jueves, 29 de diciembre de 2016

YooSu lobo-neko. Especial HayaMin.



HayaMin ver.
Zorro/Zorro

El zorro de cabellos morochos era arisco, y tenía un carácter difícil, al menos hasta la adolescencia. Luego, habiendo entrado a la universidad, había comenzado a llevarse mejor con más personas, aunque su personalidad seguía siendo especial, socializaba con mayor facilidad y tenía más amigos que solo Jaejoong y Junsu.

— ¿Por qué siempre omites a Yoochun y Yunho cuando te acuerdas, cariño?

— No eran mis amigos, eran los novios de mis amigos.

— Sabes que no es así. Te gusta molestarles incluso en tus recuerdos. Eres un niño a tu manera, ChangMin ah~.

— No me fastidies, baka… — Refunfuñó, dejándose hacer mientras su novio le peinaba la esponjosa cola zorruna.

— Hayami.

— ¿Sí?

— Cuando me conociste, ¿te gusté?

— ¡Por supuesto! Lo nuestro fue amor a primera vista.

— ¡Ah! ¡No digas eso! Tú no me gustaste a mí… — Gruñó con las mejillas coloradas.

— Ay~ eso ha lastimado mi pobre corazón~ — Dramatizó el zorro japonés, sujetándose el pecho y respirando agitadamente.

El zorro morocho le palmeó el muslo, demandando que continuase cepillándole. Le gusta tener su esponjosa cola bien peinada, y además era relajante cuando su amante le mimaba de esa manera.

— Pero ChangMin ah, te di el primer beso el día que nos vimos por primera vez.

— Ng, abusador.

…Flashback…

Mokomichi Hayami era estudiante de intercambio durante su cuarto año universitario, aunque dentro de sus planes a futuro estaba mudarse a Seúl y vivir permanentemente ahí. Algo tenía esta ciudad que lo seducía.

— ¡Jaejoong hyung, no me aprietes las mejillas! ¡Quita, quita!

El escándalo llamó la atención del zorro japonés, que siguió el sonido por los pasillos hasta uno cerca de la cafetería. Ahí, un zorro de cabellos morochos intentaba sacarse de encima a un neko de cola y orejas blancas, y otro zorro rosado reía a carcajada abierta con la escena. Lo que fuera, el zorro japonés sintió un vuelco en su corazón y su mirada se quedó prendada de su igual. La respiración se le agitó y todos sus sentidos, de por sí ya hiperdesarrollados dada su condición sobrenatural como gumiho, se centraron en captar cada movimiento, detalle, olor y gesto del zorro morocho. Sus orejas se irguieron interesadas, y su cola ondeó suavemente. Cauteloso como el zorro que es, Mokomichi avanzó hacia el pequeño grupo de amigos, sin soltar la silueta del zorro morocho.

— ¡Vamos, ChangMinnie~ eres mi bebé, déjame mimarte!

— ¡Hyung, en serio! ¡Ve y mima a Yunho que para eso es tu novio!

— ChangMin… — Murmuró el zorro japonés, como saboreando el nombre de su futuro amante en los labios. Un brillo intenso refulgió en sus pupilas.

Y luego, su cuerpo simplemente se había movido solo. Atrapó un brazo del zorro morocho, le jaló contra su pecho y antes de que el confundido zorro morocho comprendiera lo que estaba pasando, ya había unido sus labios a los ajenos. Un sonrojo explotó en las mejillas del zorro morocho, pero por alguna razón devolvió el gesto y se enfrascaron en un apasionado beso que duró lo suficiente como para dejarles sin aliento. Cuando se separaron, la reacción del zorro morocho fue abofetear la tostada mejilla del zorro japonés, dar media vuelta e ir por una ración doble de comida en la cafetería. Junsu le siguió casi por instinto, mientras que Jaejoong, con brazos cruzados, miraba al “ladrón” de besos con cara enfadada.

— ¿Y tú quién eres?

— Mokomichi Hayami, cuarto año.

— ¿Y por qué hiciste eso?

— Me enamoré… — Respondió con una sonrisa boba, pero confiada al mismo tiempo.

Jaejoong no supo por qué, pero fue incapaz de enojarse completamente con el chico, que –recuerda entonces– ciertamente ha ganado popularidad porque su nombre le resulta familiar, también algo sobre su increíble inteligencia y lo bien que lleva un seminario con uno de los profesores más exigentes del campus.

— Haz las cosas correctamente. Esta vez lo dejaré pasar, pero no puedes robarle besos a mi bebé como si fuera la cosa más normal del mundo. ¿Entendiste?

— Sí, ¿hyung?

— Pues, ya que somos del mismo año, pero soy algo así como la “mamá” de ChangMin, sí, ¡debes llamarme hyung! — Exclamó con aire autoritario. Y tomó el mismo camino que sus “bebés”.

…Flashback…

— Aún así, me robaste varios besos en los días siguientes. Abusador.

— Pero te gustaban, siempre me los respondiste. Luego me golpeabas, pero sabía que los disfrutabas tanto como yo. Y te ves tan guapo enojado.

— Hayami, definitivamente tienes vena sadomasoquista, ¿sabías?

— Obviamente, por eso me enamoré de ti a primera vista, ChangMin… — Dijo, con esa sonrisa tan suya llena de una confianza que el zorro morocho nunca entendería de dónde saca.

--//--

Es sábado por la noche, y Mokomichi prepara la cena para la familia.

- ¿Por qué sonríes como loco, Hayami baka? - El zorro morocho preguntó, robando un camarón crujiente del plato. Su amante sonrió más, está acostumbrado a que su morocho zorro haga eso cada vez que cocina, por eso siempre prepara más de lo necesario.

- Ciertamente me estaba acordando de la primera vez que te llevé almuerzo en la universidad. Terminaste de enamorarte de mí con mi cocina.

- Mentira... - Refunfuñó.

- Vamos, cariño~ amas mi cocina.

- Pero me enamoré de ti por otra razón.

- Oh, gran revelación.

...flashback...

ChangMin estaba concentrado en terminar un reporte, el profesor había adelantado abrupta y ridículamente la fecha de entrega, por lo que todos estaban apresurados. Y ya que Mokomichi le ofreció su ayuda, terminó quedándose en su departamento y trasnochando con él. El reporte estuvo casi terminado en la madrugada, cuando el sueño y el cansancio mental de varios días sin casi dormir, venció al zorro morocho. El zorro japonés le cargó en brazos y le recostó en su cama, arropándole con las mantas.

Cuando ChangMin despertó fue atraído por desayuno recién preparado. Se sorprendió de estar en la cama, pero aunque hacía semanas que el zorro japonés le robaba besos, él confiaba ciegamente en que no haría nada más sin que él estuviese de acuerdo.

- ¿Y yo que creí que me preguntarías si abusé de ti anoche? - Preguntó el japonés con una sonrisita.

- Te enviaría al hospital si siquiera lo intentaras, baka.

No, no desconfía de él. Y aunque es tosco y huraño, el zorro morocho todavía se siente libre de ser quien es con el zorro japonés. Y eso lo seducía como ninguna otra cosa.

- Vamos, aliméntame, senpai~ - Finge un tonito adulador y se da cuenta de que, por primera vez, es él quien busca los labios del zorro japonés.

Y que todo entre ellos es tan natural.

...flashback...

- Te enamoró mi vena sadomasoquista, cariño~.

- Ng, calla. Y aliméntame, amor~.

Tan, natural.

3 comentarios:

  1. Hiciste que me enamorara del Hayamin~ ♥ Siento que es el único con quien Min se complementa tan bien. Los adoro! y eso de ''aliméntame, amor~'' ya lo llama tiernamente, aunque antes lo hacia a su manera :D

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    1. Sé que a algunas realmente le gusta Hayami cm pareja de ChangMin, porque en personalidad encaja perfecto con nuestro sarcasmo andante xD y ps soy feliz de que así sea, porque yo tampoco veo a CM con nadie que no sea nuestro apuesto japonés Mokomichi *w*

      Con los años Min fue cambiando xD además,con lo bien que lo trata, no es para menos que ya le hable con algo de ternura xDDD

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  2. Oye es la primera vez que leo un "Amor" tan burbujeante de Labios de Changmin a Hayami, en serio fue expontaneo y natural no sé tal vez porque al leerlo tenía en la cabeza que Voldemin no suelta "Te amos" como soltar "Tengo hambre" ay no sé pero me supo a gloria!!! Y me matò de risa la cosa del reclamo de la mamá sobre los besos al crío al cooooosoooo 🤩😍🤩🤣🤣

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