CAPÍTULO
17. ENFRENTAMIENTO IMPOSTERGABLE
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La
Abuela de los Tres Dioses no se consideraba una criatura malvada ni perversa.
Caminando por el amplio salón de su Templo, la anciana miraba entre los altos
pilares de la estructura de mármol, el azul cielo que se levantaba en el
horizonte, coronado por esponjosas nubes blancas y acompañado por un suave viento
que soplaba consigo un aroma a naturaleza que le llenaba los pulmones de vida a
la mujer. Las tiras de seda que colgaban a lo largo del salón se mecían al
compás del aire que refrescaba el cálido recinto. Allá, el sol apenas se
vislumbraba cándido entre nubes, con sus rayos traspasándolas y cayendo
radiantes aquí y allá en los bosques y valles aledaños. Era este rincón de su
mundo donde ella se sentía plena, con buena salud y rejuvenecida por la magia
que circulaba en cada rincón de su hogar.
Sin
embargo, la Abuela de los Tres Dioses no es ajena a su realidad, su vida se
acerca cada vez más a la extinción inminente, ella necesita suceder su reinado
a la mejor opción de entre todas sus criaturas, y muy a su pesar, Soo Ahn lo
era. No, la Abuela de los Tres Dioses no aprueba absolutamente todos los
métodos de la muchacha, pero el poder que manifiesta la vuelve digna sucesora.
—
Los errores de mi juventud han comenzado a cobrar mis fallos al final de mi
camino. Si los zorros de mi querida hija sobreviven al poder de Soo Ahn, tal
vez podría remediar mis faltas.
La
anciana dice para sí, saliendo al exterior del templo, contemplando con
semblante severo el hermoso paisaje que se despliega al frente. Recuerda con un
ácido sabor en la boca del estómago cómo fue que las cosas se torcieron de esta
manera. Ella debería velar por los zorros de nueve colas, pero en cambio ha
enviado a Soo Ahn a cazarles. Hablando con franqueza los zorros no llevan su
sangre, pero la mujer que los parió era su favorita de entre todas las
criaturas mágicas, y la trató como una auténtica hija. La Abuela de los Tres
Dioses no tenía descendencia, ninguno de los que han tenido su poder han
procreado pues es menester mantener la pureza de su magia simplemente
llevándola en alto hasta el último de sus alientos. Pero cada uno de aquellos
que como la Abuela de los Tres Dioses han ocupado el trono celestial, han encontrado
en alguna criatura mágica un vínculo que los une como si llevasen la misma
línea de sangre. Sin embargo, la Abuela de los Tres Dioses se había
decepcionado cuando su querida Yavanna eligió
amar a un hombre, un simple mortal que le alejó totalmente de su mundo y con
quien tuvo tres pequeños, cada uno de ellos con toda la naturaleza mágica de
Yavanna, pero la debilidad humana por el amor.
—
No tendría que haber descuidado nunca los pasos de Yavanna, corrompida por el
hombre, su estirpe podría estar destinada a la extinción.
Suspiró
con pesadez y sintió la opresión en el pecho. Por supuesto, tiene esa sensación
de remordimiento que atiza contra su corazón. Ella también es un ente de
emociones aunque en la mayoría procura ignorarlas o pasar de largo de ellas ya
que no tienen absolutamente nada bueno
que ofrecerle.
…
Yunho,
Yoochun, Hayami, Ji Seok y SungJae escucharon atentamente a Jong Suk y WooBin,
aunque no tuvieran exactamente mayor comprensión de lo sucedido. Han contado
algo sobre un libro mágico y un extraño vínculo que ata a los zorros al
poseedor de éste.
—
Honestamente estoy entendiendo un carajo de todo lo que están diciendo. Y no
creo que tenga tiempo ni paciencia para seguir escuchando, solo quiero que
encontremos a Junsu y los demás cuanto antes.
—
Por favor Yoochun, cálmate. Ellos no
están en peligro, aunque ChangMin haya encargado a Hayami que le buscase,
probablemente tal petición está relacionada con los sentimientos de cada uno
hacia el otro. El Aliento contenido en tu pecho no duele ni se ha agitado con
desesperación, ¿verdad? — Jong Suk continuó, procurando no perder los
estribos e impacientarse. Sería todo mucho más sencillo si los zorros hubiesen
hablado con claridad previamente con estos humanos.
—
No, más bien parece relajado… — Mokomichi no quiso agregar más, preguntar a qué
se refería con los sentimientos de cada uno era absurdo.
Después
de todo el zorro de ojos oscuros y él han intentado guardar la distancia esos
días, pero han estado fallando miserablemente pues todo cuanto ambos desean es
estar juntos. Proteger el Aliento de
ChangMin no estaba resultando para nada sencillo, porque al amarle seguía
manteniéndole en el filo del peligro.
—
¿Y ahora qué? ¿Cómo vamos a encontrarlos? SungJae dijo antes que tal vez él
podría.
—
Y tal vez pueda, Yunho, pero deben saber
que entrar al mundo de los espíritus puede ser riesgoso para los humanos.
—
Entonces puedo ir solo yo. Solo para asegurarnos de que están bien. Aunque
Hayami-san diga que el Aliento de tío
ChangMin está tranquilo, el mío comienza a inquietarse cada segundo.
—
¿A alguien le interesa saber cómo me siento yo? — Yoochun gruñó malhumorado, y
el Aliento contenido en su pecho le
pinchó con una peculiar sensación que él no podría definir como dolorosa.
—
Salta a la vista cómo estas, Yoochun. Sin embargo sigo siendo aquí el único en
desventaja, y estoy a punto de enloquecer sin que hagamos realmente nada por
traer a los chicos. Wooyoung desapareció frente a mis ojos.
Ji
Seok dijo y todos tuvieron que darle la razón. Luego WooBin dijo que lo mejor
para todos sería si solo SungJae se movía hacia el mundo de los espíritus junto
con ellos solamente. Por supuesto, ninguno de los otros cuatro hombres estaba
de acuerdo, pero tenían la impresión de que más que preguntarles se los estaban
ordenando.
…
A
pesar de que Wooyoung quería responder las preguntas de los zorros, la realidad
era que no le habían dicho gran cosa a través del libro. Aunque tenía la
impresión de que si hacía las preguntas correctas, el libro hablaría nuevamente con él.
—
Yunho y los demás deben estar inquietos.
Debemos volver… — El zorro de ojos negros dijo, levantó el hocico y respiró
el aire, inmediatamente sus nueve colas se extendieron y ondearon percibiendo
todas las vibras mágicas alrededor… — Hablé
demasiado pronto. Ya no estamos solos.
Preguntar
para sus hermanos era innecesario, ellos también la han presentido. Soo Ahn
está aquí.
—
Oh vaya, les gusta facilitarme las cosas reuniéndose todos en el mundo de los
espíritus. O son terriblemente idiotas, o muy arrogantes.
—
Usted otra vez.
—
Mantente detrás de nosotros, Wooyoung-ah…
— El zorro de ojos avellana y el zorro de ojos oscuros se colocaron por
delante del universitario. Mientras el mayor de los zorros avanzaba aún más al
frente encarando a la mujer.
—
Escúchalos, Wooyoung. Escúchalos y ocúltate detrás de ellos, aunque no te sirva
de mucho. Cuando termine con ellos, iré detrás de ti… — Amenazó la mujer con
mirada irascible.
—
Tú no vas a pasar, Soo Ahn. Me he
contenido por doscientos años, pero ya no más.
—
¿En serio, YoungWoong? Finalmente vas a dejar salir todo el rencor que sientes
hacia mí, aunque… — Soo Ahn sonrió con sorna, mostrando una espada de hoja
larga tan delgada que probablemente era tan flexible como poderosa… — No fue
culpa mía que Yoon Hoo me eligiera antes que al monstruo que tenía por amante.
Los
zorros menores se tensaron al escuchar a la mujer. Las azulinas colas del zorro
aperlado se movieron con furia, su ira estaba emergiendo.
—
Será mejor si te mantienes agachado,
Wooyoung… — El zorro de ojos avellana dijo con cautela.
—
¿Por qué?
—
Porque la ira de un zorro de nueve colas
es tan peligrosa como todas las tempestades que conozcas de la naturaleza… —
El zorro de ojos oscuros respondió.
Y
entonces las ocho colas de cada zorro menor cobijó al universitario cual si se
tratara de una coraza para protegerlo. En tanto, el zorro de ojos negros ha
abandonado su apariencia zorruna y recuperado la del apuesto hombre de sedosa
cabellera negruzca. Siguen ahí sin embargo sus nueve colas azulinas, y los
irises azul hielo más gélidos que doscientos años atrás, cuando todo su poder
había tomado control de su cuerpo, el día aquel en que Yoon Hoo le traicionó.
Pero hoy, esta ira no tenía relación directa con la traición de ese hombre.
Hoy, su ira era meritoria de Soo Ahn por el solo hecho de existir.
—
En verdad eres arrogante, YoungWoong. Piensas que podrás derrotarme sin arma
alguna para defenderte de mí. ¡No me subestimes!
Vociferó.
Y el enfrentamiento que hasta entonces se había postergado por siglos,
finalmente se desató.
Soo
Ahn se lanzó al ataque sin atisbo de
duda y con toda la intención de exterminar. Su largo cabello ocre se mantenía
atado en una coleta sobre su coronilla, y parecía que aquello le daba mayor
fortaleza y equilibrio. La velocidad y fuerza de su primer ataque sin embargo
apenas obligó al zorro de ojos negros a retroceder, en tanto una de sus colas
buscó la extremidad que sostenía la espada para tomarla. Pero Soo Ahn era
hábil, y conocía los movimientos de los zorros, particularmente los de
Jaejoong.
—
Viejas tretas, zorrito.
—
Intenta con tu verdadero poder, Soo Ahn,
y veremos si este “zorrito” solo tiene viejos trucos.
La
mujer sonrió nuevamente, entonces con algo más de seguridad atacó otra vez. La
espada que usara, se duplicó por arte de magia. Y Jaejoong tuvo la correcta
impresión de que Soo Ahn aún tendría ocultas muchas más de estas. Ella era tan
buena con las espadas como con cualquier otro tipo de arma, y por mera
diversión y vanidad, sería capaz de usarlas todas hasta sentirse de alguna
manera superior al zorro de ojos negros.
Detrás,
el zorro de ojos avellana y el zorro de ojos oscuros continuaban bajo sus apariencias
zorrunas cubriendo al universitario. Mientras Wooyoung escuchaba el chirriar de
las cuchillas chocando contra tronco, piedra, tierra y cualquier superficie
excepto el cuerpo del zorro mayor, el muchacho sintió las vibraciones que
cimbraban el libro en sus manos.
—
Soo Ahn está usando magia elemental.
Nuestro hermano tarde o temprano tendrá que hacer más que solo esquivar.
—
Necesita armas… — Wooyoung dijo de pronto.
—
A nuestro hermano no le gusta el uso de
armas. Siempre nos hemos defendido solamente con nuestra magia.
—
No será suficiente. Ella es poderosa, y si él continúa solo defendiéndose,
habrá caído exactamente en la trampa que quería. Seguirle el ritmo.
—
Nosotros confiamos en Jaejoong.
—
También yo confío en él. Pero ustedes mismos acaban de decirme que ella es el
problema aquí.
—
¿Nosotros?
—
El libro. Hemos hablado contigo a través
del libro, ¿verdad?
—
ChangMin hyung es inteligente… — Dijo honestamente. Pero las colas del zorro de
ojos avellana se crisparon cual si se hubiera sentido ofendido por la
aseveración del muchacho… — Y ha sido hyung mismo quien ha dicho que debo
ayudarles.
—
¿Cómo?
—
Su hermano necesita armas, pero en este mundo si no acudes con ellas no puedes
obtenerlas solo porque sí. Ni siquiera podría tomar ninguna de Soo Ahn,
¿cierto?
—
Así es. En el mundo de los espíritus lo
material solo puede ser traído directamente del mundo mortal. Las armas que las
criaturas mágicas utilizan han estado con ellos desde algún momento de sus
vidas, pero no pueden ser usadas por otros en su lugar.
—
Como si tuvieran una especie de código de seguridad. ¿Un candado?
—
Sí, puedes ponerlo en esos términos.
—
¿Cómo vas a darle a nuestro hermano
armas, Wooyoung ah?
—
Eso, Junsu hyung, es la parte extraña.
Los
zorros menores volvieron sus orejas felpudas y mirada hacia el universitario.
En tanto, Jaejoong conseguía desarmar a Soo Ahn. Las espadas se han clavado en
piedra, y la lucha ha mutado a un duelo cuerpo a cuerpo. Jaejoong olvida que su
apariencia es masculina y que ella es una mujer, olvida que alguna vez pudieron
ser buenos amigos pero que Soo Ahn siempre le tuvo envidia y desprecio por el
simple hecho de ser un gumiho. Quería enfrentarle y derrotarla por el pasado
pero sin ir hacia ahí. El pasado solo lo cegaría y le pondría en desventaja.
Pero
Soo Ahn no estaba ahí para ponérselo fácil. Ni eran las espadas las únicas
armas que llevaba consigo. Las cuchillas fueron reemplazadas por una lanza de
punta peligrosamente filosa, incluso el solo aire que era dividido por sus
movimientos actuaba por sí mismo como engañosas cuchillas que han comenzado a
hacer rasguños en la nívea piel del zorro mayor.
—
Hazlo. No me interesa cómo, dale armas a
nuestro hermano Wooyoung ah.
—
Para eso, debo tomar algo de uno de ustedes.
—
Lo que sea, hazlo.
—
¿Incluso si es una de sus colas?
—
¡No! — Jaejoong rugió con voz
dominante… — Manténganse atrás. Ni
siquiera se les ocurra hacer una tontería hermanos.
—
¡Necesitas ayuda!
—
¡Soo Ahn es mi problema!
—
Que conmovedora discusión familiar… — La burla de la chica no surtió efecto
alguno, pero sus ataques estaban siendo cada vez más certeros.
El
zorro de ojos avellanas se volvió hacia Wooyoung, tratando de comunicarle con
su sola mirada su decisión. Por supuesto, el muchacho podía entender lo que
esos grandes ojos transmitían, y estaba a punto de hacerlo cuando las colas
azulinas pasaron entre ellos y lanzaron al muchacho al otro extremo del
improvisado campo de batalla, separando a los zorros menores del mortal.
—
¡He dicho que no! — Farfulló tajante
el zorro de ojos negros… — Si entregas
una de tus colas por esto, será lo mismo que haber transgredido el ritual que
iniciaste, y no servirá de nada cuánto desees conseguir tu propósito, Junsu.
—
Pero…
—
Dije que Soo Ahn es mi problema. Y voy a
encargarme.
—
¡Necesitas armas!
—
Debo admitir, YoungWoong, que tus hermanos tienen razón. Por ahora has contenido
todos mis embates, pero ni siquiera he calentado. Todavía tengo muchos trucos
bajo la manga… — La mujer dijo con mofa, clavando la lanza en el suelo y
revelando otro par de armas, un sable chino y una cuchilla egipcia… — Y me está
aburriendo que solo te defiendas. Puedo ver la ira crepitar en tus ojos, pero
sigues conteniéndote, me pregunto por qué.
Jaejoong
ignoró la clara provocación de Soo Ahn. Es un zorro después de todo, astuto y
paciente. Está listo para usar sola la defensa hasta conseguir que la mujer
muestre todas sus cartas, o la mayoría al menos, pues ella también es perspicaz
y ya se ha percatado de su intención.
—
No necesito armas, soy un gumiho, la
naturaleza responderá a mi magia cuando la invoque.
—
Confías demasiado en ti, YoungWoong.
—
Soy un gumiho especial. Por eso me odias
tanto, ¿no es así Soo Ahn?
La
mujer atacó de nuevo, esa vez realmente parecía haber caído en la provocación
del zorro de ojos negros. La batalla se aplazó durante buen tiempo, los ataques
de Soo Ahn, la defensa férrea de Jaejoong. La balanza sin embargo permanecía en
el equilibrio, no se inclinaba a ningún lado.
Los
zorros menores sin embargo no podían tranquilizarse. Mirar sin hacer nada no
era su estilo, y ver que su hermano mayor continuaba en su estrategia sin
atisbo de cambiarla, no hacía más que impacientarles. No es que no confiaran en
el mayor, es que están tan unidos que la adrenalina se contagia pero ellos
tienen que mantenerse al margen.
—
¿Sabes una cosa, YoungWoong? La razón por la que hace doscientos años decidí
interponerme entre Yoon Hoo y tú, fue por mera diversión.
Soo
Ahn dijo, y Jaejoong trató fuerte de ignorarle. Los ataques continuaban, las
armas habían cambiado pero entonces, la mujer también estaba usando hechizos.
—
Cuando Yoon Hoo vino a mí, tan dispuesto a desposarme, reí tanto que me dolió
el estómago. Te había ganado, por una vez en toda mi vida me puse por encima de
ti.
—
Nunca te he sentido superior a mí de
ninguna manera, Soo Ahn.
— Por favor,
YoungWoong, amabas a Yoon Hoo. Tanto,
que La Abuela tuvo que entrar al
mundo de los mortales para detenerte cuando estuviste a punto de arrasar con
toda la Villa.
El
zorro de ojos negros evitó un hechizo y luego ella se ocultó en los ramajes de
los árboles.
—
Pero, ¿te cuento un par de secretos? Es que estoy tan excitada peleando contigo
de verdad que no puedo guardarlo más para mí.
Jaejoong
no dijo nada, estaba alerta pues en cualquier momento otro ataque vendría hacia
él. Soo Ahn no iba a rendirse ni por asomo.
—
Yoon Hoo no te traicionó. La Abuela lo obligó a fingirlo para separarte de él.
Por supuesto, conoce a La Abuela, ustedes tres siempre fueron sus favoritos,
pero no quería que cometieras el mismo error que tu madre. Pero ya lo estabas
haciendo, renunciando a tu inmortalidad por un humano.
El
zorro de ojos negros no pudo evitar que su corazón se acelerara cuando escuchó
las palabras de Soo Ahn. Podría ser una mentira, pero el tono de voz de la
mujer no dejaba lugar a demasiadas dudas.
—
¿Sorprendido? Creo que La Abuela me echará la bronca cuando sepa que conté su
pequeño secretito… — Dijo con risa burlona, mientras en la penumbra de su
improvisado escondite en lo alto de un árbol, tensaba la cuerda de un arco y
apuntaba su flecha hacia el zorro de ojos negros allá abajo… — Y sabes qué otra
cosa desconoces, Yoon Hoo no está muerto.
Soltar
la cuerda se sintió para la mujer como un alicante a su perverso deseo de
exterminar. Sin embargo, cuando la flecha estuvo cerca del zorro, no solo éste
tuvo conciencia del letal disparo, sino que además una repentina luz cegadora
iluminó el lugar y la flecha se desvió hasta clavarse en la superficie de un
árbol.
—
SungJae… Yunho.
Jaejoong
susurró los nombres de las dos personas que se abrieron paso en su visión
apenas al instante en que la luz se difuminó. Por su parte, Soo Ahn ni siquiera
lo pensó, tensó el arco por segunda vez y disparó otra flecha, su objetivo sin
embargo no era el zorro de ojos negros, sino…
—
¡Yunho! — El grito de Jaejoong resonó
en todo el lugar, pero antes de que la flecha pudiera alcanzarlo, el moreno ya
se había dado media vuelta y detenido el disparo con la mano. La flecha fue
apresada por su mano, atrapándola justo por debajo de la punta de metal, a unos
centímetros de su rostro. Soo Ahn maldijo entre dientes, sorprendida sin
embargo de la capacidad de reacción del humano.
—
No puede ser, un simple mortal no habría tenido la capacidad de reaccionar de
esa manera. Maldición, el alma de Yoon Hoo debió liberarse como temí… — Meditó
para sí la mujer, dejando el arco entre el follaje de las ramas y bajando de un
salto al piso.
—
Soo Ahn, esa fue la última flecha que
disparaste.
Por
el tono amenazante del zorro de ojos negros, la mujer comprendió que había tocado el botón exacto para liberar toda
su ira. Las nueve colas del zorro se agitaron con vehemencia provocando
ventiscas alrededor de ellos. Yunho y SungJae retrocedieron más bien impulsados
por el viento que por intenciones propias. Las irises azul hielo intensificaron
su presencia y Soo Ahn comprobó en carne propia la capacidad gélida que el
gumiho podía desencadenar pues sentía como se le helaban hasta los huesos.
—
Así que este es tu poder elemental, YoungWoong.
—
No te he mostrado ni la punta del
iceberg, Soo Ahn.
La
mujer contraatacó con sus propios hechizos, pero cuanto más intentaba
defenderse, el frío aumentaba y sentía como si alfileres se enterraran por todo
su cuerpo, tan fríos y dolorosos que se carcajeó de buena gana al tiempo que
sus piernas se doblegaban contra su voluntad.
—
Dejaremos la batalla hasta aquí hoy, YoungWoong… — Dijo mirando directamente al
zorro mayor… — Pero recuerda los secretos que te he contado, y volvamos a
reunirnos en otra ocasión, con menos invitados.
Y
luego simplemente se desvaneció. Se había marchado de la misma manera en que
había llegado. Sin dejar rastro, ni siquiera el de sus armas pues todas
desaparecieron con ella.
—
Hyung, debes tranquilizarte.
La
petición de sus hermanos fue concedida de inmediato. Jaejoong respiró profundo
y soltó su propia magia, agradeciendo mentalmente el apoyo de la naturaleza,
sin los elementos él no podría haber enfrentado a Soo Ahn.
—
Se ha vuelto más poderosa. Creo que La
Abuela le concedió la libertad para hacer y deshacer a su antojo.
—
¿Estás bien, Jaejoong?
—
Omma…
Cuando
escuchó las voces de su hijo y amante,
el zorro de ojos negros sonrió para tranquilizarles. Luego se reunieron y él
preguntó cómo es que les habían encontrado. SungJae explicó que se debía al
vínculo que tiene, tal como se lo había dicho antes. Estaban unidos de forma
especial por ser madre e hijo.
—
Pero Yunho hyung prácticamente se ha colado de último momento. Se suponía que
solo vendría yo, bueno Jong Suk hyung y WooBin hyung también vendrían, pero de
alguna manera Yunho hyung…
—
Fue un impulso. Cuando mostraste tu naturaleza zorruna y extendiste tus colas,
sentí que debía seguirte SungJae. Tenía que verte y asegurarme de que estabas
bien, Jaejoong.
El
zorro de ojos negros estaba conmovido por ambos. Tanto su hijo como su amante se habían preocupado por él, y
habían hecho lo impensable por encontrarle.
SungJae
sonrió ligeramente cuando vio la intensa mirada que su omma y el moreno
compartían. Si tuviera que elegir al hombre indicado para su omma, ese
definitivamente era Yunho.
—
Incluso podría verlo como a un padre… —
Pensó con diversión.
Pero
su pensamiento fue tan fuerte y emocional que terminó golpeando la mente del
zorro mayor. Jaejoong entonces recordó los secretos
que Soo Ahn contara. ¿Yoon Hoo estaba vivo?
—
¿Jaejoong?
—
¡Hyung! ¿Estás bien?
—
Estoy bien… estoy, bien. Vamos, volvamos a casa.
…
Cuando
estuvieron de vuelta en el mundo mortal, Ji Seok estrechó a Wooyoung con tal
fuerza entre sus brazos que realmente el muchacho tuvo que clamar por un
respiro.
—
Lo siento, estaba tan desesperado porque volvieras Wooyoung.
—
Estoy bien, Ji Seok. Estoy bien… — Sonreír feliz de que le amasen de esa
manera, y besarle por el mero placer de reunirse.
Yoochun
era diferente, lejos de un abrazo conmovedor o una sonrisa dulce, estaba que
gritaba a voz en cuello por la impertinente y descarada ausencia de Junsu. El
zorro de ojos avellana intentaba explicar pero el pelinegro no dejaba de agitar
los brazos y elevar la voz. Hasta que Junsu le abrazó susurrando que ya estaba
de vuelta, que nunca le iba a dejar.
ChangMin
y Hayami, bueno, honestamente que ese par se estaba devorando los labios.
Por
otro lado, Jaejoong estaba inquieto. Yoon Hoo no estaba muerto.
Continuará…...
Jajaja pinche hayamin, son la onda 🤣
ResponderBorrarMmmm ya que JJ por fin se había decidido por YH y las cosas iban bien va a salir de nuevo YH? Aunq claro, él fue utilizado por la abuela loca pero aún así....
Jajaja con el miedo que le tengas basta no puedo con la risa, la señorita mágica toda zacatona aplicó el " Más vale aquí corrió que aquí quedó" y mi Junsu tan noble siempre dispuesto a sacrificarse por quienes ama. Esto se pone bueno no quiero que Jae elija, quiero que se quede con Yunho!!!!
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