miércoles, 28 de diciembre de 2016

Nine Tailed Fox. EPÍLOGO



EPÍLOGO
--//--

Dos años han transcurrido desde los eventos con Soo Ahn y la Abuela de los Tres Dioses. Los zorros ahora piensan en aquello lo mínimo, y lo toman simplemente como el recuerdo de una experiencia que los hizo valorar quienes son, y el amor de aquellos hombres con quienes quieren compartirlo todo, absolutamente todo en el futuro, por incierto que pueda resultar.

Por supuesto, había cosas que cualquiera quisiera saber ahora para comprender mejor lo sucedido. Por ejemplo, la razón por la que Yoochun y Hayami tenían ahora también la facultad de desplegar dos colas zorrunas en sus espaldas cuando las emociones desbordaban en sus almas. La respuesta era, honestamente, sencilla. Cada cola que Junsu y ChangMin habían perdido, se transfirieron a aquellos quienes eran contenedores de sus respectivos Alientos entonces. De hecho, si el proceso hubiera continuado, todo podría haber sido reducido a una ecuación sencilla. El alma mortal que los zorros buscaban, solo les podía ser dada como un intercambio; y para ello su inmortalidad había de ser entregada en el trueque. Es decir, si Junsu y ChangMin se volvían mortales, en consecuencia Yoochun y Hayami se habrían convertido en Gumiho.

Por suerte para ellos, interrumpir el proceso no había sido fatal –considerando que aquello era realmente posible–, quizá en esencia por la influencia de sus dones como dioses.

Nada de aquello era tan relevante hoy en día, lo único que querían era disfrutar su día a día con el amor y la amistad de aquellos en quienes han depositado sus sentimientos románticos y de confianza o lealtad.

Mansión Seo

Wooyoung cursa actualmente su tercer año de Universidad, por lo que todavía no puede sentirse del todo libre de aquellas cansadas jornadas de estudios y prácticas, pero no se queja ya que realmente le gusta mucho lo que hace. Además, Ji Seok es el novio ideal, le consciente incluso si hay ocasiones en que solo puede llamar a casa para desearle buenas noches.

— Wooyoung ah, vayamos de vacaciones cuando termines el año.

— ¿Eh?

El muchacho no estaba del todo acostumbrado a las repentinas proposiciones de su novio, a veces le sorprendía tanto que se le quedaba mirando como si estuviera procesando lo escuchado.

— He estado trabajando realmente fuerte desde hace dos años, merecemos un poco de tiempo de verdad para nosotros, ¿no crees?

— Sí, si está bien para ti, lo está para mí, Ji Seok~.

Entusiasmado con la propuesta, Wooyoung ni siquiera pudo dormir esa noche, pensando en la cantidad de opciones que podrían tener. Aunque primero debería preguntarle a su novio en qué tipo de lugar quiere estar. El universitario dio media vuelta en el lecho, sintiendo de inmediato su cuerpo chocarse con el de su novio, y la mano del abogado asirse a su cintura con recelo, como si se le fuera a escapar. Estaba profundamente dormido, y se le veía tan relajado, que el universitario no resistió la tentación de besarle la frente y acurrucarse luego más cerca.

Soy tan feliz, Ji Seok ah, que no quiero que llegue el día en que tengamos que dejar de disfrutar estos sentimientos. — Pensó, decidido a llevar esta relación hasta ese romántico “estar juntos hasta viejitos”.

Al amanecer, Wooyoung despertó tarde –claro, por haber conciliado el sueño recién cuando el sol estaba cerca de despuntar–, cuando sus ojos se abrieron no había ni rastro de su novio en la habitación, pero olía todavía a café y pancakes. El primero lo tomaba comúnmente Ji Seok, mientras que para él llegaban siempre los panecillos con miel o jaleas, jugo de naranja y leche.

— Honestamente, pensándolo bien, me trata como un niño.

— Y como sigas haciendo puchero voy a empujarte de nuevo en la cama y comerte a besos, Wooyoung ah… — El abogado dijo, asomando el rostro en la puerta, sonriendo divertido por la actitud matutino de su joven novio.

— ¡Voy a ducharme rápidamente~! — Exclamó, avergonzado hasta la raíz de sus cabellos. Apresurándose a la ducha en la habitación.

Ji Seok no dejó de sonreír. Amaba tanto a Wooyoung, que casi parecía un sueño el poder vivir tranquilamente a su lado. Dio media vuelta y volvió al comedor, donde continuaría revisando algunas páginas en la web sobre lugares turísticos populares, dentro y fuera del país. Además, esa tarde se pasaría por una joyería en el centro comercial de la capital, recogería unos anillos de compromiso. Por supuesto, piensa casarse con Wooyoung.


A veces Mokomichi sacaba sus colas por el mero gusto de admirarlas, y acostumbrarse realmente a ellas. Era extraño como parecían tener pensamiento propio, porque a veces actuaban por voluntad propia. Sobre todo si era para ir y juguetear alrededor del morocho. Justo como entonces.

— Baka, deja de meter tus colas en mi ropa… — ChangMin bufó, intentando concentrarse en el libro que estaba leyendo.

— En realidad no soy yo. Ellas solas van y te buscan. Les gustas mucho… — Dijo, guiñándole el ojo y tomando un poco de control sobre sus colas, siendo más atrevido y colando una de ellas bajo la polera hasta su pecho, acariciándole la desnuda piel, sintiéndole estremecerse.

— En serio, Hayami baka, intento leer un poco, ¿sabes?

— Oh, lo siento cariño~ todavía no puedo hacer que ellas me obedezcan~.

— Serás mentiroso, se te nota en la mirada que lo estás haciendo a propósito. ¿Qué? ¿Acaso estás en celo? — Gruñó, intentando sacar la insistente cola de su pecho. Cosa que no estaba consiguiendo.

— En realidad el que está en celo eres tú, ChangMin ah. Puedo olerlo exudando de cada poro de tu piel. Es como dulce y se me impregna en la nariz. ¿Tenemos sexo?

Al morocho le brotaron las venitas en la sien, y revelando sus siete colas, impuso su fuerza y experiencia en el manejo de las extensiones zorrunas empujando al japonés en la alfombra, encimándose en su pelvis. Mirarle desde arriba le hacía sentir superior, y provocarle, aún más.

— ¿Entonces sí?

— Pervertido.

— Sabes que te gusta. Y no lo hemos hecho hace días, ChangMin ah.

— Porque alguien se la pasó ocupado, apenas llegabas a casa a dormir. Me dejaste solo, ¿sabes? Creo que debería castigarte.

— ¿Sí? ¿Qué clase de castigo?

— Tal vez debería ser yo quien mande esta vez… — Dijo insinuante, inclinándose sobre el cuerpo del japonés y mordisqueando su mentón… — ¿En serio? ¿Por qué se me está clavando tu erección en el trasero, pervertido?

— Bueno, no es que me desagrade la idea de ser dominado por ti, ChangMin ah. Y te ves tan sexy cuando pones esa cara, que me excito.

— Idiota.

Cuando las ropas desaparecieron, las colas de ambos fueron parte del juego erótico, enredándose entre sí o impulsándolos cuando adoptaban ciertas posturas. Y cuando Hayami embistió a ChangMin, las colas le daban empuje a cada una de sus penetraciones, tocando tan profundo en el morocho que le llevó a correrse sin siquiera haberle tocado, con el mero placer que le daba penetrando su cavidad anal y alcanzando ese punto sensible en su interior.

— Maldición, te saliste con la tuya, Hayami baka… — Jadeó después del orgasmo, el tercero para ser exactos. Estaba todo sudoroso y cansado.

— No te quejes, lo disfrutamos ambos, ¿no?

— Si quedo embarazado, más te vale responsabilizarte.

— ¿En serio? ¿Puedes?

— Considerando que Jaejoong hyung tiene siete meses de gestación y que Junsu hyung se acaba de enterar de que lo está, definitivamente debe ser posible.

Mokomichi lo abrazó de repente, estrechándole entre sus brazos con un cariño tan grande que ChangMin se sintió abrumado por el sentimiento que se le agitaba al japonés en el pecho, pero que vibraba también en el Aliento del zorro.


— Omma~ he venido a traerte lo que me pediste… — Un SungJae entusiasmado, entró en el nuevo departamento que compartía su madre con su padre, aunque el moreno ahora estuviera en su nuevo trabajo, graduado apenas unos cuantos meses atrás.

— ¿De verdad? ¡Te adoro cariño~! Tu hermanito está que no para de moverse recordándome el antojo… — Con ojos brillantes, Jaejoong lanzó la bolsa lejos en cuanto pudo sacar su bote de helado, dispuesto a comer directamente de éste.

En tanto su madre “atacaba” el helado, SungJae probó los fideos que su madre había estado comiendo. Y su rostro enrojeció al instante.

— ¡Omma, este Jjambbon está demasiado picante! — El joven zorro corrió a la cocina, bebiendo directamente del bote de leche para aliviar el ardor de toda su boca y estómago.

— No lo está tanto, SungJae~.

— ¿Qué no? Lo que pasa es que siempre te gustó lo picante, pero con el embarazo parece que incluso más.

— Puede ser. Como sea, SungJae, ¿YongGuk y tú se están cuidando cuando tienen sexo?

— ¡Omma~! C-claro que sí, pero no me hagas esas preguntas tan vergonzosas así nada más.

— ¿Y de qué otra manera te podía preguntar? Además es normal, y tienes edad suficiente para elegir sobre tu vida íntima. Y YongGuk es un buen chico, se le nota.

— Appa Yunho no piensa lo mismo~.

— Porque está en su naturaleza ser celoso. Cela a nuestro bebé y eso que aún no nace.

— ¡Eso es porque tendré una hermanita hermosa~! — El joven zorro desplegó sus colas al tiempo en que se acercaba al mayor y le acariciaba el prominente vientre.

— ¿Vas a cuidarla, SungJae?

— Claro que sí. Aunque haya un montón de diferencia de edad entre nosotros~.

— Estoy feliz, SungJae. Por haberte reencontrado, por tener otra vez la oportunidad de dar vida.

— También soy feliz, omma~.

— Todos felices y no invitan, eh.

— ¡Yunho~!

— ¡Appa!

— Ng… — El moreno se quejó cuando el joven zorro se le fue encima. Era tan impulsivo para expresar su afecto, que solía dejarle sin respiración a menudo. — Huele a fideos… — Dijo, olfateando el ambiente.

— Omma hizo Jjambbon, pero está picoso a morir, así que piénsalo dos veces antes de probarlo, appa.

— Está bien, Jaejoong ah me ha contagiado sus antojos y todo… — Dijo, probando y saboreando los fideos que su amante hubiese preparado.

Era así todos los días, llegar a casa y sentir esa alegría de estar en su hogar. De encontrarse con su amante y esa hermosa y rebosante tripa de siete meses de embarazo, rozando los ocho en realidad. Y encontrarse también a menudo, con SungJae, que todos los días pasaba después de la universidad a visitar a su madre. Y no dejaba de sentirse un poquito extraño también. Porque es llamado “appa” por SungJae aun cuando en apariencia más bien podrían parecer hermanos. Porque la pequeña que crece en el vientre de Jaejoong será hermosa, y es el mejor obsequio que la vida podía darle para celebrar el amor que se tiene con el zorro de ojos negros.

— Jaejoong ah, vamos a casarnos.

— ¿Qué?

La propuesta ha sido casi impulsiva. Casi, porque no es como si no lo estuviese pensando desde hace tiempo.

— Compremos anillos juntos, ¿¿quieres?

El zorro de ojos negros sintió sus mejillas calientes. Estaba emocionado, y sus nueve colas no dudaron en mostrarse. Yunho no tenía la cualidad que Yoochun y Hayami habían adquirido después de su experiencia con el Aliento de Junsu y ChangMin, pero el lazo que había mantenido con Yoon Hoo gracias a SungJae permanecía en él, y era claro que no era más un mortal común y corriente, viviría mucho más y difícilmente enfermaría. Estaban destinados a una larga, larga vida juntos. A toda la felicidad posible.

— Sí quiero, Yunho ah.


Yoochun estaba esperando por Junsu en el auto, hacía algunos meses que su pelirrojo novio había sido descubierto por un cazatalentos, y ahora era uno de los actores de musicales más populares de todo Asia. Lo que no agradaba del todo al pelinegro era que tanta gente pudiera admirar la belleza de su amante cada noche mientras tenían presentaciones.

— He llegado Yoochunnie~ — Feliz de volver junto a su novio, el pelirrojo entró en el auto urgido por llegar a casa, quería besarle mucho y hacer el amor.

— Bienvenido, Junsu ah. Y buen trabajo, ¿ha salido todo bien?

— Sí~, aunque ha sido cansado~. No me gustan mucho eso de las conferencias de prensa, es realmente agotador que hagan preguntas que no tienen relación con las obras~.

— ¿Lo es? ¿Qué te han preguntado?

— Bueno, no dejan de decir que me veo bien con cada actriz con la que he trabajado, pero en cuanto digo que estoy saliendo con alguien ya y que soy muy feliz, ellos me acosan preguntando por “la novia”. ¡Y yo tengo novio! — Exclamó enfurruñado, alzando los rosados labios en trompetilla. Puchero que Yoochun quiso besar, pero se contuvo, todavía podían ser pillados por algún paparazzi. — Pero mi manager dice que es mejor no revelar que estoy saliendo con un hombre. A pesar de que soy tan feliz~. ¿También me va a prohibir decir que estoy embarazado?

— Lo hará. Lo más seguro es que inventen que te tomas un año sabático o algo así, Junsu ah. Verás, hay algunas cosas que nuestra sociedad no entiende o acepta muy bien.

— Pues a mí eso no me importa. Estoy enamorado de ti, Yoochun ah.

— Oye, oye, eso me ha hecho estremecer, ¿acaso quieres que aparque en cualquier sitio oscuro y te haga el amor? — Dijo, un poco en broma. Bastante en serio, que cuando se pone todo lindo él realmente siente una explosión hormonal.

— Ya sabes, Yoochun, hay algunos trucos que mi magia todavía puede conseguir… — Dijo coqueto, juguetón, sensual.

El pelinegro mordió su labio inferior. Y de pronto su espalda baja daba comezón, sus colas querían rebelarse. Por supuesto, está excitado.

— Te amo, Junsu ah.

— Y yo a ti, Yoochunnie~.

Besarse, y ocultarse con un poco de magia no hace daño a nadie. Yoochun palpó el vientre de Junsu, no precisamente con intención sexual, sino cariñosa. Su pelirrojo zorro tenía unas semanas de embarazo, todavía no se notaba nada, y no tenía mayores síntomas que un poco más de apetito. Pero lo había sabido por la magia, porque su Aliento se regocijó en dicha y él comprendió que otra magia crecía dentro de él.

Ahora tenían tantas experiencias por vivir, que daba un poquito, solo un poquito de temor, pero era más la confianza en Yoochun, en el amor que se tienen y que no podía ser puesto siquiera en duda. No después de haber atravesado las pruebas del pasado. Hoy, solo podían saberse más fuertes que nunca. Y apreciar lo que un zorro de nueve colas podía hacer por amor.

FIN

5 comentarios:

  1. Dios!!!!! No puedo creer que si continuaras con el fic *o* hace tiempo cuando cerraste el otro blog me quede muy triste por que dejaste varias historias inconclusas y tan buenas T-T Bendito sea Dios que encontre este otro blog *o*
    Me acabo de leer de corrido este fic xD extrañaba mucho tu escritura *o* muchas gracias por haber regresado y seguir escribiendo sobre TVXQ (soy YunJae Shipper), Que DTB *o*!!!!!

    ResponderBorrar
  2. Ahora que vuelvo a releer este fic por tercera vez me surgieron algunas dudas (lo siento, soy de efecto retardado 😣).
    No que el embarazo de un zorro es solo de 3 meses? Por q JJ tiene 7meses de gestación entonces 🤔?
    Tons por que el contenedor de JJ no adquirió también algunas de las cosas de JJ ? Y JJ si tiene sus colas completas🤔?

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola!
      He visto que has comentado en todo el fic, me permito contestarte aquí porque obviamente tienes dudas muy interesantes. Y, honestamente, ¡no puedo recordar! xD Nine estuvo mucho tiempo suspendido, cuando lo retomé todavía tuve complicaciones para terminarlo y tal, por lo que es altamente probable que sean inconsistencias debido a mi distracción a lo largo de la historia. Espero sin embargo que estas no hayan impedido que disfrutaras del fanfic ñ.ñ

      Gracias por pasarte.

      Borrar
  3. Me encantó, muchas gracias por compartir tu talento, no comenté en todos los capítulos, porque la ansiedad de seguir leyendo me gana, soy tu total fan, eres mi favorita,😍😘🌻

    ResponderBorrar
  4. Aaaawwww más bebés que bello, nunca termine de leer esta historia y créeme no sabes lo mucho que la disfrute ahora porque en aquél tiempo no había las actualizaciones que ahora sí y ame el HayaMin y ni que decir de este YooSu bello, Gracias por todas esas sensaciones tan vividas eres realmente buena haciendo que el Yoosu haga pomada mi kokorito 💕🌻.

    ResponderBorrar

Disculpen las molestias, pero se eliminaran los comentarios con contenido de otras parajes fuera de las que se abordan en este blog, esperamos su comprensión