CAPÍTULO
10. ME GUSTAS TÚ
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Renunciar
a su naturaleza mágica ya ha sido doloroso en sí. Esa noche Junsu y ChangMin no
durmieron casi nada, escalofríos y una sensación punzante les aguijoneaba el
pecho. Sin su Aliento y habiendo
renunciado a su magia, se sentía como si cada fibra de su ser ardiera al rojo
vivo, al mismo tiempo que una capa acorazada de frío les helaba el corazón.
Jaejoong estuvo al pendiente de ambos toda la noche, protegiéndolos con su cariño
de hermano, sin embargo el alivio que este a través de su magia pudiera
proporcionarles, no era suficiente para mitigar más que un mínimo el dolor.
—Solo un poco, el dolor pasará transcurridas
nueve horas, una por cada cola a la que renunciarán… — Las palabras del
zorro de ojos negros habían dejado un halo de esperanza para sus hermanos.
Este
dolor abrasador además valdría la pena. Valdría, si los humanos por quienes han
renunciado les devuelven a cambio la confianza de un amor correspondido.
A
la mañana siguiente, los zorros volvieron a la normalidad cumplido el tiempo que el mayor les hubiera dicho. Y
casi de inmediato salieron del departamento de Yunho, donde se habían quedado
nuevamente a descansar después del ritual, y donde el moreno una vez más no
estaba ya que se había movido donde su amigo Park para darles algo de espacio y
privacidad cuando Jaejoong se lo pidió amablemente, aunque sin revelar el
motivo.
De
entre todos, el único que conocía más o menos los hechos era Mokomichi, pero su
boca estaba sellada por una promesa silenciosa de no tocar siquiera el tema.
ChangMin ahora comenzaba a arrepentirse un poco, porque echaba mucho en falta
la presencia del japonés ahora que se han reunido a almorzar en un restaurante
local.
—
¿Se encuentran bien? Los noto algo pálidos esta mañana… — Park hizo el
señalamiento, y es que la apariencia de Junsu simplemente no encajaba con la
que estaba acostumbrado a ver todas las mañanas.
—Todo bien, no hay por qué preocuparse
Yoochun ah… — La respuesta con una sonrisa algo forzada tampoco convenció
al pelinegro, pero de todas formas lo dejó pasar.
El
almuerzo transcurrió así en una atmósfera extraña, la ausencia del japonés
tenía apagado el humor del zorro de ojos oscuros, y salvo la fluida conversación
entre Junsu y Yoochun, los otros dos tampoco estaban cómodos. Yunho no sabía
cómo tratar a Jaejoong ahora que tan claramente le ha dicho que gusta de él. Y
Jaejoong está lo suficientemente incómodo como para siquiera dirigirle la
mirada. Entonces tuvo el escape ideal, SungJae estaba allí. Con su amigo
YongGuk, que no captó del todo el agrado del zorro mayor.
—
Omma~ es increíble que nos encontremos aquí… — El muchacho fue directo a la
mesa de los chicos, abrazando a su madre
con entusiasmo, igual que a sus tíos, aunque Junsu seguía siendo el más efusivo
de los dos.
—
¿Saliste a comer con tu amigo? — Jaejoong preguntó con aire cauteloso.
—
Sí, ya que estuvimos hasta tarde estudiando y terminando un trabajo para la
universidad, prometió traerme a comer algo delicioso. Y yo tuve el
presentimiento de que estaría bien venir aquí, ahora sé por qué~ omma estaría
aquí. Omma, ayer ni siquiera intercambiamos número telefónico, cómo vamos a
contactar a partir de ahora, mh… — Agregó pucheroso, sentándose a lado del
zorro mayor incluso si tuvo que hacer que Yoochun se moviera de sitio, aunque
para el pelinegro mejor pues de esa forma quedó junto a Junsu y no frente a él.
—Oh SungJae, lo siento, pero no tengo móvil.
—
¡Qué! ¿Por qué no?
—Pues… — El zorro mayor no supo entonces
qué decir. Honestamente solo era debido a que no había planeado quedarse
demasiado tiempo en este mundo, y hasta entonces no había necesitado un móvil
para comunicarse con los demás.
—
Tienes que comprarte uno, omma.
—Claro, después SungJae. Además, tú y yo
siempre podremos comunicarnos a través de “aquí”… — Dijo, señalando el
pecho de su hijo a la altura de su corazón, donde el Aliento del muchacho se sacudió dichoso de aquel suave tacto
maternal, haciendo que SungJae comprendiera a lo que se refería… — Siempre que queramos. Me presentiste,
¿recuerdas? Funciona de esa manera tratándose de ti y de mí.
—
Oh, ¿en serio? — Su madre asintió… —
¡Genial! Pero tienes que enseñarme cómo~ hoy solo ha sido suerte… — Agregó con
más de esos pucheros que a Jaejoong le recordaba tanto a Junsu. Pero cuando
pensaba en ello, admitía con cierta reserva que hubo un tiempo en que él
también hacía de aquellos gestos cuando más confianza hubo establecido con el padre de su hijo.
Un
poco ajeno a todo, el amigo de SungJae se limitaba a observar con respeto, y
esa sonrisa algo boba pintada en sus labios.
—YongGukkie~ no te sientas mal porque mi
hermano te está ignorando, es que es omma celoso ahora~— Junsu dijo de
pronto, haciendo sonrojar levemente al zorro mayor por lo acertado de sus
palabras.
—
No, para nada Junsu hyung… — El muchacho alegó sin dejar de sonreír, enseñando
su perfecta dentadura cada vez.
—De todas maneras, tengo curiosidad por
saber. ¿Te gusta SungJae?— Cuestionó con aire inocente. Aunque ChangMin
comenzaba a sospechar que la actitud de su hermano era pura fachada, era
demasiada casualidad que siempre hiciera este tipo de preguntas tan bochornosas
y delante de los implicados.
—
¿Eh? Bueno, él es apuesto, le gusta a todo quien le conoce… — El chico
respondió nerviosamente, mirando a su amigo como quien pide un poco de auxilio.
Pero SungJae estaba ocupadísimo hablando con su madre por lo que no era foco de su mirada.
—Está bien si él te gusta, siempre que no le
hagas daño la familia te dará la bienvenida.
—
Ah… — Y entonces el monosílabo se extendió en una risa nerviosa que, para mala suerte del chico, parecía ser
reprobada por otro de los presentes y a quien no conocía, el apuesto joven de
tez morena no le ha sacado la vista de encima.
Yoochun
sintió una punzada de celos al notar la atención que el chico estaba recibiendo
de parte del pelirrojo, y esperó que el Aliento
contenido en su pecho mostrara alguna reacción, pero después de lo de esa
noche, el Aliento ha estado muy inactivo. Lo que le recordó que aún
tenía que hablar sobre eso con Junsu.
—
Junsu ah…
—¿Sí?
—
Necesito hablar contigo de algo importante cuando volvamos a nuestro departamento.
El
pelirrojo asintió por inercia, conmovido más bien por ese repentino “nuestro”
que el pelinegro mencionara. Se sentía realmente bien sentirse incluido de esa
manera, aunque era altamente probable que haya sido solo un error inconsciente de parte del
pelinegro.
Yunho
y ChangMin entonces eran los únicos en sentirse fuera de sitio. El moreno se
sentía desplazado ante la presencia de SungJae, y admite que es natural dadas
las circunstancias alrededor del reencuentro de madre e hijo. Mientras que el zorro de ojos oscuros simplemente no
puede evitar que su pensamiento vague hasta la imagen de cierto japonés que no
se encuentra hoy ahí.
—Me pregunto qué estará haciendo ese baka.
¿Estará pensando en mí? — El zorro de ojos oscuros gruñó a sus propios
pensamientos. Ya que no es característico de él preocuparse por algo como los
sentimientos de otros, mucho menos de los humanos. En realidad, antes todo su
mundo emocional eran sus hermanos, pero ahora se ha expandido hasta ese hombre
tan sobrado de confianza que, además, ha decidido colaborar con su propósito sin
recibir una explicación detallada de lo que implicaba… —¿Habrá pasado buena noche? Junsu y yo no pudimos dormir, y dado que
nuestro Aliento está con humanos, ellos también debieron sentir algo. Yoochun
no parece particularmente afectado, aunque le veo algo agotado también. Quiero
contactar con Hayami no baka, pero él dijo que no quería absolutamente ningún
tipo de contacto durante este tiempo. Un mes suena demasiado. ¡Argh! Estúpido
Hayami, sal de mi cabeza de una vez.
Las
protestas mentales del zorro de ojos oscuros tienen sin embargo entretenido a
Junsu, que yendo de aquí para allá entre todos los sentados a la mesa, se
pregunta si ser humano será tan genial como en ese momento. En realidad sabe
que la respuesta es “no”, que habrá un sinfín de cosas que le dejarán
impresiones dolorosas en el corazón, y que habrá incluso males que no sanarán
rápidamente como cuando tiene su Aliento.
—YongGuk, ¿te importaría hablarme de tu
familia? — Jaejoong preguntó de pronto, haciendo que el muchacho se pusiera
nervioso bajo aquella negruzca mirada tan intensa.
—
No, esto… ¿qué le gustaría saber, Jaejoong hyung?
—¿De dónde son? ¿Por qué vives en los
dormitorios de la universidad?
—
Ah, eso… — YongGuk sonrió ampliamente, pero con un dejo de nerviosismo… — En
realidad vivo cerca de la Universidad pero era mucho lío moverse de aquí para
allá, principalmente cuando quedaba hasta tarde haciendo trabajos o ensayando.
—¿Ensayando?
—
YongGuk está en el club de baile moderno de la Universidad, omma.
—Oh, es así.
—
Sí. SungJae está ahí también, aunque se le da más el canto… — Agregó el chico
con una risa sincera, haciendo sonrojar al menor de los dos.
—
¡Cállate! También bailo muy bien, es solo que no luzco demasiado porque tú eres
un as en ello… — SungJae dijo haciendo curiosos gestos de fastidio.
—¿Cantas, SungJae?
—
Bueno, un poco.
—Me encantaría escucharte, cuando tú quieras
mostrarme.
—
Cantaré para omma cuando me lo pida~
— Oh, yo quiero aprender más sobre baile.
YongGukkie~ enséñame~
—
¿Eh?
—
¡De ninguna manera! — Park protestó receloso.
—Por qué no, yo quiero aprender~ y si SungJae
dice que YongGuk es así de bueno, entonces él será un profesor genial.
—
Pero no quiero. Te puedo enseñar yo.
— Pero Yoochun ah no es tan genial bailando…
— El zorro de ojos avellana señaló con un lindo puchero. Al pelinegro le
brotaron venas en la sien, herido en su orgullo masculino… —Todo lo que hacías era pegarte a mí y toquetearme
por todas partes cuando estuvimos en el club.
—
Eso no es… — Park sonrió nervioso cuando Jaejoong le fulminó con la mirada.
Además de eso, también Yunho le estaba reprochando en silencio su actitud. Pero
hombre, qué culpa tenía él de que en aquella noche el zorrito de ojos avellana le
haya excitado de esa manera… — ¡Aish! — Obviamente, el Aliento dentro de su pecho le pinchó un malestar que le recordó que
no debía tener pensamientos indecorosos.
—Yoochun ah, no hagas enojar a mi Aliento. Es
delicado, sobre todo ahora… — Junsu agregó con tono serio, algo que no era
común en él.
—
¿Por qué sobre todo ahora?
—¿Eh? No, solo digo.
—
Junsu ah, no eres muy bueno mintiendo.
—Solo no piensas cosas impuras, mi Aliento
podría corromperse por tu culpa y luego…
—
Si se corrompe debes saber que en realidad no sería mi culpa, sino tuya. No
tienes ni idea del efecto seductor que tu naturaleza posee, ¿verdad?
—Mi, ¿naturaleza? — El pelirrojo clavó
sus ojos avellana en los pozos negros de su acompañante… —Eso significa que todo hasta ahora, es solo debido a mi naturaleza.
¿Tú, no has sentido honestamente nada? Me has besado, Yoochun ah.
—
Sí, yo… — El pelinegro carraspeó incómodo, las miradas de los demás también
estaban puestas en él… — Oye, hablemos de esto luego, en privado. Además,
YongGuk luce muy confundido, estamos hablando delante suyo como si él de
antemano lo supiera todo. Ni siquiera sé qué tanto sabe y comprende SungJae de
todo lo que está pasando.
—SungJae sabe lo suficiente, y pronto
comenzaré a decirle más. De él dependerá qué tanto quiere compartir con su
amigo. Sin embargo, realmente me gustaría que Junsu y tú hablaran seriamente de
lo que ha pasado entre ustedes. Por qué no se adelantan.
Yoochun
no necesitó segundas propuestas, Jaejoong era claro y directo cuando quería.
Además, él realmente sentía que necesitaba hablar con Junsu sobre muchas cosas.
Asintió y dejando su parte de la cuenta sobre la mesa, se levantó esperando que
el pelirrojo le siguiera, cosa que hizo aunque se le veía decepcionado.
—YongGuk, ¿te importaría acompañarme?
—
¿Eh? No, está bien ChangMin hyung… — Incierto, el muchacho siguió al zorro de
ojos oscuros fuera del restaurante también. De ese modo solo tres personas
quedaron en la mesa.
—
Me encargaré de la cuenta. Vuelve a casa cuando gustes, Jaejoong.
—Espera, por favor Yunho ah.
—
Tienes mucho qué hablar con tu hijo, tendremos oportunidad de reunirnos
después.
El
zorro mayor observó al moreno alejarse. Yunho era a su manera misterioso, le
hacía sentir abrumado por su forma de ser, de tratarle, de enojarse o
sobreponerse a sus propias molestias. En realidad, Jaejoong no podía entender
la forma de pensar de Yunho, ni su forma de gustar.
Pero ha ido derrumbando su coraza con impresionante habilidad y rapidez.
—
Omma, por qué Yunho hyung me resulta tan familiar.
—¿Familiar dices? ¿De qué manera?
—
No estoy seguro, es solo que cuando le veo me hace sentir así, como si no fuera
alguien desconocido. Pero es una sensación agradable. Y él tiene cierta aura
madura.
—Eso… vamos a salir también de aquí y vayamos
a conversar a un sitio más tranquilo.
SungJae
asintió, y juntos salieron también del restaurante. A la distancia, eran
observados por Jong Suk y Woo Bin.
—Por qué estamos siguiéndoles de nuevo, Jong
Suk.
—Ya te dije, es nuestra responsabilidad
asegurarnos del bienestar de Jaejoong y SungJae.
—¿No se supone que debemos cuidar de todos
ellos, sus hermanos también?
—Ahora nuestra prioridad es Jaejoong y
SungJae. Ya que Junsu y ChangMin han decidido renunciar a su magia, debemos
ingeniárnosla para evitar que la Abuela se involucre, ella detesta la idea de
que sus zorros se vuelvan humanos.
—Y qué te hace pensar que no lo sabe ya.
—No tengo confianza en ello, pero espero que
no sea así. Además, todavía tenemos qué ocuparnos de mantener a Soo Ahn lejos
de ellos. Así que deja esas manos quietas, pervertido.
—Vamos, tengo ganas de hacerlo y puedo sentir
tu tensión sexual transpirando por cada poro de tu piel.
Woo
Bin le susurró al oído, sin importar que estuviesen trepados en lo alto de un
árbol y las copas se agitaran por sus movimientos, pues mientras él intenta
colar sus manos entre las ropas de Jong Suk, éste no deja de apartarle
mirándole ceñudo.
—Woo Bin, deja de fastidiar con esto.
—Sería más sencillo para mí si no estuvieras
tan sexy con parte de tu apariencia mágica volviendo locos mis sentidos.
—¿Cómo es que te excitas por algo así? Eres
un pervertido Woo Bin.
—Sí, sí, lo que quieras. Déjame hacértelo
Jong Suk… — Dijo, lamiéndole sensualmente el cuello.
—He dicho que no, no tengo ganas.
—Mentiroso, puedo olerlo en ti. Estás tan
excitado que tu sexo está transpirando.
—Idiota, deja de hablar de eso así,
sinvergüenza.
La
naturaleza mágica del baku se revela
bajo formas diferentes, básicamente guarda relación con las reminiscencias de
las pesadillas que caza de las mentes de aquellos por quienes es invocado.
Desde que dejó el Templo por orden de la Abuela de los Tres Dioses, el baku ha devorado las pesadillas de los humanos
alrededor de su entorno. La noche anterior, había tragado el mal sueño de alguien que teme a los lobos, por lo que él
lleva actualmente orejas y cola de lobo blanco, irises azules y garras filosas
que compiten con las uñas del neko. Esta apariencia, como muchas otras, excita
particularmente al bakeneko, y todo lo que su cuerpo perverso desea es hacer
suyo al otro. Jong Suk sabe eso, y no es que reniegue del todo de los deseos
banales de su amante, es solo que no le gusta la idea de hacerlo en cualquier
lugar, a cualquier hora, y solo porque sí.
—Basta, aquí no Woo Bin.
—Vamos a donde quieras, pero déjame hacerte
el amor Jong Suk.
Insistió
sin dejar de besarle aquí o allá, mordisqueando sus orejas y acariciando toda
parte de su anatomía que estuvo al alcance de sus inquietas manos, incluso su
esponjosa cola, punto sensible que erizaba toda la piel del baku.
—Woo Bin ah~ suficiente. Vamos, a… donde
nadie nos vea.
—Tus deseos son órdenes, mi vida.
El
bakeneko sonrió malicioso, encantado de haber obtenido su objetivo. Cargó en
brazos al baku y un solo pensamiento de su parte los hizo desaparecer de ahí, y
aparecer en una lujosa habitación de hotel en alguna parte de la ciudad, o el
mundo a decir verdad.
…
Departamento
de Park Yoochun
Inseguro
de elegir un sitio más adecuado, el pelinegro y el zorro de ojos avellana habían
terminado aquí.
—
No estés tan serio, me pones más nervioso Junsu.
—Honestamente, pienso que de esta charla no
saldrá algo bueno para mí, Yoochun ah.
—
Por qué. Qué me estás ocultando que te pones tan inquieto.
El
zorro miró a su interlocutor con ojos lacrimosos. Tenía miedo de decírselo,
apenas ha iniciado su camino hacia la humanidad, pero si le cuenta la verdad al
pelinegro, probablemente podría ser el fin de todo.
—¿Ha estado tranquilo? — Cambió un poco
el sentido de la conversación, y posó su mano sobre el pecho del pelinegro,
donde su Aliento se agitó furioso, deseando volver a su contenedor original.
—
No en realidad, anoche ha estado extraño. Y ahora que te siente cerca, parece
que quiere salirse de mi pecho, eso duele… — Dijo, mostrando una mueca de
auténtico dolor. Junsu alejó su mano, tal vez lo mejor era tomar distancia de
su Aliento.
—¿Cómo estuvo anoche?
—
Inquieto, no dolía mucho pero se agitaba y me pinchaba un extraño escalofrío.
¿Es normal, Junsu? ¡Juro que no estaba pensando nada indebido!
El
zorro de ojos avellana incluso se permitió una sonrisa. Yoochun era adorable a
su manera, preocupándose por lo que él pudiera pensar.
—No, lo que pasa con mi Aliento ahora es
completamente mi culpa, me acuso de culpable.
—
Entonces, por qué está comportándose de esa manera tu Aliento, Junsu ah.
—Yoochun ah, lo que dijiste antes en el
restaurante. ¿De verdad piensas que lo que has sentido por mí es solo debido a
mi naturaleza mágica? ¿No crees que es posible que yo te guste un poco?
—
No dije que no me gustaras en ningún momento… — El pelinegro carraspeó
avergonzado cuando la mirada brillante del zorro volvió sobre él con renovado
ímpetu… — Tampoco quise decir que lo que ha pasado entre nosotros sea solo
debido a tu naturaleza mágica. Quiero decir, pienso que como eres un gumiho hay
características en tu personalidad inherentes a ti, y ser encantador y seductor
está entre ellas.
—Pero, si yo fuera un humano como tú…
—
Lucirías justo como ahora, ¿no? Así que incluso si fueras un humano como yo,
todavía creo que eres encantador y seductor.
Yoochun
no supo por qué, pero el Aliento contenido
en su pecho dejó de molestarle, incluso si Junsu volvía a acercarse, incluso
más efusivamente que un solo toque, abrazándole y estrechándole fuerte.
—Yoochun ah, lo siento por decir esto pero…
tú realmente me gustas mucho, mucho, mucho. Por favor, acepta mis sentimientos
y déjame estar contigo.
…
YongGuk
se quedó mirando aquel edificio de apartamentos sin entender qué hacían aquí.
—
ChangMin hyung, a dónde hemos venido.
El
zorro de ojos oscuros gruñó para sí, mordiéndose el labio inferior y
preguntándose por qué demonios ha venido a parar aquí, al departamento de
Mokomichi.
…
Soo
Ahn había estado planeando la forma de vengarse
del desplante de Ji Seok, pero corrompida por su propia furia, ha llegado al
límite de sus raciocinios y ha secuestrado, literalmente, al joven muchacho por
quien el hombre le ha dejado.Wooyoung despertó con un fuerte dolor de cabeza,
palpó su nuca y descubrió ahí algo húmedo que lo dejó sorprendido cuando
corroboró con sus propios ojos que se trataba de sangre al mirar sus dedos.
—
Qué…
—
Ji Seok estuvo equivocado al romper el compromiso conmigo por alguien como tú.
—
Quién eres tú. Por qué estoy aquí. Qué me has hecho.
—
¿Yo a ti? — La mujer se rió escandalosamente, mirándole con superioridad,
haciendo que el muchacho notara la fría habitación de paredes blancas y muebles
cubiertos por sábanas… — Por qué habría de ensuciar mi reputación haciendo tal
cosa por mí misma, naturalmente alguien te trajo aquí. Pero apuesto que para
este momento Ji Seok ya debe estar volviéndose loco al saber que fuiste
secuestrado en plena calle luego de salir de tu casa. Veremos si todo el dinero
que presume la familia Seo le sirve de algo para evitar el escándalo que vendrá
cuando te encuentre. Mi intención no es hacerte daño físico, solo quiero darle
una pequeña lección a ese idiota que se atrevió a despreciar a una mujer como
yo.
—
Tú, ¿eras su prometida? Una mujer tan severa como usted no merece a alguien
como Ji Seok.
—
¿Severa? Has podido decirme peor pero te has contenido. Amable ante todo, eh.
Detesto a los que son como tú, eres como ese zorro. Se esconden detrás de su amabilidad y muestran su buen
corazón como si en el fondo no tuvieran las mismas ambiciones que yo.
—
No sé de lo que me está hablando, pero estoy seguro de que sin importar lo que
persiga, Ji Seok no caerá en su trampa.
—
Ya lo veremos.
…
Cuando
Ji Seok recibió esa llamada, el corazón se le paralizó y el pánico se apoderó
de su mente. Aunque mantuvo una expresión serena mientras contactaba a unos
amigos en el medio policial y comenzaba a moverse para buscar a Wooyoung y
rescatarle.
—Sabemos dónde está Wooyoung.
—
¿Y ustedes son?
—Quienes te llevaremos hasta él. A cambio de
un pequeño favor.
—
Por qué habría de confiar en ustedes. Para mí justo ahora ustedes lucen como
los culpables de su secuestro, ya que nadie más lo ha sabido excepto yo.
—No tenemos ningún interés en lastimar a
ningún humano. Sobre todo si se trata de un descendiente de la línea imperial
cuya sangre podría ayudarnos a proteger a alguien más.
—
Quién diablos son ustedes.
Continuará……
YH sin querer está empezando convertirse en un padre celoso 🤣
ResponderBorrarHay ajjaja Junsu, pero si bien que le gustó el arrimón y toqueteo de mi Chunnie y ahora se hace de la boca chiquita... Dejará de ser hermanos de Chamgmin, muy uraño pero bien que extraña a su dulce azote jajaja
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