domingo, 3 de septiembre de 2017

NEED. Penúltimo Capítulo. TVXQ/JYJ



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Parte 9

Ir contra el infierno. Ni sonaba fácil, ni iba a serlo. Lo saben todos. Sin embargo, lo que realmente llama la atención ahí es que Park esté con ellos, siendo no solo un íncubo, sino que hijo mismo de dos Pilares del Inframundo.

— Yoochun ah, ¿estás bien con esto?

— No es como si tuviera alternativa. O un vínculo en particular con mis padres, Xia. Ir contra ellos, eliminarlos si es necesario, no me importa.

— No tienes por qué ser tan duro contigo mismo, Yoochun.

El azabache sostuvo a su amante por los brazos, mirándole profundamente.


— No estoy siendo duro, Xia. Me importas tú, no ellos. Pudieron darme la vida, pero nunca me he sentido unido a ellos, como me siento a ti. Si el infierno debe caer junto a Lucifer y los otros Pilares, voy a luchar hombro a hombro contigo y esos ángeles. Además, te preocupas por lo que pueda sentir al enfrentar a mis padres, pero olvidas que harás lo mismo.

— Lucifer no ha sido nunca un padre para mí.

— Es eso lo que se obtiene cuando tienes a los malos de progenitores. — Añadió casi con sorna, como si en verdad no importase en absoluto venir de donde vienen.

Hijos de demonios, de los más perversos del inframundo ni más ni menos. En tal caso el azabache era quien más en desventaja se sentía, puesto que su sangre es auténticamente demoniaca, no hay una sola pizca de bondad en él. Xia, sin embargo, era mitad ángel, y era claro que esa parte de él predominaba, que era noble y quería darle tranquilidad a los cielos, por ende a la tierra, en medio de ambos “territorios”.

— ¿Qué? No has dejado de mirarme de esa manera desde hace unos instantes, Yoochun. Me voy a sonrojar~.

— Xia, ¿qué voy a hacer después? No quiero quedarme en el infierno, tampoco pertenezco a los cielos, más no estoy seguro de hacer bien en la Tierra.

— Yoochun ah, ¿por qué estás dudando ahora? Qué importa donde sea, siempre que podamos estar juntos. Me necesitas, te necesito. Qué más quieres aparte de eso. Nos amamos.

— ¿Y qué es el amor? ¿La lujuria, el deseo, la pasión?

— Las ganas de estar juntos para siempre. Tantas, que no importa nada, tu corazón y el mío se buscaron ahora como se buscaron en el pasado, como lo hicieron en el momento justo en que nos conocimos, y lo harían de nuevo una y mil veces sin importar las condiciones. Qué te pasa, Yoochun. ¿Estás asustado?

— Sí. De mí en unos años.

— ¿Estás dudando de lo que sientes por mí?

— ¿Cómo podría? No es de eso de lo que dudo o temo, Xia. Es de mí mismo. Lo sabes, soy heredero al trono en el infierno, si caen los Pilares, la fuerza del inframundo me llamará. Te llamará a ti incluso, pero ya que en ti hay esencia angelical podrás escapar de ello de una forma o de otra. Pero yo, ¿por cuánto tiempo podría ignorarla o evitarla? No quiero que vivas ahí tampoco, pero no quiero que nos separemos.

— Lo pensaremos cuando sea el momento. Pero Yoochun, te necesito ahora para ir contra el inframundo, ¿estás o no seguro de esto?

— De lo único que estoy seguro es de que te amo, Xia.

El íncubo omitió mencionar algo más, como que estaba dispuesto a morir antes que permanecer en el infierno sin él. Incapaz también de ir en su contra pues le veía sembrando en los cielos un estilo de vida diferente, ocupado de esparcir bondad en la tierra y de conciliar las pequeñas diferencias entre las jerarquías de ángeles. Le veía con un futuro tan brillante, que casi temía no tener un lugar verdadero en él. A pesar de amarse.

— No te atrevas, Yoochun.

— ¿Qué?

— Te tiembla el pulso, tal vez no pueda leer tu mente, pero estoy seguro de que tienes pensamientos deshonestos, ya que probablemente no estoy contigo en ellos.

Xia

— Te mataré, Yoochun. — Siseó. Y aunque con tono áspero y serio, que haría temer a cualquiera, el íncubo entendía la amenaza del demonio. — Así que no pienses nada que no sea una vida juntos. Tú y yo, para siempre, recuérdalo.

En ese momento el demonio ya le estaba seduciendo con la mirada, con el roce de sus cuerpos, ansiando uno de sus besos. El íncubo entendió su mensaje, su anhelo. Y le satisfizo de inmediato. La unión de sus bocas comenzó lenta, pero rápidamente mutó en la innegable pasión que se les encendía en el alma. Los anillos en sus dedos resplandecieron, vibrando a la fuerza de sus auras demoniacas, a la razón por la que, en sus inicios, fueron invocados y entregados para el otro. Pues ahora, el alma de uno le pertenece al otro, y si uno muere, el otro le seguirá irremediablemente.

Sus destinos se fusionaron en uno solo.


La conversación aquella que Mokomichi había intentado sostener con Choikang durante su primer encuentro salió a colación nuevamente esa tarde. El arcángel estaba ahora seguro de que, desde ese momento, el japonés probablemente ya estaba actuando como Azrael.

— Tal vez, pero si fue así, no era consciente de ello, Choikang.

— ¿Es eso posible?

— Entiendo que dudes de mí. Pero estoy siendo sincero. Quiero saber algo, ¿cómo es que el alma de un ángel fue depositada en un maniquí? Mis memorias ahora están mezcladas con las que tuve como el detective Mokomichi Hayami, por lo que tengo esta inquietud. Sé muy bien que los ángeles pueden bajar a la tierra, pero no parece que Xia haya venido como uno.

— No conozco los detalles. Pero el Principado JeJun lo sabía, que ese maniquí era Xia.

— ¿Los ángeles hacen eso ahora? Ocultarse detalles importantes.

— Tenemos una jerarquía y lo sabes. Cada ángel en los cielos tiene una misión, una razón para existir. Algunos conocen más, otros menos. Solo el Principado JeJun y el Señor conocen la situación. Puedes ir y preguntarle si quieres. — El arcángel no se perdió entonces detalle en la reacción del Ángel de la Muerte.

Su faz serena, su mirada intensa, el fulgor en sus pupilas haciéndole estremecer. Choikang no podía imaginarlo, pero estaba seguro de que el poder de un Ángel de la Muerte era realmente capaz de hacer temblar a los Pilares del Inframundo del mismo modo que respetaban al arcángel Mikaiyáh.

— Lo haré, en cuanto termine de charlar contigo.

— ¿Qué más quieres saber?

— ¿Te gustaba el detective?

— ¡Qué! ¿Qué detective? ¿Qué quieres decir con gustar?

— Obviamente estoy hablando de mí, antes de recordar quién soy en realidad. Tengo la impresión de que me miras de una forma diferente.

— No te miro diferente. — Siseó. Con las prietas mejillas adquiriendo un curioso tono rosado.

— Lo haces. Es bastante más obvio de lo que crees. Me miras cuando piensas que no estoy atento, cuando hablaba con los demás. Te revelaste ante mí porque una parte de mí deseaba un contacto directo. Aunque entonces era un simple detective.

— Tonterías. — Farfulló. Pero incapaz de agregar argumento alguno para rechazar las palabras del ángel de la muerte.

— Sabes que no. Pero está bien. No me molesta gustarte.

— ¡Te digo que no es así!

— Oh, ¿de verdad? Entonces, si me acerco lentamente, mirándote a los ojos y comienzo a bajar el tono de mi voz tanto que tengas que esforzarte para escucharme, centrando tus sentidos en mí, ¿todavía no te latiría el corazón con una velocidad que hace que te des cuenta de cuán vivo estás? Algo, que nunca sentiste en los cielos, en ningún entrenamiento ni mucho menos en la más difícil de las batallas.

Mientras Azrael hablaba hacía aquello que decía. Acercarse lentamente, reducir la distancia, mirarle cara a cara, sentir el aliento del arcángel, su respiración acelerada mezclándose con sus susurros. Observó con gusto cómo se le dilataban las pupilas y humedecía inconscientemente sus labios.

— Dilo de nuevo, Choikang.

— ¿Qué?

— Dilo de nuevo, que no te gusto.

— Yo, no… — Repentinamente débil de voluntad, el arcángel entrecerró los ojos, anhelando los labios que cerca, se negaban a rozar los suyos. — Hayami~. — Suspiró inconsciente de sus acciones.

Del deseo que nacía en su interior y se dispersaba vertiginosamente por todo su cuerpo. Haciendo temblar su voluntad, sacudiendo sus sentidos, eclipsando su amor por el Señor.

— ¿Qué? ¿Necesitas algo de mí, Choikang?

— Bésame.

Demandó. Casi como un adolescente falto de atención. Caprichoso, ceñudo y autoritario.

— Pero no te gusto, ¿incluso así quieres que te bese?

— Cállate, date prisa y hazlo.

El ángel de la muerte sonrió complacido. Feliz de que su poder de seducción todavía fuese tan efectivo incluso entre los ángeles. Aunque, algo en él se revolucionaba por algo más que la simple curiosidad por afecto. Aquello que motivaba comúnmente a los ángeles de la muerte, que no estaba prohibido por el Señor, ni castigado siempre que se hiciera con cierta reserva y responsabilidad.

Algo, que los hombres podrían llamar enamorarse.

Cualquiera que fuese la razón, perdía peso en ese momento. Cuando ambos deseaban lo mismo. Un beso. Unir sus labios y descubrir por cuenta propia lo que significaba esa necesidad para ambos.


— No puede considerarse pecado. — El arcángel Yoon dijo, tras descubrir a su compañero besarse con el ángel de la muerte.

— Dos ángeles viviendo esa clase de amor, no es reprobado por el Señor, pero…

— Pero qué.

— No lo hubiera imaginado de Choikang. Siempre ha sido tan reservado y centrado en la batalla.

— Los arcángeles también somos capaces de sentir alguna atracción por otros. Siempre que no nuble nuestra misión original al servir al Señor, ¿no es así, JeJun?

El Principado evitó enfrentar la mirada del arcángel. Había entre ellos, desde hace algún tiempo, un sentimiento inexplicable que solía hacerles caer en un vértigo de emociones que sí, rayaban peligrosamente en una atracción más fuerte que sus misiones originales.

— ¿Ya lo olvidaste, Yoon?

— ¿Lo hiciste tú, JeJun?

— No. Incluso si lo intento. Pero deberíamos hacerlo. Lo que hubo entre nosotros hace tiempo, no es bueno para los cielos.


Apostados frente a las puertas del infierno los seis estaban listos para entrar. El lugar es un plano que conecta, en algún punto de la tierra, a ambos mundos. Lucía como una montaña árida, con un penetrante olor a azufre saliendo de sus entrañas, y había símbolos tallados en sus muros.

— Ésta es una entrada diferente al inframundo. Solo los demonios la conocen. Y quizá algunos ángeles como Hayami. — Xia dijo.

— Sí, me resulta familiar.

— Una vez que hayamos entrado, es probable que legiones nos esperen. Será una cruel batalla hasta el palacio de Lucifer. Donde seguramente estarán reunidos los Cinco Pilares. No tenemos más aliados, así que será difícil. De vida o muerte. Si llegamos todos, o solo uno de nosotros, esperemos completar la misión. — Park añadió, en tanto apoyaba la palma de su mano en una parte de la montaña, notando cómo el tatuaje en su pecho se calentaba.

Cuando la montaña se partió en dos y los seis comenzaron a avanzar, la entrada fue caída en picada. Ángeles y demonios extendieron sus alas. Y tal como se advirtió, legiones ya les esperaban. 


En efecto, el próximo será el capítulo final ;D empecé este miniserial con mucho entusiasmo y un centenar de ideas, pero bueno, ya saben que la srita. inspiración hizo de las suyas y al final he terminado por simplificarlo. Para no dejarlo a medias, la vdd xD pero, de todos modos, retomé otro de los temás que más me seducen, ángeles y demonios, espero que guste aunque sea sencillo ;D 

Ya Ne!  

3 comentarios:

  1. Aunque lo hayas simplificado el capítulo estuvo muy bueno. Junsu y Yoochun asi mueran y tengan que renacer se buscaran hasta encontrarse porque su amor es mucho mas grande que la muerte.

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  2. Ya me estoy mordiendo las uñas de los nervios, q todo vaya bien en la batalla, aunque no quiero que muera el YooSu, si lo hacen y cuando renazcan se vuelvan a encontrar y vivir felices 😊😊 por fin un beso del HayaMin 😍😍😍 tienes q darnos un cap extra y nos cuentes lo q sucedió entre el YunJae 😄😄😄 besitos 😚😚

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  3. jajajja
    Changmin siempre cae en las redes de Hayami aunque se resista y resonge... son tan bellos en su torpeza... Jae que fue lo que paso para que sea malo para los cielos si Yun es un amor... Su mandando y amenazando a Chun por pensamientos desoladores... pero ese es el espiritu de lucha para seguir a tus sueños.. ya me puse melancolica se nos va otra bella historia.. pero feliz de haber sido parte de ella aunque desde otra parte del mundo disfrutando tu bello talento...
    matta ne... <3

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