Advierto que este shot es 100% Victuuri, aunque es trío xD lo escribí cuando vi una imagen en una pag en fb, y porque simplemente me ganó la perversión por un momento. No escribiré más de este tipo, creo xD
Si son sensibles a los tríos, aunque se respeta la OTP porque en esencia hay un alterego de uno de ellos, no lean, no acepto reclamos xD
YurixVíctorxYuri-Eros
~*~
ONÍRICO
Nikiforov se había retirado al onsen
cuando la noche cayó sobre la ciudad, había sudado bastante durante el
entrenamiento de esa tarde con Katsuki. Y juraba que por primera vez en esos
meses vio a su pupilo mostrar signos de auténtico cansancio, cuando
generalmente terminaba con más energía que la que él podía dejar sobre la pista.
― Realmente su estamina es algo serio. ―
Murmuró con una sonrisilla divertida, entrando en las aguas termales con aire
elegante, seductor.
Yuri prometió alcanzarle en breve, pero
él ya estaba pensando en molestarle un poquito. Robarle unos cuantos besos y
tal vez tocarle más de lo que ha hecho hasta entonces, nada que avergüence demasiado
a su joven novio.
― Hace algunos meses no pensé que me
enamoraría tanto de Yuri. Y ahora solo pienso en cómo generar oportunidades
para meterle mano. ― Riendo de sus propias palabras, y de lo excitado que se
ponía de pensar en ello, el ruso jugó con sus manos en el agua caliente,
trazando figuras que, en su mente, imaginaba como componentes artísticos. ―
Yuri. ― Dijo, siguiendo la línea de sus pensamientos, más que estar realmente
consciente de la presencia de su novio en el onsen.
― Estamos
aquí, Víctor.
― Excelente, Yu-ri. ― Nikiforov se trabó
con su propia lengua. ¿La razón? Lo que sus ojos veían delante suyo.
Yuri desnudo. Para ser exactos, dos de
ellos.
Sí, dos Yuri´s. Y no precisamente porque
su compatriota tsundere estuviese en los alrededores dispuesto a fastidiarles
las oportunidades románticas y algo más
íntimo.
― ¿Sorprendido? ― Yuri (uno de ellos)
dijo, torciendo en sus labios una sonrisa provocativa que, cómo negarlo, obtuvo
una reacción en su ruso novio.
― Mucho. ― Pero no me quejo, completaría su frase, pero el cerebro se le ha
quedado tildado en medio de la conmoción de los hechos.
Si aquello era un sueño erótico o un
concedido deseo de sus más pervertidas fantasías, a Nikiforov realmente no le
interesaba. Estaba más que dispuesto a disfrutar la experiencia. ¿Cómo negarse
o reprimirse cuando tenía ante sus ojos tales delicias? Por un lado, el Yuri de
mirada inocente, de tiernos sonrojos y tímidos murmullos; por el otro, el Yuri
cuya presencia resultaba dominante y en cuyas cuencas almendradas crepitaba un
fuego lascivo que parecía encarnar el auténtico significado de Eros.
― ¿Víctor? ― Su nombre vibró primero en
labios del Yuri inocente, cuyo sonrojo estaba subiéndole hasta las orejas.
― Víctor. ― Después ahí, en la voz algo
más segura y áspera del Yuri Eros.
El ruso sonrió con picardía, cepilló su
flequillo con sus dedos y miró de hito en hito a los hombres frente a él. Al
Yuri hermoso, al Yuri seductor. La entrepierna le palpitó y el pulso se le
aceleró. No conforme con la situación en sí, estar en las termales ya le daba
una enorme ventaja a toda la escena. La desnudez ya estaba ahí. En los tres. Aunque
su Yuri/katsudon evadía la mirada y
en vano trataba de cubrirse la entrepierna, además de respirar agitado. Por otro
lado, su Yuri/Eros parecía bastante
seguro de lo que quería.
Y su paso firme y decidido internándose
en las termales lo dejaba más que claro. Yuri/Eros mantenía aquella sonrisa en los labios, junto a su mirada
crepitante y la altivez en la postura de sus hombros que le daba ese aire
masculino que impedía que el ruso le apartase la mirada de momento. Que no
llevara anteojos y mantuviera sus negros mechones hacia atrás, con un par de
ellos cayendo seductoramente sobre su frente, realzaba el toque varonil que se
empecinaba en acelerarle a Nikiforov el pulso.
― ¿Te gusto así, Víctor? ― Yuri/Eros preguntó, cuando una mínima
distancia los separaba y las aguas mantenían algunas ondas vibrando en torno a
ellos.
― Me encantas, Yuri. ― Respondió
honesto, seducido por la presencia del Eros
en su japonés amante.
Ajeno sin embargo a la sorpresa que se
matizó en las pupilas almendradas de su Yuri/katsudon, quien mordió su labio inferior al tiempo en que bajaba la
mirada y sentía su pecho comprimirse.
― ¿Me prefieres? ― Coqueteó Yuri/Eros con descaro, enredando sus manos en
los hombros del ruso, acercando su rostro al ajeno. Invitándole a besarle.
― ¡Víctor! ― Exclamó Yuri/katsudon, entrando en las termales de
sopetón, salpicando agua en todas direcciones, tirando del brazo izquierdo de
su novio, reclamándole atención en un acto irreflexivo que rara, rarísima vez
mostraba.
― ¡Yuri~! ― Exclamó, sonriendo
dulcemente hacia su katsudon,
desordenándole el cabello y besando su nariz, atrapándole en un apretado abrazo
cariñoso. El tipo de gestos que su katsudon
tierno le provocaba.
Ensimismados en el abrazo, se olvidaron
por un instante del pequeño –gran– detalle que significaba la tercera presencia
en las termales.
― ¡Ngh! ― Cuando el gemido vibró ronco
en su garganta, el ruso se percató de los labios que succionaban
deliberadamente un trozo de piel en su nuca, de la lengua caliente que se paseó
por la línea de su columna vertebral hasta media espalda.
Jadeos continuaron brotando de su boca
mientras aquel músculo flexible se ensañaba con su espalda, delineando los
músculos, provocándole estremecimientos y una excitación imposible de ocultar. A
Yuri/Katsudon se le clavaba en el
vientre. Y adornaba su rostro de un intenso sonrojo, mientras su cuerpo
reaccionaba por cuenta propia encendiéndose también.
― ¿No vas a probarlo también, Yuri? ― Eros
dijo a Katsudon, mirándole por encima
del hombro de Nikiforov, clavando sus dientes en él.
― ¡Mgh! ― Víctor gimió, apretando
inconscientemente la cintura de su Yuri/Katsudon,
a quien aún mantenía abrazado contra su anatomía febril.
Katsudon frunció ligeramente el ceño,
tocado en su orgullo por el reflejo de sí mismo en Eros, mordió el hombro contrario de un Víctor que se estremeció de
pies a cabeza ante aquel ataque de
sus dos Yuri´s. Dientes, lengua, labios. Una succión que dejaría marca, un beso
con tintes de arrepentimiento. Nikiforov sonrió, era fácil descifrar las
actitudes de sus Yuri´s, cada uno tenía una faceta clara para él.
― Yuri. ― Murmuró, atrapando al Katsudon por las mejillas, plantándole
un beso dulce, lento y profundo.
Eros no se perdió detalle de aquel
beso, sintiéndose excitado por el intercambio de saliva y sentimientos. Sus manos
se han movido bajo el agua, inmiscuyéndose entre los cuerpos de su amante y su
otro yo, acarició el vientre del ruso y sus dedos flanquearon el prominente
bulto entre las piernas. Víctor ahogó un gemido contra los labios de Yuri/Katsudon, besándole más fogoso,
excitado, deseoso de mucho más.
Yuri/Eros
alcanzó la erección de Yuri/Katsudon
entonces, acariciándole también. Katsudon
se sorprendió ante el toque de su alterego,
retrocediendo inconscientemente de inmediato. Mirando con los ojos de par en
par a su novio y a Eros. Víctor tenía
los ojos entrecerrados, las mejillas ligeramente ruborizadas, la respiración
alterada; Yuri/Eros sonreía lascivo,
su mano bajo el agua bombeaba la erección del ruso, mientras su propia
entrepierna despertaba ansiosa por placer.
― Víctor, siéntate. ― Yuri/Eros dijo al oído del ruso.
Nikiforov, cuya mirada fue de su Katsudon a su Eros, obedeció sin pensarlo. Yuri/Eros se relamió los labios al contemplar el miembro endurecido de
su amante. Volvió la mirada a su otro yo y le invitó a acercarse.
― ¿No es tu novio también? Es justo que
le des el placer que se merece, ¿no, Yuri?
Katsudon se desconocía a sí mismo. Eros, que era su alterego en aquellos
momentos, era naturalmente más confiado y lujurioso, pero hacía lo que él ha
pensado en varias ocasiones desde que su admiración por Víctor mutó en ese
sentimiento tanto más profundo que ponía su mundo de cabeza.
― ¡Oh my god, Yuri!
Nikiforov gimió ronco cuando la boca de Yuri/Eros arropó su hombría descendiendo lentamente
hasta la base. El ruso alargó una mano entonces, sujetando un mojado mechón
oscuro de Yuri/Katsudon, que entonces
simplemente miraba, asombrado de lo que su alterego podía hacer, sin ápice de vergüenza.
― Yuri, ven. ― El ruso tiró de la nuca
de Yuri/Katsudon, besándole de una
forma diferente. Fuego puro intercambiaron en aquel beso, en donde los gemidos
del ruso morían ahogados en la boca de su novio.
Eros, sintiéndose relegado, decidió
que debía tomar el dominio o se olvidarían por completo de él, pese a que
también era en esencia parte de Katsuki.
― Yuri, aquí. ― Tirando del brazo de su
otro yo, Eros instó a Katsudon a ser quien le diera placer a
Nikiforov con su boca. ― Vamos, no tengas miedo, vas a hacerlo muy bien. A Víctor
le gustará simplemente porque eres tú, y le encantamos~.
Las pupilas almendradas de Yuri/Katsudon fueron de la entrepierna de su
novio a su rostro. Nikiforov sonrió, pero no dijo nada, no le obligaría a hacer
algo que no quisiera. Katsudon tragó
hondo, pero se animó en hacerlo. Acomodándose entre las piernas de su novio,
comenzó por lamerle. Lentamente enfocado al principio en la punta fálica,
descendiendo tímido por el tronco, preguntándose cómo su alterego había
conseguido meter ese trozo de carne completamente en su boca.
Aprovechando la supuesta distracción, Yuri/Eros salió de las termales, manteniéndose
de pie la altura era perfecta, para llevar su falo a la boca de Víctor. Nikiforov
ni siquiera titubeó, llevó el pene de su Yuri/Eros a su boca, succionando con confianza, jugando con los
testículos con una de sus manos.
― Ngh~ Víctor~. ― Yuri/Eros gimió, con las mejillas pintadas de
carmín y el cuerpo tembloroso de placer.
Yuri/Katsudon
estaba lo suficientemente concentrado en su propia labor como para preocuparse
por lo que su alterego obtenía de Víctor. La sensación del falo de su novio en
su boca era novedosa pero agradable, la forma en que el pene se había
endurecido y calentado un poco más en su cavidad bucal le hacía sentir de
alguna manera, importante y poderoso.
Por su parte, Nikiforov comenzaba a
sentirse un poco mareado, con los sentidos embotados de placer. El placer que
recibía de su Katsudon, el que estaba
ofreciéndole a su Eros. Saber que los
tenía a ambos solo para él, que podía dar y recibir amor y placer a partes
iguales, con dosis que solo un sueño lujurioso reuniría.
Yuri/Eros
se separó repentinamente, un hilo de saliva colgó de la punta de su pene a la
boca de su ruso amante. Nikiforov gemía aún, Yuri/Katsudon succionaba con un poco más de técnica y confianza. Le tenía
al borde del orgasmo. Eros besó a
Víctor entonces, guardándose el gemido áspero en los labios cuando el ruso se
corrió en la boca de Katsudon, sin
haberle podido advertir su inminente éxtasis.
Yuri/Katsudon
tosió varias veces, tragando involuntariamente algo del semen de su novio;
cuando subió la mirada otra punzada de celos se apoderó de él al ver a su
alterego besarse con su novio.
― ¡Víctor!
El ruso rompió el beso, eficientemente
atraído por la voz molesta de su novio Katsudon,
voz que tampoco empleaba mucho, por no decir que podría contar las ocasiones
con los dedos de una de sus manos.
― Oh, Yuri~ lo siento por correrme así~.
― Eso no es lo que me preocupa, ¿cierto,
Yuri? ― En efecto, ha sido Eros quien
ha hablado en nombre de su otro yo. ― Vamos, puedes besarle todo cuanto quieras
también, nuestro Víctor no va a
oponerse, ¿verdad, Víctor?
Nikiforov miró de hito en hito a ambos
Yuri´s, por un momento pensó que sería sensato responder “no”, pero la mirada
de su Katsudon parecía la de un
auténtico cerdito temeroso de su destino. Comprende que Yuri tiene celos de sí
mismo, de la faceta seductora en su modo Eros,
de la confianza que refleja, de la capacidad de atreverse a hacer sin
remordimientos, sin temores ni inseguridades. Comprendió, que su Katsudon se ve a sí mismo como un rival.
― Yuri. ― Le llama, estira una mano y le
jala a su lado. Salen de las aguas termales, le abraza cariñoso y le besa. ― Te
amo, cada parte de ti, las facetas que aún no me muestras también las amaré,
como amo las que ya me has mostrado. ― Dijo, acariciándole la espalda,
besándole de nuevo.
Dispuesto a no parar ahí. Si era una
fantasía, un sueño o un deseo concedido, Víctor todavía quería ir hasta el
final con Yuri. Con su modo Eros, con
su tierno Katsudon.
Minutos más tarde, Yuri/Katsudon estaba acostado en el piso, con
las piernas abiertas y el falo de Víctor penetrando en su interior, llenándole
suavemente. En tanto, Yuri/Eros, a
espaldas del ruso, profanaba su ano con la sensación exquisita de ser el
primero en tomarle, en robar la virginidad de su apretado orificio. En tal
sentido, ambos estaban entregando su pureza al ser amado.
― Yuri, ¿estás bien? ― Preguntó
preocupado, mimando una tierna mejilla, aguardando pacientemente a que su novio
se acostumbrara a la invasión de su erección.
― Mh, estoy bien, Víctor. ― Katsudon sonrió flojito, apreciando la
forma en que los dedos de su novio se llevaban con suavidad las lágrimas de sus
mejillas. ― ¿Tú, también?
― Lo estoy. Lo haces muy bien, Yuri. ―
Volviendo ligeramente el rostro hacia atrás, sonrió a Eros, besándole apasionadamente. Descendiendo para besar a Katsudon también.
Porque necesitaba amarlos a ambos por
igual en aquellos momentos.
― Voy a moverme, Víctor. También estoy
listo para sentirte, ¿no, Yuri? ― Eros
miró fijamente a Katsudon.
― Muévete, Víctor. Hagamos el amor,
juntos los tres, Yuri. ― Katsudon
finalmente parecía haberse conectado con su alterego. Con los sentimientos
lujuriosos que desprendía su Eros,
con los sentimientos puros encerrados en esencia en su corazón.
― Ngh. Mgh. Ahh~.
Los gemidos comenzaron a flotar en el
ambiente del onsen, caliente y vaporoso de por sí. Las voces de los tres subieron
peligrosamente en intensidad. Todo al ritmo de sus movimientos, de las
embestidas apasionadas, profundas. Víctor no podía concebir tal grado de
placer, penetrar y ser penetrado, en esencia, por el mismo hombre. Su amado
Katsuki Yuri.
Yuri tampoco sabía lo que pasaba, pero
mientras Katsudon era embestido con
una dulce pasión, llenándole por completo; podía sentir al mismo tiempo, a
través de Eros la sensación
abrumadora de compresión alrededor de su falo. No era solo la mano de Víctor
masturbándole, era algo más placentero, más caliente.
― ¡Mgh! ¡Ng!
Un gemido tras otro, besos furtivos,
caricias sinuosas, vaivén de caderas candente. Minutos de placer sin igual. Un orgasmo
compartido entre tres.
…
Cuando abrió sus ojos, estaba acostado
en el piso del salón principal, con una toalla húmeda en su frente y la bata
del hotel cubriendo su cuerpo. Nikiforov se levantó de inmediato, confundido
por los hechos. Yuri estaba junto a él, todavía dormido, o inconsciente.
― ¿Realmente fue solo un sueño? ―
Nikiforov advirtió los movimientos de su novio, removiéndose entre soniditos
curiosos de disgusto, como cuando lo interrumpe a mitad de vuelo mientras
duerme.
― Víctor~ no te mostraré mi Eros nunca más~. ― Se quejó adormilado,
tirando la toalla húmeda al piso.
Katsuki llevaba también una bata del
hotel, y cuando se abrió en medio de sus movimientos quejumbrosos, Nikiforov
pudo notar marcas rojizas por su piel.
― Marcas de beso. ― Murmuró para sí. Recordando
de golpe cómo dejó cada una de aquellas marquitas antes. ― Pero entonces, ¿no
fue un sueño?
Bueno, si Nikiforov continuaba pensando,
había otras señales presentes. Como el dolor en su trasero, o las marcas de
beso en su propio cuerpo.
― ¡Wow! ¡Realmente mi Yuri es único~!
FIN
mhmmm....
ResponderBorrareros es tan demandante y mando... pero tan lindo en yuuri.... me reencanto
matta ne... <3
Ya pensaba que mi trío no le había gustado a nadie~ pero soy feliz de saber que al menos a ti te gustó *-* estuve a punto de eliminarlo de acá xD
ResponderBorrarLa vdd es que sí, veo a Yuuri en su modo Eros y lo imagino todo un descarado demandante que no dudaría ni un segundo en comerse a Víctor 6.6 mientras que en su modo katsudón es más fácil ser devorado por el apuesto patinador ruso *w*
Gracias por pasarte~