miércoles, 28 de diciembre de 2016

Nine Tailed Fox. CAPÍTULO 17.



CAPÍTULO 17. ENFRENTAMIENTO IMPOSTERGABLE
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La Abuela de los Tres Dioses no se consideraba una criatura malvada ni perversa. Caminando por el amplio salón de su Templo, la anciana miraba entre los altos pilares de la estructura de mármol, el azul cielo que se levantaba en el horizonte, coronado por esponjosas nubes blancas y acompañado por un suave viento que soplaba consigo un aroma a naturaleza que le llenaba los pulmones de vida a la mujer. Las tiras de seda que colgaban a lo largo del salón se mecían al compás del aire que refrescaba el cálido recinto. Allá, el sol apenas se vislumbraba cándido entre nubes, con sus rayos traspasándolas y cayendo radiantes aquí y allá en los bosques y valles aledaños. Era este rincón de su mundo donde ella se sentía plena, con buena salud y rejuvenecida por la magia que circulaba en cada rincón de su hogar.

Sin embargo, la Abuela de los Tres Dioses no es ajena a su realidad, su vida se acerca cada vez más a la extinción inminente, ella necesita suceder su reinado a la mejor opción de entre todas sus criaturas, y muy a su pesar, Soo Ahn lo era. No, la Abuela de los Tres Dioses no aprueba absolutamente todos los métodos de la muchacha, pero el poder que manifiesta la vuelve digna sucesora.

— Los errores de mi juventud han comenzado a cobrar mis fallos al final de mi camino. Si los zorros de mi querida hija sobreviven al poder de Soo Ahn, tal vez podría remediar mis faltas.

La anciana dice para sí, saliendo al exterior del templo, contemplando con semblante severo el hermoso paisaje que se despliega al frente. Recuerda con un ácido sabor en la boca del estómago cómo fue que las cosas se torcieron de esta manera. Ella debería velar por los zorros de nueve colas, pero en cambio ha enviado a Soo Ahn a cazarles. Hablando con franqueza los zorros no llevan su sangre, pero la mujer que los parió era su favorita de entre todas las criaturas mágicas, y la trató como una auténtica hija. La Abuela de los Tres Dioses no tenía descendencia, ninguno de los que han tenido su poder han procreado pues es menester mantener la pureza de su magia simplemente llevándola en alto hasta el último de sus alientos. Pero cada uno de aquellos que como la Abuela de los Tres Dioses han ocupado el trono celestial, han encontrado en alguna criatura mágica un vínculo que los une como si llevasen la misma línea de sangre. Sin embargo, la Abuela de los Tres Dioses se había decepcionado cuando su querida Yavanna eligió amar a un hombre, un simple mortal que le alejó totalmente de su mundo y con quien tuvo tres pequeños, cada uno de ellos con toda la naturaleza mágica de Yavanna, pero la debilidad humana por el amor.

— No tendría que haber descuidado nunca los pasos de Yavanna, corrompida por el hombre, su estirpe podría estar destinada a la extinción.

Suspiró con pesadez y sintió la opresión en el pecho. Por supuesto, tiene esa sensación de remordimiento que atiza contra su corazón. Ella también es un ente de emociones aunque en la mayoría procura ignorarlas o pasar de largo de ellas ya que no tienen absolutamente nada bueno que ofrecerle.


Yunho, Yoochun, Hayami, Ji Seok y SungJae escucharon atentamente a Jong Suk y WooBin, aunque no tuvieran exactamente mayor comprensión de lo sucedido. Han contado algo sobre un libro mágico y un extraño vínculo que ata a los zorros al poseedor de éste.

— Honestamente estoy entendiendo un carajo de todo lo que están diciendo. Y no creo que tenga tiempo ni paciencia para seguir escuchando, solo quiero que encontremos a Junsu y los demás cuanto antes.

Por favor Yoochun, cálmate. Ellos no están en peligro, aunque ChangMin haya encargado a Hayami que le buscase, probablemente tal petición está relacionada con los sentimientos de cada uno hacia el otro. El Aliento contenido en tu pecho no duele ni se ha agitado con desesperación, ¿verdad? — Jong Suk continuó, procurando no perder los estribos e impacientarse. Sería todo mucho más sencillo si los zorros hubiesen hablado con claridad previamente con estos humanos.

— No, más bien parece relajado… — Mokomichi no quiso agregar más, preguntar a qué se refería con los sentimientos de cada uno era absurdo.

Después de todo el zorro de ojos oscuros y él han intentado guardar la distancia esos días, pero han estado fallando miserablemente pues todo cuanto ambos desean es estar juntos. Proteger el Aliento de ChangMin no estaba resultando para nada sencillo, porque al amarle seguía manteniéndole en el filo del peligro.

— ¿Y ahora qué? ¿Cómo vamos a encontrarlos? SungJae dijo antes que tal vez él podría.

Y tal vez pueda, Yunho, pero deben saber que entrar al mundo de los espíritus puede ser riesgoso para los humanos.

— Entonces puedo ir solo yo. Solo para asegurarnos de que están bien. Aunque Hayami-san diga que el Aliento de tío ChangMin está tranquilo, el mío comienza a inquietarse cada segundo.

— ¿A alguien le interesa saber cómo me siento yo? — Yoochun gruñó malhumorado, y el Aliento contenido en su pecho le pinchó con una peculiar sensación que él no podría definir como dolorosa.

— Salta a la vista cómo estas, Yoochun. Sin embargo sigo siendo aquí el único en desventaja, y estoy a punto de enloquecer sin que hagamos realmente nada por traer a los chicos. Wooyoung desapareció frente a mis ojos.

Ji Seok dijo y todos tuvieron que darle la razón. Luego WooBin dijo que lo mejor para todos sería si solo SungJae se movía hacia el mundo de los espíritus junto con ellos solamente. Por supuesto, ninguno de los otros cuatro hombres estaba de acuerdo, pero tenían la impresión de que más que preguntarles se los estaban ordenando.


A pesar de que Wooyoung quería responder las preguntas de los zorros, la realidad era que no le habían dicho gran cosa a través del libro. Aunque tenía la impresión de que si hacía las preguntas correctas, el libro hablaría nuevamente con él.

Yunho y los demás deben estar inquietos. Debemos volver… — El zorro de ojos negros dijo, levantó el hocico y respiró el aire, inmediatamente sus nueve colas se extendieron y ondearon percibiendo todas las vibras mágicas alrededor… — Hablé demasiado pronto. Ya no estamos solos.

Preguntar para sus hermanos era innecesario, ellos también la han presentido. Soo Ahn está aquí.

— Oh vaya, les gusta facilitarme las cosas reuniéndose todos en el mundo de los espíritus. O son terriblemente idiotas, o muy arrogantes.

— Usted otra vez.

Mantente detrás de nosotros, Wooyoung-ah… — El zorro de ojos avellana y el zorro de ojos oscuros se colocaron por delante del universitario. Mientras el mayor de los zorros avanzaba aún más al frente encarando a la mujer.

— Escúchalos, Wooyoung. Escúchalos y ocúltate detrás de ellos, aunque no te sirva de mucho. Cuando termine con ellos, iré detrás de ti… — Amenazó la mujer con mirada irascible.

Tú no vas a pasar, Soo Ahn. Me he contenido por doscientos años, pero ya no más.

— ¿En serio, YoungWoong? Finalmente vas a dejar salir todo el rencor que sientes hacia mí, aunque… — Soo Ahn sonrió con sorna, mostrando una espada de hoja larga tan delgada que probablemente era tan flexible como poderosa… — No fue culpa mía que Yoon Hoo me eligiera antes que al monstruo que tenía por amante.

Los zorros menores se tensaron al escuchar a la mujer. Las azulinas colas del zorro aperlado se movieron con furia, su ira estaba emergiendo.

Será mejor si te mantienes agachado, Wooyoung… — El zorro de ojos avellana dijo con cautela.

— ¿Por qué?

Porque la ira de un zorro de nueve colas es tan peligrosa como todas las tempestades que conozcas de la naturaleza… — El zorro de ojos oscuros respondió.

Y entonces las ocho colas de cada zorro menor cobijó al universitario cual si se tratara de una coraza para protegerlo. En tanto, el zorro de ojos negros ha abandonado su apariencia zorruna y recuperado la del apuesto hombre de sedosa cabellera negruzca. Siguen ahí sin embargo sus nueve colas azulinas, y los irises azul hielo más gélidos que doscientos años atrás, cuando todo su poder había tomado control de su cuerpo, el día aquel en que Yoon Hoo le traicionó. Pero hoy, esta ira no tenía relación directa con la traición de ese hombre. Hoy, su ira era meritoria de Soo Ahn por el solo hecho de existir.

— En verdad eres arrogante, YoungWoong. Piensas que podrás derrotarme sin arma alguna para defenderte de mí. ¡No me subestimes!

Vociferó. Y el enfrentamiento que hasta entonces se había postergado por siglos, finalmente se desató.

Soo Ahn  se lanzó al ataque sin atisbo de duda y con toda la intención de exterminar. Su largo cabello ocre se mantenía atado en una coleta sobre su coronilla, y parecía que aquello le daba mayor fortaleza y equilibrio. La velocidad y fuerza de su primer ataque sin embargo apenas obligó al zorro de ojos negros a retroceder, en tanto una de sus colas buscó la extremidad que sostenía la espada para tomarla. Pero Soo Ahn era hábil, y conocía los movimientos de los zorros, particularmente los de Jaejoong.

— Viejas tretas, zorrito.

Intenta con tu verdadero poder, Soo Ahn, y veremos si este “zorrito” solo tiene viejos trucos.

La mujer sonrió nuevamente, entonces con algo más de seguridad atacó otra vez. La espada que usara, se duplicó por arte de magia. Y Jaejoong tuvo la correcta impresión de que Soo Ahn aún tendría ocultas muchas más de estas. Ella era tan buena con las espadas como con cualquier otro tipo de arma, y por mera diversión y vanidad, sería capaz de usarlas todas hasta sentirse de alguna manera superior al zorro de ojos negros.

Detrás, el zorro de ojos avellana y el zorro de ojos oscuros continuaban bajo sus apariencias zorrunas cubriendo al universitario. Mientras Wooyoung escuchaba el chirriar de las cuchillas chocando contra tronco, piedra, tierra y cualquier superficie excepto el cuerpo del zorro mayor, el muchacho sintió las vibraciones que cimbraban el libro en sus manos.

Soo Ahn está usando magia elemental. Nuestro hermano tarde o temprano tendrá que hacer más que solo esquivar.

— Necesita armas… — Wooyoung dijo de pronto.

A nuestro hermano no le gusta el uso de armas. Siempre nos hemos defendido solamente con nuestra magia.

— No será suficiente. Ella es poderosa, y si él continúa solo defendiéndose, habrá caído exactamente en la trampa que quería. Seguirle el ritmo.

Nosotros confiamos en Jaejoong.

— También yo confío en él. Pero ustedes mismos acaban de decirme que ella es el problema aquí.

¿Nosotros?

El libro. Hemos hablado contigo a través del libro, ¿verdad?

— ChangMin hyung es inteligente… — Dijo honestamente. Pero las colas del zorro de ojos avellana se crisparon cual si se hubiera sentido ofendido por la aseveración del muchacho… — Y ha sido hyung mismo quien ha dicho que debo ayudarles.

¿Cómo?

— Su hermano necesita armas, pero en este mundo si no acudes con ellas no puedes obtenerlas solo porque sí. Ni siquiera podría tomar ninguna de Soo Ahn, ¿cierto?

Así es. En el mundo de los espíritus lo material solo puede ser traído directamente del mundo mortal. Las armas que las criaturas mágicas utilizan han estado con ellos desde algún momento de sus vidas, pero no pueden ser usadas por otros en su lugar.

— Como si tuvieran una especie de código de seguridad. ¿Un candado?

Sí, puedes ponerlo en esos términos.

¿Cómo vas a darle a nuestro hermano armas, Wooyoung ah?

— Eso, Junsu hyung, es la parte extraña.

Los zorros menores volvieron sus orejas felpudas y mirada hacia el universitario. En tanto, Jaejoong conseguía desarmar a Soo Ahn. Las espadas se han clavado en piedra, y la lucha ha mutado a un duelo cuerpo a cuerpo. Jaejoong olvida que su apariencia es masculina y que ella es una mujer, olvida que alguna vez pudieron ser buenos amigos pero que Soo Ahn siempre le tuvo envidia y desprecio por el simple hecho de ser un gumiho. Quería enfrentarle y derrotarla por el pasado pero sin ir hacia ahí. El pasado solo lo cegaría y le pondría en desventaja.

Pero Soo Ahn no estaba ahí para ponérselo fácil. Ni eran las espadas las únicas armas que llevaba consigo. Las cuchillas fueron reemplazadas por una lanza de punta peligrosamente filosa, incluso el solo aire que era dividido por sus movimientos actuaba por sí mismo como engañosas cuchillas que han comenzado a hacer rasguños en la nívea piel del zorro mayor.

Hazlo. No me interesa cómo, dale armas a nuestro hermano Wooyoung ah.

— Para eso, debo tomar algo de uno de ustedes.

Lo que sea, hazlo.

— ¿Incluso si es una de sus colas?

¡No! — Jaejoong rugió con voz dominante… — Manténganse atrás. Ni siquiera se les ocurra hacer una tontería hermanos.

¡Necesitas ayuda!

¡Soo Ahn es mi problema!

— Que conmovedora discusión familiar… — La burla de la chica no surtió efecto alguno, pero sus ataques estaban siendo cada vez más certeros.

El zorro de ojos avellanas se volvió hacia Wooyoung, tratando de comunicarle con su sola mirada su decisión. Por supuesto, el muchacho podía entender lo que esos grandes ojos transmitían, y estaba a punto de hacerlo cuando las colas azulinas pasaron entre ellos y lanzaron al muchacho al otro extremo del improvisado campo de batalla, separando a los zorros menores del mortal.

¡He dicho que no! — Farfulló tajante el zorro de ojos negros… — Si entregas una de tus colas por esto, será lo mismo que haber transgredido el ritual que iniciaste, y no servirá de nada cuánto desees conseguir tu propósito, Junsu.

Pero…

Dije que Soo Ahn es mi problema. Y voy a encargarme.

¡Necesitas armas!

— Debo admitir, YoungWoong, que tus hermanos tienen razón. Por ahora has contenido todos mis embates, pero ni siquiera he calentado. Todavía tengo muchos trucos bajo la manga… — La mujer dijo con mofa, clavando la lanza en el suelo y revelando otro par de armas, un sable chino y una cuchilla egipcia… — Y me está aburriendo que solo te defiendas. Puedo ver la ira crepitar en tus ojos, pero sigues conteniéndote, me pregunto por qué.

Jaejoong ignoró la clara provocación de Soo Ahn. Es un zorro después de todo, astuto y paciente. Está listo para usar sola la defensa hasta conseguir que la mujer muestre todas sus cartas, o la mayoría al menos, pues ella también es perspicaz y ya se ha percatado de su intención.

No necesito armas, soy un gumiho, la naturaleza responderá a mi magia cuando la invoque.

— Confías demasiado en ti, YoungWoong.

Soy un gumiho especial. Por eso me odias tanto, ¿no es así Soo Ahn?

La mujer atacó de nuevo, esa vez realmente parecía haber caído en la provocación del zorro de ojos negros. La batalla se aplazó durante buen tiempo, los ataques de Soo Ahn, la defensa férrea de Jaejoong. La balanza sin embargo permanecía en el equilibrio, no se inclinaba a ningún lado.

Los zorros menores sin embargo no podían tranquilizarse. Mirar sin hacer nada no era su estilo, y ver que su hermano mayor continuaba en su estrategia sin atisbo de cambiarla, no hacía más que impacientarles. No es que no confiaran en el mayor, es que están tan unidos que la adrenalina se contagia pero ellos tienen que mantenerse al margen.

— ¿Sabes una cosa, YoungWoong? La razón por la que hace doscientos años decidí interponerme entre Yoon Hoo y tú, fue por mera diversión.

Soo Ahn dijo, y Jaejoong trató fuerte de ignorarle. Los ataques continuaban, las armas habían cambiado pero entonces, la mujer también estaba usando hechizos.

— Cuando Yoon Hoo vino a mí, tan dispuesto a desposarme, reí tanto que me dolió el estómago. Te había ganado, por una vez en toda mi vida me puse por encima de ti.

Nunca te he sentido superior a mí de ninguna manera, Soo Ahn.

— Por favor, YoungWoong, amabas a Yoon Hoo. Tanto, que La Abuela tuvo que entrar al mundo de los mortales para detenerte cuando estuviste a punto de arrasar con toda la Villa.

El zorro de ojos negros evitó un hechizo y luego ella se ocultó en los ramajes de los árboles.

— Pero, ¿te cuento un par de secretos? Es que estoy tan excitada peleando contigo de verdad que no puedo guardarlo más para mí.

Jaejoong no dijo nada, estaba alerta pues en cualquier momento otro ataque vendría hacia él. Soo Ahn no iba a rendirse ni por asomo.

— Yoon Hoo no te traicionó. La Abuela lo obligó a fingirlo para separarte de él. Por supuesto, conoce a La Abuela, ustedes tres siempre fueron sus favoritos, pero no quería que cometieras el mismo error que tu madre. Pero ya lo estabas haciendo, renunciando a tu inmortalidad por un humano.

El zorro de ojos negros no pudo evitar que su corazón se acelerara cuando escuchó las palabras de Soo Ahn. Podría ser una mentira, pero el tono de voz de la mujer no dejaba lugar a demasiadas dudas.

— ¿Sorprendido? Creo que La Abuela me echará la bronca cuando sepa que conté su pequeño secretito… — Dijo con risa burlona, mientras en la penumbra de su improvisado escondite en lo alto de un árbol, tensaba la cuerda de un arco y apuntaba su flecha hacia el zorro de ojos negros allá abajo… — Y sabes qué otra cosa desconoces, Yoon Hoo no está muerto.

Soltar la cuerda se sintió para la mujer como un alicante a su perverso deseo de exterminar. Sin embargo, cuando la flecha estuvo cerca del zorro, no solo éste tuvo conciencia del letal disparo, sino que además una repentina luz cegadora iluminó el lugar y la flecha se desvió hasta clavarse en la superficie de un árbol.

SungJae… Yunho.

Jaejoong susurró los nombres de las dos personas que se abrieron paso en su visión apenas al instante en que la luz se difuminó. Por su parte, Soo Ahn ni siquiera lo pensó, tensó el arco por segunda vez y disparó otra flecha, su objetivo sin embargo no era el zorro de ojos negros, sino…

¡Yunho! — El grito de Jaejoong resonó en todo el lugar, pero antes de que la flecha pudiera alcanzarlo, el moreno ya se había dado media vuelta y detenido el disparo con la mano. La flecha fue apresada por su mano, atrapándola justo por debajo de la punta de metal, a unos centímetros de su rostro. Soo Ahn maldijo entre dientes, sorprendida sin embargo de la capacidad de reacción del humano.

— No puede ser, un simple mortal no habría tenido la capacidad de reaccionar de esa manera. Maldición, el alma de Yoon Hoo debió liberarse como temí… — Meditó para sí la mujer, dejando el arco entre el follaje de las ramas y bajando de un salto al piso.

Soo Ahn, esa fue la última flecha que disparaste.

Por el tono amenazante del zorro de ojos negros, la mujer comprendió que había tocado el botón exacto para liberar toda su ira. Las nueve colas del zorro se agitaron con vehemencia provocando ventiscas alrededor de ellos. Yunho y SungJae retrocedieron más bien impulsados por el viento que por intenciones propias. Las irises azul hielo intensificaron su presencia y Soo Ahn comprobó en carne propia la capacidad gélida que el gumiho podía desencadenar pues sentía como se le helaban hasta los huesos.

— Así que este es tu poder elemental, YoungWoong.

No te he mostrado ni la punta del iceberg, Soo Ahn.

La mujer contraatacó con sus propios hechizos, pero cuanto más intentaba defenderse, el frío aumentaba y sentía como si alfileres se enterraran por todo su cuerpo, tan fríos y dolorosos que se carcajeó de buena gana al tiempo que sus piernas se doblegaban contra su voluntad.

— Dejaremos la batalla hasta aquí hoy, YoungWoong… — Dijo mirando directamente al zorro mayor… — Pero recuerda los secretos que te he contado, y volvamos a reunirnos en otra ocasión, con menos invitados.

Y luego simplemente se desvaneció. Se había marchado de la misma manera en que había llegado. Sin dejar rastro, ni siquiera el de sus armas pues todas desaparecieron con ella.

Hyung, debes tranquilizarte.

La petición de sus hermanos fue concedida de inmediato. Jaejoong respiró profundo y soltó su propia magia, agradeciendo mentalmente el apoyo de la naturaleza, sin los elementos él no podría haber enfrentado a Soo Ahn.

Se ha vuelto más poderosa. Creo que La Abuela le concedió la libertad para hacer y deshacer a su antojo.

— ¿Estás bien, Jaejoong?

— Omma…

Cuando escuchó las voces de su hijo y amante, el zorro de ojos negros sonrió para tranquilizarles. Luego se reunieron y él preguntó cómo es que les habían encontrado. SungJae explicó que se debía al vínculo que tiene, tal como se lo había dicho antes. Estaban unidos de forma especial por ser madre e hijo.

— Pero Yunho hyung prácticamente se ha colado de último momento. Se suponía que solo vendría yo, bueno Jong Suk hyung y WooBin hyung también vendrían, pero de alguna manera Yunho hyung…

— Fue un impulso. Cuando mostraste tu naturaleza zorruna y extendiste tus colas, sentí que debía seguirte SungJae. Tenía que verte y asegurarme de que estabas bien, Jaejoong.

El zorro de ojos negros estaba conmovido por ambos. Tanto su hijo como su amante se habían preocupado por él, y habían hecho lo impensable por encontrarle.

SungJae sonrió ligeramente cuando vio la intensa mirada que su omma y el moreno compartían. Si tuviera que elegir al hombre indicado para su omma, ese definitivamente era Yunho.

Incluso podría verlo como a un padre… — Pensó con diversión.

Pero su pensamiento fue tan fuerte y emocional que terminó golpeando la mente del zorro mayor. Jaejoong entonces recordó los secretos que Soo Ahn contara. ¿Yoon Hoo estaba vivo?

— ¿Jaejoong?

¡Hyung! ¿Estás bien?

— Estoy bien… estoy, bien. Vamos, volvamos a casa.


Cuando estuvieron de vuelta en el mundo mortal, Ji Seok estrechó a Wooyoung con tal fuerza entre sus brazos que realmente el muchacho tuvo que clamar por un respiro.

— Lo siento, estaba tan desesperado porque volvieras Wooyoung.

— Estoy bien, Ji Seok. Estoy bien… — Sonreír feliz de que le amasen de esa manera, y besarle por el mero placer de reunirse.

Yoochun era diferente, lejos de un abrazo conmovedor o una sonrisa dulce, estaba que gritaba a voz en cuello por la impertinente y descarada ausencia de Junsu. El zorro de ojos avellana intentaba explicar pero el pelinegro no dejaba de agitar los brazos y elevar la voz. Hasta que Junsu le abrazó susurrando que ya estaba de vuelta, que nunca le iba a dejar.

ChangMin y Hayami, bueno, honestamente que ese par se estaba devorando los labios.

Por otro lado, Jaejoong estaba inquieto. Yoon Hoo no estaba muerto.


Continuará…...

2 comentarios:

  1. Jajaja pinche hayamin, son la onda 🤣
    Mmmm ya que JJ por fin se había decidido por YH y las cosas iban bien va a salir de nuevo YH? Aunq claro, él fue utilizado por la abuela loca pero aún así....

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  2. Jajaja con el miedo que le tengas basta no puedo con la risa, la señorita mágica toda zacatona aplicó el " Más vale aquí corrió que aquí quedó" y mi Junsu tan noble siempre dispuesto a sacrificarse por quienes ama. Esto se pone bueno no quiero que Jae elija, quiero que se quede con Yunho!!!!

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