~~*~~
Parte
4
Park se dejó caer en su cama. Le punzaba
la cabeza, ni siquiera quería pensar. Drenarse el cerebro no le estaba ayudando
en nada después de todo.
— Yoochun…
— No tengo idea de cómo llegó este
tatuaje a mi piel. Hasta ayer, no estaba ahí.
Silencio. Ambos detectives tenían su
propio debate mental. Mientras que Park luchaba contra su propia mente para
comprender lo que sucedió, su compañero Mokomichi se planteaba la posibilidad
de que su amigo hubiese retrocedido a la condición mental aquello que lo apartó
del deber.
— Antes de que llegaras, creí verlo. —
Park dijo repentinamente, rompiendo el silencio abrumador que se había
instalado.
— ¿Al chico de antes?
— Sí. Pero, tenía alas. Como un ángel.
Un ángel con ojos rojos como brasas de lava, y una lengua caliente como el
fuego.
— ¿Lengua?
— Me besó. Con lujuria. Y luego su mano
me atravesó el pecho, sentí como si hubiera agarrado mi corazón y lo estrujara,
dolía como el infierno.
Mokomichi le miró fijamente. Por
supuesto, no tenía sentido nada de lo que Park decía. Pero no era después de
todo la primera vez. Antes, hace poco más de dos años, el azabache había tenido
un brote psicótico después de un operativo particularmente estresante. Había
comenzado a tener pesadillas, pero éstas habían mutado a alucinaciones y
finalmente había sido enviado a tratamiento psiquiátrico. Sus alucinaciones en
aquella época habían estado plagadas de demonios y legiones alistándose para
una guerra contra el cielo.
— Yoochun, ¿te estás escuchando?
— Lo hago. Sé que parece que retrocedí,
pero fue tan real, Hayami.
— Decías lo mismo hace dos años.
— Lo sé.
Park y Mokomichi miraron a la nada. La
situación no podía ir peor. ¿Cierto?
…
— ¿Cómo pasó esto? ¿Cómo lo perdimos en
un abrir y cerrar de ojos, Yoon?
— ¿Me lo preguntas a mí, JeJun? Vimos
exactamente lo mismo. Choikang, ¿viste algo en sus memorias?
— No. Ya les dije, no puedo ver nada a
menos que el ángel lo permita. Y definitivamente él no hizo eso.
El arcángel Yoon se talló las sienes.
Sus alas se extendieron a lo largo, como cuando se dispone a levantar el vuelo.
— No tenemos opción, hay que hablar con
alguien más capacitado que nosotros. Más, poderoso.
— ¿Qué? No podemos irnos aún, Yoon…
— ¿Tienes algún plan, JeJun? Porque yo
no, y fuiste expulsado del departamento de ese detective exactamente de la
misma forma que Choikang y yo. Una barrera como esa solo puede ser creada por
alguien, y sabes bien quién.
El Principado JeJun se mordió el labio
inferior. Por supuesto que lo sabe. Solo un demonio de clase superior lo podría
haber hecho. ¿Quién? Era la cuestión. Pero le preocupaba también el paradero de
Xia. Y la razón por la que hizo aquello, irrumpir así en el departamento del
detective Park, besarle. Y hacer algo más que ellos no pudieron ver porque la
barrera demoniaca ya los había expulsado.
Ambos arcángeles y principado levantaron
el vuelo, dirigiéndose a uno de los cielos en el Paraíso. Su objetivo: hablar
directamente con uno de los arcángeles más poderosos, el más cercano a Dios.
— Vinieron a mí por respuestas, sensato
de su parte.
— Arcángel Mikaiyáh, por favor,
iluminemos con su conocimiento.
El arcángel replegó sus alas en su
espalda, mirando lánguidamente a los tres jóvenes ángeles. Jóvenes, porque en
experiencia, él les llevaba tanta ventaja como vidas pasadas en la perenne
existencia del Señor.
— Es menester que escuchen con claridad,
porque una vez que sepan esto, en ustedes recaerá una gran responsabilidad. Y
no verán más al ángel Xia como un aliado, habrán de mantener la guardia siempre
alta, y evitar que entre en el Paraíso.
— ¿Por qué habríamos de hacer eso con un
ángel? — El Principado quiso saber. Más cuando la severa mirada del arcángel
Mikaiyáh lo alcanzó, JeJun comprendió que su escucha era el único compromiso
que el arcángel buscaba.
…
Historias sobre
ángeles caídos han existido por centurias. Probablemente la suya, solo se
sumaría a la lista entre los nombres marcados en los archivos de la biblioteca
divina en uno de los cielos del Paraíso. Cuando éste ángel sacrificó sus alas y
decidió caer voluntariamente al inframundo, el Señor mismo lloró su partida.
Porque el Señor ama a todos sus ángeles como un padre a sus hijos. Pero, ya que
el ángel había abandonado el camino del Señor por voluntad propia, no había
razón alguna para reclamar a Lucifer interferencia alguna en la conciencia del
ángel.
No. No era más un
ángel. Sino que ahora un ángel caído.
Caminó entre los
diferentes niveles del inframundo sin entender bien lo que le había traído
hasta aquí. Sus pies sangraron, y el dolor en su espalda, ahí donde antes hubo
alas, era intenso. Sin embargo, como resignado a su destino, el ángel caído
sencillamente continuó su andar.
— Estás
muy lejos, ángel. Qué te trajo aquí.
Cuando el ángel
caído levantó la mirada, un sofocante estremecimiento sacudió su alma. Y su
corazón, palpitó de nuevo con la gracia que suponía solo a su deber divino. El
demonio delante suyo tenía largo el cabello, negro como la noche, poseía
colmillos y una cola puntiaguda se agitaba en su espalda. Las alas oscuras
parecían plumas grises manchadas de carbón, y sus ojos, más que rojos como
brasas del infierno, eran negros y brillantes, como un cielo estrellado. El
ángel caído quedó fascinado por este demonio. Incluso si lo veía por primera
vez.
— Eres
tú.
— ¿Yo?
— Sí.
La razón por la que caí. Eres tú. Porque es mi destino amarte, y seguirte sin
importar a dónde.
El demonio se
carcajeó entonces. Una risa que fue acompañada de una mirada burlona que el
ángel caído contempló con serenidad.
— No
sé quién eres, o qué te hizo caer del Paraíso, pero este no es lugar para ti.
Te enviaré al tártaro, conseguirás volver a…
— Incluso
si vuelvo, todavía encontraré la forma de reunirme contigo otra vez.
El demonio miró al
ángel. Aunque ahora podía ser parte de las filas de cualquiera de sus legiones,
éste ángel en particular continuaba emitiendo un aura demasiado pura para
dejarle estar.
— ¿Sabes
quién soy?
— No.
Pero siento que nos pertenecemos.
El demonio volvió
a reír. Falto de ánimos para discutir con el ángel. Tomó un paso más cerca, le
miró de arriba abajo y se encontró tentado de recluirlo en sus habitaciones,
encadenarlo y convertirlo en su esclavo sexual. Tentado. Muy, tentado.
— ¿Lo
sientes también?
— Lo
único que siento al verte es una lujuria impresionante. ¿Quieres que te tome
aquí y ahora?
— Incluso
si ese es tu deseo, preguntar lo que yo quiero es una muestra de que tenemos
una conexión especial. De que eres incapaz de hacerme algo que no quiera.
El demonio frunció
el ceño inconscientemente. Cayendo en cuenta de lo que ha dicho. Encontrando
algo de verdad, él jamás pregunta. Actúa. Pero, aunque tentado por la lujuria,
se había encontrado a sí mismo incapaz de tomar el delicado cuerpo de este
ángel caído del Paraíso para su propio placer.
— ¿Quién
eres?
— Tu
destino. ¿No lo dije antes? Nos pertenecemos. El anillo que llevas, vibra con
el que porto también.
Elevando la
siniestra, el ángel caído mostró la argolla que brillaba con luz propia en su
dedo anular. Uno exactamente igual estaba en la siniestra del demonio.
…
— El ángel no lo sabía, porque sus
memorias habían sido borradas por el mismo Señor. Pero los sentimientos que
tenía continuaban ahí, y su verdadera naturaleza también. Ése ángel es Xia,
pero su alma siempre ha sido la de un demonio. Hijo de Lucifer. Procreado con
un ángel, específicamente con un querubín. Mientras que el demonio con quien
intentaba reunirse, y de quien peculiarmente se había enamorado, era hijo de
Belial y Lilith. No necesito explicar quiénes son ellos.
El principado JeJun era el más afectado
de los tres. Probablemente porque había sido él a quien le confiaran el
entrenamiento de Xia.
— Está diciendo… — El principado tragó
hondo, quizá luchando contra sus propias emociones… — ¿Significa eso que enseñé
las artes angelicales a un demonio?
— Xia también es un Ángel. ¿No
escuchaste? No lleva solo la sangre de Lucifer, sino también la de un Querubín.
Y no era cualquier Querubín, era la más hermosa de las estrellas que brillaban
para el Señor, incluso sus dos pares de alas eran hermosas. No ha habido
después de ella, ningún otro ángel con tal belleza. Xia es importante para el
Señor, porque es uno de nosotros.
— Pero, ¿no fue su decisión bajar al
inframundo y reunirse con el demonio? — Choikang dijo. Omitiendo el resto de la
historia, para él era tan simple como aquello. Y pensaba que su espada debía
sencillamente atravesar el corazón del ángel. Considerarle como un caído.
— Arcángel Mikaiyáh, ¿qué relación tiene
en todo esto el humano? ¿Por qué Xia lo atacó?
— Ese humano, es la reencarnación del
demonio que ama.
— Entonces, ¿dónde está Xia ahora?
— Probablemente con él.
— No estaba ahí cuando vinimos. Había
desaparecido.
El arcángel Mikaiyáh movió una mano, y
en el salón blanco se materializaron centenares de armas de todo tipo. Una daga
sin embargo fue la que tomó en sus manos.
— Xia está débil, no recuerda todo. Aún.
Y lo mejor será que no lo haga. La razón por la que Xia estaba siendo entrenado
como ángel, es debido a que nuestro Señor confía en su aura angelical. Pero,
siendo el caso, si su sangre demoniaca es más poderosa, no es conveniente para
nosotros que se reúna con el demonio. Esta daga es la única capaz de atravesar
todas las barreras que los anillos del alma pueden invocar. Arcángel Yoon,
conoces tu deber ahora.
…
Xia despertó en un lugar completamente
desconocido para él. Pero, en sentimiento, bastante familiar.
~~*~~
Parte
5
— ¿Dónde estoy?
El ángel miró alrededor, tratando de
adivinar en qué sitio se encontraba justo en ese momento. El lugar era lúgubre,
y todo cuanto veía alrededor era piedra y nieve, árboles desprovistos de hoja
alguna, quemados por el frío. El cielo oscurecido, pero sin una sola estrella,
siquiera la luna se dejaba ver.
— En verdad, ¿a dónde vine a dar?
Se preguntó. Y casi como si aquello
hubiera sido el detonante, imágenes de lo sucedido antes en el departamento del
detective Park, invadieron su mente.
La incipiente necesidad de reunirse con
él, el apasionado beso, su mano atravesando el pecho del azabache, tocando su
corazón. Sintiendo el juego del anillo que lleva en su mano.
— ¿Qué le hice a Yoochun? Debo volver.
El pensamiento le asalta inevitablemente,
se levanta de su sitio pero cuando intenta levantar el vuelo, sus alas no
aparecen. En cambio, un dolor punzante apuñala sus omóplatos, ahí donde supondría
nacieran las extremidades aladas.
— ¡Qué dem-ngh! ¡Ng!
El punzante dolor mutó a una sensación
mezclado con ardor, como si su piel; no, más allá, como si desde adentro un
fuego crepitante le fuera consumiendo lentamente.
— ¡Ahh! ¡Ng!
Los gritos que dejaba salir eran fuertes,
haciendo eco en aquel páramo nevado. Xia cayó de rodillas, sus manos en su
espalda, como abrazándose a sí mismo cuando lo que quería era aliviar el ardor
en sus omóplatos. Debajo suyo, la tierra comenzó a sacudirse, agrietando la piedra
hasta separarla. Vapor con olor a azufre comenzó a emerger de entre las
grietas. Y junto a éste, una risa macabra que le hizo sentir, extrañamente,
cómodo.
— Al
fin despiertas, hijo mío.
La voz le resulta tan familiar, que Xia
levanta la mirada. Varios metros más
allá, de entre los olorosos vapores que emergen de las entrañas de la
tierra, una silueta masculina aparece ante sus ojos. A la vista parecía incluso
más alto, estaba rodeado de llamas y una larga cola ondeaba en su espalda. No poseía
alas, pero en cambio dos protuberancias puntiagudas coronaban su cabeza,
cuernos negros. Y por ojos llevaba dos ráfagas de fuego azul.
— ¿Lucifer?
— Sería mejor si
me llamaras “padre”, Xia.
El muchacho gritó entonces incluso más
alto, desgarrándose la garganta en el acto. El ardor en los omóplatos
finalmente cesó, pero de ellos brotaron un par de alas, que en lugar de plumas
blancas como cualquier ángel podía tener, llevaba auténticas llamas de fuego. Rojo
intenso brillaba en ellas porque su interior eran membranas carmín revestidas
de fuego. Xia sintió también su cabello cambiar, crecer un poco y tornarse de
color rojo; incluso si pudiera mirar sus ojos, notaría que ahora eran azules,
con un ámbar nacarado en sus pupilas. A decir verdad, era hermoso. Pero todo un
demonio.
— ¿Lo
recuerdas ahora, hijo mío?
--//--
Desde su
nacimiento hasta el momento en que su cuerpo y pensamiento podían asemejarse a
las de un adolescente de 16 años, el ángel había crecido en el sexto cielo,
junto a su madre, una Querubín. Una de las estrellas más hermosas en el
firmamento, su luz era tan preciosa que tocaba la vida de los hombres sin
necesidad de descender.
— ¡Mamá,
mira, mira! ¿No es bello?
— Es
un arcoíris precioso, Xia.
— Mamá,
¿de dónde vine? Otros ángeles dicen que yo no fui pensado por Dios.
La querubín sonrió
gentilmente, aunque su hijo ya no era un niño, su pensamiento todavía era tan
inocente y puro. Por supuesto, en la tierra, los mortales solo podrían pensar
de los ángeles como seres de luz, puros, sin malicia alguna. Sin embargo, en los
cielos, la realidad era un poco diferente. Resultaba simplemente que los
ángeles tenían funciones específicas, las cumplían y todo se mantenía en cierto
orden. Pero todos eran corruptibles.
— Xia,
eso no es algo de lo que debas preocuparte. Eres hijo mío, y el Señor te ama
por ello.
— Lo
sé. Pero, incluso aunque canto como un serafín, ¿por qué ellos no me quieren
cerca del Trono de Dios? Además, ¿no estamos recluidos en este páramo del
cielo? Nadie se acerca aquí, y cuando salgo, el resto de los ángeles, sin
importar su jerarquía, simplemente huyen de mí.
Fue entonces
cuando su madre, agobiada por el destino que imponía sobre su hijo, habló con
el Señor pidiéndole un solo favor.
— Por
favor, incluso si debo renunciar a lo que soy, permite que mi hijo pueda vivir
en los cielos sin ser señalado como hijo del inframundo. Él no tiene culpa del
error que cometí.
— Jeliel,
sabes que hay una sola forma en que tu hijo pueda vivir entre nosotros sin ser
señalado. Y no está en mi voluntad tomar esa decisión.
Una lágrima rodó
por la mejilla femenina, el par de alas blancas batieron con fuerza. Jeliel
elevó el vuelo tan alto, que su luz divina se convirtió en la vida de una
estrella. Sacrificó su vida, entregándose a la luz de los cielos por encima del
Trono de Dios, aunque desde entonces su luz brillaría eternamente en la bóveda
celeste. Aquella ocasión, Xia sintió un dolor sofocar su pecho, perdió la
conciencia y cuando abrió nuevamente los ojos, estaba en el segundo cielo. Donde
conoció al Principado JeJun, quien sería su guardián y le enseñaría las artes
angelicales.
Sin embargo, en el
episodio entre la pérdida de la conciencia y su despertar, años habían pasado. Y
una vida había tenido en el inframundo.
…
Pero sucedió
entonces que cuando Jeliel sacrificó su vida por el bienestar de su hijo, el
corazón de Xia sufrió demasiado la ausencia de su madre, y lloró días y noches
enteras, negándose al cobijo del Señor y cayó en la oscuridad. Su mente y su
corazón se debilitaron tanto que el calor infernal abrió sus puertas para él. Cuando
Xia derramó su sangre por su propia voluntad, Lucifer, su padre, tuvo la
oportunidad que buscó durante largos años para llegar a él. Y sucedió que le
dio la bienvenida al inframundo, y una vida diferente. Las memorias de Xia se
habían endurecido por el dolor de su corazón, y por ello vivió como demonio sin
conocer su pasado como ángel. En sus venas circulaba, después de todo, sangre
de ambas energías.
Durante aquellos
años como demonio, a Xia se le conoció como un demonio de primera jerarquía, el
que atormentaba a los hombres por placer, conduciéndolos a actos violentos que
solían terminar en fatalidad. Con el tiempo, su esencia demoniaca se hizo más y
más poderosa, al grado de considerársele un auténtico sucesor al reino del
infierno.
Entonces Xia
conoció a otro demonio, conocido íncubo hijo de Lilith y Belial, la Reina de la
Oscuridad y la Noche, y el Señor del Orgullo, respectivamente; ambos, demonios
poderosos, de rango equivalente a Lucifer y Leviatán. El íncubo se hacía llamar
Yoochun, ya que el nombre demoniaco que sus progenitores le han dado le
desagrada totalmente. Y como íncubo, el placer le llamaba poderosamente, pero
las mujeres a las que asaltaba cada noche en la tierra no le satisfacían más.
— Tal
vez sea momento de, probar algo diferente, Yoochun.
Había sido Xia
quien se le insinuara originalmente. En un desierto páramo en uno de los estratos
del infierno, después de que ambos escapasen de una fiesta de libertinaje
ofrecida a los cinco pilares del bajo mundo. Las finas telas que cubrían la
desnudez de Xia abandonaron su cuerpo cuando el demonio tiró de algunos amarres
en la cintura y sobre los hombros. La anatomía del demonio tentó de sobremanera
al íncubo, aunque antes nunca se había sentido atraído por ningún varón. Quizá era
porque Xia tenía esa belleza sinigual, semejante a la que se atribuía a los
súcubos. De piel lechosa, ojos ambarinos, cabello rojizo y aterciopelados
labios, su cuerpo masculino resultaba sencillamente atrayente. El íncubo torció
una sonrisa.
— ¿Estás
seguro de poder satisfacerme, Xia?
— Ven
y pruébalo tú mismo, Yoochun.
Días y noches
enteras pasaron aquella primera vez, unidos en cuerpo. El sexo se volvió adictivo
para ambos demonios. Y cuando más tiempo pasaba entre un encuentro y otro, más
se necesitaban. Más tarde parecía que les unía algo más que la pasión, la
lujuria y el deseo. Aunque ninguno supo qué era aquella sensación, sabían que
no querían separarse.
— Xia,
compartamos anillos del alma.
— ¿Mh?
Nunca he escuchado hablar de ellos.
— ¿En
serio?
Xia asintió. El íncubo
sonrió confiado. Se acercó al lecho improvisado en un risco del plano terrenal,
y paseó uno de sus largos dedos por la silueta del otro demonio, desde la punta
de sus pies, hasta llegar a su boca. Roja, gruesa, dulce. Se inclinó sobre él
besándole con deseo, mordiéndole los labios al final.
— Bueno,
tampoco lo había escuchado en el inframundo. Pero en éste mundo, se habla
bastante de ellos.
— ¿Fue
acaso una charla de cama con alguna de las tantas mujeres que sedujiste,
Yoochun?
El íncubo se rio
de buena gana. La verdad es que había sido así. Porque muchas de aquellas
mujeres, con algún conocimiento espiritual, habían querido encadenarlo a ellas
por medio de los llamados anillos del alma.
Xia se mantenía
sereno, como si no le afectase el pasado de Yoochun. Quizá porque ahora era su
cuerpo el único que satisfacía los deseos carnales del demonio íncubo.
— Entonces,
como decía. Los anillos del alma sirven para unir el espíritu de los demonios,
o los ángeles en tal caso, para la eternidad. Sea entre sí, o incluso con los
mortales. Lo que no tiene gran caso, ya que la vida de los humanos es tan
corta.
— ¿Y
tú quieres unirte a mí para la eternidad?
— ¿Tú
no quieres? ¿No te soy suficiente?
Xia se rio,
contagiando a Yoochun. El tema parecía sin importancia, pero el hecho de que
siquiera lo estuvieran tomando ya refería cuán estrecho era el vínculo que
habían creado.
— De
acuerdo. ¿Cómo funciona? ¿Hay que hacer algún ritual? ¿Un sacrificio?
— Solo,
debemos compartir algo que sea muy importante para nosotros.
— ¿Cómo
qué?
El íncubo volvió a
besarle, aprovechando de acariciarle sinuosamente los costados.
— No
lo sé. Tú eres lo más importante que tengo, Xia.
— Oh,
qué tierno~. — Dijo, y aunque en tono
burlón. Ambos podían sentir ese “algo” fluyendo entre los dos. — Si probamos con algo más, ritualista.
— Estás
fascinado con los rituales, acaso.
— No
es eso. Solo estaba pensando, que justo ahora, además de ti, podría decirse que
mi sangre es lo más importante que tengo. Porque en ella fluye mi energía
demoniaca, mi vida. Así que, tal vez bebiendo la sangre del otro. Qué se yo,
fuiste tú quien lo propuso, Yoochun.
Exclamó, dándole
un golpe en el pecho. Ganándose otra ronda de besos y caricias, excitándose
mutuamente.
— Probemos
eso entonces, Xia. Pero después, ahora quiero devorarte.
— Con
cuidado~ que soy delicado. ¡Yoochun~!
…
Cuándo exactamente
los demonios hicieron su pacto, no se sabía. Pero era un hecho que los anillos
que portaban en sus manos, representaban el pacto de eternidad. Sin embargo, sucedió
entonces que una guerra entre el cielo y el inframundo se desató. Y era el bajo
mundo el que estaba en desventaja. El Arcángel Mikaiyáh había conseguido
doblegar al mismísimo Lucifer, y el resto de sus tropas a punto de ser vencidas
también.
Fue así que el
Señor ofreció una tregua, abandonaría con sus legiones de ángeles el
inframundo, si Lucifer renunciaba a lo más importante que poseía en los
infiernos. Fue tal su suerte, que el Señor vio a través de él y comprendió
cuánto pesaba Xia en sus pensamientos. ¿Amor? No, el Señor podría jurar que no
es tal sentimiento lo que ataba a Lucifer a su hijo. Orgullo, tal vez. Egoísmo,
ambición.
— Entrégalo,
Lucifer. Y perdonaré tu vida tal como el Señor lo ha prometido.
— Te
has vuelto insolente, Mikaiyáh.
Fue sin embargo
inevitable. Y Xia ascendió a los cielos como obsequio de tregua. Purificada su
alma por el canto de los Serafines. Y devuelta su esencia angelical.
--//--
— Lo recuerdo todo, padre. — Xia
masculló, viendo con ira a su progenitor. — Pero no volveré contigo.
— ¿Seguro
que quieres desafiarme ahora, Xia? Todavía tengo un as bajo la manga para
obligarte si es necesario.
De la palma de Lucifer vapor suspiró. Y una
imagen se reflejó en la esencia vaporosa. El detective Park sufría otra
pesadilla. Lucifer atormentaba su energía demoniaca.
— Es
todavía más humano que demonio. Reencarnó como última voluntad de Lilith, pero
jamás prometí devolverle sus poderes. A menos que vuelvas conmigo al
inframundo, voy a atormentarlo hasta que decida terminar con su propia vida. Y aún
después de ello, cuando sea juzgado y enviado al infierno, lo seguiré
atormentando por la eternidad.
— Supe la razón por la que me quieres en
el inframundo cuando me ofreciste como tregua. Dios me lo dijo. Mi madre nunca
te amó. Tú solo la usaste, para tu propio placer.
— Jeliel
era hermosa.
— Y poderosa. Su luz provenía
directamente del Señor. En mí reside su fuerza, y la tuya. Pero si consigues
que domine ambas, quieres que tome entonces control tanto del Cielo como del
Inframundo, ¿no es así? Y entonces la tierra podría dejar de existir, porque
unificaría todos los planos.
Lucifer sonrió. Pero presentía que no
sería fácil doblegar la voluntad de su hijo. Porque aunque su apariencia era
ahora la del demonio, su corazón latía como el de un ángel. Como latió el de
Jeliel cuando la conoció.
~~~*~~~
Notas de Felina:
He de aclarar que aunque estoy rescatando datos "reales" de la angeología y demonología, así como otros aspectos mitológicos, no me inclino particularmente por ninguno de ellos. Respeto las ideologías y religiones. Para que nadie se me vaya a alterar ;D
No lo puedo creer, estoy en total shock. Cómo un hombre ta hermoso y angelical puede ser hijo del mismísimo Lucifer. Lo que si es comprensible es que Yoochun y Xia a pesar del tiempo transcurrido sigan amandose, el amor entre ellos va más allá del tiempo.
ResponderBorrarLo que yo no puedo creer es que mi hiatus haya durado tantos meses! Pero e stoy contenta de volver a escribir, sé que amas al YooSu montones! Y espero que poco a poco vayas sintiendo empatía por el demonio Xia.
BorrarEs verdad, siempre he tenido esa debilidad al escribir del YS, realmente pienso que ellos dos, sin importar las circunstancias, se aman profundamente <3
Gracias por pasarte, espero que la actu te guste!
sip tambien estoy en shock , no espere que junsu fuera hijo de lucifer ,pero se me hace tan tierna la relacion de yoochun y junsu , me pregunto que pasara , cual es la mision que tiene que cumplir no ira a atravesar al delfin con esa daga , verdad? nooo
ResponderBorrarBueno, considerando que Xia tbn es hijo de un ángel, no es de extrañar que tenga esa aura tierna, pero sangre demoniaca tbn le corre en las venas, ya veremos qué le depara el futuro junto a Yoochun.
Borrar¿Será que Yoon realmente deba matar a Xia? Lo sabremos pronto, de vdd!
Gracias por pasarte!
mho.....
ResponderBorrarestoy en corto circuito.. y apenas y pude terminar de leerme el capi..
bien.. los angeles no confian ni en ellos mismos,,,, entonces como esperan que lo que cuidan osea la humanidad confien en ellos??.. pobre chunnie.... y hayami no le puede creer con todo lo que esta sufriendo el pobre por dos años alejando la vida que tenia antes uniendo la vida del mortal con la del demonio que se la puso patas para arriba...
junsu que es lo que haras???
espero que las cosas no se compliquen mas de lo que ya veo que estan.. pero bueno es un deseo que se no tendre.. por que te encanta darnos tramas complicadas te sale tan natural...
matta ne... <3
Hi!
BorrarVarias en shock según parece. Pero Xia cm demonio es tan sexy, además tbn es ángel, así que es tierno tbn ;D
Ciertamente, pero bueno, considerando que existen los ángeles caídos, no sorprende tanto que entre ángeles existan diferencias, envidias o a saber cuántas emociones y conflictos. La humanidad tbn debe ganarse la protección de los ángeles. Probablemente sea una necesidad mutua. Ya veremos~.
Hayami es un buen amigo, Yoochun sabrá que los humanos valen por él.
Xia ha tomado su decisión. Lo sabrás en la actu.
Lo siento por tardar tanto en actualizar~ pero espero te guste!
Gracias por pasarte! See ya~
(Finalmente pude comentar --> Aparte de que no sabia que habias actualizado Comadre xDDD La U consume mi vida *llora*)
ResponderBorrarEnfin...
HOLLY SHIT!!!! Es que me usted me quiere matar comadre, ME QUIERE MATAR!!!!! Osea que Junsu es hijo de Lucifer, Yoochun es un demonio reecarnado en humano, y ese tatuaje que tiene en la espalda??? QUE BELLOS ESOS ANILLOS ♥♥♥ Pero, ¿y ahora? con esto de que Junsu se le quiere revelar a su padre (QUE ES EL MISMO LUCIFER OSEA HELLOW!!) y posiblemente tome el poder de cielo y tierra, eso es demasiadoo!!!
Ahora, las preguntas XD
1) Junsu esta haciendo todo esto por Yoochun, ¿no? pero supongo ue debe haber otro proposito. Es una hipotesis que aun no quiero decir xDD
2) ¿Porque Yunho en realidad es Yoon? xDD y hasta ahora no he visto mucho movimiento YJ. ¿Tienen una relacion secreta? xDD
3) ¿Hayami tambien habia sido en otra vida algun ser celestial? No se porque pienso eso xDD
Bueno comadre, como siempre logra ''volarme la cabeza'' Y SI, el YooSu es vida, el YooSu es amor xDD or eso lo pido con locura xDDD
P.D: Veo que se ha tomado un descanso en serio de las redes sociales. Solo quiero decirle que a pesar de todo y se que a veces me pongo de pesada xD Pero la apoyo y mientras pueda la apoyare, asi que animos Comadre que usted escribe maravillosamente y aunque los animos no sean los mejores, piense que el universo siempre coloca las cosas en su sitio y si las cosas pasan es porque tienen que pasar. ¡ANIMO! ♥
Comadre! La leo y me pregunto si me salté o cambié datos en la actu xDD ¡jodersh! bueno, si lo hice me pondré a realizar los cambios necesarios, porque la vdd es que ya me confundí xD pero a lo que vamos, sus respuestas comadre xD
Borrar1)Cuándo no el YS haciendo las cosas el uno por el otro xD
2)Porque así se llama el Yunho tbn ._. xD y porque todos tienen names diferentes, o casi xD digo JeJun, Choikang, Xia xDDD el YJ lento pero ahí va, comadre, no desespere xD
3)Será, maybe Hayami es un simple mortal xD
Comadre! He tenido unos meses de lo más raros, el hiatus tremendo que me aventé y luego las notis para las que una sencillamente no está preparada. Pero acá andamos de nuevo, lista para volarle la cabeza de nuevo con mis sandeces xD agradezco que aún te guste el YS que escribo, voy a procurar dar mas YS al pueblo que andamos escaseando tremendo!
Omg!!! No me espere que Junsu fuera hijo del mismo lucifer... y ahora que haran Jae, Yunho y Min repecto a Junsu?? Con tanta cosa que esta pasando. Hayami es un ser humano normal??
ResponderBorrar