Antes de presentar este especial, que básicamente es YS porn 7w7 sí, se me antojó y no me arrepiento de nada xDD quiero aclarar que se me ocurrió así, de la nada xD quería porn salvaje y pues me acordé de los lobos de Darkness Deep 6.6 en fin, a lo que voy, este especial puede ubicarse al final de DD y previo a Break up the Dark, aunque puede (y seguro es así) haber errores enormes en la cronología y tal. Pero bueno, igual me sirvió de peldaño para darle seguimiento a una idea que he tenido desde el año pasado (o era el antepasado tal vez) con la tercera parte de Darkness Deep. Prefacio (?) que me permito dejarles aquí, al final ;D
Y bueno ya, les dejo lo bueno 7u7
Especial Darkness
Deep
Final Alternativo
Clasificación:
NC-18
DD
YooSu
(main)
El nacimiento en la familia real de los
Kim y el clan Park, había provocado reacciones diversas. Respeto, admiración y
envidia, entre las más fáciles de nombrar. Dada la naturaleza de los críos,
incluso tras una década transcurrida, seguían pareciendo pequeños de apenas un
par de años. Niños, a fin de cuentas. Los trillizos del Príncipe ChangMin, los
gemelos del Príncipe Jaejoong y los gemelos del, todavía, centinela, Junsu.
Híbridos, vampiros y licántropos que, para algunos clanes, eran como
"mercancía" tentadora sobre la que anhelaban poner sus manos.
Durante aquellos años, los avances
genéticos eran considerablemente sorprendentes. Vampiros y licántropos estaban
mejorando sus especies manipulando sus genes. Aunque pocas eran las familias
involucradas, particularmente China, Japón, Inglaterra, Alemania y Estados
Unidos de Norteamérica. Familias representativas de los mencionados países
tienen un mismo objetivo, pero sólo una de ellas persigue algo más.
— ¿Unir clanes de vampiros y lycans?
Aspiras a demasiado, Luken.
— Es lo que se necesita. Desde la muerte
de Yiang y Génesis ningún Clan ha tenido el valor de aspirar a más que
conformarse con los dictámenes del Clan Kim y el Clan Park, como si ellos
fueran nuestros líderes, Nima.
— Porque en cierta manera lo son,
¿conoces a alguien capaz de enfrentarlos? Los otros clanes lo saben, es difícil
imaginar una victoria ante el Diurno, el híbrido o el Lycan Louxsna. Eso, antes
siquiera de poder acercarte a sus parejas, ni qué decirlo de sus hijos.
— Penetrar la seguridad del Palacio Kim
podrá ser más difícil. Pero no tanto con la mansión Park, sólo hay que trazar
el plan correcto.
— Sabes lo que dicen, ¿no? Incluso si lo
consiguieras, si por alguna razón pudieras secuestrar a los cachorros Park-Kim,
la ira del padre será el menor de tus problemas, no quieres conocer la ira de
"la madre". Seguro te perseguiría al fin del mundo, te torturaría
lentamente, se comería tus entrañas y luego las vomitaría en aceite hirviendo.
— Demasiada imaginación, Nima. Piénsalo,
todo lo que pasa con los clanes es un miedo irracional a lo que se cree que
ellos pueden hacer. Pero no piensan en lo que podemos ganar si obtenemos algo
de su poder. Y, porque lo sé, no habrá mejores genes manipulables que los de
esos niños.
— Si es lo que crees, no te detendré,
Luken. Pero me mantendré fuera de esto.
— ¿En serio, Nima? ¿Pretenderás ser
neutro?
— Sí, y que la guerra que pretendes
desatar no afecte a mi Clan.
...
Junsu estaba paseando con sus gemelos en
los amplios jardines de su hogar, los tres bajo su forma lobuna, los cachorros
correteando a su "madre", mordisqueándole las orejas o la cola cuando
conseguían "atraparle". El Animae Fata era feliz, se divertía con sus
cachorros y, en aquel jugueteo, les enseñaba a defenderse y a cazar.
Instantes después el Animae Fata
percibió el aroma de su amante, y al segundo el alarido imponente del Louxsna resonó
en los bastos terrenos. Los cachorros alzaron las peludas orejas, buscando con
entusiasmo a su padre, cuando el enorme lobo apareció de entre las sombras del
bosque aledaño, corrieron a toda prisa a su encuentro, sus infantiles
pensamientos se regocijaban de alegría cada que su progenitor volvía tras una
ausencia de semanas. Y a su encuentro, intentaban derribarle sin mayor éxito
pues era ostentosamente enorme para ellos.
— Vamos, Chun, coopera un poco con
ellos. — El pensamiento del Animae Fata rebotó en la mente de su amante, pero
fue hasta que el lobo menor se unió a sus cachorros, que entre los tres
derribaron al Louxsna.
Dejándole echado sobre su lomo, el
Louxsna emitía gentiles gruñidos mientras sus cachorros mordían su cuello, sus
patas o la cola. Por supuesto, recibiendo la ayuda de "mamá" pues el
Animae estaba pacientemente montado sobre el vientre de su amante, jugando a
mover el hocico y las orejas del Louxsna. Sin embargo, el falo del Louxsna
estaba cerca del trasero del Fata, por lo que, causa de algunos movimientos
naturales de la "pelea" familiar, el primero rozó el segundo.
El Fata inmediatamente se incorporó
sobre las cuatro extremidades, y en el acto, ambos cachorros mordieron,
accidentalmente, la virilidad de su padre. El aullido del Louxsna hizo eco
alrededor, mientras que el Fata tomaba su forma humana y reía,
involuntariamente, por lo cómica escena desarrollada. El Louxsna también
recuperó su forma humana, cubriéndose las partes nobles mientras rodaba sobre
el pasto. Sus cachorros, que ya controlaban la transformación, también eran
ahora un par de pequeños de dos años, que, desnudos como sus progenitores,
reían y corrían alrededor de ellos.
— Es hora de que devuelva el favor,
¡Grr!
Y mientras Park perseguía al desnudo a
los cachorros, dirigiéndoles al interior de la casa, camino que ya había tomado
Kim, a kilómetros de distancia, un genetista convencía a las familias más
poderosas de ambos clanes, de capturar a los herederos de los clanes élite.
Una vez dentro de la casa, los cachorros
corrieron a ocultarse ni bien escucharon a su padre que era hora de un baño.
Por supuesto, los pequeños aún tenían energía para jugar y una ducha no les
resultaba interesante aún.
Park había renunciado a la persecución
casi de inmediato, y dejado la labor de la captura a sus
"guardianes", que de hecho eran más como niñeros bien entrenados para
protegerlos. Así, había seguido el aroma de su amante hasta la habitación -sí,
desnudos aún-.
— Junsu ah, cuántas veces he de pedirte
que cuando salgas a jugar en tu forma lycan lleves al menos una bata para
cubrirte. Detesto cuando los otros pueden mirarte desnudo. - Bramó porque,
claramente, entonces estaba de mal humor.
El centinela estaba seleccionando ya
ropa para ambos, y dejándola pulcramente sobre el lecho. Sonrió ante la queja
de su amante porque está acostumbrado a ellas, y porque en realidad le gusta
cuando se pone celoso, quizá por el aire salvaje que realzaba su sex-appeal.
— Y tú cuándo dejarás de preocuparte por
eso, te he dicho cada vez que me aseguro de entrar sigilosamente por donde no
haya otros ojos que no sean los tuyos.
El azabache de todas formas chasqueó la
lengua con aire receloso. No se fiaba para nada, aunque ahí tuviera sólo
"elementos de confianza". Se colocó los bóxers, maldiciendo entre
dientes por los ligeros rasguños que dejaron los colmillos de sus críos cuando
le mordieron accidentalmente.
— ¿Qué, te duele Chun? — El castaño
preguntó con un brillito divertido en los ojos. Kim llevaba ya incluso
pantalones y una camiseta de resaque. Park tuvo ganas de arrancarle la ropa y
marcarle ahí mismo, por las dudas.
— Sabes que no, pero ya que fueron
nuestros hijos, sanarán después y no de inmediato.
— ¿Tal vez debería lamerte y acelerar el
proceso? — Kim preguntó con tono seductor, agazapándose ya en el piso,
colocando sus manos en los muslos del azabache, acariciando sinuosamente.
Park le miró desde arriba, notando el
pinchazo que sacudió su erección al verle lamerse los labios mientras espera su
aprobación. A lo lejos las risas de sus cachorros le advirtió que tenían tiempo
suficiente para un poco de "calor". El azabache llevó sus dígitos al
rostro del castaño, acariciando su contorno en tanto sus profusos ojos negros
le daban la respuesta.
Kim sonrió y luego, tras bajarle la
prenda lo suficiente para liberar su hombría, llevó su lengua por el tronco de
su amante, complacido ante la inmediata respuesta de tal trozo de carne,
calentándose y endureciéndose. Excitar a su amante le hacía sentir
"poderoso".
— ¡Mgh! ¡Oh, baby!
El azabache entrecerró los ojos cuando
sintió los tibios labios de su amante cobijar su extensión, descendiendo hasta
casi rozarle la garganta. Los rasguños desaparecieron casi de inmediato, y las
risas de los pequeños se escuchaban más cerca, subiendo las escaleras.
— Bien, todo listo Chun. — El castaño
dijo de pronto, levantándose y pasando sus dedos por los labios, eliminando
rastros de saliva.
— Qué demon...
— ¡Omma~! — La voz chillona de sus hijos
se escuchó fuerte y claro mientras irrumpían confiadamente en la habitación de
sus padres.
— Ya, ya. Suficiente de juegos, ChulSoo,
SooYun, vamos a tomar una ducha los tres juntos. — Dijo sonriente, ignorando
deliberadamente el tic nervioso de su amante, quien no daba crédito a que le
dejase en tal estado, así como si nada.
— ¡Sí~! — Gritaron con algarabía los
pequeños, corriendo por el pasillo hasta el final, al amplísimo baño, felices
de saber que chapotearán entre burbujas y aromas dulces en la gran tina
(jacuzzi que tenía otro uso para sus progenitores, obviamente).
— Me manipula, ese baby necesita un
pequeño castigo. — Park dijo para sí, sonriendo perverso.
Esa noche el bosque se llenaría de
maullidos y gemidos. Oh sí, se aseguraría.
...
En el Palacio del Este (Changdeokgung),
el mayor de los Príncipes observaba a su amante encargarse de dirigir a un
grupo de vampiros para una intervención en el extranjero, al parecer estaba
sucediendo algo de lo que no se estaba enterando.
— Necesito ese informe mañana a primera
hora.
— ¡Sí, señor! — Los guardias vampiros al
otro lado de los monitores aseguraron con temple. Junto costó la comunicación,
plenamente consciente de la presencia de su amante.
— ¿Los niños duermen, Jaejoong?
— Sí, profunda y tranquilamente. Qué
está sucediendo, te noto tenso.
— Todavía se está investigando, el grupo
Sentinella también está en esto, así que todavía esperaré hasta mañana.
— ¿Mañana? Tan poco tiempo significa que
es importante. Yunho, dime qué está pasando.
— Algunos clanes se están organizando,
al parecer su objetivo es secuestrar a nuestros hijos. A los de tu hermano y
los de Junsu y Yoochun.
— ¿Al parecer?
— Por eso te lo digo, si mañana no hay
nada concreto, me encargaré personalmente.
— Me uniré a la comitiva, Yunho.
El Diurno asintió a las palabras del
hombre parado en el umbral. Por supuesto, era de esperar que Ogazawara
estuviera al tanto. Y seguro que Park terminaría uniéndose también en cuanto se
enterara.
…
Antes de que las noticias se
esparcieran, el azabache estaba dispuesto a cumplir su castigo. Cuando los
pequeños hubieron cedido finalmente al sueño, y fueron arropados con cariño por
sus progenitores, Park arrastró a su amante al bosque.
— ¿En serio, Chun? Hace frío, sabes~. —
Se quejó con aire caprichoso, siguiendo sin embargo los pasos de su amante
cuesta arriba por una escarpada colina. — ¿No podíamos hacerlo en casa?
— Vas a gritar mucho. — Respondió
simple, llegando a la cima, a un perfecto claro en el cual hacerlo suyo. Tendió
la mano y le ayudó a dar el último paso, abrazándole entonces con recelo,
mirándole con brillantes ojos negros llenos de lujuria.
— ¿Sigues enojado por lo de esta
mañana~?
— Obviamente, me dejaste prendido. Ni
siquiera puedo decir que me hayas dejado a medias, es más, apenas si era el
juego previo.
— Pero si solo querías sanar las
pequeñas heridas de nuestros hijos~. — Volvió a quejarse, aunque obviamente no
se estaba negando en absoluto.
La verdad es que él también tenía ganas
de un poco del sexo salvaje que su amante sabe darle, y del que hacía algún
tiempo no tenían.
— Sin peros. Mereces castigo y punto,
Junsu ah. Ahora, lo que estoy decidiendo es si te lo hago en tu forma lobuna o
humana.
— ¡Yoochun~! Sabes que me da muchísima
vergüenza hacerlo en nuestras formas animales~.
— Entonces, convénceme para que tu
castigo sea menos severo, Junsu baby. — Los profusos ojos ónix del azabache
refulgieron con auténtico fuego. Una lasciva pasión que no daría tregua.
El centinela gimió con aire arisco, como
cuando sabe que tendrá que hacer ese tipo de cosas que todavía le crispa su
lado humano, la vergüenza. Sin embargo, era esto lo que realmente quería, así
que en realidad en esos momentos era más como un poco de actuación, porque sabe
cuánto le pone a su amante lycan que sea un poquito tímido y reservado, pero
muy capaz de ceder a sus deseos.
Así que comenzó por desnudarse,
lentamente bajo la atenta mirada negruzca de su amante. Con el estrellado
firmamento como único testigo, y una luna a medio ciclo de luz coronando el
cielo. Los sonidos propios de la noche, de las aves nocturnas y los predadores
de acecho, incluso algún aullido a la distancia de aquellos licántropos
salvajes que todavía solían ocultarse a los alrededores en las penumbras, y que
reconocían el aroma del Animae Fata.
— ¿Estás en celo, Junsu? — Park
cuestiona con una mezcla de picardía y celo, admirando la perfecta silueta
desnuda de su amante, notando los pinchazos en su entrepierna y los aullidos
reclamando lo que nunca entregaría.
— ¿No lo estamos siempre los “machos”? —
Responde con un dejo de ironía y diversión, contoneando las caderas mientras se
acerca a su amante y lleva sus manos directamente a los pantalones de éste. —
Parece que levanto “bajas pasiones” incluso tan lejos. — Murmura con voz dulce,
acariciando con sus labios el cuello de su amante. Consciente de que solo está
provocando un poco más los celos del azabache.
— Ng. — Park gime, no precisamente de
placer.
Los aullidos alrededor se hacen más
fuertes, e incluso cercanos. Como siempre, hay algunos licántropos salvajes lo
suficientemente idiotas para creer que hay una loba disponible para sus instintos. Y, como cada vez, Park se ve
en la “necesidad” de transformarse, brevemente, en la bestia licántropa y
aullar profundo, alto. Tan alto que su aullido haga eco en cada recoveco
kilómetros a la distancia, “marcando” su territorio.
El centinela sonrió contra el pelaje de
su amante, feliz de saber cuán posesivo el lycan era hacia su persona. Porque
sabe que así es como cada vez se dicen cuánto se aman. Las ropas habían sido
destrozadas en medio de la transformación, así que cuando Park volvió a su
forma humana, la desnudez de los amantes estaba presente al fin.
El azabache asaltó entonces los labios
del castaño, besándole con pasión, le levantó en vilo y de inmediato su hombría
se perfiló entre las nalgas de su amante, rozando su comprimido anillo. Se
mordieron los labios incluso hasta sangrar un poco, por el mero gusto de
lamerse y sanarse las heridas, de saborear el resquicio cromático que se les
impregnaba en las paredes bucales y aturdía directamente su sentido del olfato.
— Hazlo, Chun. Entra ya, fuerte y hasta
el fondo. Lléname. — Kim demandó con voz seductora, agitando su cadera como
buscando insertar el trozo de carne caliente en su entrada, afianzado a los
hombros de su amante mientras sus piernas rodean la cintura de éste.
— Te llenaré tanto que me darás otro
cachorro, Junsu. — Park dijo con tono áspero, lamiendo los labios de su amante
para acto seguido empujar su pelvis y penetrarle.
— ¡Ngh! — Ambos han gemido.
El lycan de placer absoluto, el
centinela con un dejo de dolor. Un dolor placentero que le estremeció
súbitamente. Aunque su cuerpo está acostumbrado al sexo, no había manera de
prepararse para ser penetrado sin preparación alguna.
— ¿Fui demasiado brusco?
— ¿No estoy siendo “castigado”?
Los amantes se sonrieron, Park le besó
con un dejo de dulzura a modo de disculpa, pero comenzó a moverse en su
interior, embistiendo gentilmente al principio, por apenas unos cuantos
instantes para darle tiempo a su amante de acostumbrarse lo suficiente para
hacerlo como le gusta. Fuerte, duro, profundo.
Las primeras embestidas vienen
acompañadas de un intenso golpeteo de pelvis contra trasero. Park no escatima
ni un ápice y perfora la cavidad anal de Kim sin reparo alguno, tocando lo más
profundo en cada ocasión, arrancándole el aliento, sofocándole en un placer
que, sabe, le hace perder la cabeza y noción de todo a su alrededor. El
centinela no puede hacer entonces otra cosa más que aferrarse a la espalda de
su amante y rendirse a sus deseos, le siente tocar hondo en su interior y hacer
de sus entrañas un lío, le siente llenarle por completo, encender todo dentro
de él y dominarle como el lobo Alpha a su hembra.
— Ngh~ Yoochun~.
— Gime más, Junsu. Desgárrate la
garganta, mgh.
— ¡Yoochun~!
El primer orgasmo prácticamente le toma
por sorpresa. La intensidad le ha superado y sus estremecimientos le sacuden en
lo que los mortales suelen llamar “orgasmo seco”. Tiembla cual hoja al viento
y, si pudiese pensar, agradecería que su amante le estuviese dando tiempo para
saborear el éxtasis, manteniéndose quieto y sosteniéndole fuerte entre sus
brazos, besándole la sien, oliendo su cabello, aspirando con grandes bocanadas
su aroma.
— Voy a bajarte, Junsu baby.
— ¿Eh?
— Solo déjate llevar para mí, Junsu.
Sin tiempo de reaccionar adecuadamente,
el castaño es dejado sobre el piso. No, se corrige a sí mismo, sus pies de
pronto descansan sobre dos piedras grandes, el equilibrio le traiciona al
principio, pero cuando Park le sujeta la cintura por los costados y penetra
nuevamente su interior, Kim se ve obligado a buscar el balance, tensa las
pantorrillas, los dedos de sus pies, una de sus manos descansa sobre el
escarpado suelo, su espalda inclinada, su trasero dispuesto.
— ¡Ngh~!
— ¡Mgh! No aprietes tanto, Junsu.
Los gemidos son diferentes, únicos, a su
manera acompasados. La postura facilita, de alguna manera, cada estocada, y de
esa manera Park puede estimular la hombría de Kim también. Pero, en lugar de
ofrecerle placer absoluto, le tortura. Con la siniestra presiona la base, con
la diestra estimula la cabeza fálica, uno de sus dígitos se pasea en la
hendidura, presionando sobre ésta.
— ¡Yoochun~! — Gime alto, agita la
cabeza en negación, contrae su interior y arde. Placer y dolor mezclados.
Una parte de él quiere “escapar”, pero
la otra, más dominante, le mantiene ahí. Intenta apartar la siniestra de su
amante, pero éste le gruñe al oído, mordisqueando su hombro con saña y desiste
de toda intención. Ha comprendido el mensaje, está prohibido complacerse,
después de todo es su “castigo”.
— ¡Yoochun~! ¡Por favor~!
— Por favor, qué, baby. Habla claro para
que te entienda. — Gruñe áspero, empujando con potencia su pelvis,
manteniéndose entonces dentro, sintiéndole temblar de pies a cabeza, consciente
de los espasmos en sus piernas, rodillas a punto de vencerse.
— Deja que me corra~.
— No te lo estoy impidiendo realmente,
Junsu.
— Tu ¡Ngh! Mano~.
— ¿Qué con mi mano?
— Apártala~. Por favor~. ¡Chun~!
— Buen chico. — Lamiéndole el final de
la espina dorsal hasta la nuca, el azabache libera la presión de su siniestra,
y la semilla de su amante sale disparada, junto a un gemido tan alto que. Sí,
lo saben, ha hecho eco en los alrededores.
Los aullidos de licántropos salvajes no
se hacen esperar. Como tampoco el alarido del Louxsna, tomando brevemente la
apariencia del lobo aquel, enorme, hermoso, impotente, de pelaje blanco
brillante, los destellos azul turquesa.
— ¡Ngh~! ¡Yoochun~! — El jadeo del
centinela es entonces ahogado, casi angustiado.
Park ha olvidado el pequeño –gran– detalle
de que aún estaba dentro. La virilidad de su forma animal fue entonces
“demasiado” para el ano de su amante en forma humana. Kim, asombrado por el
grosor, el fulgor y la palpitante erección en su interior, toma su forma lobuna
al instante también.
Y están ahí, unidos como lobos.
Enganchados cual Alpha dominando a su hembra en celo. Ambos aúllan, el Louxsna
se mueve inconscientemente, aturdido por la caliente presión de la cavidad del
Fata. El Animae intenta alejarse, pero sabe que es imposible “separarse” en ese
punto, están “pegados”. Así que no tiene más salida que entregarse sin
resistencia. El segundo orgasmo en común les sacude bajo aquellas formas. Park
es así quien muerde el lomo de su amante, Kim aúlla sumiso. Y luego, sin
necesidad de acordarlo, ambos retoman su forma humana al unísono.
— Pervertido~. — El centinela gimotea
casi ofendido por el asalto sexual-animal.
— Ya, lo siento. Me han ganado los
celos, Junsu baby. — Se disculpa, besándole casto los labios, empujándole
contra el suelo una vez más, elevando sus piernas y en inercia su cadera,
asegurándose de no haberle lastimado innecesariamente.
Su semen escapa de la cavidad anal, la
espesa esencia se pierde entre las carnosas nalgas y resbala por los muslos. La lengua del azabache le
traiciona y actúa casi con vida propia, lamiendo lascivamente el sendero de su
semilla.
— Ngh~.
— No tengo suficiente de ti.
La advertencia de Park no se hace
esperar, se planta sobre sus pies, perfectamente perfilado entre los muslos de
Kim y llevando las piernas de éste sobre sus hombros, asiendo los tobillos del
castaño le penetra una vez más. Prácticamente le sostiene en vilo en una
postura poco ortodoxa, el centinela se ve en la necesidad de tensar toda la
parte inferior de su cuerpo buscando equilibrio y soporte, por lo que contrae
su ano, los anillos carnosos sofocan así el falo del azabache, haciéndole gemir
ronco, como el alarido del lobo que es.
— Ngh~ ahh~ Chun~gh~.
— Mgh, ¡mierda!
Sus gemidos hacen eco en las penumbras
nocturnas, y el calor que emana de la excitación de ambos derrite cada fibra de
sus febriles cuerpos empujándolos a ese trozo de paraíso de sus naturalezas
inmortales. Ahí donde el placer y la lujuria son bienvenidas y únicas
huéspedes, donde el amor mutuo es la antesala de una vida eterna juntos.
El ritmo de las embestidas no se
debilita ni un poco, ni las dilataciones y contracciones que el centinela
induce sobre su cavidad, apretando y liberando la presión alrededor del pene de
su amante. El azabache le muerde el hombro, gruñe contra su piel herida antes
de lamerle de nuevo y sanar las perforaciones de sus caninos, el resto de su
cuerpo arde y la tensión en el bajo vientre le advierte que está cerca de otro
orgasmo.
— ¡Mierda! — Gime-gruñe, empujando
fuerte y hasta el fondo, deseando por un momento correrse en la boca del
castaño, pero conteniéndose porque… — Te llenaré hasta que puedas darme un
cachorro, Junsu.
— ¡Ngh~~! — Gime sin tregua, rasgándose
la garganta y temblando súbitamente. Ni bien sintió la caliente semilla de su
amante llenándole por segunda (o tercera) vez, su propio orgasmo le sacude
lanzándole por el turbulento vórtice del placer.
— Hey, no descanses aún, baby. —
Advierte tras abandonar el interior de su amante y abrazarle contra su pecho.
— No lo hago, Chun. — Sonríe, respirando
laboriosamente y dejándose hacer.
Porque le gustan los besos calmados luego
de un intenso orgasmo, le gusta el golpeteo contra su pecho que viene de los
furiosos latidos del corazón de su amante, el que seguramente emula el propio.
— Yoochun ah, comienzo a pensar que
realmente quieres tener otro hijo.
— ¿Tú no, Junsu?
— Aún tenemos dos cachorros que cuidar,
Chun~.
— No es como si no pudiéramos
encargarnos de uno más, ¿no?
El centinela ríe ladino, montándose
sobre el regazo de su amante, acariciándole los brazos, la ancha espalda, y los
fuertes muslos, ahí donde aprovecha que sus manos están detrás, casi sobre las
rodillas del azabache, y él eleva su pelvis contoneando la cadera en círculos,
rozando el miembro de su amante, provocándole de nuevo.
— Entonces hazlo más, Chun. Todavía no
estoy lo suficientemente lleno. — Dice seductor, lanzando un gritito de
sorpresa cuando Park le penetra repentinamente. — Me encanta excitarte tanto~.
— Jadea, al tiempo en que echa el cuerpo un poco más hacia atrás y lleva sus
pies al frente, apoyando las plantas contra los hombros de su amante.
Con el rostro hacia el firmamento, el
centinela se permite cerrar los ojos y saborear los suaves movimientos con que
inicia el vaivén, siendo él quien toma el control mientras que el lycan se
deleita la mirada simplemente observándole, dejándole absolutamente el control.
Le mira sumido en su placer, y siente cómo alterna los movimientos entre
círculos y el sencillo vertical autopenetrándose. Observa también su pene,
erguido y manchado con rastros de su propio semen, goteando por los anteriores
orgasmos. Se relame los labios y saborea el olor del sexo de su amante, pero no
lo soporta demasiado tiempo más.
— ¡Chun~! — Gimotea cuando su amante le
interrumpe, empujando la pelvis hacia delante mientras flexiona las rodillas, y
el centinela, por inercia, se va hacia el frente, usando las manos para
apoyarse en el pecho del azabache. — ¿Qué~?
— Acércate más, Junsu baby. — Demando
con voz áspera, llevando una mano al falo de su amante, acariciando suavemente
el tronco.
— Ngh~ ¿más cerca?
— Sí. — Responde, lamiendo sus labios y diciendo
con una mirada lo que desea.
— ¿No querías llenarme tanto que pueda
darte otro cachorro? — Se queja, y casi parece absurdo considerando que están
en medio del sexo.
— Todavía voy a llenarte, pero este lobo
tiene hambre.
— ¡Woo! ¡Ngh!
Sin tiempo para más protestas, Park ha
tirado de su amante aún más al frente, de manera que la pelvis de Kim queda
frente a su rostro, así es como puede llevarse el erecto pene a la boca, y tres
de sus dedos al mojado ano del centinela. La estimulación y su sensible
anatomía le juegan en contra, bastan unos cuantos minutos para que el castaño
se corra en la boca de su amante, y antes de que pueda siquiera tomar un
respiro, vuelve a ser embestido con salvaje pasión, una y otra, y otra vez
hasta que el orgasmo reduce su mundo a sensaciones de placer y nebulosos
sentidos.
Se dan apenas tiempo para mirarse a los
ojos, sonreírse e iniciar una ronda de besos antes de seguir. Y lo habrían
hecho de no ser porque el sonido de disparos y un aullido de alerta viaja en el
viento desde su casa.
— ¡Yoochun, los niños! — El castaño grita
desesperado, y al instante su amante se transforma en el Lycan Louxsna
iniciando la carrera veloz hacia su casa.
Kim le sigue el camino, pero como Animae
Fata es incluso menos rápido por la simple diferencia de tamaño. Así que confía
en él. como siempre. Sabe que, pase lo que pase, él se encargará de poner a
salvo a sus cachorros.
El Louxsna vislumbró decenas de hombres
apostados alrededor de la mansión, algunos de ellos parecían estar en guardia,
como esperándole. Pero sabía que no eran nada para él, ni le importaban más que
llegar hasta sus cachorros. Así que se abrió paso saltando a través de los
muros, sintiendo algunos disparos alcanzarle, pero con suerte nada que pudiera
hacerle daño, los proyectiles eran expulsados de su cuerpo rápidamente y las
heridas cerradas a los pocos segundos. Las poderosas extremidades del Louxsna
hacían eco en la noche mientras avanzaba dentro y subía las escaleras de un par
de zancadas.
— Señor, los niños están bien, nadie ha
entrado en la habitación. — Uno de los guardias le dijo ni bien vislumbró al
Louxsna en el pasillo, pasando por encima de los cuerpos inertes de varios
hombres bien armados como los que había visto fuera.
El guardia tenía las ropas manchadas de
sangre y agujeros de balas, pero licántropo como Park, había sanado
rápidamente. Y era un hombre de confianza, apostado ahí bajo recomendación de
Jung Yunho, quien a esas alturas de sus vidas tenía más conocimiento que nadie
de muchas cosas, como organizaciones, clanes y grupos minoritarios en los
barrios bajos. Mortales e inmortales parecían estar bajo la lupa del Diurno.
El Louxsna derribó la puerta de un
manotazo, su poderosa garra incluso había prácticamente atravesado la fuerte
madera.
— ¡Papi! — Sus hijos corrieron hasta él,
claramente asustados por el alboroto, presenciando por primera vez en sus
cortas vidas, algo así. Los pequeños se aferraron a las extremidades superiores
del Louxsna, sollozando contra su pelaje pero sintiéndose solo así realmente
seguros.
— Señor, ¿dónde está el Sr. Kim?
La respuesta al cuestionamiento del
guardia llegó al instante. El Louxsna se había sentado sobre su trasero,
resguardando a sus pequeños contra su pecho y entre sus patas delanteras. Afuera,
los gritos y sonidos de disparos hicieron ruido unos instantes más, pero cuando
todo quedó en silencio, el Animae Fata apareció por las escaleras, subió con
prisa, con el pelaje y las garras manchadas de sangre, y unos ojos penetrantes
que casi podrían haber resultado ajenos. El Louxsna sabía que esa era la mirada
de una loba enojada. Nadie se metía
con sus cachorros y salía vivo de ello.
Park entonces recuperó su forma humana
(cubriendo su cuerpo con la gabardina del guardia que le recibiera), sus hijos
por el contrario adoptaron su forma lobuna, encontrándose con el Fata entre
guturales aullidos y caricias tiernas de hocico a hocico. El Animae pasó por un
lado de su amante, avanzando hasta su propia habitación, adentrándose en ella
junto a sus cachorros.
— ¿Bajas?
— Ninguna de nuestro lado, Señor. Solo heridos.
— ¿Qué los hirió?
— Balas especiales, sin embargo al
parecer no todos los intrusos tenían las mismas municiones, salvo los que
entraron primero, el resto eran simples mortales, con armas de menor rango.
— Lo único que podrían haber tenido a
favor era la cantidad. Había al menos un centenar de ellos, la Mansión siempre
ha sido custodiada por un número menor de guardias ya que para llegar aquí
deben cruzar primero montañas y un cerco levantado personalmente por Yunho a 10
kilómetros de aquí. ¿Has tenido noticias de esa frontera?
— El sistema en el cerco Este fue
inhabilitado desde dentro.
— ¿Identificaron al espía?
— Todavía no, Señor. Pero el Sr. Jung ya
está supervisando también. Y ha pedido que usted y su familia se vayan de
inmediato al Palacio del Este.
— Encárgate de los heridos. Y mantente
en comunicación con Yunho.
— ¡Sí, señor!
Cuando Park volvió a la habitación, su
amante ya estaba vestido, le había preparado una muda de ropa y vestido a los
pequeños.
— ¿Estás bien?
— ¿Sabemos quiénes eran?
— Yunho ya está averiguándolo. Nos iremos
al Palacio del Este, apoyaré las investigaciones desde ahí. Junsu, ¿estás bien?
El centinela dejó de doblar ropa (que de
todas formas estaba empujando con desorden en una maleta), largó un suspiro y
asintió. Aunque ambos sabían que no estaba del todo bien, que todavía no se
acostumbraba a asesinar a mortales que, posiblemente, solo habían obedecido
órdenes.
— ChulSoo, SooYun, vamos niños, verán a
sus primos.
— ¿Ya no hay gente mala?
— Ya no, SooYun. Puedes estar tranquila,
omma y appa se encargaron de ellos.
Los pequeños se tomaron de las manos y
luego tomaron una de Park, esperando por su madre.
El castaño tragó hondo, respiró profundo y tras dejar que el azabache cargara
la maleta, echaron a andar camino fuera de su mansión.
…
La llegada al Palacio del Este fue buena
para los pequeños, pero una visita no grata para los adultos. No en esas
circunstancias.
Sin embargo, apenas unas semanas después,
Park, Ogazawara y Jung resolvieron el problema, se enfrentaron a un grupo
conformado por varios clanes de vampiros y licántropos y dejaron, una vez más,
en claro por qué son superiores a todos y por qué merecen respeto.
Empero, la mente detrás de la revuelta
se les había escapado como agua entre los dedos, no habían conseguido atrapar a
Luken, el loco genetista que creía que podía mejorar a las criaturas de la
noche si obtenía suficiente información de los códigos genéticos en la sangre
de sus hijos. Años más tarde habrían de conocer a Katoh y enfrentar otra guerra,
pero aún tendrían, sin saberlo, el fantasma
de Luken detrás de sus legados.
FIN
THE FATE OF THE
SHADOWS
TERCERA TEMPORADA DE
DARKNESS DEEP
~*~
Como
las épicas batallas desatadas desde los principios de los tiempos, las
diferencias entre las dos razas de criaturas de la noche más poderosas del
siglo XXI se suceden invariablemente desatando innecesarias guerras por la
disputa del poder. Los clanes de vampiros y licántropos se han revelado a sus
máximos exponentes. Se desconoce al Clan Kim como líder de las castas de
vampiros; y lo mismo ocurre con el Clan Park, destituido de su liderazgo como
licántropos de élite. Los híbridos no son temidos con la misma reverencia que
otrora.
Los
rumores señalan a su estirpe como la culpable del mal desatado desde la
invocación de Daijiro Katoh, a los siete muchachos que se auguraron más
poderosos que sus progenitores, los que debieron conocer la más cruda oscuridad
de sus corazones, la verdadera naturaleza inquebrantable de sus poderes.
Hoy
el pasado regresa bajo la tutela siniestra de un científico genetista de nombre
Luken Zubari, con una peculiar herencia celta y egipcia en su sangre. Probablemente
aquello era parte de su obsesión con la perfección genética, soñaba con seres poderosos como los
híbridos, con lo mejor de vampiros y licántropos en su sangre; con la
inteligencia y el poder dominante de los antiguos faraones egipcios y la magia
universal de la mitología celta. Y estaba convencido de que no lograría sus
sueños a menos que pudiera extraer secreto a secreto toda la grandeza de los
jóvenes concebidas por las criaturas de la noche más poderosas en toda la historia
documentada por el hombre (creyente y escéptico). Algunos rumores en los bajos
mundos sugieren que estuvo a punto de atrapar al primer híbrido de todos,
Kenryu Ogazawara, pero que se le había escapado en el último momento. Sin embargo,
Luken se había preparado por décadas, y estaba listo para un nuevo golpe.
Esta
es una historia del destino de las sombras. ¿Vas a atreverte a andar senderos
desconocidos y conocer sus más retorcidos secretos?
Prepárate
para el sabor de la sangre, para la encarnizada lucha por la supervivencia más
que por el bien o el mal. Alístate para ver lo impensable, para escuchar lo
inimaginable. Volveremos a viajar entre las penumbras de la noche, a temblar en
medio de la oscuridad, y tiritar en la fría profundidad de los corazones de
vampiros, licántropos e híbridos.
Piénsalo
bien.
Y
si estás seguro.
Bienvenido
al mundo de las sombras.
*Se aleja silenciosamente* LALA
)3( te recontra odeooooooooooo~ TwT
ResponderBorrarNo es cierto te amo...
pero te odeo por darme ese adelanto y nada más TwT por qué eres tan cruel conmigooooooooo~
Esperaré actu
Yo sé que es amor-odio del bueno ;3
BorrarVeamos el lado positivo, está muy cerca el momento en que arranque formalmente Tha Fate of the Shadows. Y es genial que la srita. inspiración haya llegado con todo y decida permanecer, hay que aprovechar ;D
No es crueldad, es amor apache (?) xDD
ahghhh!!!!!!
ResponderBorrares una de mis sagas favoritas... xd me tienes alterada emocionalmente los vampiros, lycans, hibridos y demas criaturas de la noche vuelven....
gracias por regalarnos un poco de esa mente tan brilliante y llena de sorpresas.... lo esperare con ansias....y esta intro, recuerdo estubo cargada de esa sensualidad tan caracteristica del yoosu que te deja la imaginacion corta... me reencanto..
saludos besos y abrazos a la distancia....
matta ne... <3
waaaa *^* es una de mis historias favoritas y que la continúes me emociona muchisimo asdadas enserio gracias por compartirla! <3
ResponderBorrar°O° no puedo creerlo!!! Nueva temporada wipitiiii!!! Ya quiero leer el primer capítulo!!! Espero q la señorita inspiración te acompañe en este nuevo proyecto cofcoftambienenlaterceratemporadadescandalquieroaYoungMinembarazadocofcofcof. >.< gracias Feli por todas las historias no importa cuando vengan siempre son geniales!!!
ResponderBorrarAh! Genial!
ResponderBorrarUna tercera temporada ����������!
Sin falta la esperare con ansias, de todos tus trabajos el de DD es mi favorito, y su tercera parte sin duda me gustará tanto como la segunda parte, de eso estoy segura. Muchas gracias por tu tiempo ��.
Cuanto tiempo me e perdido de tus fic's !!!! )0( me ebcabti y como siempre me enganchas desde el primer momento!!! Gracias por las historias
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