jueves, 26 de enero de 2017

NEED. Parte 4 y 5. TVXQ/JYJ.



~~*~~
Parte 4

Park se dejó caer en su cama. Le punzaba la cabeza, ni siquiera quería pensar. Drenarse el cerebro no le estaba ayudando en nada después de todo.

— Yoochun…

— No tengo idea de cómo llegó este tatuaje a mi piel. Hasta ayer, no estaba ahí.

Silencio. Ambos detectives tenían su propio debate mental. Mientras que Park luchaba contra su propia mente para comprender lo que sucedió, su compañero Mokomichi se planteaba la posibilidad de que su amigo hubiese retrocedido a la condición mental aquello que lo apartó del deber.

— Antes de que llegaras, creí verlo. — Park dijo repentinamente, rompiendo el silencio abrumador que se había instalado.

— ¿Al chico de antes?

— Sí. Pero, tenía alas. Como un ángel. Un ángel con ojos rojos como brasas de lava, y una lengua caliente como el fuego.

— ¿Lengua?

— Me besó. Con lujuria. Y luego su mano me atravesó el pecho, sentí como si hubiera agarrado mi corazón y lo estrujara, dolía como el infierno.

Mokomichi le miró fijamente. Por supuesto, no tenía sentido nada de lo que Park decía. Pero no era después de todo la primera vez. Antes, hace poco más de dos años, el azabache había tenido un brote psicótico después de un operativo particularmente estresante. Había comenzado a tener pesadillas, pero éstas habían mutado a alucinaciones y finalmente había sido enviado a tratamiento psiquiátrico. Sus alucinaciones en aquella época habían estado plagadas de demonios y legiones alistándose para una guerra contra el cielo.

— Yoochun, ¿te estás escuchando?

— Lo hago. Sé que parece que retrocedí, pero fue tan real, Hayami.

— Decías lo mismo hace dos años.

— Lo sé.

Park y Mokomichi miraron a la nada. La situación no podía ir peor. ¿Cierto?


— ¿Cómo pasó esto? ¿Cómo lo perdimos en un abrir y cerrar de ojos, Yoon?

— ¿Me lo preguntas a mí, JeJun? Vimos exactamente lo mismo. Choikang, ¿viste algo en sus memorias?

— No. Ya les dije, no puedo ver nada a menos que el ángel lo permita. Y definitivamente él no hizo eso.

El arcángel Yoon se talló las sienes. Sus alas se extendieron a lo largo, como cuando se dispone a levantar el vuelo.

— No tenemos opción, hay que hablar con alguien más capacitado que nosotros. Más, poderoso.

— ¿Qué? No podemos irnos aún, Yoon…

— ¿Tienes algún plan, JeJun? Porque yo no, y fuiste expulsado del departamento de ese detective exactamente de la misma forma que Choikang y yo. Una barrera como esa solo puede ser creada por alguien, y sabes bien quién.

El Principado JeJun se mordió el labio inferior. Por supuesto que lo sabe. Solo un demonio de clase superior lo podría haber hecho. ¿Quién? Era la cuestión. Pero le preocupaba también el paradero de Xia. Y la razón por la que hizo aquello, irrumpir así en el departamento del detective Park, besarle. Y hacer algo más que ellos no pudieron ver porque la barrera demoniaca ya los había expulsado.

Ambos arcángeles y principado levantaron el vuelo, dirigiéndose a uno de los cielos en el Paraíso. Su objetivo: hablar directamente con uno de los arcángeles más poderosos, el más cercano a Dios.

— Vinieron a mí por respuestas, sensato de su parte.

— Arcángel Mikaiyáh, por favor, iluminemos con su conocimiento.

El arcángel replegó sus alas en su espalda, mirando lánguidamente a los tres jóvenes ángeles. Jóvenes, porque en experiencia, él les llevaba tanta ventaja como vidas pasadas en la perenne existencia del Señor.

— Es menester que escuchen con claridad, porque una vez que sepan esto, en ustedes recaerá una gran responsabilidad. Y no verán más al ángel Xia como un aliado, habrán de mantener la guardia siempre alta, y evitar que entre en el Paraíso.

— ¿Por qué habríamos de hacer eso con un ángel? — El Principado quiso saber. Más cuando la severa mirada del arcángel Mikaiyáh lo alcanzó, JeJun comprendió que su escucha era el único compromiso que el arcángel buscaba.


Historias sobre ángeles caídos han existido por centurias. Probablemente la suya, solo se sumaría a la lista entre los nombres marcados en los archivos de la biblioteca divina en uno de los cielos del Paraíso. Cuando éste ángel sacrificó sus alas y decidió caer voluntariamente al inframundo, el Señor mismo lloró su partida. Porque el Señor ama a todos sus ángeles como un padre a sus hijos. Pero, ya que el ángel había abandonado el camino del Señor por voluntad propia, no había razón alguna para reclamar a Lucifer interferencia alguna en la conciencia del ángel.

No. No era más un ángel. Sino que ahora un ángel caído.

Caminó entre los diferentes niveles del inframundo sin entender bien lo que le había traído hasta aquí. Sus pies sangraron, y el dolor en su espalda, ahí donde antes hubo alas, era intenso. Sin embargo, como resignado a su destino, el ángel caído sencillamente continuó su andar.

Estás muy lejos, ángel. Qué te trajo aquí.

Cuando el ángel caído levantó la mirada, un sofocante estremecimiento sacudió su alma. Y su corazón, palpitó de nuevo con la gracia que suponía solo a su deber divino. El demonio delante suyo tenía largo el cabello, negro como la noche, poseía colmillos y una cola puntiaguda se agitaba en su espalda. Las alas oscuras parecían plumas grises manchadas de carbón, y sus ojos, más que rojos como brasas del infierno, eran negros y brillantes, como un cielo estrellado. El ángel caído quedó fascinado por este demonio. Incluso si lo veía por primera vez.

Eres tú.

¿Yo?

Sí. La razón por la que caí. Eres tú. Porque es mi destino amarte, y seguirte sin importar a dónde.

El demonio se carcajeó entonces. Una risa que fue acompañada de una mirada burlona que el ángel caído contempló con serenidad.

No sé quién eres, o qué te hizo caer del Paraíso, pero este no es lugar para ti. Te enviaré al tártaro, conseguirás volver a…

Incluso si vuelvo, todavía encontraré la forma de reunirme contigo otra vez.

El demonio miró al ángel. Aunque ahora podía ser parte de las filas de cualquiera de sus legiones, éste ángel en particular continuaba emitiendo un aura demasiado pura para dejarle estar.

¿Sabes quién soy?

No. Pero siento que nos pertenecemos.

El demonio volvió a reír. Falto de ánimos para discutir con el ángel. Tomó un paso más cerca, le miró de arriba abajo y se encontró tentado de recluirlo en sus habitaciones, encadenarlo y convertirlo en su esclavo sexual. Tentado. Muy, tentado.

¿Lo sientes también?

Lo único que siento al verte es una lujuria impresionante. ¿Quieres que te tome aquí y ahora?

Incluso si ese es tu deseo, preguntar lo que yo quiero es una muestra de que tenemos una conexión especial. De que eres incapaz de hacerme algo que no quiera.

El demonio frunció el ceño inconscientemente. Cayendo en cuenta de lo que ha dicho. Encontrando algo de verdad, él jamás pregunta. Actúa. Pero, aunque tentado por la lujuria, se había encontrado a sí mismo incapaz de tomar el delicado cuerpo de este ángel caído del Paraíso para su propio placer.

¿Quién eres?

Tu destino. ¿No lo dije antes? Nos pertenecemos. El anillo que llevas, vibra con el que porto también.

Elevando la siniestra, el ángel caído mostró la argolla que brillaba con luz propia en su dedo anular. Uno exactamente igual estaba en la siniestra del demonio.


— El ángel no lo sabía, porque sus memorias habían sido borradas por el mismo Señor. Pero los sentimientos que tenía continuaban ahí, y su verdadera naturaleza también. Ése ángel es Xia, pero su alma siempre ha sido la de un demonio. Hijo de Lucifer. Procreado con un ángel, específicamente con un querubín. Mientras que el demonio con quien intentaba reunirse, y de quien peculiarmente se había enamorado, era hijo de Belial y Lilith. No necesito explicar quiénes son ellos.

El principado JeJun era el más afectado de los tres. Probablemente porque había sido él a quien le confiaran el entrenamiento de Xia.

— Está diciendo… — El principado tragó hondo, quizá luchando contra sus propias emociones… — ¿Significa eso que enseñé las artes angelicales a un demonio?

— Xia también es un Ángel. ¿No escuchaste? No lleva solo la sangre de Lucifer, sino también la de un Querubín. Y no era cualquier Querubín, era la más hermosa de las estrellas que brillaban para el Señor, incluso sus dos pares de alas eran hermosas. No ha habido después de ella, ningún otro ángel con tal belleza. Xia es importante para el Señor, porque es uno de nosotros.

— Pero, ¿no fue su decisión bajar al inframundo y reunirse con el demonio? — Choikang dijo. Omitiendo el resto de la historia, para él era tan simple como aquello. Y pensaba que su espada debía sencillamente atravesar el corazón del ángel. Considerarle como un caído.

— Arcángel Mikaiyáh, ¿qué relación tiene en todo esto el humano? ¿Por qué Xia lo atacó?

— Ese humano, es la reencarnación del demonio que ama.

— Entonces, ¿dónde está Xia ahora?

— Probablemente con él.

— No estaba ahí cuando vinimos. Había desaparecido.

El arcángel Mikaiyáh movió una mano, y en el salón blanco se materializaron centenares de armas de todo tipo. Una daga sin embargo fue la que tomó en sus manos.

— Xia está débil, no recuerda todo. Aún. Y lo mejor será que no lo haga. La razón por la que Xia estaba siendo entrenado como ángel, es debido a que nuestro Señor confía en su aura angelical. Pero, siendo el caso, si su sangre demoniaca es más poderosa, no es conveniente para nosotros que se reúna con el demonio. Esta daga es la única capaz de atravesar todas las barreras que los anillos del alma pueden invocar. Arcángel Yoon, conoces tu deber ahora.


Xia despertó en un lugar completamente desconocido para él. Pero, en sentimiento, bastante familiar.
~~*~~
Parte 5

— ¿Dónde estoy?

El ángel miró alrededor, tratando de adivinar en qué sitio se encontraba justo en ese momento. El lugar era lúgubre, y todo cuanto veía alrededor era piedra y nieve, árboles desprovistos de hoja alguna, quemados por el frío. El cielo oscurecido, pero sin una sola estrella, siquiera la luna se dejaba ver.

— En verdad, ¿a dónde vine a dar?

Se preguntó. Y casi como si aquello hubiera sido el detonante, imágenes de lo sucedido antes en el departamento del detective Park, invadieron su mente.

La incipiente necesidad de reunirse con él, el apasionado beso, su mano atravesando el pecho del azabache, tocando su corazón. Sintiendo el juego del anillo que lleva en su mano.

— ¿Qué le hice a Yoochun? Debo volver.

El pensamiento le asalta inevitablemente, se levanta de su sitio pero cuando intenta levantar el vuelo, sus alas no aparecen. En cambio, un dolor punzante apuñala sus omóplatos, ahí donde supondría nacieran las extremidades aladas.

— ¡Qué dem-ngh! ¡Ng!

El punzante dolor mutó a una sensación mezclado con ardor, como si su piel; no, más allá, como si desde adentro un fuego crepitante le fuera consumiendo lentamente.

— ¡Ahh! ¡Ng!

Los gritos que dejaba salir eran fuertes, haciendo eco en aquel páramo nevado. Xia cayó de rodillas, sus manos en su espalda, como abrazándose a sí mismo cuando lo que quería era aliviar el ardor en sus omóplatos. Debajo suyo, la tierra comenzó a sacudirse, agrietando la piedra hasta separarla. Vapor con olor a azufre comenzó a emerger de entre las grietas. Y junto a éste, una risa macabra que le hizo sentir, extrañamente, cómodo.

Al fin despiertas, hijo mío.

La voz le resulta tan familiar, que Xia levanta la mirada. Varios metros más  allá, de entre los olorosos vapores que emergen de las entrañas de la tierra, una silueta masculina aparece ante sus ojos. A la vista parecía incluso más alto, estaba rodeado de llamas y una larga cola ondeaba en su espalda. No poseía alas, pero en cambio dos protuberancias puntiagudas coronaban su cabeza, cuernos negros. Y por ojos llevaba dos ráfagas de fuego azul.

— ¿Lucifer?

— Sería mejor si me llamaras “padre”, Xia.

El muchacho gritó entonces incluso más alto, desgarrándose la garganta en el acto. El ardor en los omóplatos finalmente cesó, pero de ellos brotaron un par de alas, que en lugar de plumas blancas como cualquier ángel podía tener, llevaba auténticas llamas de fuego. Rojo intenso brillaba en ellas porque su interior eran membranas carmín revestidas de fuego. Xia sintió también su cabello cambiar, crecer un poco y tornarse de color rojo; incluso si pudiera mirar sus ojos, notaría que ahora eran azules, con un ámbar nacarado en sus pupilas. A decir verdad, era hermoso. Pero todo un demonio.

¿Lo recuerdas ahora, hijo mío?

--//--

Desde su nacimiento hasta el momento en que su cuerpo y pensamiento podían asemejarse a las de un adolescente de 16 años, el ángel había crecido en el sexto cielo, junto a su madre, una Querubín. Una de las estrellas más hermosas en el firmamento, su luz era tan preciosa que tocaba la vida de los hombres sin necesidad de descender.

¡Mamá, mira, mira! ¿No es bello?

Es un arcoíris precioso, Xia.

Mamá, ¿de dónde vine? Otros ángeles dicen que yo no fui pensado por Dios.

La querubín sonrió gentilmente, aunque su hijo ya no era un niño, su pensamiento todavía era tan inocente y puro. Por supuesto, en la tierra, los mortales solo podrían pensar de los ángeles como seres de luz, puros, sin malicia alguna. Sin embargo, en los cielos, la realidad era un poco diferente. Resultaba simplemente que los ángeles tenían funciones específicas, las cumplían y todo se mantenía en cierto orden. Pero todos eran corruptibles.

Xia, eso no es algo de lo que debas preocuparte. Eres hijo mío, y el Señor te ama por ello.

Lo sé. Pero, incluso aunque canto como un serafín, ¿por qué ellos no me quieren cerca del Trono de Dios? Además, ¿no estamos recluidos en este páramo del cielo? Nadie se acerca aquí, y cuando salgo, el resto de los ángeles, sin importar su jerarquía, simplemente huyen de mí.

Fue entonces cuando su madre, agobiada por el destino que imponía sobre su hijo, habló con el Señor pidiéndole un solo favor.

Por favor, incluso si debo renunciar a lo que soy, permite que mi hijo pueda vivir en los cielos sin ser señalado como hijo del inframundo. Él no tiene culpa del error que cometí.

Jeliel, sabes que hay una sola forma en que tu hijo pueda vivir entre nosotros sin ser señalado. Y no está en mi voluntad tomar esa decisión.

Una lágrima rodó por la mejilla femenina, el par de alas blancas batieron con fuerza. Jeliel elevó el vuelo tan alto, que su luz divina se convirtió en la vida de una estrella. Sacrificó su vida, entregándose a la luz de los cielos por encima del Trono de Dios, aunque desde entonces su luz brillaría eternamente en la bóveda celeste. Aquella ocasión, Xia sintió un dolor sofocar su pecho, perdió la conciencia y cuando abrió nuevamente los ojos, estaba en el segundo cielo. Donde conoció al Principado JeJun, quien sería su guardián y le enseñaría las artes angelicales.

Sin embargo, en el episodio entre la pérdida de la conciencia y su despertar, años habían pasado. Y una vida había tenido en el inframundo.


Pero sucedió entonces que cuando Jeliel sacrificó su vida por el bienestar de su hijo, el corazón de Xia sufrió demasiado la ausencia de su madre, y lloró días y noches enteras, negándose al cobijo del Señor y cayó en la oscuridad. Su mente y su corazón se debilitaron tanto que el calor infernal abrió sus puertas para él. Cuando Xia derramó su sangre por su propia voluntad, Lucifer, su padre, tuvo la oportunidad que buscó durante largos años para llegar a él. Y sucedió que le dio la bienvenida al inframundo, y una vida diferente. Las memorias de Xia se habían endurecido por el dolor de su corazón, y por ello vivió como demonio sin conocer su pasado como ángel. En sus venas circulaba, después de todo, sangre de ambas energías.

Durante aquellos años como demonio, a Xia se le conoció como un demonio de primera jerarquía, el que atormentaba a los hombres por placer, conduciéndolos a actos violentos que solían terminar en fatalidad. Con el tiempo, su esencia demoniaca se hizo más y más poderosa, al grado de considerársele un auténtico sucesor al reino del infierno.

Entonces Xia conoció a otro demonio, conocido íncubo hijo de Lilith y Belial, la Reina de la Oscuridad y la Noche, y el Señor del Orgullo, respectivamente; ambos, demonios poderosos, de rango equivalente a Lucifer y Leviatán. El íncubo se hacía llamar Yoochun, ya que el nombre demoniaco que sus progenitores le han dado le desagrada totalmente. Y como íncubo, el placer le llamaba poderosamente, pero las mujeres a las que asaltaba cada noche en la tierra no le satisfacían más.

Tal vez sea momento de, probar algo diferente, Yoochun.

Había sido Xia quien se le insinuara originalmente. En un desierto páramo en uno de los estratos del infierno, después de que ambos escapasen de una fiesta de libertinaje ofrecida a los cinco pilares del bajo mundo. Las finas telas que cubrían la desnudez de Xia abandonaron su cuerpo cuando el demonio tiró de algunos amarres en la cintura y sobre los hombros. La anatomía del demonio tentó de sobremanera al íncubo, aunque antes nunca se había sentido atraído por ningún varón. Quizá era porque Xia tenía esa belleza sinigual, semejante a la que se atribuía a los súcubos. De piel lechosa, ojos ambarinos, cabello rojizo y aterciopelados labios, su cuerpo masculino resultaba sencillamente atrayente. El íncubo torció una sonrisa.

¿Estás seguro de poder satisfacerme, Xia?

Ven y pruébalo tú mismo, Yoochun.

Días y noches enteras pasaron aquella primera vez, unidos en cuerpo. El sexo se volvió adictivo para ambos demonios. Y cuando más tiempo pasaba entre un encuentro y otro, más se necesitaban. Más tarde parecía que les unía algo más que la pasión, la lujuria y el deseo. Aunque ninguno supo qué era aquella sensación, sabían que no querían separarse.

Xia, compartamos anillos del alma.

¿Mh? Nunca he escuchado hablar de ellos.

¿En serio?

Xia asintió. El íncubo sonrió confiado. Se acercó al lecho improvisado en un risco del plano terrenal, y paseó uno de sus largos dedos por la silueta del otro demonio, desde la punta de sus pies, hasta llegar a su boca. Roja, gruesa, dulce. Se inclinó sobre él besándole con deseo, mordiéndole los labios al final.

Bueno, tampoco lo había escuchado en el inframundo. Pero en éste mundo, se habla bastante de ellos.

¿Fue acaso una charla de cama con alguna de las tantas mujeres que sedujiste, Yoochun?

El íncubo se rio de buena gana. La verdad es que había sido así. Porque muchas de aquellas mujeres, con algún conocimiento espiritual, habían querido encadenarlo a ellas por medio de los llamados anillos del alma.

Xia se mantenía sereno, como si no le afectase el pasado de Yoochun. Quizá porque ahora era su cuerpo el único que satisfacía los deseos carnales del demonio íncubo.

Entonces, como decía. Los anillos del alma sirven para unir el espíritu de los demonios, o los ángeles en tal caso, para la eternidad. Sea entre sí, o incluso con los mortales. Lo que no tiene gran caso, ya que la vida de los humanos es tan corta.

¿Y tú quieres unirte a mí para la eternidad?

¿Tú no quieres? ¿No te soy suficiente?

Xia se rio, contagiando a Yoochun. El tema parecía sin importancia, pero el hecho de que siquiera lo estuvieran tomando ya refería cuán estrecho era el vínculo que habían creado.

De acuerdo. ¿Cómo funciona? ¿Hay que hacer algún ritual? ¿Un sacrificio?

Solo, debemos compartir algo que sea muy importante para nosotros.

¿Cómo qué?

El íncubo volvió a besarle, aprovechando de acariciarle sinuosamente los costados.

No lo sé. Tú eres lo más importante que tengo, Xia.

Oh, qué tierno~. Dijo, y aunque en tono burlón. Ambos podían sentir ese “algo” fluyendo entre los dos. Si probamos con algo más, ritualista.

Estás fascinado con los rituales, acaso.

No es eso. Solo estaba pensando, que justo ahora, además de ti, podría decirse que mi sangre es lo más importante que tengo. Porque en ella fluye mi energía demoniaca, mi vida. Así que, tal vez bebiendo la sangre del otro. Qué se yo, fuiste tú quien lo propuso, Yoochun.

Exclamó, dándole un golpe en el pecho. Ganándose otra ronda de besos y caricias, excitándose mutuamente.

Probemos eso entonces, Xia. Pero después, ahora quiero devorarte.

Con cuidado~ que soy delicado. ¡Yoochun~!


Cuándo exactamente los demonios hicieron su pacto, no se sabía. Pero era un hecho que los anillos que portaban en sus manos, representaban el pacto de eternidad. Sin embargo, sucedió entonces que una guerra entre el cielo y el inframundo se desató. Y era el bajo mundo el que estaba en desventaja. El Arcángel Mikaiyáh había conseguido doblegar al mismísimo Lucifer, y el resto de sus tropas a punto de ser vencidas también.

Fue así que el Señor ofreció una tregua, abandonaría con sus legiones de ángeles el inframundo, si Lucifer renunciaba a lo más importante que poseía en los infiernos. Fue tal su suerte, que el Señor vio a través de él y comprendió cuánto pesaba Xia en sus pensamientos. ¿Amor? No, el Señor podría jurar que no es tal sentimiento lo que ataba a Lucifer a su hijo. Orgullo, tal vez. Egoísmo, ambición.

Entrégalo, Lucifer. Y perdonaré tu vida tal como el Señor lo ha prometido.

Te has vuelto insolente, Mikaiyáh.

Fue sin embargo inevitable. Y Xia ascendió a los cielos como obsequio de tregua. Purificada su alma por el canto de los Serafines. Y devuelta su esencia angelical.

--//--

— Lo recuerdo todo, padre. — Xia masculló, viendo con ira a su progenitor. — Pero no volveré contigo.

¿Seguro que quieres desafiarme ahora, Xia? Todavía tengo un as bajo la manga para obligarte si es necesario.

De la palma de Lucifer vapor suspiró. Y una imagen se reflejó en la esencia vaporosa. El detective Park sufría otra pesadilla. Lucifer atormentaba su energía demoniaca.

Es todavía más humano que demonio. Reencarnó como última voluntad de Lilith, pero jamás prometí devolverle sus poderes. A menos que vuelvas conmigo al inframundo, voy a atormentarlo hasta que decida terminar con su propia vida. Y aún después de ello, cuando sea juzgado y enviado al infierno, lo seguiré atormentando por la eternidad.

— Supe la razón por la que me quieres en el inframundo cuando me ofreciste como tregua. Dios me lo dijo. Mi madre nunca te amó. Tú solo la usaste, para tu propio placer.

Jeliel era hermosa.

— Y poderosa. Su luz provenía directamente del Señor. En mí reside su fuerza, y la tuya. Pero si consigues que domine ambas, quieres que tome entonces control tanto del Cielo como del Inframundo, ¿no es así? Y entonces la tierra podría dejar de existir, porque unificaría todos los planos.

Lucifer sonrió. Pero presentía que no sería fácil doblegar la voluntad de su hijo. Porque aunque su apariencia era ahora la del demonio, su corazón latía como el de un ángel. Como latió el de Jeliel cuando la conoció.

~~~*~~~

Notas de Felina: 
He de aclarar que aunque estoy rescatando datos "reales" de la angeología y demonología, así como otros aspectos mitológicos, no me inclino particularmente por ninguno de ellos. Respeto las ideologías y religiones. Para que nadie se me vaya a alterar ;D

9 comentarios:

  1. No lo puedo creer, estoy en total shock. Cómo un hombre ta hermoso y angelical puede ser hijo del mismísimo Lucifer. Lo que si es comprensible es que Yoochun y Xia a pesar del tiempo transcurrido sigan amandose, el amor entre ellos va más allá del tiempo.

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    1. Lo que yo no puedo creer es que mi hiatus haya durado tantos meses! Pero e stoy contenta de volver a escribir, sé que amas al YooSu montones! Y espero que poco a poco vayas sintiendo empatía por el demonio Xia.

      Es verdad, siempre he tenido esa debilidad al escribir del YS, realmente pienso que ellos dos, sin importar las circunstancias, se aman profundamente <3

      Gracias por pasarte, espero que la actu te guste!

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  2. sip tambien estoy en shock , no espere que junsu fuera hijo de lucifer ,pero se me hace tan tierna la relacion de yoochun y junsu , me pregunto que pasara , cual es la mision que tiene que cumplir no ira a atravesar al delfin con esa daga , verdad? nooo

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    1. Bueno, considerando que Xia tbn es hijo de un ángel, no es de extrañar que tenga esa aura tierna, pero sangre demoniaca tbn le corre en las venas, ya veremos qué le depara el futuro junto a Yoochun.

      ¿Será que Yoon realmente deba matar a Xia? Lo sabremos pronto, de vdd!

      Gracias por pasarte!

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  3. mho.....
    estoy en corto circuito.. y apenas y pude terminar de leerme el capi..
    bien.. los angeles no confian ni en ellos mismos,,,, entonces como esperan que lo que cuidan osea la humanidad confien en ellos??.. pobre chunnie.... y hayami no le puede creer con todo lo que esta sufriendo el pobre por dos años alejando la vida que tenia antes uniendo la vida del mortal con la del demonio que se la puso patas para arriba...
    junsu que es lo que haras???
    espero que las cosas no se compliquen mas de lo que ya veo que estan.. pero bueno es un deseo que se no tendre.. por que te encanta darnos tramas complicadas te sale tan natural...
    matta ne... <3

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    1. Hi!

      Varias en shock según parece. Pero Xia cm demonio es tan sexy, además tbn es ángel, así que es tierno tbn ;D

      Ciertamente, pero bueno, considerando que existen los ángeles caídos, no sorprende tanto que entre ángeles existan diferencias, envidias o a saber cuántas emociones y conflictos. La humanidad tbn debe ganarse la protección de los ángeles. Probablemente sea una necesidad mutua. Ya veremos~.

      Hayami es un buen amigo, Yoochun sabrá que los humanos valen por él.

      Xia ha tomado su decisión. Lo sabrás en la actu.

      Lo siento por tardar tanto en actualizar~ pero espero te guste!

      Gracias por pasarte! See ya~

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  4. (Finalmente pude comentar --> Aparte de que no sabia que habias actualizado Comadre xDDD La U consume mi vida *llora*)

    Enfin...

    HOLLY SHIT!!!! Es que me usted me quiere matar comadre, ME QUIERE MATAR!!!!! Osea que Junsu es hijo de Lucifer, Yoochun es un demonio reecarnado en humano, y ese tatuaje que tiene en la espalda??? QUE BELLOS ESOS ANILLOS ♥♥♥ Pero, ¿y ahora? con esto de que Junsu se le quiere revelar a su padre (QUE ES EL MISMO LUCIFER OSEA HELLOW!!) y posiblemente tome el poder de cielo y tierra, eso es demasiadoo!!!

    Ahora, las preguntas XD
    1) Junsu esta haciendo todo esto por Yoochun, ¿no? pero supongo ue debe haber otro proposito. Es una hipotesis que aun no quiero decir xDD

    2) ¿Porque Yunho en realidad es Yoon? xDD y hasta ahora no he visto mucho movimiento YJ. ¿Tienen una relacion secreta? xDD

    3) ¿Hayami tambien habia sido en otra vida algun ser celestial? No se porque pienso eso xDD

    Bueno comadre, como siempre logra ''volarme la cabeza'' Y SI, el YooSu es vida, el YooSu es amor xDD or eso lo pido con locura xDDD

    P.D: Veo que se ha tomado un descanso en serio de las redes sociales. Solo quiero decirle que a pesar de todo y se que a veces me pongo de pesada xD Pero la apoyo y mientras pueda la apoyare, asi que animos Comadre que usted escribe maravillosamente y aunque los animos no sean los mejores, piense que el universo siempre coloca las cosas en su sitio y si las cosas pasan es porque tienen que pasar. ¡ANIMO! ♥

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    1. Comadre! La leo y me pregunto si me salté o cambié datos en la actu xDD ¡jodersh! bueno, si lo hice me pondré a realizar los cambios necesarios, porque la vdd es que ya me confundí xD pero a lo que vamos, sus respuestas comadre xD

      1)Cuándo no el YS haciendo las cosas el uno por el otro xD
      2)Porque así se llama el Yunho tbn ._. xD y porque todos tienen names diferentes, o casi xD digo JeJun, Choikang, Xia xDDD el YJ lento pero ahí va, comadre, no desespere xD
      3)Será, maybe Hayami es un simple mortal xD

      Comadre! He tenido unos meses de lo más raros, el hiatus tremendo que me aventé y luego las notis para las que una sencillamente no está preparada. Pero acá andamos de nuevo, lista para volarle la cabeza de nuevo con mis sandeces xD agradezco que aún te guste el YS que escribo, voy a procurar dar mas YS al pueblo que andamos escaseando tremendo!

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  5. Omg!!! No me espere que Junsu fuera hijo del mismo lucifer... y ahora que haran Jae, Yunho y Min repecto a Junsu?? Con tanta cosa que esta pasando. Hayami es un ser humano normal??

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Disculpen las molestias, pero se eliminaran los comentarios con contenido de otras parajes fuera de las que se abordan en este blog, esperamos su comprensión