EPÍLOGO
--//--
Dos
años han transcurrido desde los eventos con Soo Ahn y la Abuela de los Tres
Dioses. Los zorros ahora piensan en aquello lo mínimo, y lo toman simplemente
como el recuerdo de una experiencia que los hizo valorar quienes son, y el amor
de aquellos hombres con quienes quieren compartirlo todo, absolutamente todo en
el futuro, por incierto que pueda resultar.
Por
supuesto, había cosas que cualquiera quisiera saber ahora para comprender mejor
lo sucedido. Por ejemplo, la razón por la que Yoochun y Hayami tenían ahora
también la facultad de desplegar dos colas zorrunas en sus espaldas cuando las
emociones desbordaban en sus almas. La respuesta era, honestamente, sencilla.
Cada cola que Junsu y ChangMin habían perdido, se transfirieron a aquellos
quienes eran contenedores de sus
respectivos Alientos entonces. De
hecho, si el proceso hubiera continuado, todo podría haber sido reducido a una
ecuación sencilla. El alma mortal que
los zorros buscaban, solo les podía ser dada como un intercambio; y para ello
su inmortalidad había de ser entregada en el trueque. Es decir, si Junsu y
ChangMin se volvían mortales, en
consecuencia Yoochun y Hayami se habrían convertido en Gumiho.
Por
suerte para ellos, interrumpir el proceso no había sido fatal –considerando que
aquello era realmente posible–, quizá en esencia por la influencia de sus dones
como dioses.
Nada
de aquello era tan relevante hoy en día, lo único que querían era disfrutar su
día a día con el amor y la amistad de aquellos en quienes han depositado sus
sentimientos románticos y de confianza o lealtad.
…
Mansión
Seo
Wooyoung
cursa actualmente su tercer año de Universidad, por lo que todavía no puede
sentirse del todo libre de aquellas cansadas jornadas de estudios y prácticas,
pero no se queja ya que realmente le gusta mucho lo que hace. Además, Ji Seok
es el novio ideal, le consciente incluso si hay ocasiones en que solo puede
llamar a casa para desearle buenas noches.
—
Wooyoung ah, vayamos de vacaciones cuando termines el año.
—
¿Eh?
El
muchacho no estaba del todo acostumbrado a las repentinas proposiciones de su
novio, a veces le sorprendía tanto que se le quedaba mirando como si estuviera
procesando lo escuchado.
—
He estado trabajando realmente fuerte desde hace dos años, merecemos un poco de
tiempo de verdad para nosotros, ¿no crees?
—
Sí, si está bien para ti, lo está para mí, Ji Seok~.
Entusiasmado
con la propuesta, Wooyoung ni siquiera pudo dormir esa noche, pensando en la
cantidad de opciones que podrían tener. Aunque primero debería preguntarle a su
novio en qué tipo de lugar quiere estar. El universitario dio media vuelta en
el lecho, sintiendo de inmediato su cuerpo chocarse con el de su novio, y la
mano del abogado asirse a su cintura con recelo, como si se le fuera a escapar.
Estaba profundamente dormido, y se le veía tan relajado, que el universitario
no resistió la tentación de besarle la frente y acurrucarse luego más cerca.
—
Soy tan feliz, Ji Seok ah, que no quiero
que llegue el día en que tengamos que dejar de disfrutar estos sentimientos. —
Pensó, decidido a llevar esta relación hasta ese romántico “estar juntos hasta
viejitos”.
Al
amanecer, Wooyoung despertó tarde –claro, por haber conciliado el sueño recién
cuando el sol estaba cerca de despuntar–, cuando sus ojos se abrieron no había
ni rastro de su novio en la habitación, pero olía todavía a café y pancakes. El
primero lo tomaba comúnmente Ji Seok, mientras que para él llegaban siempre los
panecillos con miel o jaleas, jugo de naranja y leche.
—
Honestamente, pensándolo bien, me trata como un niño.
—
Y como sigas haciendo puchero voy a empujarte de nuevo en la cama y comerte a
besos, Wooyoung ah… — El abogado dijo, asomando el rostro en la puerta,
sonriendo divertido por la actitud matutino de su joven novio.
—
¡Voy a ducharme rápidamente~! — Exclamó, avergonzado hasta la raíz de sus
cabellos. Apresurándose a la ducha en la habitación.
Ji
Seok no dejó de sonreír. Amaba tanto a Wooyoung, que casi parecía un sueño el
poder vivir tranquilamente a su lado. Dio media vuelta y volvió al comedor,
donde continuaría revisando algunas páginas en la web sobre lugares turísticos
populares, dentro y fuera del país. Además, esa tarde se pasaría por una
joyería en el centro comercial de la capital, recogería unos anillos de
compromiso. Por supuesto, piensa casarse con Wooyoung.
…
A
veces Mokomichi sacaba sus colas por
el mero gusto de admirarlas, y acostumbrarse realmente a ellas. Era extraño
como parecían tener pensamiento propio, porque a veces actuaban por voluntad
propia. Sobre todo si era para ir y juguetear alrededor del morocho. Justo como
entonces.
—
Baka, deja de meter tus colas en mi ropa… — ChangMin bufó, intentando
concentrarse en el libro que estaba leyendo.
—
En realidad no soy yo. Ellas solas van y te buscan. Les gustas mucho… — Dijo,
guiñándole el ojo y tomando un poco de control sobre sus colas, siendo más
atrevido y colando una de ellas bajo la polera hasta su pecho, acariciándole la
desnuda piel, sintiéndole estremecerse.
—
En serio, Hayami baka, intento leer un poco, ¿sabes?
—
Oh, lo siento cariño~ todavía no puedo hacer que ellas me obedezcan~.
—
Serás mentiroso, se te nota en la mirada que lo estás haciendo a propósito.
¿Qué? ¿Acaso estás en celo? — Gruñó, intentando sacar la insistente cola de su
pecho. Cosa que no estaba consiguiendo.
—
En realidad el que está en celo eres tú, ChangMin ah. Puedo olerlo exudando de
cada poro de tu piel. Es como dulce y se me impregna en la nariz. ¿Tenemos
sexo?
Al
morocho le brotaron las venitas en la sien, y revelando sus siete colas, impuso
su fuerza y experiencia en el manejo de las extensiones zorrunas empujando al
japonés en la alfombra, encimándose en su pelvis. Mirarle desde arriba le hacía
sentir superior, y provocarle, aún más.
—
¿Entonces sí?
—
Pervertido.
—
Sabes que te gusta. Y no lo hemos hecho hace días, ChangMin ah.
—
Porque alguien se la pasó ocupado, apenas llegabas a casa a dormir. Me dejaste
solo, ¿sabes? Creo que debería castigarte.
—
¿Sí? ¿Qué clase de castigo?
—
Tal vez debería ser yo quien mande
esta vez… — Dijo insinuante, inclinándose sobre el cuerpo del japonés y
mordisqueando su mentón… — ¿En serio? ¿Por qué se me está clavando tu erección
en el trasero, pervertido?
—
Bueno, no es que me desagrade la idea de ser dominado por ti, ChangMin ah. Y te
ves tan sexy cuando pones esa cara, que me excito.
—
Idiota.
Cuando
las ropas desaparecieron, las colas de ambos fueron parte del juego erótico,
enredándose entre sí o impulsándolos cuando adoptaban ciertas posturas. Y
cuando Hayami embistió a ChangMin, las colas le daban empuje a cada una de sus
penetraciones, tocando tan profundo en el morocho que le llevó a correrse sin
siquiera haberle tocado, con el mero placer que le daba penetrando su cavidad
anal y alcanzando ese punto sensible en su interior.
—
Maldición, te saliste con la tuya, Hayami baka… — Jadeó después del orgasmo, el
tercero para ser exactos. Estaba todo sudoroso y cansado.
—
No te quejes, lo disfrutamos ambos, ¿no?
—
Si quedo embarazado, más te vale responsabilizarte.
—
¿En serio? ¿Puedes?
—
Considerando que Jaejoong hyung tiene siete meses de gestación y que Junsu
hyung se acaba de enterar de que lo está, definitivamente debe ser posible.
Mokomichi
lo abrazó de repente, estrechándole entre sus brazos con un cariño tan grande
que ChangMin se sintió abrumado por el sentimiento que se le agitaba al japonés
en el pecho, pero que vibraba también en el Aliento
del zorro.
…
—
Omma~ he venido a traerte lo que me pediste… — Un SungJae entusiasmado, entró
en el nuevo departamento que compartía su madre
con su padre, aunque el moreno ahora
estuviera en su nuevo trabajo, graduado apenas unos cuantos meses atrás.
—
¿De verdad? ¡Te adoro cariño~! Tu hermanito está que no para de moverse
recordándome el antojo… — Con ojos brillantes, Jaejoong lanzó la bolsa lejos en
cuanto pudo sacar su bote de helado, dispuesto a comer directamente de éste.
En
tanto su madre “atacaba” el helado,
SungJae probó los fideos que su madre
había estado comiendo. Y su rostro enrojeció al instante.
—
¡Omma, este Jjambbon está demasiado picante! — El joven zorro corrió a la
cocina, bebiendo directamente del bote de leche para aliviar el ardor de toda
su boca y estómago.
—
No lo está tanto, SungJae~.
—
¿Qué no? Lo que pasa es que siempre te gustó lo picante, pero con el embarazo
parece que incluso más.
—
Puede ser. Como sea, SungJae, ¿YongGuk y tú se están cuidando cuando tienen
sexo?
—
¡Omma~! C-claro que sí, pero no me hagas esas preguntas tan vergonzosas así
nada más.
—
¿Y de qué otra manera te podía preguntar? Además es normal, y tienes edad
suficiente para elegir sobre tu vida íntima. Y YongGuk es un buen chico, se le
nota.
—
Appa Yunho no piensa lo mismo~.
—
Porque está en su naturaleza ser celoso. Cela a nuestro bebé y eso que aún no
nace.
—
¡Eso es porque tendré una hermanita hermosa~! — El joven zorro desplegó sus
colas al tiempo en que se acercaba al mayor y le acariciaba el prominente
vientre.
—
¿Vas a cuidarla, SungJae?
—
Claro que sí. Aunque haya un montón de diferencia de edad entre nosotros~.
—
Estoy feliz, SungJae. Por haberte reencontrado, por tener otra vez la
oportunidad de dar vida.
—
También soy feliz, omma~.
—
Todos felices y no invitan, eh.
—
¡Yunho~!
—
¡Appa!
—
Ng… — El moreno se quejó cuando el joven zorro se le fue encima. Era tan
impulsivo para expresar su afecto, que solía dejarle sin respiración a menudo. —
Huele a fideos… — Dijo, olfateando el ambiente.
—
Omma hizo Jjambbon, pero está picoso a morir, así que piénsalo dos veces antes
de probarlo, appa.
—
Está bien, Jaejoong ah me ha contagiado sus antojos y todo… — Dijo, probando y
saboreando los fideos que su amante hubiese preparado.
Era
así todos los días, llegar a casa y sentir esa alegría de estar en su hogar. De encontrarse con su amante y
esa hermosa y rebosante tripa de siete meses de embarazo, rozando los ocho en
realidad. Y encontrarse también a menudo, con SungJae, que todos los días
pasaba después de la universidad a visitar a su madre. Y no dejaba de sentirse un poquito extraño también. Porque
es llamado “appa” por SungJae aun cuando en apariencia más bien podrían parecer
hermanos. Porque la pequeña que crece en el vientre de Jaejoong será hermosa, y
es el mejor obsequio que la vida podía darle para celebrar el amor que se tiene
con el zorro de ojos negros.
—
Jaejoong ah, vamos a casarnos.
—
¿Qué?
La
propuesta ha sido casi impulsiva. Casi, porque no es como si no lo estuviese
pensando desde hace tiempo.
—
Compremos anillos juntos, ¿¿quieres?
El
zorro de ojos negros sintió sus mejillas calientes. Estaba emocionado, y sus
nueve colas no dudaron en mostrarse. Yunho no tenía la cualidad que Yoochun y Hayami habían adquirido después de su
experiencia con el Aliento de Junsu y
ChangMin, pero el lazo que había mantenido con Yoon Hoo gracias a SungJae
permanecía en él, y era claro que no era más un mortal común y corriente, viviría mucho más y difícilmente
enfermaría. Estaban destinados a una larga, larga vida juntos. A toda la
felicidad posible.
—
Sí quiero, Yunho ah.
…
Yoochun
estaba esperando por Junsu en el auto, hacía algunos meses que su pelirrojo
novio había sido descubierto por un cazatalentos, y ahora era uno de los
actores de musicales más populares de todo Asia. Lo que no agradaba del todo al
pelinegro era que tanta gente pudiera admirar la belleza de su amante cada
noche mientras tenían presentaciones.
—
He llegado Yoochunnie~ — Feliz de volver junto a su novio, el pelirrojo entró
en el auto urgido por llegar a casa, quería besarle mucho y hacer el amor.
—
Bienvenido, Junsu ah. Y buen trabajo, ¿ha salido todo bien?
—
Sí~, aunque ha sido cansado~. No me gustan mucho eso de las conferencias de
prensa, es realmente agotador que hagan preguntas que no tienen relación con
las obras~.
—
¿Lo es? ¿Qué te han preguntado?
—
Bueno, no dejan de decir que me veo bien con cada actriz con la que he
trabajado, pero en cuanto digo que estoy saliendo con alguien ya y que soy muy
feliz, ellos me acosan preguntando por “la novia”. ¡Y yo tengo novio! — Exclamó
enfurruñado, alzando los rosados labios en trompetilla. Puchero que Yoochun
quiso besar, pero se contuvo, todavía podían ser pillados por algún paparazzi. —
Pero mi manager dice que es mejor no revelar que estoy saliendo con un hombre.
A pesar de que soy tan feliz~. ¿También me va a prohibir decir que estoy
embarazado?
—
Lo hará. Lo más seguro es que inventen que te tomas un año sabático o algo así,
Junsu ah. Verás, hay algunas cosas que nuestra sociedad no entiende o acepta
muy bien.
—
Pues a mí eso no me importa. Estoy enamorado de ti, Yoochun ah.
—
Oye, oye, eso me ha hecho estremecer, ¿acaso quieres que aparque en cualquier
sitio oscuro y te haga el amor? — Dijo, un poco en broma. Bastante en serio,
que cuando se pone todo lindo él realmente siente una explosión hormonal.
—
Ya sabes, Yoochun, hay algunos trucos que mi magia todavía puede conseguir… —
Dijo coqueto, juguetón, sensual.
El
pelinegro mordió su labio inferior. Y de pronto su espalda baja daba comezón,
sus colas querían rebelarse. Por supuesto, está excitado.
—
Te amo, Junsu ah.
—
Y yo a ti, Yoochunnie~.
Besarse,
y ocultarse con un poco de magia no hace daño a nadie. Yoochun palpó el vientre
de Junsu, no precisamente con intención sexual, sino cariñosa. Su pelirrojo
zorro tenía unas semanas de embarazo, todavía no se notaba nada, y no tenía
mayores síntomas que un poco más de apetito. Pero lo había sabido por la magia,
porque su Aliento se regocijó en
dicha y él comprendió que otra magia crecía dentro de él.
Ahora
tenían tantas experiencias por vivir, que daba un poquito, solo un poquito de
temor, pero era más la confianza en Yoochun, en el amor que se tienen y que no
podía ser puesto siquiera en duda. No después de haber atravesado las pruebas
del pasado. Hoy, solo podían saberse más fuertes que nunca. Y apreciar lo que
un zorro de nueve colas podía hacer por amor.
FIN
Dios!!!!! No puedo creer que si continuaras con el fic *o* hace tiempo cuando cerraste el otro blog me quede muy triste por que dejaste varias historias inconclusas y tan buenas T-T Bendito sea Dios que encontre este otro blog *o*
ResponderBorrarMe acabo de leer de corrido este fic xD extrañaba mucho tu escritura *o* muchas gracias por haber regresado y seguir escribiendo sobre TVXQ (soy YunJae Shipper), Que DTB *o*!!!!!
Ahora que vuelvo a releer este fic por tercera vez me surgieron algunas dudas (lo siento, soy de efecto retardado 😣).
ResponderBorrarNo que el embarazo de un zorro es solo de 3 meses? Por q JJ tiene 7meses de gestación entonces 🤔?
Tons por que el contenedor de JJ no adquirió también algunas de las cosas de JJ ? Y JJ si tiene sus colas completas🤔?
Hola!
BorrarHe visto que has comentado en todo el fic, me permito contestarte aquí porque obviamente tienes dudas muy interesantes. Y, honestamente, ¡no puedo recordar! xD Nine estuvo mucho tiempo suspendido, cuando lo retomé todavía tuve complicaciones para terminarlo y tal, por lo que es altamente probable que sean inconsistencias debido a mi distracción a lo largo de la historia. Espero sin embargo que estas no hayan impedido que disfrutaras del fanfic ñ.ñ
Gracias por pasarte.
Me encantó, muchas gracias por compartir tu talento, no comenté en todos los capítulos, porque la ansiedad de seguir leyendo me gana, soy tu total fan, eres mi favorita,😍😘🌻
ResponderBorrarAaaawwww más bebés que bello, nunca termine de leer esta historia y créeme no sabes lo mucho que la disfrute ahora porque en aquél tiempo no había las actualizaciones que ahora sí y ame el HayaMin y ni que decir de este YooSu bello, Gracias por todas esas sensaciones tan vividas eres realmente buena haciendo que el Yoosu haga pomada mi kokorito 💕🌻.
ResponderBorrar