jueves, 27 de abril de 2017

WHISPERS IN THE SHADOWS (KNB). Capítulo 6.



“El verdadero valor del hombre no consiste en su valentía para saber morir, sino para poder vivir”
Anónimo


Capítulo 6. LOBO DESTERRADO
~*~


Yukio Kasamatsu estaba de rodillas en el escarpado terreno de aquel bosque en los suburbios de la ciudad, en sus brazos el cuerpo pálido de Kise Ryota, con sus dorados cabellos desparramados en la frente y las ropas manchadas de sangre. Mancha carmín que también ensuciaba labios y mentón del de ojos cromados, que cubría sus manos y salpicaba por su cuerpo. En el horizonte, asomándose entre las montañas, el nacarado amanecer se alza lentamente. Yukio sabe que no hay vuelta atrás, aúlla una última vez en aquella noche terminal y siente cómo aquel rugido raspa su garganta hincándole en la mente un tenebroso pensamiento.

Y ahí, tumbado en el suelo, la apacible apariencia de Ryota le aguijoneaba la conciencia a Yukio. Y es que el licántropo ha cometido el peor de sus pecados.

…Flashback…

Cuando Kasamatsu salió a cazar, ya le palpitaba con fuerza el corazón, encerrado cual fiera salvaje dentro de su pecho, clamaba por escapar. No era sin embargo la sensación de la adrenalina, sino el miedo a su misión. Le han pedido cazar a Kise Ryota como parte de su iniciación en el Clan Vánagandr. Él sabe que el joven modelo pertenece a un Clan de vampiros con cierto reconocimiento entre la especie, pero pensar que lo hayan puesto justamente como su objetivo simplemente no termina por gustarle. No, se detiene un momento y analiza sus propios pensamientos para admitir que le disgusta tanto la idea, que le duele el corazón. Un corazón de inmortal, de una supuesta bestia indomable que habita en su interior y cuyo linaje corre en la sangre de sus venas. Una naturaleza que él no pidió, pero que ahora le reclamaba cumplir con su tarea.

Kasamatsu había decidido hacer esto de manera rápida y concisa, pero cuando fue en busca de Ryota y le encontró saliendo de un centro de modelaje, con su atractiva figura y esa cristalina sonrisa que enmarca la belleza de su cara, el licántropo sintió en el pecho ese dolor que le ha aquejado una y otra vez desde que recibió su objetivo para la iniciación. Kasamatsu sabe a qué se debe esa sensación, aunque ha querido negarla durante mucho tiempo. Bien, no tanto, algunas semanas, meses tal vez. Pero lo sabe, Ryota le gusta. No irá a decir que se trata de amor, los sentimientos no le han sido enseñados ni inculcados en la familia, los licántropos son adiestrados para el poder y la gloria, para la inmortalidad. Pero Yukio es consciente de esto, de esta atracción que sobrepasa todas sus expectativas, que impulsa muchos de sus instintivos deseos al placer.

Pero, ¿será tan poderosa esa atracción como para comprometer su misión de iniciación?

– De todas maneras, sigo sin comprender por qué justamente él. Sé que el Clan no ejecuta plan alguno sin un objetivo. El líder alpha lo solicitó así, y eso ya es raro de por sí. Sé que el líder alpha no decide personalmente los objetivos de las iniciaciones excepto cuando persigue algo en particular. ¿Por qué yo? ¿Por qué Kise Ryota? – El de ojos cromados gruñó ruidosamente, desesperándose a sí mismo por su indecisión. Siguiendo de cerca los movimientos del rubio modelo, observándole sacar su móvil y agudizando el oído para escuchar la ajena conversación… – ¡Mierda! Estoy drenándome demasiado el cerebro.

– Sí, ya estoy libre… Oh, bueno… Ha sido complicado. Kasamatsu-senpai no es fácil para mí de ninguna manera, siempre anda escapando de mis intentos de seducción… ¡Me hace sentir tan poco deseable!... ¡Hey, no te burles de mí, maldición!

El licántropo sintió algo corroerle las entrañas, un ardor desagradable que hacía subir la hiel por su garganta y tensaba todo su cuerpo. No alcanza a escuchar claramente la voz al otro lado de la línea telefónica del rubio, y las conversaciones a medias no le permiten comprender lo que está sucediendo. Le altera haber escuchado su nombre, pero sobre todo no deducir el sentido de cada palabra.

– ¿Oye, por cierto Himuro-kun sigue viviendo contigo?... ¡Sigo sin comprender por qué haces eso, Murocchi!... Aunque también es más como que me das envidia… – El rubio dijo con un puchero en los labios, gesto que a ojos del licántropo lució demasiado común en rostro del modelo, pero le “fastidiaba” con el mismo énfasis de cada vez; le provocaba unas ganas enormes de patearlo… – Murocchi, ¿te gusta Himuro-kun?... ¡Solo estoy siendo curioso! Yo siempre te ando diciendo cuánto me gusta Kasamatsu-senpai~… ¡Jo, no es para que me reclames nada!... ¿Eh? ¿Por qué estoy quitándote tu tiempo cuando puedo ir a casa de Kasamatsu-senpai y meterme en su cama por la fuerza? – Un sonrojo subió a las mejillas del modelo… – ¡Cómo se te ocurre pensar eso! Está bien que tenga cierta naturaleza vampírica pero no por eso voy por ahí metiéndome en la cama de nadie, ¡ni siquiera de Kasamatu-senpai! Aunque me encantaría. ¡Argh, Murocchi, ves lo que me haces pensar! ¡Voy a colgar!

Kasamatsu se ocultó detrás de un poste de luz, escuchó claramente los latidos de su corazón marchar a toda velocidad, sintió también ese cosquilleo en el bajo vientre que le anunciaba excitación, y ese sudor en las manos ansiosas por tocar, o la garganta resecarse deseosa del elixir de aquellos labios suaves a la vista, sedosos como terciopelo, húmedos, carnosos. Tan jodidamente tentadores.

¡Maldición! ¡La excitación me está nublando los sentidos! – Exclamó internamente, tragando grueso cuando sintió esa punzada en el bajo vientre que, definitivamente, no anunciaba nada bueno para él… – Debo controlarme, soy humano antes que bestia. No debo dejarme dominar por el instinto.

– ¿Nee-san, sabías que cuando un licántropo alcanza la mayoría de edad también se agudiza su naturaleza inmortal con particular potencia?

– Sí. Pero tranquila, eso solo sucede con los machos. Así que cuando cumplas tu mayoría de edad solo tendrás que preocuparte por la iniciación.

El de ojos cromados respiró profundo cuando recordó aquel breve intercambio de palabras con su única hermana. Era verdad, cumplir la mayoría de edad era en muchos sentidos todo un ritual para los licántropos. Y el Clan Vánagandr se tomaba con mucha energía cada detalle. El rito de iniciación cazando a otros era una forma de manifestar el potencial heredado, el instinto de supervivencia (aunque el sexual fuese incluido por default) generalmente explotaba este rasgo en la especie lycan y dejaba al descubierto sus más finas habilidades.

– ¿Murocchin se habrá enamorado de ese chico? Eso parece demasiado increíble, incluso tratándose de Murocchin, simplemente no puedo imaginarlo.

La voz del modelo atrapó de nuevo el sensible sentido del oído en el licántropo. Abandonó el escondite en que se había resguardado y echó a andar por la acera, mirando de soslayo la silueta del rubio caminando en dirección recta, demasiado sumido en sus pensamientos y susurros. El de ojos cromados metió sus manos en los bolsillos de su pantalón holgado, las cadenas colgando de las bolsas en los muslos exteriores apenas sonaban y el murmullo fácilmente se confundía con el sonido natural de la ciudad, de las personas caminando en ambas direcciones completamente ajenas a aquella escena. Un depredador siguiendo a su presa.

Él realmente está interesado en la vida amorosa de su amigo. ¿Será que siente algo por él? No, eso no debe ser así. Ryota siempre anda tras de mí, aprovechando toda oportunidad para acosarme. Y no es que él no me haya gustado desde el principio, es solo que olfateé su sangre y supe que era un vampiro. Mis padres jamás permitirían que me relacione con uno de ellos. Aunque Ryota es tremendamente apuesto, y con esa cara tendría a cualquiera a sus pies.

– Bueno, Himuro-kun no parece mal tipo. Pero tampoco es que me fíe totalmente de él. No le conozco, y hay algo en su mirada que no termina por gustarme. De todas maneras, Murocchin es muy fuerte, se necesitaría mucha fuerza y poder para ganarle en una batalla real.

– Sigue murmurando cosas sobre ese sujeto, comienza a fastidiarme. ¿Eh? ¿Qué mierda hace tomando ese camino?

Kasamatsu volvió a recular, entonces perdiéndose en una callezuela poco iluminada, luego trepó al techo del edificio de apenas dos plantas, y siguió de aquella manera a Kise, quien torciendo por calles poco transitadas tomaba desviación hacia un conocido bar vampiro estrictamente vigilado por un Clan que, en tales circunstancias, podría considerarse enemigo del linaje al que Ryota pertenece. El licántropo se deslizó sigiloso sobre las azoteas, poniendo especial atención a los murmullos que seguían manando de labios del rubio, percatándose entonces de que el muchacho andaba sin rumbo fijo, casi mareado por el hilo de sus propios pensamientos, divagando entre la situación de Murasakibara y su anulada estrategia de seducción hacia Kasamatsu.

– Hey, Kise… – Antes de que ingresara directamente en terreno peligroso, el de ojos cromados hizo aquel movimiento que, en términos de su misión actual, era incluso más riesgoso puesto que no estaba listo para confrontarlo.

– ¿Kasamatsu…senpai? – La sorpresa reflejada en ojos del rubio fue auténtica. Y un vuelco sacudió el corazón del de ojos cromados. Aunque el modelo pudiera tener toda esa aura seductora y llevase ciertos genes en la sangre, era transparente como cualquier mortal cuando se trataba de sus emociones.

– A dónde vas.

– ¿Eh?

– Te estoy preguntando a dónde te diriges. Pareces un zombi idiota caminando por ahí metido en tus pensamientos. Joder, que molesto.

Kasamatsu soltó de una, maldiciendo internamente la bocaza que se carga en situaciones como esta. Completamente lejos de un acto de cacería digno de su Clan. Kise parpadeó contrariado, honestamente pillado por sorpresa con la sola presencia del chico que, sin rodeo alguno, considera algo así como su amor imposible, o platónico. Algo parecido.

– Yo… volvía a casa, supongo.

– ¿Supones? ¡No estás ni de broma yendo por donde deberías!

– ¿Kasamatsu-senpai sabe dónde vivo?

– Por pura casualidad.

– Kasamatsu-senpai, hoy luces demasiado guapo, ¡tengamos una cita!

– ¡Ni de coña!

Pero por alguna razón, terminaron caminando juntos, en dirección contraria pero torciendo varias veces en sentidos que ninguno premeditó. Cuando Kasamatsu se dio cuenta, estaban en una zona hotelera de la ciudad famosa por su accesibilidad a prácticamente todo público. El modelo sonrió de lado y pinchando el costado del de ojos cromados le guiñó el ojo.

– ¿Piensas portarte mal conmigo, senpai?

– No es lo que estás pensando. No te hagas ilusiones.

– Oh, vamos. Cuánto tiempo más piensas resistirte a mí, senpai. Sé que te provoco, puedo escuchar los agitados latidos de tu corazón, y huelo el aroma de tu sexo irguiéndose dentro de tus pantalones.

Kasamatsu elevó una ceja con escepticismo, pero apenas sintió ese calambre pinchar su virilidad, un gruñido ronco se atoró en su garganta. ¿Acaso Kise había esperado esto todo el tiempo? ¿Sabía de alguna manera que tarde o temprano le haría caer en sus encantos?

– Así que lo sabes, quién soy realmente.

– Sé que Kasamatsu-senpai es tan viril como una bestia. Tienes todo el potencial de un licántropo, pero dudo de verdad que estés consciente de todo lo demás.

– ¿Lo demás?

– No, no, Kasamatsu-senpai… – El modelo sonrió con lascivia… – Primero arreglemos este problema… – Descaradamente, tomó la excitación del de ojos cromados en su mano, presionando el bulto por encima de los pantalones, relamiéndose los labios al escuchar ese gruñido algo más ronco vibrar en la garganta del mayor… – Mueres por hacerlo, y yo quiero dejarte hacerlo. Vamos a disfrutarlo, senpai.

El de ojos cromados no sabe si ha sido el encanto hipnotizante del modelo, o simplemente su deseo irracional de poseer su atractivo cuerpo; pero pasó toda la noche deleitándose cada uno de los sentidos con el exquisito elixir transpirando por cada poro de esa piel pálida, suave, nívea como leche, delicada como pétalos de rosa. Y antes del amanecer, fue el mismo Ryota quien sugirió pasear en un lugar más íntimo. Kasamatsu no tenía ni idea de lo que el modelo realmente pretendía hasta que se encontraron solos en medio del espeso bosque en las afueras de la ciudad.

– Sabes, Kasamatsu-senpai, debo admitir que esperaba que no vinieras por mí.

– ¿Qué?

– Sé que hoy tienes que cazarme.

El licántropo trató de no mostrar sorpresa, pero sabe también que aunque no hubiese titubeado la expresión de su rostro, la verdad estaría reflejada en sus pupilas.

– ¿Cómo te has enterado?

– Mis padres tienen algunos métodos para saber cosas como esas. El Clan Vánagandr y mi familia tienen algunas cuentas pendientes, así que ahora tomamos muchas medidas ahí donde vamos. Desde que supe quién eras y a dónde pertenecías, intuí que este encuentro era una probabilidad.

– ¿Y por qué no has huido? ¿Te crees lo suficientemente poderoso para derrotarme en batalla? ¿O es acaso que me has tendido una trampa? – Escupió comenzando a sentirse iracundo de solo imaginar que tan fácil pudo haber sido engañado por el modelo.

– No me gusta actuar de mala fé, Kasamatsu-senpai. Y la única razón por la que no escapé de ti es porque no podría hacerlo, puede que para ti no signifique nada, pero estoy prendado de ti desde que te conocí. Tampoco significa que quiero enfrentarte, ni morir en tus manos, pero si cualquiera de esas cosas tiene que suceder, entonces vamos a hacerlo. Después de todo ya he tenido lo que más deseaba en esta vida, ser tuyo, aunque solo hubieses tomado mi cuerpo cuando también tenía un corazón para entregarte, Yukio.

Aquellas palabras golpearon con fuerza la mente del licántropo. Sin embargo, cuando una serie de aullidos rompieron a través de las copas de los árboles, el instinto de supervivencia del de ojos cromados se reveló, lanzándose a la carga contra el rubio. Los colmillos puntiagudos, las largas uñas afiladas y resistentes, los ojos cruzados por un halo de luz entre el carmín y el ocre, la agilidad de un murciélago, todo aquello reveló la naturaleza de Kise. Y con ella, vino el confrontamiento que realmente no quería.

…Flashback…

Ciertamente la misión era sencilla, pero Yukio no es un licántropo que disfrute de cazar, ni a mortales ni inmortales. Mucho menos a Ryota, porque este chico, de una forma extraña, realmente le gustaba. No solo su cuerpo, sino algo más en él. Su alma quizá. Esa noche, tras minutos de intensa batalla, Kasamatsu había tenido la oportunidad de un golpe certero al costado de Kise, y aunque sus garras habían ido directo a aquel punto, de último momento había titubeado y lo que pudo ser un ataque mortal, quedó en una herida que solamente dejó inconsciente al vampiro. Sin embargo, el licántropo sabía que esta afrenta le haría merecedor del destierro de su Clan.


--//--//--

Mientras Kagami observaba a Kuroko dormir apoyado en su pecho, el pelirrojo se dejó arrastrar por su pensamiento hacia un pasaje de su temprana adolescencia, cuando aún vivía en Estados Unidos y quería saber tantas cosas, que solo podía recurrir a una persona en busca de respuestas.

~~//~~

¿Qué se necesita para ser un licántropo?
Kagami Taiga aún recuerda el tiempo en que formuló aquél cuestionamiento. Era un crío de apenas 12 años, pero tenía muchas curiosidades e inquietudes, y ansiaba respuesta para todo. Aunque no se caracterizaba por ser un adolescente muy inteligente, ni siquiera por esforzarse más que lo mínimo indispensable en la escuela, Kagami solía tener preguntas sencillas, casi lógicas, pero con un profundo sentido de genialidad. Irónico, solía decir su abuela, la mujer que, aunque lucía casi tan joven como una fémina en sus cuarenta de edad, tenía suficientes décadas de existencia como para contar con lujo de detalle sucesos históricos de inicios del siglo XVIII. Ella era sin embargo, la única que realmente escuchaba al jovencito desde que era un crío de escasos tres años de edad iniciando su duro camino por el sendero del Clan.

– ¿Por qué quieres saber algo así, Taiga-chan? Tú ya eres uno.

– Sí, pero… – El adolescente se rascó la mejilla con aire distraído, señal que para la mujer significaba que estaba tratando de explicarse mejor, porque esta respuesta realmente era importante para él… – Papá dice a menudo que el Clan se ha debilitado, que no hay licántropos de sangre pura hoy en día. Así que, ¿es difícil transformar a mortales en uno de nosotros? Claro que no será cualquier mortal, pero papá podría encontrar humanos fuertes, dignos de ser licántropos, ¿no?

– Oh, así que es eso… – La mujer sonrió casi con ternura. La curiosidad innata de su nieto siempre le provocaba aquella sensación… – Bien, voy a explicarte el por qué, Taiga-chan.

– ¡Abuela, no uses el “chan”! ¡Ya no soy un niño!

– Taiga-chan, incluso si intentaras convencerme de eso, después de las vidas que he visto pasar, siempre te vería como un pequeño. Aunque no significa que dude de ti, Taiga-chan, te esperan grandes cosas para el futuro… – La mujer dijo pellizcando las mejillas tostadas del pelirrojo, dejándoselas rojas y viendo con diversión la mirada molesta de su nieto… – Ahora bien, los licántropos pueden existir por dos vías. La natural, que es cuando naces con los genes lobunos. O la transformación, que sucede cuando un licántropo convierte a otro en su igual. Pero ninguna de estas dos vías es tan sencilla como parece.

– ¿Por qué no? Yo nací licántropo, ¿no es porque mamá y papá lo eran? Bueno, estoy seguro de que papá lo es, pero mamá… – El pelirrojo bajó la mirada un poco. Aún solía incomodarle el recordar que no conocía siquiera a su mamá… – ¿Ella era lycan, abuela?

– Taiga-chan, tu madre era… hermosa y decidida, tenía el temple de un licántropo temerario, pero no. Los genes licántropos no circulaban por sus venas.

El adolescente abrió los ojos con sorpresa. Durante mucho tiempo esperó saber más sobre su madre, pero su padre solía evadir el tema, y a su abuela no le había preguntado antes por temor a recibir la misma evasiva. ¡Y ahora se lo contaba tan fácil!

– ¿Entonces?

La mujer soltó una carcajada, palmeó el hombro de su nieto y se levantó de su sitio para preparar un poco de té. Al pelirrojo le extrañaba la personalidad de su abuela, desde que recuerda no le ha visto ni una sola vez enojada –mientras que su padre suele tener el ceño fruncido y vociferar a diestra y siniestra todos los días, quejándose incesantemente de lo mal que es dirigido el Clan–, suele sonreír, o carcajearse con soltura incluso si está en una reunión ante el Canon de Lycans.

– Ávido de respuestas, como siempre Taiga-chan. Así que decide el orden de tus preguntas, que hoy solo responderé una de ellas.

El pelirrojo frunció el ceño, las cejas bifurcadas a partir de la mitad de un intenso rojo oscuro se inclinaron hacia el centro acentuando su marcada molestia. Aún así la mujer no se inmutó, aguardó pacientemente por la respuesta de su nieto. Ella sabía que elegir no era precisamente una cualidad del jovencito, era impulsivo e instintivo como un lobo en las montañas sobreviviendo apartado de la manada. Sabe que le ha puesto en un dilema, encerrándole contra una trampilla de metal y un muro rocoso.

– Licántropos, explícame lo de la existencia a través de dos vías.

– Sabia elección, Taiga-chan… – La mujer sonrió complacida, acercó todo lo necesario a la mesa, colocando una taza delante de su nieto aún si sabía de antemano que el pelirrojo apenas tocaría la pieza de fina porcelana pues nunca le ha gustado el sabor amargo (según él) de los tés de su abuela… – La vía natural. Pese a que hay cierta lógica en esperar que la comunión de un licántropo varón y una mujer dé como resultado la procreación de un pequeño lobezno, la carga genética en este caso no es 100% hereditaria, aunque se ha sabido de muchos casos en los que se ha conseguido.

… De hecho la reproducción tanto de licántropos como de vampiros es poco contundente debido a la genética. Por otro lado los magos tienen cierta ventaja en esto, las probabilidades de concebir magos cuando se casan entre magos es alta, más no la herencia de sus habilidades, magos de primera, segunda o tercera generación, no pueden asegurar su descendencia, las cualidades mágicas de estas especies están determinadas por otras circunstancias que obedecen a una evolución imposible de predecir. Es bastante común que inmortales procreen mortales, algunos clanes, sobre todo en las Castas de vampiros y licántropos como nosotros, es tal el desprecio hacia estos bebés que suelen entregarlos a otras familias de mortales porque son considerados una vergüenza para su estirpe. Existe en el Canon de Lycans como en el Sínodo de las Tinieblas un trámite legal para deshacerse de estos niños, todo bajo la vigilancia absoluta del Concilio Supremo.

… Por otro lado, también ha habido considerables casos en los que simples mortales procrean inmortales. Y entonces, si estos inmortales demuestran cierto poder superior, es decir, si se trata de magos de tercera o hasta segunda generación, licántropos poderosos o vampiros astutos muestran interés por ellos, pero jamás he sabido de alguno que adopte realmente a uno que no sea de su especie. Por raro que parezca y pese a la cantidad de siglos que han transcurrido, todavía es común que licántropos, vampiros y magos decidan no mezclarse entre sí.

– Pero he escuchado a papá y los mayores hablar acerca de los híbridos, abuela.

– Por supuesto, que no sea común la mezcla de especies no significa que no existen. Probablemente este siglo sea el más revelador de esta nueva estirpe, hay muchos más híbridos de los que puedes siquiera saber, y muchas de las veces es más fuerte una naturaleza que otra en ellos, por eso no cualquier licántropo o vampiro puede olfatear el aroma de su doble naturaleza en su sangre, y los magos solamente cuentan con la sensopercepción y algunos hechizos de revelación, pero no cualquiera puede dominarlos, y generalmente deben realizar todo un ritual para acceder a este conocimiento; en este sentido los licántropos estamos por encima, nuestro olfato es mucho más agudo que el de las demás especies, sobre todo si recibes el entrenamiento adecuado.

– ¿Entonces hay más híbridos ahora? ¿Porque hay linajes que han decidido mezclarse por voluntad propia? ¿Es más fácil procrear híbridos que licántropos, vampiros o magos?

– No, Taiga-chan… – La mujer tomó un sorbo de su té, sonriendo divertida por la impaciencia en ojos de su nieto por saber más… – Los híbridos solo pueden ser concebidos de una manera, y eso puedo jurar es 100% fiable.

– ¿Cómo?

– Por amor, Taiga-chan. Igual que tú.

~~//~~

– Casi amanece, Kagami-kun.

– Lo sé, me iré ya, Kuroko.

– Aunque lo dije, realmente no quiero que te vayas.

– No será buena idea que tus padres me encuentren aquí.

El peliazul alzó la mirada, sus grandes ojos azul océano anclándose a los rojo fuego del más alto. Cepilló con sus delgados dedos las hebras rojizas mientras se inclina por un nuevo beso. No sabe lo que vendrá cuando Kagami abandone su habitación, pero no tiene un buen presentimiento acerca de esto.


--//--//--


Aomine ayudó a Sakurai a incorporarse. El de ojos chocolate tardó un poco en enfocar de nuevo la mirada, aquella recamara le resultaba familiar, pero al mismo tiempo desconocida.

– Dormiste demasiado. Lo que sea que el Dr. Hotaru te haya inyectado hizo efecto de inmediato.

– L-lo siento. Di demasiados problemas, Aomine-senpai.

– ¿Recuerdas lo que pasó?

Aunque Sakurai haya querido asentir, fue incapaz de hacerlo. Y es que por más que forzó a su memoria a mostrarle imágenes de lo pasado, su mente estaba en blanco. El castaño entonces se sintió incapaz de sostenerle la mirada al moreno, por lo que terminó desviándola. Entonces se dio cuenta de que aquella habitación estaba hecha un desorden total, pero no un desorden normal, había una mesa partida por la mitad, libros desperdigados por todas partes, una lámpara en el piso hecha añicos, los contactos de electricidad daban la impresión de haber sufrido cortocircuito, todo ahí estaba fuera de sitio. Y cuando volvió a enfocar la mirada en Aomine, Sakurai se percató de los cortes en su piel, principalmente en los hombros.

– ¿Q-qué… qué pas-pasó?

Aomine suspiró. Esta era la parte que le mantuvo despierto toda la noche, cuando tuviera que explicarle a su amante que su verdadera naturaleza, la razón por la que siempre olió algo diferente y muy poderoso –como inestable– en su sangre era que Sakurai Ryo no era un simple mago, ni un híbrido como tantos.

Era.
Especial.




Continuará……

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Disculpen las molestias, pero se eliminaran los comentarios con contenido de otras parajes fuera de las que se abordan en este blog, esperamos su comprensión