sábado, 12 de agosto de 2017

Especial Darkness Deep. TVXQ/JYJ

Antes de presentar este especial, que básicamente es YS porn 7w7 sí, se me antojó y no me arrepiento de nada xDD quiero aclarar que se me ocurrió así, de la nada xD quería porn salvaje y pues me acordé de los lobos de Darkness Deep 6.6 en fin, a lo que voy, este especial puede ubicarse al final de DD y previo a Break up the Dark, aunque puede (y seguro es así) haber errores enormes en la cronología y tal. Pero bueno, igual me sirvió de peldaño para darle seguimiento a una idea que he tenido desde el año pasado (o era el antepasado tal vez) con la tercera parte de Darkness Deep. Prefacio (?) que me permito dejarles aquí, al final ;D 

Y bueno ya, les dejo lo bueno 7u7 



Especial Darkness Deep
Final Alternativo
Clasificación: NC-18

DD
YooSu (main)
~*~

 

El nacimiento en la familia real de los Kim y el clan Park, había provocado reacciones diversas. Respeto, admiración y envidia, entre las más fáciles de nombrar. Dada la naturaleza de los críos, incluso tras una década transcurrida, seguían pareciendo pequeños de apenas un par de años. Niños, a fin de cuentas. Los trillizos del Príncipe ChangMin, los gemelos del Príncipe Jaejoong y los gemelos del, todavía, centinela, Junsu. Híbridos, vampiros y licántropos que, para algunos clanes, eran como "mercancía" tentadora sobre la que anhelaban poner sus manos.

Durante aquellos años, los avances genéticos eran considerablemente sorprendentes. Vampiros y licántropos estaban mejorando sus especies manipulando sus genes. Aunque pocas eran las familias involucradas, particularmente China, Japón, Inglaterra, Alemania y Estados Unidos de Norteamérica. Familias representativas de los mencionados países tienen un mismo objetivo, pero sólo una de ellas persigue algo más.

— ¿Unir clanes de vampiros y lycans? Aspiras a demasiado, Luken.

— Es lo que se necesita. Desde la muerte de Yiang y Génesis ningún Clan ha tenido el valor de aspirar a más que conformarse con los dictámenes del Clan Kim y el Clan Park, como si ellos fueran nuestros líderes, Nima.

— Porque en cierta manera lo son, ¿conoces a alguien capaz de enfrentarlos? Los otros clanes lo saben, es difícil imaginar una victoria ante el Diurno, el híbrido o el Lycan Louxsna. Eso, antes siquiera de poder acercarte a sus parejas, ni qué decirlo de sus hijos.

— Penetrar la seguridad del Palacio Kim podrá ser más difícil. Pero no tanto con la mansión Park, sólo hay que trazar el plan correcto.

— Sabes lo que dicen, ¿no? Incluso si lo consiguieras, si por alguna razón pudieras secuestrar a los cachorros Park-Kim, la ira del padre será el menor de tus problemas, no quieres conocer la ira de "la madre". Seguro te perseguiría al fin del mundo, te torturaría lentamente, se comería tus entrañas y luego las vomitaría en aceite hirviendo.

— Demasiada imaginación, Nima. Piénsalo, todo lo que pasa con los clanes es un miedo irracional a lo que se cree que ellos pueden hacer. Pero no piensan en lo que podemos ganar si obtenemos algo de su poder. Y, porque lo sé, no habrá mejores genes manipulables que los de esos niños.

— Si es lo que crees, no te detendré, Luken. Pero me mantendré fuera de esto.

— ¿En serio, Nima? ¿Pretenderás ser neutro?

— Sí, y que la guerra que pretendes desatar no afecte a mi Clan.

...

Junsu estaba paseando con sus gemelos en los amplios jardines de su hogar, los tres bajo su forma lobuna, los cachorros correteando a su "madre", mordisqueándole las orejas o la cola cuando conseguían "atraparle". El Animae Fata era feliz, se divertía con sus cachorros y, en aquel jugueteo, les enseñaba a defenderse y a cazar.

Instantes después el Animae Fata percibió el aroma de su amante, y al segundo el alarido imponente del Louxsna resonó en los bastos terrenos. Los cachorros alzaron las peludas orejas, buscando con entusiasmo a su padre, cuando el enorme lobo apareció de entre las sombras del bosque aledaño, corrieron a toda prisa a su encuentro, sus infantiles pensamientos se regocijaban de alegría cada que su progenitor volvía tras una ausencia de semanas. Y a su encuentro, intentaban derribarle sin mayor éxito pues era ostentosamente enorme para ellos.

— Vamos, Chun, coopera un poco con ellos. — El pensamiento del Animae Fata rebotó en la mente de su amante, pero fue hasta que el lobo menor se unió a sus cachorros, que entre los tres derribaron al Louxsna.

Dejándole echado sobre su lomo, el Louxsna emitía gentiles gruñidos mientras sus cachorros mordían su cuello, sus patas o la cola. Por supuesto, recibiendo la ayuda de "mamá" pues el Animae estaba pacientemente montado sobre el vientre de su amante, jugando a mover el hocico y las orejas del Louxsna. Sin embargo, el falo del Louxsna estaba cerca del trasero del Fata, por lo que, causa de algunos movimientos naturales de la "pelea" familiar, el primero rozó el segundo.

El Fata inmediatamente se incorporó sobre las cuatro extremidades, y en el acto, ambos cachorros mordieron, accidentalmente, la virilidad de su padre. El aullido del Louxsna hizo eco alrededor, mientras que el Fata tomaba su forma humana y reía, involuntariamente, por lo cómica escena desarrollada. El Louxsna también recuperó su forma humana, cubriéndose las partes nobles mientras rodaba sobre el pasto. Sus cachorros, que ya controlaban la transformación, también eran ahora un par de pequeños de dos años, que, desnudos como sus progenitores, reían y corrían alrededor de ellos.

— Es hora de que devuelva el favor, ¡Grr!

Y mientras Park perseguía al desnudo a los cachorros, dirigiéndoles al interior de la casa, camino que ya había tomado Kim, a kilómetros de distancia, un genetista convencía a las familias más poderosas de ambos clanes, de capturar a los herederos de los clanes élite.

Una vez dentro de la casa, los cachorros corrieron a ocultarse ni bien escucharon a su padre que era hora de un baño. Por supuesto, los pequeños aún tenían energía para jugar y una ducha no les resultaba interesante aún.

Park había renunciado a la persecución casi de inmediato, y dejado la labor de la captura a sus "guardianes", que de hecho eran más como niñeros bien entrenados para protegerlos. Así, había seguido el aroma de su amante hasta la habitación -sí, desnudos aún-.

— Junsu ah, cuántas veces he de pedirte que cuando salgas a jugar en tu forma lycan lleves al menos una bata para cubrirte. Detesto cuando los otros pueden mirarte desnudo. - Bramó porque, claramente, entonces estaba de mal humor.

El centinela estaba seleccionando ya ropa para ambos, y dejándola pulcramente sobre el lecho. Sonrió ante la queja de su amante porque está acostumbrado a ellas, y porque en realidad le gusta cuando se pone celoso, quizá por el aire salvaje que realzaba su sex-appeal.

— Y tú cuándo dejarás de preocuparte por eso, te he dicho cada vez que me aseguro de entrar sigilosamente por donde no haya otros ojos que no sean los tuyos.

El azabache de todas formas chasqueó la lengua con aire receloso. No se fiaba para nada, aunque ahí tuviera sólo "elementos de confianza". Se colocó los bóxers, maldiciendo entre dientes por los ligeros rasguños que dejaron los colmillos de sus críos cuando le mordieron accidentalmente.

— ¿Qué, te duele Chun? — El castaño preguntó con un brillito divertido en los ojos. Kim llevaba ya incluso pantalones y una camiseta de resaque. Park tuvo ganas de arrancarle la ropa y marcarle ahí mismo, por las dudas.

— Sabes que no, pero ya que fueron nuestros hijos, sanarán después y no de inmediato.

— ¿Tal vez debería lamerte y acelerar el proceso? — Kim preguntó con tono seductor, agazapándose ya en el piso, colocando sus manos en los muslos del azabache, acariciando sinuosamente.

Park le miró desde arriba, notando el pinchazo que sacudió su erección al verle lamerse los labios mientras espera su aprobación. A lo lejos las risas de sus cachorros le advirtió que tenían tiempo suficiente para un poco de "calor". El azabache llevó sus dígitos al rostro del castaño, acariciando su contorno en tanto sus profusos ojos negros le daban la respuesta.

Kim sonrió y luego, tras bajarle la prenda lo suficiente para liberar su hombría, llevó su lengua por el tronco de su amante, complacido ante la inmediata respuesta de tal trozo de carne, calentándose y endureciéndose. Excitar a su amante le hacía sentir "poderoso".

— ¡Mgh! ¡Oh, baby!

El azabache entrecerró los ojos cuando sintió los tibios labios de su amante cobijar su extensión, descendiendo hasta casi rozarle la garganta. Los rasguños desaparecieron casi de inmediato, y las risas de los pequeños se escuchaban más cerca, subiendo las escaleras.

— Bien, todo listo Chun. — El castaño dijo de pronto, levantándose y pasando sus dedos por los labios, eliminando rastros de saliva.

— Qué demon...

— ¡Omma~! — La voz chillona de sus hijos se escuchó fuerte y claro mientras irrumpían confiadamente en la habitación de sus padres.

— Ya, ya. Suficiente de juegos, ChulSoo, SooYun, vamos a tomar una ducha los tres juntos. — Dijo sonriente, ignorando deliberadamente el tic nervioso de su amante, quien no daba crédito a que le dejase en tal estado, así como si nada.

— ¡Sí~! — Gritaron con algarabía los pequeños, corriendo por el pasillo hasta el final, al amplísimo baño, felices de saber que chapotearán entre burbujas y aromas dulces en la gran tina (jacuzzi que tenía otro uso para sus progenitores, obviamente).

— Me manipula, ese baby necesita un pequeño castigo. — Park dijo para sí, sonriendo perverso.

Esa noche el bosque se llenaría de maullidos y gemidos. Oh sí, se aseguraría.

...

En el Palacio del Este (Changdeokgung), el mayor de los Príncipes observaba a su amante encargarse de dirigir a un grupo de vampiros para una intervención en el extranjero, al parecer estaba sucediendo algo de lo que no se estaba enterando.

— Necesito ese informe mañana a primera hora.

— ¡Sí, señor! — Los guardias vampiros al otro lado de los monitores aseguraron con temple. Junto costó la comunicación, plenamente consciente de la presencia de su amante.

— ¿Los niños duermen, Jaejoong?

— Sí, profunda y tranquilamente. Qué está sucediendo, te noto tenso.

— Todavía se está investigando, el grupo Sentinella también está en esto, así que todavía esperaré hasta mañana.

— ¿Mañana? Tan poco tiempo significa que es importante. Yunho, dime qué está pasando.

— Algunos clanes se están organizando, al parecer su objetivo es secuestrar a nuestros hijos. A los de tu hermano y los de Junsu y Yoochun.

— ¿Al parecer?

— Por eso te lo digo, si mañana no hay nada concreto, me encargaré personalmente.

— Me uniré a la comitiva, Yunho.

El Diurno asintió a las palabras del hombre parado en el umbral. Por supuesto, era de esperar que Ogazawara estuviera al tanto. Y seguro que Park terminaría uniéndose también en cuanto se enterara.


Antes de que las noticias se esparcieran, el azabache estaba dispuesto a cumplir su castigo. Cuando los pequeños hubieron cedido finalmente al sueño, y fueron arropados con cariño por sus progenitores, Park arrastró a su amante al bosque.

— ¿En serio, Chun? Hace frío, sabes~. — Se quejó con aire caprichoso, siguiendo sin embargo los pasos de su amante cuesta arriba por una escarpada colina. — ¿No podíamos hacerlo en casa?

— Vas a gritar mucho. — Respondió simple, llegando a la cima, a un perfecto claro en el cual hacerlo suyo. Tendió la mano y le ayudó a dar el último paso, abrazándole entonces con recelo, mirándole con brillantes ojos negros llenos de lujuria.

— ¿Sigues enojado por lo de esta mañana~?

— Obviamente, me dejaste prendido. Ni siquiera puedo decir que me hayas dejado a medias, es más, apenas si era el juego previo.

— Pero si solo querías sanar las pequeñas heridas de nuestros hijos~. — Volvió a quejarse, aunque obviamente no se estaba negando en absoluto.

La verdad es que él también tenía ganas de un poco del sexo salvaje que su amante sabe darle, y del que hacía algún tiempo no tenían.

— Sin peros. Mereces castigo y punto, Junsu ah. Ahora, lo que estoy decidiendo es si te lo hago en tu forma lobuna o humana.

— ¡Yoochun~! Sabes que me da muchísima vergüenza hacerlo en nuestras formas animales~.

— Entonces, convénceme para que tu castigo sea menos severo, Junsu baby. — Los profusos ojos ónix del azabache refulgieron con auténtico fuego. Una lasciva pasión que no daría tregua.

El centinela gimió con aire arisco, como cuando sabe que tendrá que hacer ese tipo de cosas que todavía le crispa su lado humano, la vergüenza. Sin embargo, era esto lo que realmente quería, así que en realidad en esos momentos era más como un poco de actuación, porque sabe cuánto le pone a su amante lycan que sea un poquito tímido y reservado, pero muy capaz de ceder a sus deseos.

Así que comenzó por desnudarse, lentamente bajo la atenta mirada negruzca de su amante. Con el estrellado firmamento como único testigo, y una luna a medio ciclo de luz coronando el cielo. Los sonidos propios de la noche, de las aves nocturnas y los predadores de acecho, incluso algún aullido a la distancia de aquellos licántropos salvajes que todavía solían ocultarse a los alrededores en las penumbras, y que reconocían el aroma del Animae Fata.

— ¿Estás en celo, Junsu? — Park cuestiona con una mezcla de picardía y celo, admirando la perfecta silueta desnuda de su amante, notando los pinchazos en su entrepierna y los aullidos reclamando lo que nunca entregaría.

— ¿No lo estamos siempre los “machos”? — Responde con un dejo de ironía y diversión, contoneando las caderas mientras se acerca a su amante y lleva sus manos directamente a los pantalones de éste. — Parece que levanto “bajas pasiones” incluso tan lejos. — Murmura con voz dulce, acariciando con sus labios el cuello de su amante. Consciente de que solo está provocando un poco más los celos del azabache.

— Ng. — Park gime, no precisamente de placer.

Los aullidos alrededor se hacen más fuertes, e incluso cercanos. Como siempre, hay algunos licántropos salvajes lo suficientemente idiotas para creer que hay una loba disponible para sus instintos. Y, como cada vez, Park se ve en la “necesidad” de transformarse, brevemente, en la bestia licántropa y aullar profundo, alto. Tan alto que su aullido haga eco en cada recoveco kilómetros a la distancia, “marcando” su territorio.

El centinela sonrió contra el pelaje de su amante, feliz de saber cuán posesivo el lycan era hacia su persona. Porque sabe que así es como cada vez se dicen cuánto se aman. Las ropas habían sido destrozadas en medio de la transformación, así que cuando Park volvió a su forma humana, la desnudez de los amantes estaba presente al fin.

El azabache asaltó entonces los labios del castaño, besándole con pasión, le levantó en vilo y de inmediato su hombría se perfiló entre las nalgas de su amante, rozando su comprimido anillo. Se mordieron los labios incluso hasta sangrar un poco, por el mero gusto de lamerse y sanarse las heridas, de saborear el resquicio cromático que se les impregnaba en las paredes bucales y aturdía directamente su sentido del olfato.

— Hazlo, Chun. Entra ya, fuerte y hasta el fondo. Lléname. — Kim demandó con voz seductora, agitando su cadera como buscando insertar el trozo de carne caliente en su entrada, afianzado a los hombros de su amante mientras sus piernas rodean la cintura de éste.

— Te llenaré tanto que me darás otro cachorro, Junsu. — Park dijo con tono áspero, lamiendo los labios de su amante para acto seguido empujar su pelvis y penetrarle.

— ¡Ngh! — Ambos han gemido.

El lycan de placer absoluto, el centinela con un dejo de dolor. Un dolor placentero que le estremeció súbitamente. Aunque su cuerpo está acostumbrado al sexo, no había manera de prepararse para ser penetrado sin preparación alguna.

— ¿Fui demasiado brusco?

— ¿No estoy siendo “castigado”?

Los amantes se sonrieron, Park le besó con un dejo de dulzura a modo de disculpa, pero comenzó a moverse en su interior, embistiendo gentilmente al principio, por apenas unos cuantos instantes para darle tiempo a su amante de acostumbrarse lo suficiente para hacerlo como le gusta. Fuerte, duro, profundo.

Las primeras embestidas vienen acompañadas de un intenso golpeteo de pelvis contra trasero. Park no escatima ni un ápice y perfora la cavidad anal de Kim sin reparo alguno, tocando lo más profundo en cada ocasión, arrancándole el aliento, sofocándole en un placer que, sabe, le hace perder la cabeza y noción de todo a su alrededor. El centinela no puede hacer entonces otra cosa más que aferrarse a la espalda de su amante y rendirse a sus deseos, le siente tocar hondo en su interior y hacer de sus entrañas un lío, le siente llenarle por completo, encender todo dentro de él y dominarle como el lobo Alpha a su hembra.

— Ngh~ Yoochun~.

— Gime más, Junsu. Desgárrate la garganta, mgh.

— ¡Yoochun~!

El primer orgasmo prácticamente le toma por sorpresa. La intensidad le ha superado y sus estremecimientos le sacuden en lo que los mortales suelen llamar “orgasmo seco”. Tiembla cual hoja al viento y, si pudiese pensar, agradecería que su amante le estuviese dando tiempo para saborear el éxtasis, manteniéndose quieto y sosteniéndole fuerte entre sus brazos, besándole la sien, oliendo su cabello, aspirando con grandes bocanadas su aroma.

— Voy a bajarte, Junsu baby.

— ¿Eh?

— Solo déjate llevar para mí, Junsu.

Sin tiempo de reaccionar adecuadamente, el castaño es dejado sobre el piso. No, se corrige a sí mismo, sus pies de pronto descansan sobre dos piedras grandes, el equilibrio le traiciona al principio, pero cuando Park le sujeta la cintura por los costados y penetra nuevamente su interior, Kim se ve obligado a buscar el balance, tensa las pantorrillas, los dedos de sus pies, una de sus manos descansa sobre el escarpado suelo, su espalda inclinada, su trasero dispuesto.

— ¡Ngh~!

— ¡Mgh! No aprietes tanto, Junsu.

Los gemidos son diferentes, únicos, a su manera acompasados. La postura facilita, de alguna manera, cada estocada, y de esa manera Park puede estimular la hombría de Kim también. Pero, en lugar de ofrecerle placer absoluto, le tortura. Con la siniestra presiona la base, con la diestra estimula la cabeza fálica, uno de sus dígitos se pasea en la hendidura, presionando sobre ésta.

— ¡Yoochun~! — Gime alto, agita la cabeza en negación, contrae su interior y arde. Placer y dolor mezclados.

Una parte de él quiere “escapar”, pero la otra, más dominante, le mantiene ahí. Intenta apartar la siniestra de su amante, pero éste le gruñe al oído, mordisqueando su hombro con saña y desiste de toda intención. Ha comprendido el mensaje, está prohibido complacerse, después de todo es su “castigo”.

— ¡Yoochun~! ¡Por favor~!

— Por favor, qué, baby. Habla claro para que te entienda. — Gruñe áspero, empujando con potencia su pelvis, manteniéndose entonces dentro, sintiéndole temblar de pies a cabeza, consciente de los espasmos en sus piernas, rodillas a punto de vencerse.

— Deja que me corra~.

— No te lo estoy impidiendo realmente, Junsu.

— Tu ¡Ngh! Mano~.

— ¿Qué con mi mano?

— Apártala~. Por favor~. ¡Chun~!

— Buen chico. — Lamiéndole el final de la espina dorsal hasta la nuca, el azabache libera la presión de su siniestra, y la semilla de su amante sale disparada, junto a un gemido tan alto que. Sí, lo saben, ha hecho eco en los alrededores.

Los aullidos de licántropos salvajes no se hacen esperar. Como tampoco el alarido del Louxsna, tomando brevemente la apariencia del lobo aquel, enorme, hermoso, impotente, de pelaje blanco brillante, los destellos azul turquesa.

— ¡Ngh~! ¡Yoochun~! — El jadeo del centinela es entonces ahogado, casi angustiado.

Park ha olvidado el pequeño –gran– detalle de que aún estaba dentro. La virilidad de su forma animal fue entonces “demasiado” para el ano de su amante en forma humana. Kim, asombrado por el grosor, el fulgor y la palpitante erección en su interior, toma su forma lobuna al instante también.

Y están ahí, unidos como lobos. Enganchados cual Alpha dominando a su hembra en celo. Ambos aúllan, el Louxsna se mueve inconscientemente, aturdido por la caliente presión de la cavidad del Fata. El Animae intenta alejarse, pero sabe que es imposible “separarse” en ese punto, están “pegados”. Así que no tiene más salida que entregarse sin resistencia. El segundo orgasmo en común les sacude bajo aquellas formas. Park es así quien muerde el lomo de su amante, Kim aúlla sumiso. Y luego, sin necesidad de acordarlo, ambos retoman su forma humana al unísono.

— Pervertido~. — El centinela gimotea casi ofendido por el asalto sexual-animal.

— Ya, lo siento. Me han ganado los celos, Junsu baby. — Se disculpa, besándole casto los labios, empujándole contra el suelo una vez más, elevando sus piernas y en inercia su cadera, asegurándose de no haberle lastimado innecesariamente.

Su semen escapa de la cavidad anal, la espesa esencia se pierde entre las carnosas nalgas y resbala  por los muslos. La lengua del azabache le traiciona y actúa casi con vida propia, lamiendo lascivamente el sendero de su semilla.

— Ngh~.

— No tengo suficiente de ti.

La advertencia de Park no se hace esperar, se planta sobre sus pies, perfectamente perfilado entre los muslos de Kim y llevando las piernas de éste sobre sus hombros, asiendo los tobillos del castaño le penetra una vez más. Prácticamente le sostiene en vilo en una postura poco ortodoxa, el centinela se ve en la necesidad de tensar toda la parte inferior de su cuerpo buscando equilibrio y soporte, por lo que contrae su ano, los anillos carnosos sofocan así el falo del azabache, haciéndole gemir ronco, como el alarido del lobo que es.

— Ngh~ ahh~ Chun~gh~.

— Mgh, ¡mierda!

Sus gemidos hacen eco en las penumbras nocturnas, y el calor que emana de la excitación de ambos derrite cada fibra de sus febriles cuerpos empujándolos a ese trozo de paraíso de sus naturalezas inmortales. Ahí donde el placer y la lujuria son bienvenidas y únicas huéspedes, donde el amor mutuo es la antesala de una vida eterna juntos.

El ritmo de las embestidas no se debilita ni un poco, ni las dilataciones y contracciones que el centinela induce sobre su cavidad, apretando y liberando la presión alrededor del pene de su amante. El azabache le muerde el hombro, gruñe contra su piel herida antes de lamerle de nuevo y sanar las perforaciones de sus caninos, el resto de su cuerpo arde y la tensión en el bajo vientre le advierte que está cerca de otro orgasmo.

— ¡Mierda! — Gime-gruñe, empujando fuerte y hasta el fondo, deseando por un momento correrse en la boca del castaño, pero conteniéndose porque… — Te llenaré hasta que puedas darme un cachorro, Junsu.

— ¡Ngh~~! — Gime sin tregua, rasgándose la garganta y temblando súbitamente. Ni bien sintió la caliente semilla de su amante llenándole por segunda (o tercera) vez, su propio orgasmo le sacude lanzándole por el turbulento vórtice del placer.

— Hey, no descanses aún, baby. — Advierte tras abandonar el interior de su amante y abrazarle contra su pecho.

— No lo hago, Chun. — Sonríe, respirando laboriosamente y dejándose hacer.

Porque le gustan los besos calmados luego de un intenso orgasmo, le gusta el golpeteo contra su pecho que viene de los furiosos latidos del corazón de su amante, el que seguramente emula el propio.

— Yoochun ah, comienzo a pensar que realmente quieres tener otro hijo.

— ¿Tú no, Junsu?

— Aún tenemos dos cachorros que cuidar, Chun~.

— No es como si no pudiéramos encargarnos de uno más, ¿no?

El centinela ríe ladino, montándose sobre el regazo de su amante, acariciándole los brazos, la ancha espalda, y los fuertes muslos, ahí donde aprovecha que sus manos están detrás, casi sobre las rodillas del azabache, y él eleva su pelvis contoneando la cadera en círculos, rozando el miembro de su amante, provocándole de nuevo.

— Entonces hazlo más, Chun. Todavía no estoy lo suficientemente lleno. — Dice seductor, lanzando un gritito de sorpresa cuando Park le penetra repentinamente. — Me encanta excitarte tanto~. — Jadea, al tiempo en que echa el cuerpo un poco más hacia atrás y lleva sus pies al frente, apoyando las plantas contra los hombros de su amante.

Con el rostro hacia el firmamento, el centinela se permite cerrar los ojos y saborear los suaves movimientos con que inicia el vaivén, siendo él quien toma el control mientras que el lycan se deleita la mirada simplemente observándole, dejándole absolutamente el control. Le mira sumido en su placer, y siente cómo alterna los movimientos entre círculos y el sencillo vertical autopenetrándose. Observa también su pene, erguido y manchado con rastros de su propio semen, goteando por los anteriores orgasmos. Se relame los labios y saborea el olor del sexo de su amante, pero no lo soporta demasiado tiempo más.

— ¡Chun~! — Gimotea cuando su amante le interrumpe, empujando la pelvis hacia delante mientras flexiona las rodillas, y el centinela, por inercia, se va hacia el frente, usando las manos para apoyarse en el pecho del azabache. — ¿Qué~?

— Acércate más, Junsu baby. — Demando con voz áspera, llevando una mano al falo de su amante, acariciando suavemente el tronco.

— Ngh~ ¿más cerca?

— Sí. — Responde, lamiendo sus labios y diciendo con una mirada lo que desea.

— ¿No querías llenarme tanto que pueda darte otro cachorro? — Se queja, y casi parece absurdo considerando que están en medio del sexo.

— Todavía voy a llenarte, pero este lobo tiene hambre.

— ¡Woo! ¡Ngh!

Sin tiempo para más protestas, Park ha tirado de su amante aún más al frente, de manera que la pelvis de Kim queda frente a su rostro, así es como puede llevarse el erecto pene a la boca, y tres de sus dedos al mojado ano del centinela. La estimulación y su sensible anatomía le juegan en contra, bastan unos cuantos minutos para que el castaño se corra en la boca de su amante, y antes de que pueda siquiera tomar un respiro, vuelve a ser embestido con salvaje pasión, una y otra, y otra vez hasta que el orgasmo reduce su mundo a sensaciones de placer y nebulosos sentidos.

Se dan apenas tiempo para mirarse a los ojos, sonreírse e iniciar una ronda de besos antes de seguir. Y lo habrían hecho de no ser porque el sonido de disparos y un aullido de alerta viaja en el viento desde su casa.

— ¡Yoochun, los niños! — El castaño grita desesperado, y al instante su amante se transforma en el Lycan Louxsna iniciando la carrera veloz hacia su casa.

Kim le sigue el camino, pero como Animae Fata es incluso menos rápido por la simple diferencia de tamaño. Así que confía en él. como siempre. Sabe que, pase lo que pase, él se encargará de poner a salvo a sus cachorros.

El Louxsna vislumbró decenas de hombres apostados alrededor de la mansión, algunos de ellos parecían estar en guardia, como esperándole. Pero sabía que no eran nada para él, ni le importaban más que llegar hasta sus cachorros. Así que se abrió paso saltando a través de los muros, sintiendo algunos disparos alcanzarle, pero con suerte nada que pudiera hacerle daño, los proyectiles eran expulsados de su cuerpo rápidamente y las heridas cerradas a los pocos segundos. Las poderosas extremidades del Louxsna hacían eco en la noche mientras avanzaba dentro y subía las escaleras de un par de zancadas.

— Señor, los niños están bien, nadie ha entrado en la habitación. — Uno de los guardias le dijo ni bien vislumbró al Louxsna en el pasillo, pasando por encima de los cuerpos inertes de varios hombres bien armados como los que había visto fuera.

El guardia tenía las ropas manchadas de sangre y agujeros de balas, pero licántropo como Park, había sanado rápidamente. Y era un hombre de confianza, apostado ahí bajo recomendación de Jung Yunho, quien a esas alturas de sus vidas tenía más conocimiento que nadie de muchas cosas, como organizaciones, clanes y grupos minoritarios en los barrios bajos. Mortales e inmortales parecían estar bajo la lupa del Diurno.

El Louxsna derribó la puerta de un manotazo, su poderosa garra incluso había prácticamente atravesado la fuerte madera.

— ¡Papi! — Sus hijos corrieron hasta él, claramente asustados por el alboroto, presenciando por primera vez en sus cortas vidas, algo así. Los pequeños se aferraron a las extremidades superiores del Louxsna, sollozando contra su pelaje pero sintiéndose solo así realmente seguros.

— Señor, ¿dónde está el Sr. Kim?

La respuesta al cuestionamiento del guardia llegó al instante. El Louxsna se había sentado sobre su trasero, resguardando a sus pequeños contra su pecho y entre sus patas delanteras. Afuera, los gritos y sonidos de disparos hicieron ruido unos instantes más, pero cuando todo quedó en silencio, el Animae Fata apareció por las escaleras, subió con prisa, con el pelaje y las garras manchadas de sangre, y unos ojos penetrantes que casi podrían haber resultado ajenos. El Louxsna sabía que esa era la mirada de una loba enojada. Nadie se metía con sus cachorros y salía vivo de ello.

Park entonces recuperó su forma humana (cubriendo su cuerpo con la gabardina del guardia que le recibiera), sus hijos por el contrario adoptaron su forma lobuna, encontrándose con el Fata entre guturales aullidos y caricias tiernas de hocico a hocico. El Animae pasó por un lado de su amante, avanzando hasta su propia habitación, adentrándose en ella junto a sus cachorros.

— ¿Bajas?

— Ninguna de nuestro lado, Señor. Solo heridos.

— ¿Qué los hirió?

— Balas especiales, sin embargo al parecer no todos los intrusos tenían las mismas municiones, salvo los que entraron primero, el resto eran simples mortales, con armas de menor rango.

— Lo único que podrían haber tenido a favor era la cantidad. Había al menos un centenar de ellos, la Mansión siempre ha sido custodiada por un número menor de guardias ya que para llegar aquí deben cruzar primero montañas y un cerco levantado personalmente por Yunho a 10 kilómetros de aquí. ¿Has tenido noticias de esa frontera?

— El sistema en el cerco Este fue inhabilitado desde dentro.

— ¿Identificaron al espía?

— Todavía no, Señor. Pero el Sr. Jung ya está supervisando también. Y ha pedido que usted y su familia se vayan de inmediato al Palacio del Este.

— Encárgate de los heridos. Y mantente en comunicación con Yunho.

— ¡Sí, señor!

Cuando Park volvió a la habitación, su amante ya estaba vestido, le había preparado una muda de ropa y vestido a los pequeños.

— ¿Estás bien?

— ¿Sabemos quiénes eran?

— Yunho ya está averiguándolo. Nos iremos al Palacio del Este, apoyaré las investigaciones desde ahí. Junsu, ¿estás bien?

El centinela dejó de doblar ropa (que de todas formas estaba empujando con desorden en una maleta), largó un suspiro y asintió. Aunque ambos sabían que no estaba del todo bien, que todavía no se acostumbraba a asesinar a mortales que, posiblemente, solo habían obedecido órdenes.

— ChulSoo, SooYun, vamos niños, verán a sus primos.

— ¿Ya no hay gente mala?

— Ya no, SooYun. Puedes estar tranquila, omma y appa se encargaron de ellos.

Los pequeños se tomaron de las manos y luego tomaron una de Park, esperando por su madre. El castaño tragó hondo, respiró profundo y tras dejar que el azabache cargara la maleta, echaron a andar camino fuera de su mansión.


La llegada al Palacio del Este fue buena para los pequeños, pero una visita no grata para los adultos. No en esas circunstancias.

Sin embargo, apenas unas semanas después, Park, Ogazawara y Jung resolvieron el problema, se enfrentaron a un grupo conformado por varios clanes de vampiros y licántropos y dejaron, una vez más, en claro por qué son superiores a todos y por qué merecen respeto.

Empero, la mente detrás de la revuelta se les había escapado como agua entre los dedos, no habían conseguido atrapar a Luken, el loco genetista que creía que podía mejorar a las criaturas de la noche si obtenía suficiente información de los códigos genéticos en la sangre de sus hijos. Años más tarde habrían de conocer a Katoh y enfrentar otra guerra, pero aún tendrían, sin saberlo, el fantasma de Luken detrás de sus legados.


FIN


THE FATE OF THE SHADOWS

TERCERA TEMPORADA DE DARKNESS DEEP

~*~

Como las épicas batallas desatadas desde los principios de los tiempos, las diferencias entre las dos razas de criaturas de la noche más poderosas del siglo XXI se suceden invariablemente desatando innecesarias guerras por la disputa del poder. Los clanes de vampiros y licántropos se han revelado a sus máximos exponentes. Se desconoce al Clan Kim como líder de las castas de vampiros; y lo mismo ocurre con el Clan Park, destituido de su liderazgo como licántropos de élite. Los híbridos no son temidos con la misma reverencia que otrora.

Los rumores señalan a su estirpe como la culpable del mal desatado desde la invocación de Daijiro Katoh, a los siete muchachos que se auguraron más poderosos que sus progenitores, los que debieron conocer la más cruda oscuridad de sus corazones, la verdadera naturaleza inquebrantable de sus poderes.

Hoy el pasado regresa bajo la tutela siniestra de un científico genetista de nombre Luken Zubari, con una peculiar herencia celta y egipcia en su sangre. Probablemente aquello era parte de su obsesión con la perfección genética, soñaba con seres poderosos como los híbridos, con lo mejor de vampiros y licántropos en su sangre; con la inteligencia y el poder dominante de los antiguos faraones egipcios y la magia universal de la mitología celta. Y estaba convencido de que no lograría sus sueños a menos que pudiera extraer secreto a secreto toda la grandeza de los jóvenes concebidas por las criaturas de la noche más poderosas en toda la historia documentada por el hombre (creyente y escéptico). Algunos rumores en los bajos mundos sugieren que estuvo a punto de atrapar al primer híbrido de todos, Kenryu Ogazawara, pero que se le había escapado en el último momento. Sin embargo, Luken se había preparado por décadas, y estaba listo para un nuevo golpe.

Esta es una historia del destino de las sombras. ¿Vas a atreverte a andar senderos desconocidos y conocer sus más retorcidos secretos?

Prepárate para el sabor de la sangre, para la encarnizada lucha por la supervivencia más que por el bien o el mal. Alístate para ver lo impensable, para escuchar lo inimaginable. Volveremos a viajar entre las penumbras de la noche, a temblar en medio de la oscuridad, y tiritar en la fría profundidad de los corazones de vampiros, licántropos e híbridos.

Piénsalo bien.
Y si estás seguro.

Bienvenido al mundo de las sombras.
 

 *Se aleja silenciosamente* LALA

7 comentarios:

  1. )3( te recontra odeooooooooooo~ TwT
    No es cierto te amo...
    pero te odeo por darme ese adelanto y nada más TwT por qué eres tan cruel conmigooooooooo~
    Esperaré actu

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    1. Yo sé que es amor-odio del bueno ;3
      Veamos el lado positivo, está muy cerca el momento en que arranque formalmente Tha Fate of the Shadows. Y es genial que la srita. inspiración haya llegado con todo y decida permanecer, hay que aprovechar ;D

      No es crueldad, es amor apache (?) xDD

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  2. ahghhh!!!!!!
    es una de mis sagas favoritas... xd me tienes alterada emocionalmente los vampiros, lycans, hibridos y demas criaturas de la noche vuelven....
    gracias por regalarnos un poco de esa mente tan brilliante y llena de sorpresas.... lo esperare con ansias....y esta intro, recuerdo estubo cargada de esa sensualidad tan caracteristica del yoosu que te deja la imaginacion corta... me reencanto..
    saludos besos y abrazos a la distancia....
    matta ne... <3

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  3. waaaa *^* es una de mis historias favoritas y que la continúes me emociona muchisimo asdadas enserio gracias por compartirla! <3

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  4. °O° no puedo creerlo!!! Nueva temporada wipitiiii!!! Ya quiero leer el primer capítulo!!! Espero q la señorita inspiración te acompañe en este nuevo proyecto cofcoftambienenlaterceratemporadadescandalquieroaYoungMinembarazadocofcofcof. >.< gracias Feli por todas las historias no importa cuando vengan siempre son geniales!!!

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  5. Ah! Genial!
    Una tercera temporada ����������!
    Sin falta la esperare con ansias, de todos tus trabajos el de DD es mi favorito, y su tercera parte sin duda me gustará tanto como la segunda parte, de eso estoy segura. Muchas gracias por tu tiempo ��.

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  6. Cuanto tiempo me e perdido de tus fic's !!!! )0( me ebcabti y como siempre me enganchas desde el primer momento!!! Gracias por las historias

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