría de rogar, buscarían una que les llenase el gusto y aceptarían
el presente del multimillonario.
—
Steve, ¿tú no tienes síntomas?
—
No me he sentido diferente, Tony.
El
desanimo del Ironman fue evidente. Pero el capitán estaba mintiendo, solo un
poquito. Síntomas sí que ha tenido.
Y
habían comenzado apenas unos cuantos días atrás. Sin embargo, dada su condición
de “súper soldado”, era difícil que los síntomas de embarazo se presentaran
evidentes en él, o incluso siquiera que alteraran significativamente su ritmo
de vida. Antes, cuando estuvo embarazado de Peter, si no le decía a Tony que lo
estaba, el multimillonario ni se hubiera enterado. Salvo cuando el vientre ya
le abultara, obviamente. Ahora, parecía que sería lo mismo. No, no se ha hecho
la prueba de sangre para asegurarse de estarlo, pero Steve lo siente, como
“madre” con experiencia, está seguro de ello. Naturalmente, acudirá de
cualquier forma con su amigo Bruce, para que le diga al menos cuánto tiempo
tiene.
La
cosa no termina allí, con Natasha y Steve esperando “la cigüeña”. Xavier
también ha comenzado con los síntomas. Y siendo quien es, dados sus poderes
mutantes, está consciente de la otra vida gestándose en su interior. Así como
lo estuvo en el pasado por sus gemelos. Hoy, sin embargo, no parecía que
vinieran en paquete doble. Un bebé Lehnsherr-Xavier estaba en camino.
Cuando
hablaron por teléfono, Steve y Xavier supieron de inmediato el estado del otro
solo con ver la mirada del otro en la pantalla.
—
¿Tony lo sabe, Steve?
—
No se lo he dicho aún. Mañana Bruce me
hará la prueba de sangre. Y entonces en la cena se lo diré en cuanto vuelva del
trabajo. Estoy nervioso a pesar de que es algo que Tony está esperando con
ansias. Y no sé cómo Peter vaya a tomárselo~. Es un adolescente, pero de pronto
tendrá un hermanito.
—
Seguro que será feliz, Steve. No deberías ponerte tan nervioso. Peter es un
gran chico, se pondrá contento cuando sepa que tendrá un hermanito para
proteger.
—
¿Qué hay de ti, Charles? ¿Tu familia lo
sabe ya?
—
La verdad es que no. Supongo que estoy haciéndola de emoción. — Dijo, riéndose
incluso un poco… — Pero creo que mi Wanda lo sabe. Tal vez, igual que yo, ella
puede presentir la nueva vida creciendo en mi vientre. Quiero decírselos el fin
de semana, cuando Erik vuelva.
—
Oh, es cierto, dijiste que estaba en un
viaje junto a Hank. ¿Es bueno que sea Erik quien atiende ese tipo de encuentros
con políticos internacionales?
—
Sé que su personalidad no es fácil. Pero confío en Erik, él ha cambiado
bastante. Adora a su familia, por lo que no hará nada que ponga en riesgo su
felicidad. Además, por eso Hank lo acompaña. Si algo no va bien, él me avisará.
O yo lo sentiré, lo que suceda primero.
—
¿Mantienes el lazo psíquico con Erik?
—
Lo hago, pero si él llegara a ponerse su casco, entonces yo lo perdería.
—
Hace tiempo que rara vez lo usa, incluso
en batalla, ¿verdad?
—
Porque Erik sabe que me preocupo.
—
Ustedes realmente se complementan muy
bien.
—
Lo dices como si Tony y tú no lo fueran.
—
Oh no, no quise decirlo de esa manera.
Tony y yo también nos complementamos, a pesar de que realmente somos tan
diferentes. Pero, él me ama, y me lo demuestra todos los días. Al principio fue
difícil, siempre que Tony no estaba o salía a alguna fiesta, me preguntaba en
qué momento me dejaría por cualquier mujer. Pero, lentamente, empujando cada
día sus sentimientos en mí, finalmente me di cuenta de que era sincero cuando
decía que me amaba, y que haría su vida conmigo.
—
Es asombroso lo que el amor puede conseguir incluso en hombres como Tony, o
como Erik, ¿cierto?
—
No parece que con Erik hayas tenido
particularmente problemas, Charles.
—
¡Pero los tuve~! Dado su carácter, Erik y yo peleábamos a menudo. Y nos
reconciliábamos en la cama.
Charles
dijo. Pero fueron las mejillas de Steve las que se tiñeron de rubor.
Honestamente, el telépata no solía tener pelos en la lengua cuando hablaba con
él de lo que fuera. En cambio el capitán, siempre se sentía abrumado por
ciertos temas. Quizá porque, inevitablemente, su sistema de creencias fue
construido décadas atrás, y aún tras su descongelamiento e integración al mundo
actual, mucho de aquello permanecía intacto en su mente.
—
Dije algo incómodo para ti, ¿verdad?
—
No, bueno. Sí, un poco.
—
¿Cómo hablas del sexo con Peter, Steve?
—
¿¡Eh!?
—
Lo haces, ¿no?
—
Eso. Nh, bueno. No exactamente.
—
Oh. Deberías, Steve. Ya sabes, es un chico adolescente, sumamente guapo. Con
cierto Wade Wilson detrás de él.
El
capitán se cubrió el rostro con las manos. Entiende lo que su amigo Charles
dice. E incluso él se ha dado cuenta de que “algo” ha surgido entre su hijo y
el mercenario. Pero tanto como, ¿sexo?
—
Tengo que cortar, Charles.
—
Está bien~. Saludos a la familia, Steve.
Tras
dar por terminada la videollamada con el capitán, el telépata se sintió un
poco, solo un poquito culpable por tocar fibras “sensibles” en el ojiazul.
Mencionar lo de Peter y Wade ha sido intencional.
—
Eso ha sido un poco malvado, papá Charles.
—
Oh, Wanda. No es malvado si el fin último es noble.
—
Sabes que a tío Steve y a tío Tony les desagrada por completo
Wade. Detonará una bomba en su casa. Probablemente de una forma bastante
literal. Peter realmente está saliendo con ese pervertido DeadPool.
—
De la misma forma en que Pietro sale con T-Challa y tú con Visión, Wanda. Son
sus decisiones, sus sentimientos; e incluso si nosotros, sus padres, no podemos
entenderlo o estamos totalmente de acuerdo en sus elecciones, todavía es
nuestro deber respaldarlos. Y asegurarnos de que sean felices.
La
muchacha admitió mentalmente que las palabras de su padre eran convincentes.
Llevó una paleta a su boca y suspiró.
—
Pero es tan difícil. Quiero vivir más
cerca de Visión. De esta manera solo podemos reunirnos los fines de semana. Y
siempre que no tenga demasiadas tareas de la escuela. ¡Es tan difícil ser
adolescente todavía~!
—
Wanda, ¿dónde está Pietro?
—
Eh, probablemente en Wakanda. Ya sabes, aprovecha su habilidad para desplazarse
a toda velocidad, por lo que, si quiere ver a su novio.
—
Ese chico, incluso si sabe que T-Challa está ocupado.
—
Pero, se conforma con mirarle unos minutos, luego vuelve a casa, papá Charles.
—
Lo sé. Pero, no creo que T-Challa piense igual que Pietro.
…
El
rey se ha dado cuenta de la presencia de su joven amante desde que entró, a
hurtadillas, en el amplio salón donde estaba revisando algunos proyectos
relacionados con la economía de su país. Los guardias apostados afuera de su
“oficina” seguramente ni se han enterado del muchacho, mientras que él más que
haberlo “visto” entrar, ha percibido su aroma. Una capacidad que, al parecer,
le ha quedado después de haber sido una pantera negra durante varios días
antes.
—
Está bien, Pietro, no necesitas esconderte allí. Ven.
El
mellizo chasqueó la lengua. Hacía días que, por más sigiloso y rápido que
intentaba ser, sencillamente no podía ocultarse de su novio.
—
Hoy estás leyendo, ayer tenías una reunión con un grupo de personas importantes
de Europa. Realmente eres un hombre ocupado, T-Challa.
—
Es porque soy un rey.
—
Como el Presidente de mi país, ¿cierto?
—
Sí.
—
Me iré, no te interrumpiré más.
—
Espera, Pietro. Voy a tomar un descanso para ducharme, ¿quieres venir?
—
¿Eh? A, a ducharme, ¿contigo?
—
Sí. ¿No quieres?
—
¡Sí, voy!
T-Challa
sonrió, francamente divertido con las reacciones tan puras e inocentes de su joven amante. A pesar de
que ellos han tenido ya su “primera vez” –venga, que lo que el rey quiere decir
es que él ha tomado la virginidad de Pietro, porque, obviamente, él había
estado con mujeres antes–, el mellizo todavía se emocionaba cada vez que su
maduro amante le hacía invitaciones sinuosas como aquella. Le gusta el sexo que
el rey le ofrece, pero todavía siente como que “todo lo hace el rey”.
—
¿Estás preocupado, Pietro?
—
No, para nada. Por qué debería.
El
rey sonrió, lascivo a decir verdad. El mellizo era adorable cuando negaba lo
que saltaba a la vista. Si sus sonrojos no se expandieran hasta sus orejas, o
no temblara de emoción, él tal vez le creería.
Caminar
por los largos pasillos de su “casa” solo conseguía aumentar la ansiedad de
Pietro. Generalmente se encontraban a un montón de guardias, empleados de
confianza y otros “sirvientes”, y él conseguía sentirse un poquito más
avergonzado porque, ¡no hay manera de que no sepan lo que hacen cuando se
encierran en su habitación!
—
Además, suelo salir vestido con otra
ropa. O con la ropa arrugada, y oliendo al jabón de su baño. ¡Agh, tan
vergonzoso~! ¿Por qué tengo que ser el de abajo? Probablemente sería diferente
si yo lo tomara a él.
—
Todavía te falta crecer mucho más para conseguir domarme a mí, Pietro.
—
¡Cómo supiste lo que estaba pensando, T-Challa! — Sorprendido por lo acertado
de las palabras de su amante, el mellizo se sonrojó todavía más.
—
Te sonrojas adorablemente. Y has estado mirándome el trasero tan ardientemente.
El
mellizo atinó a cubrirse el rostro con las manos, y desear darse de topes
contra el muro, o algo como que la tierra se abriera y le tragase. El rey se
rio de buena gana, y cuando el mellizo se enfurruñó acusándole de ser un
tirano, el de tez negra le jaló acelerando el paso hasta sus aposentos,
empujándole dentro y besándole apasionadamente apenas cerró los amplias puertas
de entrada. Pietro jadeó, sintiéndose débil a esos labios gruesos que
calentaban al primer beso todo su cuerpo.
—
Hoy te irás con ropa mía, Pietro.
—
¿Eh?
T-Challa
comenzó a arrancarle las ropas a Pietro, literalmente.
—
¿Cuándo te pusiste tu guante, ngh~?
—
Eres veloz, Pietro, pero una vez que atrapo tu mirada con mis ojos, eres
incapaz de ver más nada.
—
Ngh~ eres tan, tirano.
—
Sí, sí. Un rey tirano que solo quiere esclavizarte, Pietro.
—
¡Angh~ T-Challa~ ngh no, tan pronto~!
Obviamente,
no sería escuchado. Y T-Challa siendo el monarca que es, no obedecía los
mandatos de nadie. Así que su mano continuó “torturando” su miembro,
masturbándole majestuosamente; al mismo tiempo en que sus dedos trabajaban
dentro de él, preparándole. Al menos se había quitado el guante y no le estaba
tocando dentro con sus “uñas”, aunque igual había sido una sensación
placentera.
…
Una
noche después, Tony gritó de emoción cuando Steve le mostró los resultados de
la prueba de sangre, dando positivo para el embarazo.
—
¡Sí, sí, sí! ¡Estoy tan feliz, Steve! ¡Vamos a celebrarlo en grande! ¡Hagamos
una fiesta con todos!
El
capitán asintió, sonriendo dulcemente mientras Tony parloteaba y parloteaba
sobre lo que haría. Tiraría la casa por la ventana.
Peter
estaba feliz también, tener un hermanito le venía bien. Ahora, lo que realmente
le preocupaba era cómo decirle a sus padres, que estaba oficialmente saliendo
con Wade.
—
Ah, no puedo decirlo ahora, están tan
felices. Ng, estoy en un pequeño problema~.
En
medio de la euforia por la noticia del embarazo de Steve, Peter de pronto se
supo en medio de un abrazo honestamente asfixiante, y no era precisamente por
la fuerza de su papá Steve, sino por la emoción de su papá Tony que estaba
completamente desbordada.
—
Un momento, papá Steve, ¿papá Tony se puso así de contento cuando me esperabas
a mí? No es que esté celoso ni nada, solo, me parece raro.
—
¿Qué si me puse contento? Peter, eras nuestro primer hijo, ¡por supuesto que lo
estuve!
—
Tu padre estuvo tan feliz, que no pude despegármelo durante los siguientes ocho
meses hasta que naciste, incluso si lo intenté de muchas formas, él parecía una
extensión de mí. Todo el tiempo con una sonrisa de oreja a oreja, nos mimó
bastante, Peter. Aunque fue un poquito molesto tenerle 24/7 junto a mí~.
—
Eres raro, papá Tony.
—
¡Qué! ¿Por qué es raro que me emocione tanto? ¡Vamos a ser papás! ¡Y tú tendrás
un hermanito, o hermanita!
—
Sigue siendo raro que seas tan entusiasta. No pega con tu imagen de
multimillonario playboy, papá.
El
morocho carraspeó, tomó a su hijo por los hombros y solemnemente dijo.
—
Que mi propio hijo piense que tengo imagen de playboy, me hiere. ¿Cuántas
novias has tenido hasta ahora, Peter?
—
Ninguna.
—
Entonces, solo heredaste el intelecto de mí, eh. Steve, que nuestro segundo
bebé se parezca más a mí, ¿sí?
Rogers
revoleó los ojos. Y honestamente le ignoró. Mientras que Peter comenzaba a
reclamar si es que no le consideraba buen hijo, entre un largo etcétera y
cómico dimes y diretes que se lanzaron padre e hijo mientras el ojiazul comía
calmadamente, y Visión se preguntaba el significado de una familia así de
feliz.
—
Me pregunto cómo podría yo hacer feliz a
Wanda si no puedo “ayudarle” a tener hijos. Aunque podamos intimar, mi cuerpo
no produce esperma.
Las
preocupaciones del androide de cualquier manera no iban a terminar allí.
Realmente piensa que debe pensar en algo para el futuro, para el momento en que
Wanda, quizá, quiera tener hijos propios. Y cómo él probablemente tendría que
salir de su vida. Ahora la melliza es adolescente, y según todo lo que ha
conocido acerca de los humanos en dicha etapa, son algo inmaduros, volubles y
se ilusionan con facilidad. Aunque también ha llegado a pensar que tal no es
precisamente el caso de Wanda, porque ella como su hermano o el jovencito
Peter, no son unos adolescentes “comunes y corrientes”, poseen una singularidad
específica, debido a la familia de donde provienen y la crianza que han
recibido.
—
Aún así. ¿Qué haré dentro de algunos
años, cuando Wanda sea todo una mujer?
…
Stark
cumplió con lo dicho. Y celebró a lo grande la noticia del embarazo de su
amante. Erik hizo lo propio cuando supo que Charles también estaba en la dulce
espera. Así, junto a Natasha, la travesía durante los siguientes meses fue
digna de película al Oscar, o algo. Porque realmente hubo aventuras por
doquier. Tony había vuelto a tener ese comportamiento empalagoso que desquició
en más de alguna ocasión a Steve.
—
También tuvimos mucho sexo. Mucho, del bueno, sexy, sensual y caliente sexo.
—
¿Es todo en lo que piensas, Stark?
—
¿Qué? ¿No es eso lo que un hombre sano, capaz de satisfacer a su pareja,
piensa, Lehnsherr?
El
amo del magnetismo carraspeó. Incapaz de contradecirlo.
—
Apuesto a que con Charles también estuvieron haciéndolo mucho.
—
No te incumbe, Stark.
—
Pero lo hicieron, eh… — El multimillonario sonrió divertido… — A Charles se le
notaba en la cara.
—
Y cómo dices que satisfacías a Steve si nunca le noté nada en la cara. Es más,
a veces parecía que quería mandarte lejos de una patada… — El polaco dijo con
sorna.
Stark
frunció el ceño. Su orgullo estaba siendo criticado. ¡Injustamente!
—
Steve estuvo más que satisfecho. Se ponía de mal humor solo porque no lo dejaba
ni a sol ni a sombra.
—
Así que eres de los esposos empalagosos.
—
Solo me aseguraba de cuidar apropiadamente a mi esposo.
—
Sí, claro. Pobre Steve.
—
Yo compadezco a Charles, en serio tienes un humor de perros, Lehnsherr.
—
Jódete.
—
Tú primero.
Más
allá, esperando su hora para entrar a quirófano y traer a sus bebés al mundo,
Rogers y Xavier suspiraban con aire fastidiado. Era mala idea que sus embarazos
se hubiesen sincronizado a tal punto, porque sus respectivas parejas
simplemente entraban en conflicto siempre que se encontraban.
—
Así que, parece que estamos destinados a tener una buena relación de por vida,
¿verdad, Steve?
—
Tal parece, Charles. De cualquier forma, ¿crees que sea destino que nuestros
hijos vayan a ser otra vez de la misma edad?
—
Supongo que puede ser. Lo que más me intriga ahora es…
—
Si llegaremos a emparentar… — Dijeron al unísono. Sonriendo divertidos por la
idea. Mientras que Stark y Lehnsherr, habiéndoles escuchado, discrepaban
definitivamente de tal “locura.
—
¿Por qué nuestros padres son tan difíciles? — Peter dijo, esperando junto a los
mellizos afuera, pero enterándose de todo.
—
Porque actúan como niños… — Wanda respondió.
Peter
y Pietro asintieron, de acuerdo con la melliza.
Más
tarde los jóvenes de ya 17 años, conocieron a sus hermanitos. La familia Stark-Rogers
se incrementó por cuenta doble, niña y niño. Mientras que los Lehnsherr
recibieron a un varón. Unas semanas atrás, Natasha había dado a luz a gemelos
también, varones para ser exactos.
Lo
más significativo, de momento, de los bebés era la peculiaridad de su
apariencia. Orejas y colas felinas y caninas juguetearon entre ellos. McCoy y
Banner sugirieron que tal “mutación” pudo deberse al momento en que los bebés
fueron concebidos, y no estaban seguros de que dichas características fueran a
desaparecer con el tiempo, tampoco era recomendable aplicarles vacuna alguna de
momento, hasta que pudieran saber más sobre sus estructuras genéticas. De
cualquier forma, para sus padres y hermanos, aquello no era importante, les
amaban enteramente igual.
—
Son tan monos~.
—
Vamos, Peter…— Rogers le sonrió a su primogénito, dándole ánimos para que se
animase en cargar a su hermanita.
—
Anda, Pet, estará bien. — Stark también animó, asegurándole que estaría bien.
Incluso le mostró cómo cargar a la bebé, haciéndolo con su otro pequeño.
—
¡Wow! Esto es increíble~. Hey, hola nena, soy tu hermano Peter. Voy a cuidarte
a ti y al galán por allá, muy bien, mh. ¡Oh, mira papá, está sujetando mi dedo!
—
Por supuesto, es porque le gusta su hermano mayor.
Al
igual que Peter, Pietro cargaba a su hermanito, mientras Wanda se deshacía de
amor entre los gemelos de Natasha y Clint. La familia sí que había crecido.
…
Casi
un año más tarde. En el departamento de cierto mercenario.
—
¡Wade idiota, te corriste dentro!
Cierto
héroe arácnido de 18 de edad, salía de la ducha con cara malhumorada
–obviaremos de momento la desnudez–, rojo hasta las orejas y escurriendo agua.
Así, con esa vivaz energía, se le fue encima a su amante, golpeando a diestra y
siniestra a DeadPool, que si bien se defendía, no lo intentaba con la
suficiente fuerza. ¿Por qué? Bueno, él no perdía oportunidad de disfrutar el
contacto físico de su joven novio. Particularmente si iba desnudo –igual que
él– y lo tenía sentado en su pelvis.
—
Wade, ¡por qué carajo estás metiendo tu pene en mí otra vez~! ¡Ngh~!
—
Ups, lo siento arañita~. Es que estabas aquí, y accidentalmente mi pene se perdió entre tus nalgas. No es mi culpa
que tu culo esté todavía blando, mojado y caliente como para entrar fácilmente.
— Dijo, descarado como solo él puede ser. Empujado la cadera de su novio contra
su pelvis, entrando profundamente en él.
—
¡Mgh~ estúpido Wade~!
—
Te quejas y me maltratas, pero tu cuerpo no me engaña. Mira nada más quién se
ha puesto duro de nuevo también, arañita~.
El
castaño maldijo entre dientes, temblando y apretando su interior cuando el Pool
tocó su próstata. Sus manos fueron a dar al musculoso torso del mercenario,
apoyándose allí mientras, involuntariamente –sí, cómo no– su trasero botaba de
arriba abajo, extasiándose de placer.
El
mercenario se relamió lascivamente los labios. Por supuesto, se correría de
nuevo en su interior. ¿Era su culpa que tuviese curiosidad por disfrutar del
contacto carne a carne cuando lo penetraba salvajemente? No, ¿cierto? Es
completamente normal, después de que llevaban dos años saliendo ¡y siempre
usando condón!
—
¡Ngh~ Wade, qué, qué hacen tus dedos dentro~! Mgh~.
—
Eres tan goloso, Peter.
—
¿Qué? ¡Ngh~ no muerdas Wade~!
Naturalmente,
Peter terminó lleno de marcas. Algunas de ellas visibles en el cuello.
Imposible de ocultar para sus padres. La bomba finalmente iba a explotar,
aunque está seguro de que, particularmente su padre Steve, sospecha de su
relación amorosa-sexual con Wade. Pero, milagrosamente –o tal vez simple
autocontrol, y el capitán vaya que podía presumir de ello–, hasta el momento,
después de dos años, había permanecido clandestinamente.
—
Peter.
—
¡Oh por dios! Que susto, papá Steve.
—
De dónde vienes tan de madrugada. O mañana debería decir.
—
Esto. Estuve, ya sabes, ayudando en la ciudad.
—
Ni siquiera tienes puesto tu traje. Y por qué hueles a jabón. ¿Cuello de
tortuga en pleno verano?
El
menor tragó hondo. Ha llegado a su propio límite. Tendrá que confesarlo.
—
Papá Steve, la verdad es que yo…
—
Está bien, lo sé. Pero cuando Tony se entere, no se lo tomará con tanta calma
como yo, así que, ¿podrían al menos ser más discretos?
—
Yo lo intento, papá. Es el idiota de Wade el que nunca me escucha… — Dijo, y
vio la ira centellar en los ojos azules de su padre. Sus puños tensos y la
venita en la sien palpitando, o los músculos de sus brazos endureciéndose… —
Eh, papá Steve, respira profundo y…
—
Peter.
—
¡Sí, señor!
—
Toque de queda para ti a partir de hoy.
—
¿Eh?
—
Diez de la noche, asegúrate de cumplir.
—
Pero…
—
Sube y duerme un poco al menos.
El
castaño suspiró, mejor no decir nada o sería peor la cosa.
…
Un
mes después, los días se pusieron turbulentos cuando, por esas cosas de la vida
que suceden cuando se tiene sexo sin protección, Peter y Pietro comenzaron a
tener síntomas de embarazo. Contarlo a sus padres fue inevitable. Que dos
hombres tuviesen que correr por sus vidas –literalmente– solo era el curso
natural. Ya saben, causa-consecuencia, acción-reacción. O algo de todo eso.
—
¡Wade, prepárate a morir, imbécil!
—
T-Challa, mejor que tengas dónde esconderte de mí.
Tony
y Erik tendrían una agitada tarde ese día. Steve y Charles tendrían una charla
muy interesante con Peter y Pietro. Y sus hermanitos, que ya andaban por ahí
con sus juguetonas piernitas, aprenderían con el pasar de los años que ser
parte de estas familias no era sencillo. No señoras y señores, no lo es.
…
Si
tuviesen que ofrecer alguna especie de epílogo ese sería sencillo, y rápido.
Los gemelos Stark-Rogers no perdieron sus características animales con el pasar
de los años, y por el contrario desarrollaron otras habilidades especiales
–mutantes, en palabras de McCoy y Xavier–. ¿Fuego, invisibilidad? Tal vez,
cosas por el estilo. De la misma manera, el hijo de Natasha y Clint, quien
además mostró habilidades atléticas sorprendentes. Mientras que el hijo de
Charles y Erik, bueno, al parecer dominaba una fuerza muy superior, o algo.
La
guinda del pastel no vino propiamente de los hijos que concibieron Peter y
Pietro, pequeños que serían los mejores amigos y que, desde el vientre de sus
“madres” ya mostraron ser diferentes en muchos sentidos. Como se decía, la
guinda del pastel vino cuando, alrededor de los diez años de los gemelos
Stark-Rogers y el menor Lehnsherr-Xavier, McCoy también se embarazó, dando a
luz a un pequeño genio que superó el intelecto de sus progenitores y que, como
era de esperar, desarrolló habilidades –o poderes mutantes– que no tenían
precedente.
Sin
embargo, como suele pasar, esas eran páginas de historias que no se relatarán
aquí.
Creí que te había perdido T-T , ¿por que dejaste AY ? , No hay problema ahora te voy a seguir aca :D ,¿vas a reunir tus otras historias ?
ResponderBorrarHola ñ.ñ
BorrarDejé A-Y porque cuando fue jaqueado, adiós cuenta ;D
Que bien~ acá seguimos leyéndonos y ojalá que te gusten los fics~
Recuérdame qué otras historias ;D debo reconocer que entre lo que subía en mi fb personal y lo que llegué a publicar tengo lagunas mentales, así que si te interesa alguna historia en particular, no dudes en hacérmelo saber~ sea aquí o inbox en la pag de fb~